"Okey, empecemos con esto. Estoy acá, sentado al lado del balcón del apartamento de Tench. Estoy listo...

Mi nombre es Daniel Scutch, y digamos que mi pasado es muy, muy largo. Todo empieza en 1974 cuando nazco en Australia y mi padre, Duncan, es el único que puede cuidarme después de la muerte de mi madre. Mi padre tenía un trabajo muy especial: era integrante de una pequeña agencia que se encargaba de encubrir a las personas no-humanas, la gente que contiene una parte del cuerpo o una característica que pertenezca a otro animal. En los setenta, los no-humanos no debían ser mencionados en público, ya que todos eran encubiertos por el Estado y ninguno podía interactuar con la sociedad, así que un amigo de mi padre, Dimitri Sazimov, creó una agencia especial encargada de impedir que los no-humanos interactúen con otras personas.

Sin embargo, la idea de "encubrir" a los no-humanos no era la única. Otro tipo llamado Vladimir Keanloth propuso asesinarlos a todos, y después de la creación de la agencia y el rechazo de su propuesta decidió reunir fuerzas y crear su propia pandilla con los Torisso, dos hermanos muy famosos en el mundo de la guerrilla estadounidense y Frederick Stein, un científico amigo de Keanloth. Estas dos ideologías chocaron cuando Sazimov mató a Nenn Torisso, generando una guerra. Keanloth y el hermano de Nenn, Dup, recobraron venganza organizando un atentado en Paramaribo, asesinando a toda la agencia... incluyendo a mi padre. Después de eso, Keanloth se alió con Estados Unidos y la U.R.S.S. para crear el Escuadrón Torisso, o mejor dicho, una maldita pandilla que asesinaba no-humanos.

En cuanto a mi, me crié por mi cuenta y empecé a vivir solo. Descubrí que mi padre había fallecido casi 8 meses después de su muerte, y eso me dejó desplomado. Estuve a punto de cometer suicidio, pero había un solo trabajo disponible que podía generarme ingresos y darme una vida: enlistarme en el Escuadrón Torisso. La peor decisión de mi vida.

..."

Esto no funciona. No hago absolutamente nada con esto. -Tench.- le digo a mi amigo. -Esto que me dijiste no funciona. No me tranquiliza.-

Tench aparece. Un chico joven, flacucho, ojos claros, pelo negro y un brazo metálico. No sobrepasa los 25 años.

-Bueno, Daniel, eso es porque tu vida tiene muchas cosas y mucho drama. Pero, te aconsejo que sigas escribiendo. Yo cuando escribía mi autobiografía... ¡adiós estrés!-

-No me sirve.- le contesto, mientras tomo un té. Él suspira y agarra un par de billetes que hay sobre la mesa de la cocina.

-Voy a comprar algo para comer... ¿Quieres venir conmigo? Te hará bien... no sales de esta casa hace cuanto... ¿2 meses?-

-Solo llevo 5 semanas encerrado, Tench. No seas estúpido.-

-Vamos, Daniel... Sal, toma aire, conoce personas. No te quedes encerrado en el pasado... Piensa en el presente, en el futuro... ¿alguna vez pensaste qué vas a hacer de tu vida?-

Me levanto de la silla en la que estoy y salgo hacia el balcón. Miro la gente, los humanos... los no-humanos. Todos pasean o hacen algo productivo.

-No sabes, ¿no?- me pregunta. -Por favor, sácate ese traje negro, aféitate y sal conmigo a comprar comida.-

Suspiro otra vez y vuelvo a entrar. Veo mi aspecto físico en un espejo y veo que estoy totalmente demacrado: mi pelo negro está despeinado y tengo una barba de varios días. Acompañan a mi cara unas ojeras enormes y mi piel completamente pálida. Ahora sé porque en mis épocas dentro del Escuadrón Torisso me llamaban el pálido... creo que Tench tiene razón. Voy hacia mi habitación y agarro algo decente para vestirme: una camisa negra y unos jeans... algo típico que usaría Tench. Toavía me duelen los ojos porque casi nunca veo el sol, así que me pongo un par de lentes que me los protegen un poco. Una vez que termino con todo esto leo un artículo periodístico que está pegado a la pared de mi habitación: "Daniel Scutch: El Cazador de Opositores. ¿Real o leyenda?"

-Ya era momento de salir.- le digo a Tench. Él sonríe y abre la puerta.

-Tú primero.- me indica.

Salgo y estoy dentro del pasillo de un apartamento. Miro el número de la pieza: 4º G. Hace meses que no lo veía.

Tench cierra la puerta y bajamos con el ascensor. Voy a salir de la casa después de tantas semanas.