DISCLAIMER: Los personajes no me pertenecen.
ADVERTENCIA: Esta idea no es mía, me la inspiré por una novela que vi meses atrás. Pero claro, tendrá su magia POM.
NOTA: Aquí, en este fic. Por supuesto, los nombres "Skipper", son nombres claves en su organización. Sus nombres reales son:
Skipper: Jake Desmond.
Private: Thomas Desmond.
Kowalski: Howard Hawk.
Rico: Roger Morrison.
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Prólogo.
—Es una misión muy sencilla, chicos. No es la gran cosa.
—Marlene, creo que deberías descansar… El General dijo que tendrías los doce meses completos de descanso. Tan solo quedan unas semanas, no deberías hacer esto —Insistió el más joven.
La castaña de 24 años les sonrió a los cuatro mientras terminaba de alistar su equipo.
—Estaré bien, Private —Alzó el mentón con orgullo— Es una misión exclusiva para mí. No los necesitan a ustedes.
—¿Nos estás retando? —El líder alzó una ceja, indignado.
—No lo sé. Dímelo tú…—Le sonrió con coquetería a su marido. Skipper rodó de ojos y no pudo evitar sonreír— Regresaré cuando menos lo esperen, lo prometo.
—¡Mahwlene! —Lloriqueó el hombre de la cicatriz al abrazarla.
La mujer se rió, algo sorprendida y correspondió el gesto. Se separó de él para abrazar a Kowalski, el más alto del equipo. Después a un emocionado Private, quien le murmuraba buenas vibras. Finalmente, encaró a Skipper.
—¿Estarás bien sin mí?
—¿Qué significa eso, preciosa? —Se cruzó de brazos.
—Que yo sepa, no eres muy bueno cambiando pañales.
Skipper se rió.
—James estará bien bajo mi cuidado. No olvides que criamos a Private —Revolvió el cabello del agente de 20 años, quien formó una tímida sonrisa y sus mejillas se sonrojaban un poco.
—Bien. Mantenle un buen ojo a nuestro hijo. Aunque sé que lo harás, con lo paranoico que eres…
—Marlene.
Dejó de sonreír al ver la seria expresión de su esposo.
—Vuelve con bien, soldado.
Marlene parpadeó, pero después volvió a sonreír e hizo un gesto militar.
—Señor, sí, señor. Con su permiso, me retiro.
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—¿Skipper?
El hombre de 32 años se giró para ver a su subordinado más joven acercarse a él y sentarse a su lado, contemplando el cielo.
—¿Pensabas en ella?
El líder no contestó, asomó la cabeza para contemplar desde el balcón a un niño de cuatro años corriendo mientras jugaba con su hermana de tres años. James había crecido saludablemente, y era un niño muy brillante. Claro, Kowalski le enseñaba bastante, habilidoso como Rico, pero también de buenos sentimientos como Private y…
Marlene.
—Señor. Yo sé que esto no es de mi incumbencia, y estoy invadiendo su privacidad, pero… Yo creo que… Usted nunca debió…
—James necesita una madre, Private —Le cortó— Y yo no siempre estaré con él.
—… Lo sé, señor. Pero…
—Private —Su tono cambió a uno más duro y lo miró— Sé lo que piensas, que aún crees que está viva, que quizás nos está esperando… Pero no es así. Abre los ojos ahora.
—¡Skipper, por favor! —Le suplicó— Está bien, admito que nunca… Nunca acepté la muerte de Marlene, yo quise creer… No. Quiero seguir creyendo que está viva. Lo siento en mi corazón —Se mordió el labio—… De todos modos… No vine a hablar de ella. Iba a pedirte que no tuvieses esa cara hoy. Recuerda que es el cumpleaños de James.
—¡Hey, Jake! —Una voz femenina los distrajo.
Ambos se giraron para encarar a la mujer. Su perfecta piel bronceada se contrastaba con su vestido rojo. Tenía su cabello marrón bien peinado y sus oscuros ojos brillaban de una forma que a Private no le gustó.
—¿Qué ocurre, Lola?
—Los invitados ya llegaron.
—Bien. Vamos enseguida —Se acomodó la corbata y se incorporó, seguido de Private.
Skipper pasó de largo de la hermosa mujer, quien frunció el ceño, mas volvió a plantar la máscara feliz en su rostro.
—No puedo creer que te hayas vuelto a casar con ella…—Murmuró por lo bajo el joven.
—Private.
Antes de que él pudiese preguntar, recibió una gran cachetada en la cara.
—… Lo siento, Skipper.
Él no dijo nada y siguió bajando las escaleras, seguido de su adolorido camarada.
—Skipper, los nuevos agentes han llegado —Kowalski se acercó a ellos cuando bajaron, acompañado de Rico— Personalmente, no me parece muy buena idea hacer una reunión en el cumpleaños de tu hijo.
—Será visto como una fiesta, Kowalski. Es la idea —Skipper hizo comillas con la palabra destacada— Es raro que hayan aceptado más reclutas en la organización. El General Rockgut no nos quiso decir el por qué.
—No tiene tiempo, Skipper. Está fuera del país persiguiendo a… Lo que sea que crea que está persiguiendo.
—¿Aún sigue con eso de la Ardilla?
Rico se encogió de hombros, importándole muy poco.
—Ugh. En fin… Nosotros somos toda su mano derecha —Señaló a los cuatro— Así que nosotros recibiremos a los nuevos. ¿De acuerdo?
Los cuatro hicieron un usual "Chócala" y caminaron hacia los jardines. Estaba repleto de los agentes de la organización. Otros estaban demás, como…
—¡Hola, pingüinos! —Se acercó un hombre de extravagante traje de colores.
