Hola
Los diálogos estarán entre guiones, y los pensamientos serán escritos entre comillas (")
Declaimer: Descargo toda responsabilidad los personajes utilizados en este Fic son propiedad del gran Akira Toriyama. Ojalá fueran míos, pero tristemente no es así.
Coordenadas
Coordenadas
He pensado en los últimos meses en demasiadas cosas que puedan darle una explicación a lo que está pasando. Pero no llegó a esa idea exacta que pueda explicar toda esta locura.
Todo empezó hace 5 meses; Una mañana común y corriente, jamás pensé que ese día definiría todo a partir de ese punto.
Creo que antes de comenzar debería presentarme. Mi nombre es Bulma Briefs, tengo 27 años soy científica en muchas áreas, trabajo junto a mi padre en los Laboratorios de investigación tecnológica de Cápsula Corp o cómo a mí me gusta llamarlo LITCC.
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Era jueves y las cosas desde temprano empezaron a verse raras, lo noté pero no le di importancia.
Cuando me dirigía al trabajo en mi moto sentí que me seguían, luego en la entrada de las oficinas sentí que en la recepción había demasiadas personas que no tenían porqué estar ahí. Me sentí observada, pero no le di importancia. Tenía trabajo y eso era en lo único en lo que debería enfocarme.
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Trate de seguir mi día normal, sin embargo, tenía en mente los extraños acontecimientos que estaba viviendo.
Las 6:00 PM dieron fin a mi jornada, más el entretenimiento con mi nuevo proyecto me arraigo a la mesa de trabajo. Simplemente para mi la ciencia es fascinante.
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Al subir a la oficina por un café y viendo a través de la ventana fue entonces cuando realmente me di cuenta que ya era tarde. Regrese para guardar lo necesario e irme. Como todos los días me despedí de Roger, portero del edificio C en el cual yo trabajaba. Espere al chófer que me llevaría a casa y extrañamente estaba tardando. El día simplemente no fue bueno. Empezó a llover, esa era la razón por la cual no había regresado en mi moto. Con un suspiro enfatice lo desganada que estaba, el sol estaba completamente oscuro tras espesas nubes grises que proclamaban una tormenta más fuerte que la lluvia de ese momento; todo se pondría peor.
Mis tacones estaban empapados y el tejaban de la entrada no estaba cubriéndome mucho, por fin mi carro. Me despedí de Roger moviendo mi mano.
–Nos vemos mañana Roger salúdame a Mandy– Mandy era la esposa de Roger una mujer muy amable y amiga de mi abuela, los conocía desde que era una bebé.
–Adiós Bulma cuídate de la lluvia o te resfriaras
Moví mi cabeza asintiendo, él tenía razón. Subí al carro y me quité los tacones, el click del seguro bajando me hizo voltear por fin al frente, solo hasta que estuve dentro me di cuenta de que no solo estaba el chófer si no que en el asiento del copiloto estaba otro hombre.
–Amm Leo ¿Quién es tu amigo?– Cuando Leo -el chófer de papá- no contestó supe que algo estaba mal –¿Leo?– Pero una vez más se quedó callado. Me moví al centro del asiento para ver mejor al sujeto, no lo conocía, vestía un pantalón de mezclilla oscura y una camisa beige, sin un logo, sin nada, su pelo era corto de rasgos duros y marcados con ojos cafés, definitivamente no lo conocía. –¿Qué está pasando?– El hombre mantenía su vista fija al frente como si yo no estuviera ahí, estaba entrando en pánico, metí mi mano disimuladamente a la bolsa de mi saco para sacar mi teléfono, pero el hombre se dio cuenta y volteándose ligeramente tomó mi muñeca quitándome el teléfono.
–Señorita Briefs yo me encargare de esto– Yo no pude evitar gritar y Leo también asustado maniobró el volante haciéndonos derrapar ligeramente, grité más.
–¡¿Quién diablos eres tú?!– Grité indignada y aterrada, una vez más no me contestó. –¡Exijo una respuesta!– Pretendía seguir gritando hasta que ese hombre de quién sabe dónde sacó una pistola y la apuntó a mi cabeza paralizándome completamente.
