Solo un juguete
Ese conde, piensa.
Ciel Pov
Como fue que llegue aquí, a esta situación tan embarazosa peor a la vez tan placentera, me pregunte a mi mismo cuan un momento de lucidez cruzo mi mente como un rayo de luz en medio de aquella tormenta de demandantes besos y pasionales caricias, estaba a punto de volvérmelo a preguntar cuando una corriente eléctrica recorrió mi espalda que me anuncio que aquel hombre me había hecho terminar, aquel hombre que me había hecho tocar el cielo desde hace tres días sin falta cada noche, aquel que tanto amaba pero en secreto, porque sabia que no me correspondería ni en una eternidad.
Ya que el no me miraba mas que como un juguete, como una diversión terrenal y pasajera nada mas, al entender esto decidí dejarlo jugar con migo así por lo menos podía tenerlo tan cerca como yo quisiera, pero tenia miedo de que cuando el se aburriese yo que daría vacio por dentro no solo mi corazón se rompería sino también esa sensación de ser uno solo me traería añoranzas mas tarde así que decidí no permitirlo prohibiéndole que lo hiciera restringiéndolo solo a darme placer y caricias, aunque el me decía que estaba de acuerdo y solo lo haría cuando yo me sintiera listo, es mas que obvio que yo sabia que el se moría por ser uno con migo. Aunque estaba seguro que era solo para saciar esa demoniaca y maldita sensación de hambre de deseo que se lo carcomía por dentro, esa sensación por la cual ellos fueron obligados a reemplazar el amor.
El se vistió tan rápido que cuando logree alejar un poco la nube de pensamientos en la que tenia la cabeza se estaba dirigiendo hacia la puerta de la habitación, cuando se volteo y me dijo colocando su enguantada mano izquierda sobre el lado derecho de su pecho:
-Hasta mañana joven amo.
-…
-Que tenga buenas noches.
- …
Ni siquiera le conteste, no quería que notara los tintes de preocupación y angustia que saldrían junto a mi respuesta. El solamente levanto un candelabro (¡¿de donde diablos lo saco?!) a la altura de su rostro (N/A: su endemoniadamente atractivo rostro X3) para apagar las velas con un suave soplido que sentí rosar mi rostro a pesar de la distancia, para luego salir del lugar y cerrar la puerta tras de si, dejándome solo hundido nuevamente entre esos pensamientos trágicos y cediendo lentamente al sueño:
-Se… Sebastián…- fue lo ultimo que dije antes de caer rendido en los dulces brazos de Morfeo.
Frente a la habitación de Ciel
Sebastián Pov
Por alguna razón desde que salí de la habitación de mi Bocchan y me quede justo delante de la puerta como esperando algo, aunque no sepa exactamente que, cuando mi mente regreso a la tierra me encamine a mi habitación, al llegar uno de los pequeños gatitos que escondía del joven amo logro salir de mi armario, era un pequeñito de pelaje negro y ojos azules el era mi favorito porque se parecía mucho a mi querido Bocchan, el escucharme pensar esto me sobresalte un poco y no pude evitar pensar en aquella frágil criatura cubierta con una mascara de odio, orgullo y venganza de la cual lentamente y sin saberlo me estaba enamorando mas y mas cada día en especial desde que empezamos con nuestro pequeño sucio "jueguito", sentir su olor tan cerca de mi me hacia perder la cabeza, reí con ironía hacia mis propios pensamientos, como era posible que estuviera pensando eso de mi bocchan, era ridículo y mas viniendo de un demonio de alto rango como yo, luego pose mi vista en algo que llamo mucho mi atención en ese momento otro de mis adorados gatos estaba jugando con unas de las mangas de mi abrigo que colgaba de la silla de mi escritorio.
-¿Qué estas haciendo travieso?
-Miau
Lo tome entre mis brazos para evitar que siguiera jugando con el abrigo ya que sus pequeñas uñas podrían causarle estragos a la ropa.
-Les he dicho miles de veces que no me gusta que jueguen con mi ropa.
-Miau
Fue lo único que recibí como respuesta de ese tierno animal, no puedo enojarme con ninguno de ellos, ni con mis gatitos ni con Bocchan, sigo pensando en eso no se por que.
Cuando por fin decido que esta vez debía dormir no solo por gusto sino que esta vez creí que me ayudaría a despejar mi mente.
Una vez que me cambie y doble mi ropa, me disponía a recostarme cuando note sobre mi escritorio una carta decidí revisarla primero ya que podría tratarse de algo importante, lo que no imagine fue con lo que de verdad me encontraría dentro del sobre ni quien lo había dejado ahí, me levante cansinamente y me dirigí hacia donde se encontraba aquel dichoso pedazo de papel, una vez que lo tuve entre mis dedos lo abrí suavemente sin saber lo que me esperaba una vez que lo leyera.
No le daba crédito a lo que leía, no podía darle crédito a lo que mis ojos leían, esa carta era del joven amo, confesándome lo que de verdad sentía por mí, mis ojos se abrieron desmesuradamente y deje caer involuntariamente el papel, sin terminar de leer me di cuenta que de verdad necesitaba dormir un rato y despejar mi mente, tal vez el cansancio y el torbellino de pensamientos en mi cabeza habían hecho que mis ojos me jugaran una pesada broma, si eso debía ser:
-Mañana por la mañana volveré a leer la carta, cuando ya no me sienta cansado y pueda pensar con claridad y ordenar mis ideas.
Mi primer fic, espero que les haya gustado, ustedes decidan si quieren que lo continúe.
Sebastián: por que el cambio tan brusco de mi personalidad, ¿podrían darme una explicación? *mirada asesina*
Alice: A mi no me mires fue idea de Cheshire! *sale corriendo*
Cheshire: ¿Yo que? *se arrepiente de haber entrado*
