Exención de responsabilidad: Ni One Piece ni sus personajes me pertenecen, son propiedad del buen hombre de Eiichiro Oda.


Nota de autor: Hola a todos, hoy os traigo este fic que su continuación dependerá exclusivamente de ustedes.

Este es un proyecto muy ambicioso que se me ocurrió al ver el Capítulo 0 de One Piece, las ideas que tengo pensado para este fic serán muy variadas y fantásticas. Pero también tengo mi fic ¿Dos años? Tres son mejor,el cual segurá siendo mi fic principal.

Cuando digo que dependerá de ustedes me refiero a que si veo que hay mucho apoyo en forma de reviews, favs o follows, tendré la suficiente motivación como para seguir escribiendo.

Sin más que decir, espero de corazón que disfrutéis de este capítulo "piloto".


La Sagrada Tierra de Mariejois, se estaba dando la mayor guerra que el mundo haya vivido. En un bando estaba el Gobierno Mundial junto con la marina y en el otro estaba la flota mugiwara, sus aliados y el ejército revolucionario.

Luffy, Shanks, Zoro, Sabo y Dragon estaban en una cruenta batalla contra el Gorosei, pero al abrirse camino hasta ellos, habían perdido muchas fuerzas. Sin embargo, la pelea estaba bastante igualada.

-¡Traerlo!- Gritó el anciano que estaba peleando contra Luffy, que se estaba viendo un poco superado por el capitán de los Sombrero de Paja. Entonces entró un tipo que parecía ser del CP0 apuntando a la cabeza a Garp, el cual estaba en un estado lamentable muy herido. Cuando Luffy los vio, se distrajo por un momento y cuando se dio cuenta… La espada del anciano calvo le atravesaba el pecho.

-¡LUFFY!- Exclamaron todos al ver como su amigo caía de rodillas escupiendo sangre. Pero Luffy ya no oía nada, no podía hacer absolutamente nada… Porque ya había dejado de respirar.


Poco a poco, el moreno abría los ojos. Tenía un tremendo dolor en el pecho y al intentar incorporarse su cabeza le daba mil vueltas. Con gran dificultad se puso de pie mientras recordaba cómo había muerto… y cómo había dejado solos a sus amigos que no podrían hacer frente a los 5 ancianos ellos solos, eso le rompió el corazón. No pudo cumplir su promesa de protegerlos, todo por una estúpida distracción de no más de 3 segundos, ¿cómo pudo dejar que eso sucediera? ¿Qué les pasaría a todos sin él allí? ¿Por qué tuvo…

-Monkey D Luffy, te estábamos esperando aunque hubiésemos preferido que fuera en otras circunstancias- Habló una voz detrás de él seguida de una más burlona.

-Vamos, vamos Roger. No seas tan duro con el chico, acaba de morir hahaha- Dijo un hombre con el pelo largo y rubio.

-¿Qué queréis? ¿Dónde estoy?- Cuestionó Luffy malhumorado sin voltear a ver quiénes le estaban hablando.

-Bueno… esto… se podría decir que es una especie de transición entre la vida y la muerte, creo- Respondió la primera voz acercándose al pelinegro. -Y estás aquí porque nosotros te hemos traído aquí… jugándonos el cuello-

-De acuerdo, pero a menos que podáis devolverme a la vida para ayudar a mis amigos y…- Rio Luffy irónicamente, pero fue interrumpido.

-En realidad…- Comenzó el hombre con un bigote prominente que Luffy enseguida reconoció como el anterior Rey de los piratas.

-Tú… ¡Tú eres Gol D Roger, el Rey de los piratas!- Exclamó Luffy totalmente sorprendido.

-Sí, lo fui pero ese título te pertenece a ti- Dijo posando su mano derecha en el hombro izquierdo de Luffy.

-Sí claro, ni siquiera he sabido mantenerlo… no lo merezco- Contestó muy decaído.

