— ¿Vas a salir con este frío? —Preguntó Plagg mientras se acurrucaba más entre las frazadas, teniendo una mano fuera de las mismas solo porque este sostenía su queso.

— Si —Afirmó— Voy a hacer un muñeco de nieve —Dijo mientras se sentaba en la cama.

— No pienso acompañarte —Se adelantó el Kwami, ya que disfrutaba el calor y la comodidad de estar metido entre las cobijas y no iba a salir afuera para perder eso.

— Como quieras —Repuso su portador mientras terminaba de poner sus botas.

Se levantó de su cama y despidiéndose de Plagg fue bajando las escaleras de su hogar, ya habiendo colocado con anterioridad su gabardina por encima de sus pulóveres, sus guantes y la bufanda que -supuestamente- le regalo su padre.

Al estar completamente preparado para soportar las frías temperaturas, posó un pie fuera del mismo hacia el patio de la mansión.

— ¡Manos a la obra! —Esbozando una sonrisa como de un niño pequeño. Dirigiéndose a un sector bueno para que crearlo.

Comenzó rodando la nieve para crear bolas, la primera fue grande, luego mediana que coloco encima de la primera, simulando ser el torso y luego más pequeña para simular la cabeza.

Todo tenía que salir perfecto, después de todo iba a simular que es Ladybug. Su amada Lady. La persona que por desgracia no había visto por días, al no haber un ataque de Akuma y estar tan ocupado con su trabajo de modelo al ser días festivos.

Al finalizar, comenzó a añadir los detalles. Comenzó agregándole piedras en el torso para simular que tenía una prenda. Otras piedras para pretender ser sus ojos. Esos que eran imposible que se compararan a sus ojos azules y otras para crear una enorme y feliz sonrisa.

Luego de acabar con eso, puso ramitas en los dos costados para simular ser sus brazos. Y lo principal y lo que llevaba guardado en su bolsillo de su gabardina, le coloco un antifaz.

Listo. Ya había terminado.

— Feliz navidad, My Lady —Dijo con alegría y con las mejillas rojas por el frio, por imaginarse de que estaba enfrente de ella. Por ese motivo, al segundo y con una sonrisa de oreja a oreja abrazó al muñeco.

...

Por otra parte, esa escena era observada por su padre a través de los grandes ventanales de su mansión, escéptico por lo que estaba presenciando. Las dos manos colocadas en su espalda se retorcieron en evidente preocupación. Tragó saliva y con un intercomunicador llamo a su asistente, Nathalie.

— ¿Que desea, señor?

— Llama a los amigos de Adrien y compañeros de su salón e invítalos a cenar —Espetó mientras seguía mirando a su hijo.

— Como usted ordene —Dijo —Me retiro.

Con eso dicho la misma puerta que fue abierta por su asistente, fue cerrada por la ida de la misma.

— Necesita relacionarse más —Repuso sin apartar la mirada del cristal —Inmediatamente —Agregó mientras observaba a Adrien con la ceja temblando, después de todo, su hijo acababa de besar al muñeco de nieve.


¡Llegue a los 300 de Miraculous Ladybug!

¡Lo logre! Siii =D

No puedo pensar en otra cosa que decir, tengo sueño...

Así que solo me despediré hasta la próxima

Bye Bye

¡Nos leemos!