–Le pido que guarde silencio, no me gustan los gritos, si se comporta le aseguro que la trataré cómo se merece, si no lo hace me veré en la necesidad de tomar medidas drásticas–
No sabía qué hacer, tenía un arma justo al frente, estaba entrando en pánico, pero debía ser racional, debía pensar. Al asomarme por la ventana me di cuenta que estábamos tomando otra ruta una que definitivamente no me llevaría a casa, lo primero que pensé es que me estaban secuestrando, al ver a Leo note que estaba peor que yo, sus manos temblaban mientras las forzaba a sostener firmemente el volante. Genial si no me secuestraban moriría accidentada en la carretera. Tragué saliva con dificultad, pensé en mi mamá, mi hermano y mi papá ¡¿Que harían ellos cuando se enteraran?! ¡¿Que me harían a mi?! Entonces pensé, si me querían secuestrar pues debía admitir que lo estaban haciendo muy bien. Luego al ver más detenidamente las cosas no encajaban. ¿Por qué Leo había ido por mí? El nunca iba por mí los jueves por que era el día que papá iba al golf, pero él no era partidario del crimen estaba peor que yo. Me fijé bien en el arma y decidí que debía llegar al fondo de todo.
–¿Me están secuestrando?
–Le dije que no hablará
–Solo te estoy preguntando si me están secuestrando
–Silencio
¿De dónde maldita sea saqué valor para hablar? Es algo que me sigo preguntando –No me callaré– Lo desafíe y el acerco más su pistola –Tu arma tiene puesto el seguro, está claro no quieren hacerme daño, esto debe ser un secuestro porque esta muy planeado, mi chofer, mi carro, y mi itinerario. ¿Quiénes son?
El hombre se mantuvo inexpresivo miró el arma y luego a mí, la retiro y guardo. –Es hora– Dijo, y Leo detuvo el carro, se quitó el cinturón y me volteó a ver, no dijo nada, pero estaba claro que estaba pidiendo perdón con la mirada. Asustada intenté abrir la puerta, pero el seguro me lo impidió, otro hombre desconocido entró vestido completamente de negro y empapado prendió el carro y seguimos el camino. Solo logré ver a Leo abandonado en un punto solitario de la carretera.
–Ella noto que el arma no está cargada, piensa que esto es un secuestro– Dijo el hombre poniendo en margen al nuevo sujeto.
Entonces no era secuestro. Una hora más tarde el carro se detuvo, ambos bajaron y el que me había apuntado con un arma abrió la puerta, tenía un paraguas transparente listo para mi e incluso me ofreció su mano para salir. Claramente esto no era un secuestro o tal vez eran muy educados, salí por mi cuenta, descalza por que saldría corriendo.
–Señorita Briefs no pretendemos hacerle daño necesitamos su ayuda, lamentamos las molestias, pero el asunto que pretendemos tratar es clasificado, no podíamos llamar por teléfono o presentarnos directamente con usted por seguridad.
–¿Qué?– Lo seguí, yo de tonta siguiendo mi curiosidad, aunque de todos modos no hubiera servido de nada salir corriendo, no tenía idea de dónde estaba, era una simple casa en medio de la carretera. Al entrar la mesa del comedor nos esperaba con dos hombres mayores y una mujer rubia.
–Señorita Briefs nos alegra que esté aquí, discúlpenos todas estas molestias, por favor siéntese– Me dijo uno de los mayores, de bigote blanco y pelo canoso, se levantó y retiró la silla para que me sentara.
–¿Quiénes son ustedes? ¿Qué pretenden conmigo?
–El quién somos es clasificado, que pretendemos con usted es pedir su ayuda.
¡Clasificado! ¡Ayuda!
–Déjeme le explico, mi nombre es Riot soy jefe de un departamento de inteligencia de una fuerza secreta que trabaja para un área de su gobierno que no existe… Nos encargamos de muchas cosas, pero la principal es asegurar el bienestar de toda nuestra nación.
¿Acaso era una broma? Una parte de mí no podía creerlo, todo era tan raro.
–Suponiendo que eso sea verdad ¿Qué quieren conmigo?
El hombre me sonrió y me dio un papelito amarillo, cuando lo ví este tenía una secuencia de números.
–¿Sabe qué es esto?– Me pregunto
–Cualquiera lo sabría– Dije –Son coordenadas
El hombre seguía sonriendo –En realidad no cualquier persona lo sabría. Mi equipo de inteligencia tardó muchos meses en descifrar el significado de estas coordenadas, hace un tiempo unos códigos empezaron a invadir nuestro sistema, estos códigos representan el camino de algo que necesitamos recuperar por el bienestar de todos. Señorita Briefs una mente tan brillante como usted es la clave perfecta para descifrar todo este enigma.
–¿Quieren que resuelva códigos?– Era escalofriante que no me dejaran de sonreír.
–Es más que eso, tiene que seguir las pistas y encontrar lo que buscamos.