-Por supuesto que lo mereces. Llegaste a Raftel derrotando a innumerables enemigos, desde que comenzaste tu viaje has hecho todo lo que has querido, has hecho gala de lo que significa ser un pirata, la libertad que conlleva ser uno. También descubriste la verdad tras el siglo vacío y luchaste contra el Gobierno Mundial. ¡No vuelvas a decir que no eres digno, no hay nadie más a quien le cedería con orgullo el título de Rey de los piratas!- Proclamó Roger orgulloso del joven que tenía delante de él.

-…-

-Tienes razón, pero me siento culpable porque por una estupidez… he condenado a mis amigos-

-Es por eso que queremos hacer exactamente lo que tú has dicho- Dijo Roger con un poco más de alegría.

-¿Eh?- Preguntó Luffy ladeando la cabeza confundido.

-Es verdad que a veces eres lento eh. Queremos enviarte al pasado para que vuelvas a realizar tu viaje- Informó Roger.

-¡¿Qué?! ¿Cómo? ¿Por qué haríais algo así?- Gritó Luffy incrédulo.

-El cómo no importa y por qué te lo vamos explicar ahora. Ven, sentémonos- Dijo Roger mientras él y un hombre de caballera larga y rubia se sentaban en el suelo.

-Chico, mi nombre es Shiki- Dijo el tipo de las patas de palo.

-¡Oh, Shiki el gato dorado!-

-¡Es león, Shiki el león dorado!- Gritó Shiki abalanzándose hacía el chico pero siendo detenido por Roger que se reía por el malentendido.

-Bueno, ¿alguna vez escuchaste algo sobre la batalla de Edd War?- Cuestionó Shiki resoplando por el enfado.

-No-

-Era de esperarse… Te lo resumiré un poco: Shiki me ofreció una alianza para conquistar el mundo pero yo no quise porque lo único que quería era la libertad para hacer lo que quisiera cuando yo quisiera. Esa guerra fue una más de las tantas que tuvimos pero tuvo algo diferente. Cuando nos reencontramos después de la muerte comenzamos a rememorar nuestras aventuras, también nos dimos cuenta que podríamos haber hecho algo para cambiar el mundo, pero nuestras ambiciones nos cegaron y no pudimos fijarnos bien en el mundo en el que vivíamos.

Luego llegaste tú, te estuvimos observando desde que Shanks sacrificó su brazo para salvarte y tú le prometiste que te convertirías en el rey de los piratas. Shiki se reía de ti diciendo que no llegarías ni al Grand Line, decía que tu paramecia, la Gomu Gomu no mi era una de las frutas más inútiles que nunca había visto hahahaha. ¿Ahora qué dices Shiki?- Roger se burló de su colega que se había puesto rojo de la vergüenza y furia. -Luffy, nosotros no nos hemos arrepentido de nada en nuestra vida… salvo por una cosa: Debimos habernos aliado para destruir al Gobierno Mundial, fuimos egoístas y prepotentes, esos nobles bastardos han hecho cosas horribles a las personas y nosotros nos preocupamos únicamente por nuestros sueños.

Te estuvimos animando desde aquí, te veíamos hacer cosas que creíamos imposibles para un chico tan joven cómo tú. Tu corazón es puro, jamás mostraste un rasgo de egoísmo, siempre ponías al resto por encima de ti, joder si hasta ayudabas a gente que ni conocías solo porque te parecía lo correcto. Debiste haber muerto en tantas ocasiones… pero siempre salías adelante con tu voluntad intacta, quitando cuando tu hermano murió, pero incluso en ese entonces conseguiste reponerte.

¿Que qué queremos decirte con esto? Sencillo, queremos que vuelvas y que destruyas de una vez por todas a esos malditos del Gobierno Mundial. Luffy, tú y yo siempre quisimos lo mismo, la máxima libertad, y lo conseguimos… Pero escucha bien lo que te voy a decir y recuérdalo siempre: Hasta que todos seamos libres, todos seremos esclavos- Finalizó Roger con una mirada seria mientras que Luffy miraba al suelo pensativo.

-…-

-¿Y bien? ¿Qué decides?- Preguntó Shiki expectante.

-Gracias- Susurró el pelinegro confundiendo a ambos.

