¿Dónde está Harry?
Capítulo 1: Poción paralizadoraSin duda la clase de pociones de hoy era un desastre. Los alumnos de 6º curso de Slytherin y Gryffindor se esforzaban en realizar una poción paralizadora. Mientras que la mayoría se trababa en como hacer que el líquido espesara, Hermione Granger seguía tranquila sin ninguna muestra de nerviosismo característica en ella cuando no le salía algo.
¡Oh, miren al pobretón! ¡No sabe hacerla poción!- rió Parkinson. Excepto Malfoy, todos los Slytherin rieron. Harry, que había visto la reacción del rubio, puso una mirada de concentración. Draco Malfoy le tenía mucho respeto. Este no quería ser mortífago y Harry, feliz por la noticia, le ayudó a escapar de su padre y Malfoy no sabía como agradecérselo, así que decidió no molestarle ni a él ni a nadie. Los Gryffindor les miraron con odio y Snape no hacía nada por detenerlos entre otras cosas porque se había quedado dormido. La constante lucha contra el señor tenebroso les tenía agotados a todos los profesores, pero debían enseñar a los alumnos. Por eso esas pociones, para que les ayuden en la guerra a la que estaban sometidos.
¡Cállate banshee o…!
¿O qué Roncito Whiskito?- burló Pansy. Estaba molesta por el nombre que le habían puesto. El curso pasado le dio por hacer un recital poético. En el momento que acabó su primera poesía empezó a recibir tomates de parte de todos los alumnos (incluidos Slytherin). Desde entonces solo se metía con Harry, Ron y Hermione, ya que según ella, algo en su mente le decía que les hiciera la vida imposible. Aunque a Harry Potter no le decía nada, a sus compañeros sí. - ¿qué harás?
Ya esta bien- se oyó. Todos miraron hacia Harry Potter. Desde hacía bastante tiempo, concretamente desde la muerte de Sirius, hablaba con un tono amenazador, y sin embargo muy tranquilo. – ¿es que no sois suficientemente mayorcitos para dejar estas mañacadas atrás? ¡Estamos en una clase! ¡Haced el favor de comportaros como personas!- dio media vuelta dispuesto a irse, pero agregó: - Me parece que pedimos demasiado. Creo que con el cero que tienen ni me han entendido- hubo varias risas en el grupo de los leones, pero Harry seguía serio. Se había descontrolado un momento y no quería eso…
Volvió a sentarse en su asiento y obligó a los demás con una mirada dura que le hicieran caso. Estos obedecieron. Siguieron con la poción hasta terminarla.
La primera que la acabó fue –por supuesto- Hermione Granger. Con sumo éxito, su poción era espesa y de color naranja, tal y como tenía que ser. Draco Malfoy le siguió y con el mismo resultado. La gente les tenía envidia por lo bien que se le daban las pociones a ambos. Dejaron las muestras en el escritorio de Snape.
Poco a poco, los alumnos fueron acabando y dejando sus pociones en el lugar correspondiente. Ya quedaba muy poco para que todos acabaran la poción.
Harry se levantó con su poción. El resultado no era muy bueno. En vez del naranja pálido que debería ser, era de color naranja fosforito y no había conseguido que espesara.
Siempre me pasa lo mismo. Consigo un tono diferente del color y lo contrario a lo que debe estar. –pensó Harry para sí. Dejó la poción sobre la mesa del profesor Snape, en un lugar seguro para que a nadie se le ocurra tirarla. – aunque no se para que lo hago si de todas formas sacaré una D- suspiró.
De repente, una fuerte explosión sonó en el salón. Harry se giró espontáneamente para ver un humo verde muy oscuro salía de la poción de Neville. Se produjo una explosión más potente que la otra. El caldero estalló rociando a todas las mesas con la poción. Los alumnos se habían ocultado bajo estas para que la poción no les alcanzara. Pero Harry no tuvo esa suerte.
La poción le alcanzó de pleno y le cubrió por completo. El hedor que emitía le ahogaba y le tenía paralizado sin poder moverse. Pero sus energías se fueron esfumando hasta quedar inconsciente. A los pocos segundos, pasado el peligro, los alumnos salieron de su 'escondite'. Hermione fue la primera en ver a la masa negra que cubría a su amigo ojiverde.
¡Centrifugo! –exclamó apuntándola. Esta desapareció para dejar ver a Harry inconsciente. Hermione se acercó a él. Ella palideció de golpe. Siguió examinando a Harry, pero lo único que consiguió fue ponerse más pálida.
¿Qué ocurre? –preguntaron algunos Slytherin.
No… no- tartamudeó Hermione intentando contener el llanto.
¡Hermione! ¿Qué le pasa a Harry? –preguntó Ron corriendo hacia ella.
No… es posible.
¿Qué…?
Harry… no… no puedo creerlo. Dios mío, no puede ser- sollozó.
¿Es grave? –preguntó Ron palideciendo junto a ella.
Demasiado. Ron- dijo tomándolo del brazo y mirándolo con ojos llorosos. Negó con la cabeza al tiempo que decía unas palabras
¡¡¡No puede ser!!! Oh… amigo. –los ojos de Ron se llenaron de lágrimas. - ¡Tenemos que llevarlo ante la señora Pomfrey en seguida!
Ambos tomaron a Harry y desaparecieron por la puerta hasta la enfermería. Toda la clase estaba pálida. Jamás podrían sacarse las palabras que dijo Hermione
"¡Harry no respira!"
