Disclaimer: Dragon Ball pertenece a Akira Toriyama.
Advertencia: esta historia contiene temáticas fuertes que tal vez no sean del agrado de las mentes más sensibles.
Historia escrita a partir del «Reto de Halloween» de Por los que leemos fanfics de Dragon Ball.
PÉTALOS NEGROS
I
«La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente».
Observan la puerta cerrada con lágrimas en los ojos, temblando juntas en el suelo. Las dos son mujeres fuertes, guerreras, una de armas y otra de puños, pero contra este ser de nada sirve el talento que ostentan; ante él, nada más que la resignación existe.
Dos sonidos se escuchan en simultáneo, del otro lado de la puerta: un rugido, un golpe seco. El Príncipe usa a la esclava, se da placer con sus dulces labios, y el sonido se repite hasta volverse una constante; el rugido es de un animal, no de un hombre.
Mai encierra a Pan entre sus brazos, contra su pecho. La chiquilla de Clase Baja, alejada de una humilde familia después asesinada, tiene dieciséis. Es ruda, fuerte, y el menosprecio de la Realeza a su clase sella su condena. Mai, en cambio, pasa los cuarenta. Lleva años siendo esclava del Príncipe, desde que él la capturara en la Tierra, durante una expedición que terminaría en conquista; no era más que un perverso quinceañero, entonces. Marron, quien da placer al otro lado de la puerta, es la del medio. El Príncipe la llevó allí luego de la conquista definitiva al planeta Tierra. Las terrícolas saben que las familias de las cuales las arrebataron deben estar muertas, también.
A las tres, el Príncipe les dijo lo mismo al elegirlas, al tomarlas del pelo y clavarles el hielo de sus ojos: sígueme o morirás. ¿De qué les ha servido seguirlo y vivir, al fin y al cabo, si estar a merced de este monstruo es peor que la muerte? Viven en sus aposentos, en el Palacio; nada les falta, viven casi al nivel de la Realeza, pero el precio de vivir es esto, estar muertas en vida, las tres condenadas a no ser más que pétalos regados en el infame lecho, pétalos de rosas rojas ya marchitos, negros; yacer contra su cuerpo, los cuatro enredados obscenamente, desnudos y en carne viva. El precio es verse doblegadas en cuerpo y en alma para siempre.
No es vida. Es nada.
—Lo odio —farfulla Pan contra los pechos de Mai.
—No levantes tu poder, niña —pide quien la estrecha.
—Pero lo odio —reitera Pan, y sus lágrimas caen por la piel ajena.
—Yo también, Pan —responde Mai, conteniendo las lágrimas como siempre lo hará—. Yo también…
Después, la puerta del cuarto de aseo del Príncipe se abre. Bajo el umbral, iluminado por velas, se manifiesta él, radiante. Detrás, Marron se tambalea, pálida.
—Durmamos —ordena el Príncipe sonriendo, su belleza en contradicción con el sadismo que lo llena.
Mai y Pan sujetan a Marron, que tiembla y tiembla sin parar: lo odiamos, se dicen al sollozar. Juntas, avanzan hacia el despreciado lecho y toman posición: Mai a la izquierda, Marron a la derecha, Pan acurrucada entre la última y él, el monstruo que yace tan desnudo como ellas. Las tres aferran sus manos sobre el pecho donde ningún corazón late. Lo odiamos, se reiteran.
No seguiremos así, se juran.
Palabras: 498
~continuará
Nota final I
¡Hola! No voy a decir mucho, sólo gracias si es que llegaron hasta acá. Sé que el asunto del saiyajin y la esclava es cliché en el fandom, pero a partir de ese cliché quise hacer algo distinto. Espero lograrlo. No creo que sea algo digno de Halloween la verdad, pero como no me considero buena en terror opté por escribir algo oscuro, en su lugar.
Gracias Sophy por el reto y a Ashril y Dev por los ánimos.
El fic constará de tres partes. La segunda la publicaré el 27 de octubre y la tercera el 29.
Mil gracias por todo.
Nos leemos. =)
Dragon Ball © Akira Toriyama