-¡Gracias por ofrecerme esta oportunidad!- Gritó Luffy llorando y posando sus manos en el suelo e inclinándose ante ellos. -¡Odio a esos malditos ternyubitos! ¡Los odié desde que los vi en la casa de subastas y aún más cuando me enteré de lo que le hicieron a Hancock! ¡Os prometo acabar con todos y cada uno de ellos… y si es necesario matarlos a todos, esa gente no se merece ningún perdón!- Terminó Luffy dejando sin palabras a los dos hombres que no se esperaban tal reacción.

Cuando Luffy dejó de sollozar, los dos hombres le ayudaron a ponerse de pie y apoyaron sus manos en los hombros del morocho.

-Como tú dices: no hay nada que agradecer, somos amigos- Dijo Roger sonriendo al ver la determinación en los ojos de su sucesor.

-Hahahaha, cada vez me gustas más, chico. Al final me vas a caer bien y todo hahaha- Rio Shiki mientras le pasaba un brazo por los hombros a Luffy logrando sacarle una sonrisa.

-Ahora que está todo decidido tenemos que darte una serie de reglas que debes respetar cuando vuelvas- Dijo Roger para a continuación explicar dichas normas.


2 horas después ya se lo habían explicado todo y se disponían a enviarle de vuelta al bar de Makino unos minutos antes de que Higuma apareciera y Luffy comiera la Gomu Gomu no mi.

Le dijeron que solo le puede decir que viene del futuro a 3 personas máximo. Que volvería con todos sus recuerdos y conocimientos de pelea, pero al volver a tener el cuerpo de un niño su fuerza no sería la misma, sería una fuerza sobrehumana pero tendría que entrenar mucho si quería ser aún más fuerte. Le advirtieron que no debe cambiar los eventos importantes para que no haya sorpresas, porque su viaje tiene que ser el mismo. Le dijeron que puede salvar a las personas queridas de sus amigos que murieron y que lo debe hacer de incognito pues podría llamar la atención de la gente. Debía hacer más aliados (para Luffy amigos), tendría que ser más maduro con respecto a sus nakamas (aunque por la mirada de Luffy, no estuvieron muy seguros de si lo sería) y que debía entrenarlos, un poco, para que no sufrieran tanto en sus peleas.

-Luffy recuerda que, aunque te cueste, debes dejar que tus nakamas sufran los eventos de sus vidas para que sean lo más parecidos a la primera vez- Recordó Shiki muy serio.

-Lo tengo claro, los ayudaré en algunas cosas que estoy seguro no cambiará nada- Contestó calmando a los dos.

-Una cosa más Luffy- Dijo Roger dejando curioso al morocho. -¿Quieres cambiar de fruta del diablo? Quiero decir que te sería más fácil con una mucho más poderosa y nosotros te la podemos conseguir, aunque solo podemos conseguir las que no estén en posesión de nadie cuando moriste-

-Shishishi. Así no sería divertido, me gusta ser un hombre goma y además… puedo tener más de una- Dijo divertido al ver las caras de sus nuevos amigos. -Cuando luche contra Barbanegra, desperté mi fruta y pude modificar mi estómago, lo cual me dio la posibilidad de comer otra más sin que los demonios de las frutas me destrocen por dentro- Explicó para tranquilizar a los dos hombres.

-Si ese es el caso… ¿Querrías alguna?- Preguntó esperanzado.

-Mmm, no… Bueno… Ya que quiero ayudar a algunas personas y están muy lejos de mi isla natal… ¿Me daríais la Mira Mira no mi?- Preguntó Luffy con su sonrisa característica.

-A veces me preguntó si lo de que eres idiota lo haces a propósito- Sospechó Roger.

-No sé a qué te refieres, pero ¿la tenéis?- Contestó Luffy sin entender de verdad a qué se refería Roger.

-Toma- Respondió Shiki lanzándole la fruta del diablo, que enseguida atrapó y se dispuso a comer. -¡IDIOTA!- Gritaron los dos hombres dándole un golpe en la cabeza evitando que se la comiera. -Primero debes comer la Gomu- Suspiraron cansados al ver que el chico se reía como si nada.

