¿TE ACUERDAS DE MÍ?
PREÁMBULO.
Había pasado un día más y él continuaba sentado en aquellas escaleras, aunque ¿cómo saber cuándo amanecía o anochecía con toda esa luz?, pero bueno en ese lugar el tiempo era algo relativo, y es que al estar muerto no importaba mucho el tiempo que transcurría, al menos esa era la concepción que la mayoría en ese lugar tenían, todos excepto uno…
Pete Pumps había lanzado otro bostezo para luego hacer un mohín de molestia, no sabía con exactitud cuánto tiempo había pasado desde que los 100 días que tuvo que compartir el cuerpo de Tazusa habían terminado, pero para él habían sido casi una eternidad, durante todo ese tiempo veía personas llegar a cada momento y entrar por aquella enorme puerta, pero a él aún no se le permitía entrar, problemas con su ingreso que aún debían solucionarse le había dicho aquella voz que escuchó el mismo día que murió y la misma que lo había mandado a la tierra por 100 días.
"Pero que se han creído ya he esperado mucho tiempo, de saber esto debieron permitirme permanecer en la Tierra un tiempo más" pensaba Pete, – ¡ya no lo soporto!– de golpe se puso de pie y caminó hacia la gran puerta, con gran determinación y se paró ante ella, con su mirada bien decidida.
– ¿Eres Pete Pumps?– dudó una vocecita.
–Eh, si soy Pete, me estaba preguntando si ya se solucionaron los problemas que impiden mi ingreso.
Se escucharon unos cuchicheos, dos vocecitas que parecían discutir haciendo un alboroto, pero no se podía entender lo que decían pues parecía como si hablaran en clave, luego de un momento otra voz más robusta y con algo de eco se hizo presente– NO, AÚN NO, ¿PUEDES ESPERAR UN POCO MÁS?
–el problema es que ya he esperado mucho..., y no es que me esté quejando– se apresuró a decir– pero ha sido en verdad mucho tiempo, y bueno estaba pensando en que si el proceso tardará mucho, yo… pues… ¿podría visitar la Tierra?
– ¡Imposible!– chilló otra vocecita, parecía ser de una niña.
– ¿Qué ocurre aquí?– otra voz muy serena intervino – ¿Por qué tanto alboroto? – Silencio – ¿quién es este joven?
–Eh, yo… soy Pete Pumps, canadiense, 16 años– no se escuchó ninguna respuesta por parte de los que estaban tras la puerta– estoy esperando que mi problema se solucione– otro silencio.
–¿Qué hicieron?– la voz parecía molesta.
–Eh, estamos– era una vocecita algo nerviosa– es decir… ESTAMOS SOLUCIONÁNDOLO– la voz cambió por una más omnipotente.
– ¡dejen eso!
– ¡Ouch!– se escuchó un quejido como si uno de los que estaban tras la puerta hubiera recibido un golpe en la cabeza, y luego se escucharon unas murmuraciones que por lo que se entendía trataban de explicar y apaciguar al recién llegado, a continuación se abrió la gran puerta y tres seres alados salieron.
–entonces… ¿ya puedo entrar?– preguntó Pete con una leve gotita en su cabeza, esos seres eran demasiado jóvenes, ninguno correspondía a la voz omnipotente que escuchó, uno de ellos no parecía ser mayor que él mismo, tenía el ceño levemente fruncido y mantenía sus ojos cerrados, mientras que los otros dos aparentaban unos 13 años, un chico y una chica y eran idénticos ¿eran gemelos?, ambos tenían el pelo castaño y sus ojos de color azul.
–Bueno creo que le tienen que decir algo, y esta vez la verdad– increpó el mayor sin abrir los ojos con un gesto de notorio enfado.
–Pero si no mentimos aún no lo dejamos entrar porque estábamos buscando la manera de solucionar su problema– respondió el chiquillo haciendo un pucherito.
–pero deberías explicarle cual es el problema y quienes lo causaron– respondió el mayor abriendo sus ojos brindando una mirada muy severa a los gemelos que los hizo temblar de arriba abajo y que hizo que los chiquillos se escondieran detrás de Pete, quien a pesar de su confusión la escena le pareció muy divertida– ¿y bien?
–je je… esto… verás, sucede que mi hermana cometió un ligero error y..
– ¡hey!, como me echas la culpa a mí, tú también estuviste presente Hiro, además ¿quién fue el que aplastó el botón?– saltó la chiquilla interrumpiendo a su hermano.
–si, fui yo pero lo hice porque me lo dijiste, si hubieras leído bien el libro esto no habría pasado.
