Boku no hero academia/My hero academia es propiedad de Kōhei Horikoshi.
Bueno, solo aclaró que esto es como un pequeño "spin-off" sobre mi anterior historia (Malos entendidos), que en serio, y de verdad no podía sacarme de la cabeza así que decidí escribirlo lol
Sin mas, les dejo con la lectura.
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Se le hacía extraño, que cuando había terminado su baño y bajó a la sala ya no se encontraba ninguno de sus compañeros. Aunque recordaba que los últimos en quedarse habían sido Tsuyo y Deku. Se había desanimado un poco al no ver a ninguno de los dos, pues siempre tenían algo interesante de lo cual hablar. Pensó en sentarse un rato a ver televisión, pero recordó que tenía que hacer su parte del trabajo que Aizawa les había puesto y enviarle su parte del trabajo a Koda. Realmente no tenía tanta prisa por hacer el dichoso trabajo, pero tampoco era que tuviese mucho que hacer por ahora, además el resto de sus compañeros no estaban y los que habían decidido quedarse en el dormitorio lógicamente estaban en sus habitaciones. Se levantó de aquel sofá en el que estaba hace un par de horas atrás, miró la hora en su celular y se fue rumbo al ascensor. Miró por uno de los ventanales y podía notarse que la noche estaba agradable, hasta le daban ganas de salir y solo sentarse o acostarse en el pasto para disfrutar solo un rato. Pero declinó ante haber pensado en ello, tenía responsabilidades que hacer. Siguió su andar y llegó al ascensor.
Y justo cuando iba a presionar el botón, las puertas del ascensor se abrieron.
Se había quedado parada, observando a la persona que venía dentro, como si nada pasara. Sabía que era Deku, pero su cerebro parecía no estar conectado tan recientemente.
Ella, ascensor, Deku. Ella, ascensor, Deku. Ella, ascensor, Deku.
Esas tres palabras revoloteaban dentro de su cabeza. Intentaba formular aquellas palabras que su cerebro le hacía resonar una y otra vez, pero dejó de lado la idea en cuanto observó el semblante de Midoriya, lo conocía, sabía perfectamente que esa era la expresión que siempre ponía cuando el joven había mantenido alguna discusión o algún percance con Bakugo. A veces odiaba conocerle tan bien cada una de sus expresiones.
—Uraraka-san, ¿estás bien? —le cuestiono con notoria preocupación.
— ¡Eh! ¡Sí! ¡Claro que estoy bien! —respondió al instante, tratando de no verse exasperada o nerviosa—. ¿Por qué lo preguntas?
—Bueno, es que te hablé como dos veces y parecías un poco fuera de ti.
— ¡Oh! Eso…es solo que…solo me quede pensando. —sintió como la mirada de Izuku seguía sobre ella, como si la cuestionase solo con ello—. En que debería terminar de enviarle mi parte del trabajo de Aizawa-sensei a Koda.
—Ya veo. Es cierto, había olvidado un poco que te toco de compañero Koda. —sonrió, y Uraraka podría jurar que en cualquier momento se pondría a flotar y eso era lo que menos quería. Así que como cuando les habían anunciado sobre lo del festival deportivo, frunció su entrecejo. De algún extraño modo, hace poco descubrió que el hacer eso evitaba que se pusiera a flotar—. Uraraka-san, ¿segura que estás bien?
— ¡Claro! —rio levemente nerviosa ante la mirada que Midoriya le dedicó nuevamente, aunque ahora se notaba más tranquilo.
Y es que, maldita sea. Odiaba que cuando estaban solo ellos dos, no podía evitar sentirse nerviosa y recordar aquello que Aoyama le había dicho. Y sí, desde hace un tiempo no podía seguir ocultando el hecho de que sí, se había enamorado de Deku. No podía dejar de ser su amiga o dejarle de hablar, además de que sería muy sospechoso y las chicas —sobre todo Mina—, comenzarían a cuestionarle, y no quería eso. Así como tampoco quería dejar de tratar con Deku.
—Uraraka-san, ¿Quieres salir un rato al jardín? —cuestionó sin pensarlo. Mentalmente se regañó por meter de ese modo la pata, además había olvidado que bajó a toda prisa debido a los gritos de Bakugo hace apenas unos minutos y, realmente no le temía, pero sabía que Bakugo podría haberle seguido y lanzarle alguna explosión—. Perdona, olvidé que tenías algo que hacer ya.
—No, no. —Negó consecutivamente moviendo sus manos—. Está bien, vayamos al jardín.
Y como odiaba no poderle decir que no. No si se lo pedía de aquella forma tan repentina.
— ¡Bien!
Había quedado en que se convertiría en héroe por sí misma, sin que el amor que sentía por Izuku interfiriera. Pero había ocasiones en que por más que le diera vuelta al asunto e intentara solo centrarse en su meta, una pequeña parte —la más latosa, así le llamaba ella—, de su cabeza no dejaba de gritarle y recordarle que aún era una adolescente. Una chica de tan solo quince años, que no estaba mal y que era demasiado normal el sentir enamoramiento por alguien. Además, era consciente de que no puede leer la mente, pero como todas las mujeres, tenía su sexto sentido. Y podría no estar del todo confiada en ello, pero siempre escuchó de su madre, que el sexto sentido de las mujeres nunca fallaba y que estaba bien hacerle caso de vez en cuando. Dejó que Deku avanzara primero y comenzó a seguirle los pasos hasta alcanzarle. Salieron por la puerta principal y se adentraron por uno de los pequeños caminos que había al pequeño patio donde Ochaco vio entrenar a Deku un par de veces. Ambos se sentaron en el suelo hasta que dejaron caer por completo sus cuerpos sobre el pasto fresco y húmedo. Y se quedaron un buen rato así. Ella no podía pedir más, era una agradable y fresca noche —todo lo contrario en la mayor parte del día—.