-Bueno, Luffy. Ahora que todo está atado y bien atado… Comencemos- Comenzó mientras hacía que el pelinegro se tumbara en el suelo. -Cierra los ojos. No te voy a engañar, esto va a ser muy doloroso pero debes mantener los ojos cerrados hasta que dejes escuchar mi voz. ¿Listo?- Terminó de explicar mientras Luffy asentía preparado. -¡Luffy, conviértete en el Rey de los piratas y libera al mundo!-


-¡AAHHHHHH!- Gritó un Luffy de 7 años sujetándose la cabeza debido al dolor y tirando su zumo de naranja.

Los piratas del pelirrojo se quedaron quietos, con sudor e instintivamente agarrando las empuñaduras de sus armas al notar como una ola de Haoshoku Haki emanaba del niño sentado al lado de su capitán.

-¡Luffy!- Gritó Makino que salía de la cocina un poco aturdida. Llegó hasta él y lo abrazó contra su pecho intentando calmarlo y que dejara de gritar. -¡¿Se puede saber qué demonios le habéis hecho?!- Cuestionó muy enfadada mientras notaba como Luffy comenzaba a respirar cada vez más relajado.

-Oi, Oi. No-nosotros no le hemos hecho nada... estaba ahí tranquilo y de repente ha empezado a gritar- Contestó Shanks recuperándose de la tremenda sorpresa de que su pequeño amigo tuviera semejante poder.

-Como que os voy a creer, ahora largo de…-

-Nn…no pedo respurarr- Intentó hablar Luffy aunque… se sentía realmente cómodo entre los pechos de la peliverde.

-Perdona Luffy, ¿estás bien?- Preguntó Makino con una voz dulce mientras lo miraba a los ojos.

-Ma…Makino- Pronunció aun sin creerse que había vuelto al pasado. Miró a su lado y vio a Shanks. -Oi chicos, ¡cuánto tiempo!- Saludó Luffy con una sonrisa tan grande que le dividía casi completamente la cara.

-¿Qué dices Luffy? Si estábamos todos aquí…- Dijo Shanks un poco extrañado pero Luffy solo tenía ojos para Makino.

-Makino, no te preocupes, solo es que me dolía la cabeza- Comentó el pelinegro intentando calmar a la mesera que tenía el ceño fruncido. -Te ves más bonita cuando sonríes- Dijo Luffy de manera sincera sonrojando levemente a Makino, ya que ella no estaba acostumbrada a recibir cumplidos y menos si eran de Luffy.

-¿Quién eres tú y qué has hecho con Luffy?- Preguntó Shanks serio poniéndose de pie. Era inconcebible que el niño que conocía le hiciera un cumplido a una chica, eso sin olvidar que posee el Haoshoku Haki.

-Oi, ¿por qué os ponéis así? Soy yo Luffy, ¿quién más iba a ser?- Iba a seguir hablando pero entraron varios bandidos a la taberna.

-Oye, ponnos algo de sake para mí y para mis hombres- Habló el cabecilla, pero Makino seguía un poco perdida con el cambio de Luffy y no les hizo caso. Entonces el hombre comenzó a acercarse a Makino llamando la atención de Luffy. -Vamos nena, no querrás que…- No pudo continuar porque caía de rodillas al suelo al borde de la inconsciencia mientras que sus hombres sí que caían al suelo con los ojos en blanco.

-Oi- La voz de Luffy sonó más grave. -Nadie trata así a Makino, ahora será mejor que te largues- Y con miedo reflejado en sus ojos, el hombre se puso de pie como pudo y salió corriendo del bar. -Perdona, Makino, se me ha caído mi jugo, ¿me podrías dar otro?- Luffy volvió a su estado normal, risueño y despreocupado.

-Gr-gracias por haberme defendido… ¿Pero cómo has hecho eso?- Preguntó la peliverde mirando, al igual que todos los piratas menos Shanks que miraba con sospecha al pequeño, a los bandidos que yacían en el suelo.