–ah, pero era tu responsabilidad verificar si estaba en lo correcto, después de todo es de humanos equivocarse.
–pero tú ya no eres una persona común y corriente, ¡eres un ángel!, y si te pusieron en este cargo debiste ser más cuidadosa.
Pete y el ángel mayor observaban la discusión de los cariñosos hermanitos como en una partida de ping pong.
– ¡ya déjense de tanta pelea!, son ángeles y esta no es la manera de actuar de uno– reprendió el mayor.
–si por favor Meiko, compórtate y déjame explicarle a nuestro camarada la situación– contestó el chiquillo con aire de superioridad, mientras su hermanita hacía un ademán de furia, colocando sus manos en la cintura, dirigiendo una mirada de ira y controlándose para no caerle a golpes, ese gesto le recordó mucho a Tazusa ella siempre solía hacer eso cuando se enfadaba especialmente cuando él la hacía enfadar, esbozó una triste sonrisa en verdad la extrañaba mucho – bien, verás sucede que el día que te accidentaste mi hermana y yo estábamos a cargo y ella…– hizo una pausa al ver que su hermana le dirigió una mirada de precaución y nadie mejor que él para saber de los peligrosos arranques de ira de su dulce hermanita–… bueno los dos…, te confundimos con otra persona y pues… en realidad aún no era tu hora pero por ese ligero error pues…
–ustedes… ¡¿el accidente fue su culpa?– gritó Pete, sin ni siquiera dejar al gemelo terminar al mismo tiempo que su gentil sonrisa y su delicada expresión se borraron por completo, mostrando una faceta desconocida hasta para él mismo y no es como si él fuera incapaz de enfadarse, por supuesto que no, sin duda en más de una ocasión se había enfadado hasta con la misma Tazusa, pero llegar a ese punto de irritación nunca.
–en realidad el accidente fue por tu descuido nada tuvieron ellos que ver, en lo que si influenciaron fue en los resultados finales, puesto que se supone que saldrías muy herido y seguramente hubieses tenido que pasar varios meses con tratamiento pero no debiste morir– agregó el mayor de los ángeles sin perder su serenidad.
–pero arruinaron mi vida, ahora estaría viviendo felizmente al lado… de Tazusa– su voz empequeñeció al tiempo que bajaba la mirada al solo recuerdo de aquella joven tan especial para él, los dos ángeles arquearon una ceja mientras que la chiquilla se conmovió, ella era la única quien había estado viendo todo lo que a Pete le ocurría durante su estancia en el cuerpo de Tazusa y claramente había notado los sentimientos de los jóvenes.
En seguida un ángel mucho mayor que los anteriores aparentemente de unos 30 años (pero bueno ahí el tiempo era relativo, seguramente ya tendría varios siglos de muerto), salió de la gran puerta del cielo.
–veo que ya se enteró de el error cometido, joven Pete– exclamó el recién llegado, llamando la atención de los presentes.
–Esto…usted… ¿lo sabía?– pronunció el gemelo algo nervioso al ver al personaje– entonces eso quiere decir que…
–sí, también lo sabe– respondió el nuevo integrante de la conversación, en tanto que los gemelos temblaron, y no era para menos ¡Dios lo sabía!, estaban metidos en un gran problema, pero bueno ¿realmente esperaban engañar a Dios? la idea les pareció bastante infantil ahora, además ya se lo habían imaginado con anterioridad, eso de que haya empezado a nevar justo en el momento de partida de Pete les pareció más que una coincidencia, es más, concordaban con Pete en que aquello había sido un regalo de Dios, pero no habían estado seguros y ahora ¡ya no había duda!.
–si, no se preocupe ya me dijeron como fue que echaron a perder mi vida– agregó Pete interrumpiendo los pensamientos de los gemelos, con claro pesar en cada una de sus palabras.
– ¿Que echaron a perder su vida, dice?
–sí, lo hicieron, ahora estaría con Tazusa, ¡en la Tierra!...vivo.
– ¿realmente lo cree así?, ¿cree que la hubiese conocido si no hubiera ocurrido este incidente?,– hizo una pausa– acaso ¿lamenta los momentos que compartió con ella?– cada una de las pregunta caían sobre Pete como una bofetada, el ángel tenía razón y aunque fuera difícil de aceptar la única manera de conocer a Tazusa era… solo después de su muerte.
Pete bajó otra vez la mirada avergonzado– lo lamento tanto– se volvió hacia los gemelos– ustedes no me causaron problemas, al contrario me hicieron el mejor regalo del mundo… Gracias de verdad– esbozó una sonrisa pero en sus ojos se notaba claramente su dolor.