–No entiendo
–No es necesario que lo entienda, solucionará los indicios, códigos y cualquier otra cosa que se le presente e ira a los lugares que le indiquen y seguirá haciendo lo mismo hasta encontrar el final del juego.
–¿Juego?
–Me gusta llamarlo así, aunque esto realmente es de vida o muerte, la necesitamos ¿Nos ayudará?
Negué –Están locos, no sé quiénes son ¡Me acaban de secuestrar! ¡No les creo nada!
El hombre se levantó, se puso a un lado de mí y la mujer acercó una laptop que al abrir me mostró la transmisión de 4 cámaras, mi habitación, el comedor, la entrada de mi casa y el cuarto de mis padres. –No– susurré ahogando el llanto de pánico que sentí. Mis padres veían televisión, sin saber que por la ventana había una sombra negra, a la entrada de la casa estaban 2 hombres con armas y un tercero abriendo la puerta. ¡¿Dónde estaban los guardias?! ¿Qué había pasado con la seguridad de la casa? Estaba muy nerviosa, sentí mis ojos húmedos, ahora sí estaba asustada. La pantalla cambio a otra, ¿Las cosas podrían estar peor? Era mi hermano menor Goku dormido junto a su esposa Milk. Estas personas debían habernos estado espiando desde hace meses, pues era imposible que supieran dónde estaba mi hermano, tenían tres meses de viaje sabático por el mundo, ahora debían estar en alguna parte de Sudamérica, las cosas estaban más allá de mi entendimiento. Cuando dos hombres con armas de asalto se vieron entre las sombras me asusté más. –Ya basta, déjenlos, ellos no tienen nada que ver.
Aquel hombre sonrió de nuevo, trono los dedos y la mujer rubia habló por un transmisor.
–Operación cancelada– Vi pocos segundos después como esos hombres se iban sin ser detectados. Ahora tenía la cabeza agachada y me sentía terrible con náuseas y miedo.
–De parte de toda está organización y principalmente de mi le agradecemos su cooperación en esta operación, por el momento será todo, la llevaremos a su casa y bueno es más que obvio que usted no debe decir nada de lo que hoy pasó aquí…– Retiraron la computadora y me acercaron un teléfono –Estaremos en contacto mañana a las 9 AM recibirá una llamada que le dará indicaciones, lo primero que hará será conocer a su compañero de equipo.
–¿Compañero?
Él asintió –Claro no podemos dejar que una bella mujer cómo usted esté sola por la vida.
Yo tenía tantas dudas, pero el valor en mi se había perdido completamente, quería que todo fuera una pesadilla. –¿Es uno de ustedes?
El hombre se rió ligeramente como si yo hubiera dicho algo muy gracioso –Déjeme le doy un consejo la curiosidad mata, más en un caso como el de usted, sin embargo, tarde o temprano se enterara. Su compañero al igual que usted fue seleccionado estratégicamente entre una lista de parámetros altamente seleccionados, un ex convicto exonerado, un asesino y criminal profesional. Hasta hace unos meses estaba en la lista de los más buscados por nuestro gobierno– Retiraron mi silla sin siquiera darme la oportunidad de levantarme, los dos hombres que me habían traído cada uno me tomó de un brazo y me levantaron.
–Señorita Bulma fue un gusto tratar con usted, recuerde mañana 9:00 AM– No sabía qué hacer estaba tiesa mi cara era un reflejo muy expresivo de lo desconcertada y aterrada que estaba. Salimos de la casa y una vez más me protegieron de la lluvia, me abrieron la puerta y el chófer bajo la ventana cuando ya estaba arriba. Riot se acercó a la ventana ya sin aquella sonrisa.
–Nos veremos pronto, le deseo un buen viaje, lo primero que hará mañana será conocer a su compañero, por cierto su nombre es Vegeta le aseguro que se llevarán muy mal, sea precavida, no me gustaría que muera. Adiós Bulma
Si yo estaba mal esas palabras me dejaron peor. No dije nada durante el camino, lloré, no pude evitarlo, contuve el llanto y solo dejé que unas lágrimas resbalaran por mi mejilla. Cuando llegamos a casa me dejaron en la puerta, me dieron el teléfono y se fueron sin decir nada.
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Entre a mi casa y activé todas las alarmas de seguridad que por algo que ellos habían hecho estaban apagadas, ahora paranoica subí al cuarto de mis padres, en silencio me cercioré que estuvieran bien y fui a mi cuarto, ese día fue la peor noche de mi vida, y lo peor es que era solo el comienzo.
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Gracias por leer, empiezo emocionada esta nueva historia. Espero les gustará.
