Esto no es mio, obviamente. Me refiero que el todo el universo de `Canción de Hielo y Fuego` le pertenece a George R. R. Martin.

Este fic participa del desafío del mes noviembre "La batalla de fuego y hielo" del foro "Alas Negras, Palabras Negras".


Nymeria corre rápido, y respira pesado. No ha parado prácticamente en días. Porque la carne de humanos es dura y poca, y no va a dejar escapar el primer ciervo que vio desde que comenzó el invierno.

Corre junto a Peludo, que es el único lobo que puede mantener su persecución aun. Peludo es mucho más pequeño que ella, delgado por el hambre y el frió, por los días duros ya superados.

Sobre su pelaje negro destacan por pequeños hielos blancos, y se ve entre sus dientes el vaho que produce su aliento. Salta alto para alcanzar al ciervo y lo rodean. Atacan. Solo porque el lobo negro decidió no esperar lo suficiente y el ciervo corre directamente debajo de él cuando este salta por segunda vez.

El ciervo corre, marcha rápido por su vida. Desesperado, asustado. Los deja atrás pronto, y Nymeria no espera por su hermano para alcanzarlo.

Sus patas chocan en suelo una última vez antes de que aterricen sus garras en el pecho del herbívoro. Sus dientes se tintan de rojo, y los entierra mas cuando siente al animal luchando, gimiendo. Los hunde lo mas que puede, disfrutando de la vida que se escapaba debajo de ella, hasta que el ciervo para de moverse.

Sorbe un poco la sangre que le chorreaba entre los dientes antes de soltar a su próxima comida, y con una mirada, le dice a su hermano que el mueva el animal.

Este se encorva, intentando parecer más grande, gruñendo, negándose, derramando saliva por entre sus colmillos. Nymeria solo le tienes que dirigir una mirada, mientras su pecho vibra por el sonido gutural que genera, y Peludo ya está desviando la vista y bajando las orejas.

Se dirigen lentamente, agotados, hacia los demás.

Al llegar, Rickon corre hacia su lobo, y se laza sobre él, a montarse en su lomo, a acariciarlo, a hacer lo que los humanos le hacen a los lobos, sin importar la sangre seca, o las heridas que Peludo se había ganado por parte de Nymeria.

Nymeria se sienta sola, mientras los lobos esperan que los humanos coman. Sabia como pronto se volverían las cosas, sabía que no debía proteger a esos humanos, y menos a un lobo nervioso y violento como Peludo, pero había algo de Arya en ella.

Abre los ojos respirando desesperadamente. Las Tierras de los Ríos, allí estaban.

Se incorpora lentamente y al ver al hombre cerca de la puerta siente el impulso salvaje de morderle la garganta y sentir su sangre caliente entre los dientes. Pero ya no es Nymeria, ni Arya, es Nadie.

Nadie no era alguien, como las antes mencionadas. Se suponía que Nadie no las conocía. Pero eso era una mentira.

Porque Nadie era ambas.


Me encanta como cuando tengo mas responsabilidades es que me da por escribir.

Me siento bastante insegura con este fic, porque nadie lo ha leído y me ha dicho que piensa. Me jode, porque, ¿acaso los lobos tienen un nivel de pensamiento como el que he escrito? ¿Tengo errores ortográficos, alguna falta de acentos (que siempre tengo(deambos))? Bah, igual lo publico hoy porque no me quiero preocupar por no poder hacerlo después.