Era una fría noche de otoño, en Neptune, California. Y más precisamente, en la mansión de los Casablancas.

Cassidy se despertó llorando y mojado, había tenido pesadillas desde que sus padres habían comenzado a pelear hace un año y medio.

Se dirigió temblando al cuarto de su hermano mayor, Dick Junior…

-¿Dicky? ¿Estás despierto?-le pregunto, en voz baja, mientras lo sacudía con "suavidad"

-no si me estás hablando, Beaver. ¿Qué te pasa ahora? ¿Viste una araña en la cortina? Ya déjame en paz-gruño Dick, dándose la vuelta e ignorando a su hermano

-tuve una pesadilla-sollozo el niño más pequeño

-Beaver Casablancas, tienes siete años, ya estás grandecito para tenerle miedo a los monstruos o a las sombras-lo "regaño" su hermano, apenas mirándolo

-eso mismo dice papá, por eso no lo fui a buscar. Por favor, Dicky, déjame dormir contigo…sólo por esta noche-

-no, Beav, vete a tu cama-

-mi nombre no es Beaver Casablancas ni Beaver ni Beav-sollozo con más fuerza Cassidy. Su hermano se sintió afligido por haberlo tratado así, se levanto y lo abrazo con fuerza.

-shhhhh…tranquilo, ya esta, ya paso, Cass-dijo Dick, acariciándole la cabeza. En eso, sintió algo en el pantalón pijama de su hermanito –Cassidy, ¿Qué le paso a tu pantalón?-pregunto, preocupado.

Dick no era el mejor hermano mayor del mundo, pero nadie es perfecto. Y su padre de alguna manera influenciaba en su comportamiento hacia su hermano pequeño. Pero eso no evitaba que Dick sintiera preocupación, amistad o incluso cariño hacia Cassidy.

-yo…moje la cama. Lo siento, no le digas a papá. Va a gritarme y…y…me va a pegar-respondió Cassidy, entre lágrimas

-no, calma, tranqui. No le diré nada a nadie, ¿Ok? No tienes que disculparte, a cualquiera le pudo pasar. Vamos al baño, te buscaré ropa limpia y te darás un baño, ¿De acuerdo?-

-de acuerdo, ¿Pero luego puedo dormir contigo?-dijo Cassidy, en un hilito de voz

-¡Agh! Está bien, pero no te acostumbres. Y supongo que también tendré que ir a buscar a tu castor de peluche…-

-sí, por favor-

-okey, ya, no te pongas tan mimoso-dijo Dick, cuando Cassidy lo abrazo con fuerza

Luego ambos fueron al baño.

Cassidy se desvistió y Dick le preparo la bañera.

-no, Dick, no con el cepillo. Lo odio y a veces mamá me pega con él-se quejo Cassidy, mientras se enjabonaba con una esponja y su hermano comenzo a limpiarle la espalda con el cepillo para bañarse

-ya, sólo serán unos segundos. No creo que mamá te pegue con él-dijo Dick, haciendole caso omiso

-pues creelo, cuando se enoja con papá, se enoja con todos. Y cuando digo todos, es todos-

-ok ok-

-además, a ti ni siquiera te gusta bañarte-se quejo Cassidy, Dick rió al darse cuenta de que su hermanito tenía razón

-está bien, termina de bañarte. Iré por tus cosas-dijo Dick, saliendo del baño.

Luego de que Cassidy se terminara de bañar y se pusiera ropa limpia, ambos hermanos se acostaron en la cama del mayor…

-buenas noches, Bea…Cassidy-dijo Dick, alisándole el flequillo a su hermano menor

-buenas noches, Dicky-dijo Cassidy, acurrucándose junto a él –te quiero, hermano mayor-agrego, dándole un beso corto en el brazo, Dick se retorció un poco ante eso.

-yo también te quiero, hermanito-dijo Dick, sonriendo e ignorando lo que Cassidy había hecho antes.

A la mañana siguiente, probablemente Dick le diría a su padre que Cassidy había visto una araña en su cuarto y lo había dejado dormir con él. Siempre encubría a su hermanito, no quería que su padre se enfureciera con él.

Y después de eso, en esa noche no hubo más pesadillas para el más pequeño de los Casablancas…