A/N~ Hola! Acá les traigo mi segundo drabble titulado "Le llaman Amor" del manga/anime Kuroshitsuji n.n Tuve algunos problemillas para hilvanar algunas partes, pero lo pude terminar en más o menos una hora y estoy muy contenta con el resultado ^^

Este fic está escrito en primera persona desde la perspectiva de sono shitsuji, Sebastian Michaelis y sólo hace referencia a SebaCiel, no hay realmente smut ni fluff ni lime ni lemon... Aún así, si no te gusta el yaoi ni el shounen-ai ni nada de eso, te recomendaría que no lo leas :)

Como saben, ni Kuroshitsuji ni Sebastian Michaelis ni Ciel Phantomhive son de mi propiedad... Sólo soy dueña de esta historia :)



Le llaman Amor

Hace ya más de tres años que estoy a su servicio. Ya han transcurrido tres años desde aquel día en que Usted me llamó. Parece mentira, Bocchan, que haya sido Usted quien me invocara. Hacía siglos que había olvidado lo que era realmente serle fiel a alguien hasta el final, y nunca había tenido el honor de servir a un amo tan particular como Usted. Si alguna vez alguien me hubiera dicho que serviría a un niño, jamás le hubiera creído; y le habría devorado su alma sin vacilar de haberme sugerido lo que sucedería después…

Siempre me jacté de ser un demonio fuera de lo normal, pero nunca creí que llegaría el día en que algo como esto ocurriría…

Al ser inmortal, he "disfrutado" de una existencia plagada de placeres, comúnmente conocidos por los humanos como pecados, y satisfacciones vanas, las mismas que apagan el deseo sólo para aumentarlo una hora después. Al ser un demonio he sabido corromper el alma de más de un humano para deleitarme con su sabor. Fui perdiendo cada vez más la conexión con el Cielo y las cosas "buenas" para sumirme cada vez más en el Infierno y su perdición. Con el tiempo, mi existencia perdió valor, y yo las ganas de vivir… Bah, si se puede llamar "vida" a la existencia eterna… Dicha existencia se había convertido en una rutina: satisfacer los deseos carnales, embaucar un alma con la que aplacar mi apetito infernal, engañar a alguien más que satisficiera mis deseos, y la lista continuó repitiéndose, hasta que me convertí en una carcasa vacía sin un propósito mayor al de la mera existencia.

Hasta que apareciste tú, Ciel, el único amo al que soy incapaz de matar. No sólo me diste un motivo por el cual seguir vivo, sino que alimentas mi apetito de una forma más grande y placentera que cualquier alma sucia y vacía que pudiera devorar. Es especial, Bocchan. No sólo para los humanos, sino para un demonio como yo. Ha logrado convertirme en un perro, fiel a su amo sin importar qué. Me ha tratado peor que a uno y aquí estoy, junto a Usted. A diferencia de lo que cree, no tengo la obligación de cumplir con el contrato. Ni los demonios sienten tal necesidad de acatar las órdenes como Usted cree, ni yo soy un demonio ordinario, entonces, ¿por qué?

Porque por mucho que me cueste admitirlo, hay un sentimiento mucho más fuerte que la curiosidad o el placer que me ata a Usted. Creo que le llaman Amor…