—Hace poco leí que hoy habría una lluvia de estrellas. —comento Midoriya, a lo que Uraraka se giró muy levemente para verle y escucharle mejor—. Y bueno yo…eh, como sé que te gusta ver las estrellas…bueno…desde mucho más temprano yo…planeaba…decírtelo desde más temprano…—y en situaciones así, Midoriya odiaba trabarse al hablar con una chica, o más bien, con Uraraka, le era imposible no sentirse de ese modo tan nervioso y sentir sus mejillas arder—. Pero pensé que te mantendrías ocupada en algo más.
Uraraka formo una línea tensa en sus labios. Ella había mencionado eso sólo una vez, y él lo recordaba a la perfección. Apoyó sus manos sobre su estómago y volvió a fijar su vista al cielo nocturno. En la ciudad no podían apreciarse como se hacía ahora. Definitivamente era espectacular poder ver todas aquellas estrellas en el campus que la UA les brindaba. Ella sonrió y escuchaba con suma atención las cosas sobre las que comentaba Deku mientras le respondía a las preguntas que de repente el joven le hacía. Estuvieron un buen rato así hasta que llegaron a mantenerse en un silencio sumamente agradable.
—Ya va a empezar. —añadió Midoriya manteniendo su mirada al cielo hasta que vio el primer destello fugaz—. ¿¡Viste eso Uraraka-san!? Este tipo de cosas son impresionantes, ¿no crees?
— ¡Sí! —respondió emocionada, pues ella también había logrado alcanzar a ver la primera estrella fugaz—. Se dice que cuando vez una estrella fugaz, puedes pedirle un deseo.
Midoriya asintió efusivamente ante el comentario de Uraraka. Realmente estaba feliz de que ella, los dos, pudiesen ver ese lindo evento nocturno. Uraraka por otro lado, mantuvo su vista sobre Deku, más tiempo del que debería. Definitivamente ambos se estaban comportando como un par de adolescentes sin preocupaciones ni deberes que atender. Era como si por un instante ambos olvidasen que están preparándose para ser héroes profesionales, como si no hubiera ningún mal allá afuera al cual tendrían que afrontar. Y ella se permitió sonreír tan ampliamente como lo hacía Deku.
—Deku.
— ¿Sí Uraraka-san?
—Gracias.
Deku entendía y no entendía a la vez a lo que la muchacha se refería. Intentó procesar aquellas palabras, pero no pudo seguir pensando cuando sintió como una mano más pequeña tomaba la suya. Tampoco supo cómo pudo mantenerse quieto sin salir corriendo u apartar su misma mano de la joven debido a su nerviosismo. Él también sabía que se estaban comportando como lo que realmente eran, un par de adolescentes, y a decir verdad no le desagradaba, era tranquilizante el sentirse sin responsabilidad alguna. Olvidar por un rato que eran héroes en crecimiento.
—De nada. —le sonrió, mientras le daba un ligero apretón cuando sintió que la mano de ella iba alejarse. Quería seguir sintiendo su mano junto a la suya, aunque fuese solo un ratito más.
Y Uraraka se sentía fuera de sí, ni siquiera sabía cómo había podido tomar aquel atrevimiento de tomar la mano de Deku. No le desagradaba del todo haberlo hecho, ni tampoco quería soltar su mano, pero entendía que él también debía sentirse sumamente incómodo y desconcertado, sobre todo porque le sintió temblar levemente debido a su acción de ella. Así que contra todo pronóstico de que su cerebro le gritase "¡No lo sueltes!", tomo control sobre su cuerpo y aparto lentamente su mano. Tal fue su sorpresa al sentir como Deku le regresaba un apretón y le sujetaba nuevamente la mano.
—De verdad, gracias. —fue lo único que dijo tras regresarle nuevamente otro apretón en la mano.
Ambos gritaban y agradecían internamente que debido a los colores tenues de la noche, les era imposible notar que sus rostros estaban completamente rojos. Y es que de verdad se sentían tan bien de ese modo. Y lo que era solo un agarre de manos se profundizó de manera involuntaria cuando ambos sintieron como sus dedos habían terminado de entrelazarse. Rieron torpemente y optaron por seguir observando maravillados la lluvia de estrellas que la noche y naturaleza les regalaba.
Sin decir nada, y sin saber lo que el otro pensaba. Estuvieron de acuerdo en que no estaba tan mal dejarse llevar, solo esta vez.
O por ahora.
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Primero que nada, quiero agradecer por el beteo a Javi *corazón* también dedicarle a Javi y Jazz este bello OS que escribí con mis mugrosas manos de pordiosera 7u7
[N/A]: Es la primera y segunda vez que vuelvo a escribir para Boku no hero academia, así que espero que haya sido de su agrado c:
Sin más, me retiro.
¡Nos leemos!~
~Chachos Bane~
