Llegó la semana más esperada por todos...

Hoy es 25 de Octubre y se supone que es algo que faltó, un headcanon o una conversación.

De hecho, no sé lo que hice, pero bueno...

Cause the world is ugly

But you are beautiful to me

Todos estaban en movimiento. Alistando maletas, recorriendo el campamento antes de partir, despidiéndose, o avisando que iban a quedarse para no ser devorados por las arpías de limpieza.

Este año, Will nuevamente se quedaría en el campamento, al igual que el hijo de Hades, una idea que no le desagradaba en absoluto.

Tendrían tiempo para pasarlo juntos ahora que no estaría ocupado todo el día en la enfermería. Tenía planeado mostrarle una serie que seguro le encantaría, ir a nada al lago, escaparse para ir a pasear por ahí…. Lo típico para dos adolescentes.

Por su parte, Nico estaba muy feliz, algo inusual en él. Aunque no tan inusual desde que empezó a salir con el rubio.

Siempre que estaba cerca de Will se le podía ver con una sonrisa y las mejillas totalmente sonrosadas mientras hablaban.

Era normal que discutieran a cada rato, pero obviamente nunca nada serio, aunque ambos eran altamente sarcásticos.

Si Will molestaba a Nico por su altura, terminaban abrazándose. Y cuando Nico molestaba a Will por su mala puntería, terminaban besándose.

Sus momentos preferidos eran cuando se adentraban en el bosque cogidos de la mano, a salvo de las miradas de los demás. (Sobre todo de la cabaña de Afrodita, esas chicas enloquecían al verlos juntos.)

Ambos estaban sentados a la sombra de un árbol. Nico apoyaba su cabeza en el hombro de Will, mientras que Will jugaba con el cabello de Nico.

-Y… ¿qué opinas?- interrumpió el silencio que abundaba en el ambiente.

Will lo miró.

-¿De qué?

-Pues… de, de todo. Del mundo, del campamento… de nosotros.

Will comprendió a lo que se refería, aunque ni siquiera Nico sabía que era lo que quería decir.

-Bueno, ¿qué quieres que te diga? El mundo es horrible, pero tú eres lindo para mí.

Esta vez no le molestó que lo llamaron "lindo", siendo el Rey de los Fantasmas.

Nico sonrió, reconociendo la referencia. Y… beso.

Desde lejos alguien los miraba.

La fogata había terminado, y como siempre Will acompañaba a Nico a su cabaña. Caminaban bajo la luz de las estrellas, y la luna resplandecía en lo alto. Era una linda noche.

Como siempre, Nico lo invitó a pasar. Y como siempre, se distrajeron conversando y se olvidaron de la hora.

Ya había pasado el toque de queda y ahora Will tendría que regresar a escondidas a su cabaña. Como siempre, por cierto.

Nico empezaba a sentirse culpable de que siempre fuera así. Tal vez él también debería acompañar a Will a su cabaña, pero el problema era que la compartía con sus hermanos y ellos preferían la privacidad de la cabaña de Hades.

-Ten cuidado con las arpías- le recomendó- si te encuentran estaremos en grandes problemas.

-No te preocupes, están sobrevaloradas. ¿O alguna vez las has visto comerse a alguien?- contestó burlón.

-No, pero me refiero a que te acusarían con Quirón, y luego…- empezaba a sonar como una madre y eso le molestaba, pero simplemente no podía evitarlo.

-¿Acaso ahora eres un ángel que no quiere romper las reglas?

-Pues yo…

-Eres tan adorable, te has sonrojado.

-No es ciert-

-Sí lo es. No lo niegues. Shhh- Will lo calló cuando vio que abría la boca, mientras se acercaba a la puerta.

Nico hizo lo más maduro: Rodó los ojos y le sacó la lengua

-A veces quisiera golpearte-contestó irritado.

-Quisieras besarme- replicó apresuradamente y con una sonrisa burlona.

-¿Qué?- salió de Nico mientras procesaba lo que había dicho.

-¿Qué?- respondió Will inocente.

-¿Qué?- Nico abrió los ojos al entender.

-¿Qué?

-¿Qué?- se miraron fijamente.

-¿Sabes? Creo que ya debería irme.

-SOLACE, NO H-

Will lo besó en la mejilla y lo dejó hablando solo.

-Aggg- gruñó Nico. Aunque lentamente una sonrisa se fue formando en su rostro.

La verdad es que nunca habían sido los más discretos en sus reuniones nocturnas. Siempre hacían mucho ruido. Y había noches en las que salían a pasear por el bosque.

Los hermanos de Will ya estaban acostumbrados a que llegara tarde. Ya ni esperaban despiertos a su líder de cabaña, como las primeras noches.

-Ya se está yendo- anunció una voz.

-Noo, yo quería que se quedara más tiempo- se escuchó un quejido.

-¿Viste el beso? Son tan tiernos…- una tercera se unió a la conversación.

-Pero Nico parecía querer matarlo.

-A Will le encanta hacerlo rabiar, se pone rojito…- rio la tercera arpía

-¡Ya! Vuelvan a sus encargos- ordenó la primera.

Y si alguna vez se preguntaron por qué nunca los atrapaban. Aquí están sus respuestas. Las arpías no eran ciegas, claro que se daban cuenta. Pero no decían nada, pues ellas también tenían un secreto… shippeaban Solangelo.

Ok, aquí estamos... ¡Feliz Semana Solangelo! (gracias Karen :D)

Tal vez no he dormido mucho, ni terminado los 213429129 trabajos que tengo por hacer, ni estudiado, ni...ok, no creo que les importe. El punto es que siempre haré un espacio para el Solangelo. ALWAYS.

(Pero comprendan si no está muy bien escrito U.U)

Creo que no desarrollé muy bien sus personalidades y la historia terminó siendo un poco muy dulce. Sí, un poco muy... Ni sé lo que escribo... ¡Me estoy yendo por las ramas!

Ok, concentración...

También me parece un poco irónico, pues una amiga con la que siempre peleo entre Percico y Solangelo (es obvio cuál apoyo) cumple años hoy xD

Si creen que merece un review o que me tiren tomates, adelante...