—Largo de aquí, Julien —Le gruñó el líder al seguir su camino. Definitivamente no estaba de humor como para soportarlo.
—¡Qué osadía! —Lo oyó exclamar a sus espaldas— ¡Maurice, castígalo por ignorar a su flamante rey!
—Pero señor…
James miró a su padre acercarse y corrió hacia él.
—¡Capitán! —Le llamó. Skipper bajó la mirada y se topó con los ojos dorados de su hijo.
Como los de su madre.
—¿Qué ocurre? —Se arrodilló a su altura, sonriéndole brevemente.
—¿Hoy vendrán más compañeros a luchar a nuestro lado por la justicia?
El pelinegro contuvo una risa. Private sabía cómo meterle ideas positivas a la cabeza.
—Así es, pequeño soldado —revolvió su cabello al volver a pararse— Presta atención si quieres llegar al rango más alto cuando crezcas.
—¡Señor, sí, señor! —Hizo un saludo y después salió corriendo, tomando de la mano a su hermanita.
—¡Hey, monja! —Se acercó un castaño de ojos azules— Ya llegaron los nuevos. ¿Puedo presentarlos ahora?
—¿Los viste? —Alzó una ceja.
—Nop. Me dijeron que sería sorpresa. Son raros, supongo —Se encogió de hombros.
—Muy bien, león psicópata. Si quieres lucirte, haz lo que quieras.
Él asintió con una desafiante sonrisa y cogió el micrófono.
—Les ruego su atención, por favor —Todos los demás miraron a Alex que estaba en el escenario—. Gracias. Como saben, hoy nuestro CPO recibirá nuevos camaradas. Sus nombres son…—Abrió el sobre y desdobló el papel. Frunció el ceño— ¿Huh?
Skipper y su equipo fruncieron el ceño.
—S-Skipper…
—¡BUENAS NOCHES, DAMAS Y CABALLEROS!
Todos los invitados palidecieron al oír esa voz. Ese hombre había sido encarcelado, por traición y asesinato. ¿Qué hacía él…?
—¡LOS EXTRAÑÉ A TODOS! ¡ESPECIALMENTE A MI GRAN AMIGO SKIPPER!
Las puertas del jardín se abrieron y entró un hombre de cabello largo y negro, pero estaba atado en una coleta. Tenía un traje de etiqueta negro, sin embargo su camisa y corbata de estrafalarios colores arruinaban su estilo.
—¡Hans! —Exclamó Skipper, sacando un revolver y le apuntó. Private cogió enseguida al pequeño James y lo colocó detrás de él, protegiéndolo.
—¡Wow, cálmate, amigo! ¿No estás feliz de verme? —Hizo un gesto de dramática pena al llevarse las manos al pecho— ¡Me hieres!
Lola caminó hacia el equipo y también le apuntó al hombre.
La cínica y cruel sonrisa de Hans se ensanchó.
—Ooohhh~ —Soltó— ¡La gran pareja del año! Sabía que volverían a estar juntos, después de todo… Lo que tuviste con la otra agente fue solo una… Aventura, ¿no?
El equipo de Skipper se enfureció al oír esas palabras. Nadie se atrevía a juzgar el amor que hubo entre su líder y Marlene. Lo de ellos fue real, honesto. Y aunque no duró para toda la vida como todos desearon, había sido puro.
—¡GRRRR! —Soltó Rico al sacar una metralleta de quién sabe dónde, y le apuntó.
—Debo decir que son unos increíbles actores —Aplaudió—. Muuuy buenos. Los mejores, en mi opinión —Se cruzó de brazos y miró a la segunda persona que se integraba al espectáculo— ¿No lo crees, preciosa?
Los suaves pasos hicieron eco gracias a los tacones que traía la mujer que se acercaba. Traía un precioso vestido color carmín que se ataba detrás del cuello de ella. El vuelo de las faldas parecían danzar para hacerla ver como un ser majestuoso.
Private dejó de sujetar a James.
Rico dejó caer el arma, anonadado.
Kowalski no sabía cómo reaccionar.
Skipper bajó lentamente el arma.
Cabellos castaños, brillantes, con preciosas ondas danzando con cada paso que daba. Unos ojos ámbares que parecían tener fuego.
No era posible.
Ella no podía estar viva.
—¡Skipper!
El joven dejó a su hijo en la cuna y salió de la habitación.
—¿Por qué gritas, Manfredi? —Gruñó el hombre a su hermano mayor.
—La policía está aquí.
Frunció el ceño.
—… ¿Qué hizo Rico esta vez? —Puso los ojos en blanco.
—No lo sé, pero… Parece ser algo serio.
El líder entrecerró los ojos y se reunió con su Unidad de Élite junto con sus hermanos. Allí, estaba la policía.
—¿Qué ocurre?
—¿Esta es la casa de Marlene Desmond?
Private alzó las cejas y miró a su capitán, quien presintió que algo no andaba bien.
—Sí, yo soy su esposo.
—Hubo un accidente en el Golfo de California. Un jet cayó al mar.
El corazón de todos pareció detenerse en ese instante.
—Los registros indican que el jet era de esta agencia y se encontraba su esposa.
Marlene, de ahora 28 años, entrecerró los ojos al encarar después de cuatro largos y agonizantes años a sus ex compañeros, a los que se hacían llamar sus amigos.
—¿Marlene?
Continuará…
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No continué "Operación: Madagascar" porque no me animé mucho, puesto que los reviews fueron algo escasos… Bueno, supongo que lo continuaré en un tiempo más.
Espero que les haya llamado la atención y les haya gustado.