–Dime Pete Pumps, ¿en realidad llegaste a amar a Tazusa Sakurano?– cuestionó el ángel una vez más.
–Sí – respondió al instante sin titubear– aunque no llegué a decírselo…, sé que ella lo sabía pero a veces es necesario expresar las cosas en palabras aunque ya sepas la respuesta ¿verdad?, Tazusa me lo dijo, cometí un error debí decírselo pero ya no me quedaba tiempo.
–bueno espero que no vuelvas a cometerlo…– el ángel hizo una pausa para luego continuar– …Dios ha decidido darte otra oportunidad– Pete abrió sus ojos al instante– luego del accidente quedaste en estado de coma, hasta ahora tus padres te han mantenido vivo artificialmente con la esperanza de que despiertes, se han negado rotundamente a desconectarte a pesar de los comentarios de los médicos, es más, tu madre guarda grandes esperanzas de que te reincorpores y ora por ti todos los días, por esa gran devoción, por tus profundos sentimientos hacia aquella jovencita y por lo que ella siente hacia ti, Dios decidió hacerte volver… esta vez con tu propio cuerpo– el ángel rió disimuladamente al recordar la ocurrencia de los gemelos de hacerlo volver pero tomando un cuerpo prestado.
–está hablando en serio.
–Dios nunca bromea, ah pero hay una particularidad– no le gustó como sonó eso– no recordará que usted había muerto por lo tanto tampoco su estadía en el cuerpo de la señorita Sakurano, en cuanto a la joven, olvidará que usted la había poseído olvidará todo lo referente a usted, los recuerdos de ambos quedarán bloqueados.
Pete volvió a palidecer ¿olvidar a Tazusa? La idea le parecía ridícula nunca la olvidaría, especialmente porque las memorias de los momentos con ella eran lo único que lo mantenían en pie, era lo único que lo motivaba a sonreír, ¿cómo sería su vida si la olvidaba?, continuaba pensando en ello sin dar una respuesta.
–¿sabe porque Dios permitió que se quedara en el cuerpo de la señorita Sakurano?, aún cuando sabía de todo el asunto– Pete salió de sus pensamientos para prestar atención a lo que decía el ángel–…, porque ella lo necesitaba, a pesar de tener a personas que la estimaban mucho ella estaba sola, cuando Dios se percató de que la señorita Sakurano sería con quien compartiría esos 100 días confió en que usted la haría sonreír… y así fue, sin embargo ahora ella está muy triste por su ausencia, ha caído en un estado de depresión muy preocupante y confiamos en que usted la hará sonreír de nuevo.
Acaso era cierto lo que el ángel decía, en verdad Tazusa estaba en tal estado, si era así, que rayos hacia parado ahí, tenía que ir a verla ahora mismo pero…– Pero ella no me recordara ni yo a ella– su angustia se hizo presente una vez más– ¿Cómo…?
–no se preocupe recibirá algo de ayuda– el ángel se volvió a ver a los gemelos.
– ¿Nosotros?– exclamaron los gemelos.
–bueno ustedes comenzaron todo esto, por supuesto no le podrán decir a ellos lo que vivieron anteriormente pero ya se les ocurrirá algo para ayudarlos, supongo que no se les hará difícil colaborar con otra de sus revolucionarias ideas ¿no?
–bueno no es que quiera presumir pero…– comenzó el gemelo con orgullo.
–Entonces cuento con ustedes– agregó Pete con su habitual sonrisa e interrumpiendo al pequeño– estoy de acuerdo mándeme a la Tierra por favor.
:)Hola amigo lector gracias por leer este Fanfic de Ginban Kaleidoscope espero les haya gustado, es el primero que escribo lo que me convierte en una novata así que por favor espero me tengan mucha paciencia. Bueno hasta aquí el preámbulo de la historia lo que dará inicio a todo lo demás, para ser preámbulo creo que me salió un poco larguito verdad ¿? ;P a por cierto han pasado 2 meses desde la partida de Pete y con respecto al por qué Pete fue enviado a la Tierra en el anime aquí van a asumir la culpa Hiro y Meiko, los ángeles gemelos, y también van a participar bastante en el fic, a ver que sucede :) ah…espero sus comentarios buenos y malos sobre que les pareció el preámbulo y de igual manera si tienen una sugerencia para mejorar la historia les agradecería mucho que también la escribieran ya sea aquí o en mi correo nos leemos pronto, se despide Isuzurin ;)…