"¿Qué demonios? Sabe controlar su Haki para afecte solo a los que quiera, este niño no es Luffy" Pensó el pelirrojo. Se dispuso a atacar al pequeño, pero con poca fuerza porque tenía el aspecto de Luffy. Sin desenvainar su espada, la cogió y atacó a la cabeza del chico que detuvo el ataque con una mano sin mirarle.

-Shanks- Se escuchó una voz de ultratumba que provenía de Makino, haciendo que a Shanks le recorriera un escalofrío por la espalda. -¿Vas a dejar en paz a mi pequeño?- Cuestionó con la misma voz pero con un cosquilleo en el estómago al haber usado el pronombre posesivo con Luffy.

-Pero Makino, este no es Luffy. Tienes que cre…-

-Perdona Makino pero ha sido mi culpa, yo le he pedido que me ataque shishishi- Rio Luffy al notar el miedo que le tenían todos a la peliverde. Enseguida, Makino volvió a ser la misma diciéndole a Luffy que iría a por su jugo, no sin antes amenazar a Shanks de que no volviera a atacar a Luffy.

-Tranquilo Shanks. Te lo explicaré todo pero primero déjame comer algo- Propuso el pequeño ganándose un suspiro de derrota por parte del capitán, el cual miraba a su tripulación dándoles a entender que todo estaba bien. Pero al darse la vuelta casi le da un paro cardiaco al ver como Luffy se comía la fruta del diablo que tenía guardado en el cofre.

-¡LUFFY!- Gritó mientras lo cogía de las piernas y lo sacudía para que escupiera la fruta. -¡Escúpelo, es una fruta del diablo!- Siguió sacudiéndolo mientras la tripulación gritaba igual de asustada.

-Pero Shanks, ya me la he tragado. ¡Bájame!- Pidió Luffy que se comenzaba a marear con tantas sacudidas.

-¡No lo entiendes, no vas a poder…-

-Shanks…- Habló Makino con una vena palpitante en la frente.


Al rato, el bar se encontraba relativamente tranquilo. Shanks estaba en la barra con un chichón asomándose entre sus cabellos rojos mientras esperaba a que Luffy terminara de beber su jugo de naranja. Cuando terminó, Makino le recogió el vaso, le ofreció un dulce y le dio un beso en la mejilla como muestra de agradecimiento por haberla defendido. Luffy se tensó cuando los cálidos labios de la peliverde se posaron suavemente en su piel, cuando se separó notó el mentolado aliento de Makino y eso le dieron unas "misteriosas" ganas de besarla igual que lo había hecho ella. Sacudió la cabeza al notar que sus mejillas tenían un extraño calor.

-Yosh. Vamos Shanks, tenemos que hablar a solas- Decía Luffy, con su sonrisa característica, mientras se levantaba y se dirigía a la salida con el pelirrojo aun deprimido por haber enfadado a Makino. -Hasta luego Makino- Se despidió mientras la peliverde le regalaba una sonrisa.

-Bueno…- Respiró hondo el pelinegro al salir. -Antes de que preguntes nada, sí, soy Luffy- Dijo intentando despejar las dudas de Shanks. -Sé que he comido la Gomu Gomu no mi, también sé usar el Haki del rey y un poco el de observación, pero el de armadura se me está resistiendo. Y sé todas estas cosas porque…- Dudó un poco de si Shanks le creería. -Porque vengo del futuro-

-Oye, oye. Esto es una venganza por haberte llamado niño y reírme de ti, ¿verdad?- Intentó engañarse porque sabía que Luffy no decía mentiras, y cuando lo hacía, lo sabías de inmediato. A continuación Luffy le resumió todo lo vivido (obviando datos del futuro, como que llegó a ser el Rey de los piratas, que podía tener 2 frutas y ese tipo de cosas). Pero sin duda, lo que más impacto a Shanks y le hizo derramar un par de lágrimas fue escuchar de su capitán.

Shanks había visto cosas inexplicables durante su vida como pirata, pero esta se llevaba la palma. Sin embargo, Shanks acabo creyéndole y jurándole que nadie más sabría de esto.

-Entonces… ¿Qué vas a hacer?-

-Saldré al mar como la última vez, pero esta vez me aseguraré de acabar con el Gobierno Mundial- Dijo con una determinación que enorgulleció al pelirrojo.


Dos días después, en el puerto por la mañana…

-Entonces Luffy… ¿No me vas a pedir que te lleve conmigo?- Preguntó Shanks irónicamente sabiendo cual sería la repuesta.

-Mmm, no. Lo he pensado mejor y he decidido que tendré mi propia tripulación, una que no pierda contra nadie y una que os superará… ¡Yo seré el próximo Rey de los piratas!- Gritó a los cuatro vientos mientras la tripulación del pelirrojo esbozaban sonrisas cómplices al notar la determinación en las palabras del pequeño.

-En ese caso- Decía Shanks mientras le ponía el sombrero de paja a Luffy. -Cuídame esto y devuélvemelo cuando te conviertas en un gran pirata-

-Te lo prometo- Dijo Luffy conteniendo las lágrimas por volver a notar el sombrero en su cabeza. Entonces Shanks comenzó a alejarse pero Luffy le llamó.

-Shanks, te quiero pedir un último favor. ¿Conoces el Florian Triangle?- Preguntó Luffy intrigando al pelirrojo.

-Claro, dime qué necesitas-

-Quiero que mientras vuelves al nuevo mundo, entres a ese sitio, busques un barco fantasma, ahí encontrarás a un esqueleto parlante- Informó provocando que a Shanks le bajara una gota de sudor por la frente debido a la descripción del sujeto. -Necesito que le dejes acompañarte en tu barco, es un buen hombre y el mejor músico que hay en el mundo. Quiero que lo saques de ese lugar, puede que asuste debido a su aspecto, pero es muy gracioso shishishi- Rio nostálgico al recordar sus bromas sobre que estaba muerto.

-Supongo que es alguien que conociste en tu primer viaje pero… ¿un esqueleto parlante, enserio?- Cuestionó aun sin creerse lo que le estaba diciendo Luffy. -Pero bueno, ¿por qué quieres que lo saque de ahí?-

-Está solo, perdió a su tripulación hace mucho tiempo y ha estado completamente solo vagando por ese sitio. Sácalo de ahí, deja que se quede contigo y dile que me espere en Water 7 dentro de 10 años, nos conoceremos y le propondré unirse a mi tripulación- Respondió convencido de que aceptará.

-Está bien Luffy, lo cuidaré y le diré que tú le has salvado- Comentó Shanks.

-Pero yo no seré el que le saque de ese lugar…-

-Di lo que quieras pero si tú no existieras, él estaría allí por siempre- Concluyó para que Luffy lo entendiera.

Luffy se despidió de ellos hasta que estuvieron tan lejos que no pudieron oírle. Luego miró su mano donde tenía la vivre card de Shanks, se la había dado diciéndole a Luffy que cuando fuera a luchar contra el Gobierno mundial, él le ayudaría con todo lo que tuviera. Se giró hacia Makino y se dispuso a regresar al bar, le sorprendió cuando ésta le cogió de la mano. Aunque se había comenzado a acostumbrar a que Makino estuviera más afectuosa con él desde el día que regresó. No es que no le gustara, todo lo contrario, le encantaba. Lo que le parecía extraño era cómo le hacían sentir esos gestos, y a la conclusión que había llegado era que eran sensaciones misteriosas.

Ahora tendría que esperar a Garp para volver a ver a sus hermanos, a Ace… No sabía cómo debía actuar, decirle o no decirle que viene del futuro, solo le quedaban dos personas más a quienes decirle eso y una ya la tenía decidido. Por otra parte, debía pedirle a Garp que le entrenara, mucho más que la última vez. Los días siguientes serían un tormento y eso sin olvidar que debía comer la segunda fruta… Pero al menos podría disfrutar pasar tiempo con Makino hasta que su abuelo llegara.


Espero que os haya gustado, un fuerte abrazo.

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