(Eres más dulce que el chocolate / Reto #SexoEnPúblico - Grupo Yuri!on Ice (Fanfics Español))


Todo había comenzado inocentemente, apenas una caricia bajo la mesa tratando de trasmitir todo el amor que sentía por el hermoso hombre sentado a su lado. Era su aniversario, se encontraban celebrando dos increíbles años de matrimonio donde el amor que sentían el uno por el otro iba en aumento conforme los días pasaban.

A pesar de estar en un viaje por el trabajo, Viktor había insistido en salir a celebrar. Después de un largo día lleno de festividades, terminaron cenando en uno de los restaurantes más costosos y exclusivos de la ciudad de Nueva York.

Yuuri satisfecho después de tan deliciosa cena, sonrió dulcemente a su apuesto esposo mientras acariciaba con delicadeza su pierna bajo la mesa, Viktor correspondió la sonrisa e imitó el gesto tratando de acercarse más al hermoso japonés y arrastrando su silla para que estuvieran sentados hombro con hombro apretujados en la oculta y pequeña mesa en la que estaban sentados.

Perdido en los mares turquesa que su esposo tenía como ojos, Yuuri a penas y había puesto atención cuando el mesero llegó ofreciendo la carta de postres que el restaurante tenía. A pesar de la negación del japonés, Viktor insistió que compartieran algo delicioso juntos. Examinaron la carta rápidamente y acordaron compartir un soufflé de chocolate, el mesero asintió tomando la orden y se fue rápidamente caminando a través de las atiborradas mesas dispersas por el restaurante.

─ Te amo ─ susurró Viktor contra el oído de su adorable esposo, mientras renovaba las caricias en su pierna y besaba su cuello delicadamente, causando que un escalofrío recorriera su columna y sus mejillas se tiñeran de carmín. A pesar de llevar dos años casado Yuuri aún no podía acostumbrarse a escuchar esas palabras saliendo de los labios de Viktor Nikiforov.

Antes de que Yuuri pudiera contestar algo, el mesero llegó interrumpiendo la escena y colocó el postre frente a ellos y después de preguntar si no necesitaban algo más se retiró dejándolos solos de nuevo.

Sin perder tiempo Viktor con una de las cucharas que el mesero les había dejado, tomó un poco de soufflé ofreciéndoselo a su esposo. Yuuri sonrió complacido aceptando la oferta, sintiendo la mirada de Viktor sobre él mientras apreciaba como el delicado postre se deshacía sobre su lengua. No pudo evitar gemir gustoso ante el delicioso sabor, un brillo travieso que no había estado ahí antes apareció en la mirada de Viktor al escuchar el majestuoso sonido.

─ ¿Está bueno? ─ preguntó sensualmente besando la oreja de su amado y tomando un poco más de postre ofreciéndolo de nuevo al japonés, Yuuri se limitó a asentir aceptando de nuevo el bocado, sin embargo, en cuanto el chocolate toco su lengua la mano del ruso que acariciaba su pierna llegó hasta su entrepierna sorpresivamente.

Yuuri abrió los ojos de sorpresa no pudiendo evitar saltar en su asiento ante las atrevidas caricias.

─ ¡Viktor! ─ chilló el japonés llamando la atención de los comensales en las mesas contiguas, el ruso simplemente río despreocupado y besó castamente la mejilla de su esposo para que se tranquilizara.

─ Tranquilo solnyshko*, es nuestro aniversario ¿Por qué no nos divertimos un poco? ─ dijo el ruso dedicándole una sonrisa ladina y comenzando con las caricias de nuevo. Yuuri se removió un poco sobre su asiento, la idea de hacer algo tan indebido en público lo asustaba, sin embargo, no puso resistencia y permitió que el ruso continuara. Viktor sonrió contento ante su victoria y rozó suavemente el cuello del japonés con sus labios.

─ ¿T-tu no vas a comer? ─ preguntó Yuuri con la voz temblorosa, nervioso debido a las atrevidas caricias que el ruso no paraba de administrarle sobre el pantalón sin prudencia alguna, el japonés podía sentir como la excitación comenzaba a aglomerarse en su vientre, sin poder evitarlo su respiración comenzó a acelerarse. Tratando de no llamar de atención mordió sus labios fuertemente, ahogando un gemido de placer causado por las indecentes caricias. Viktor le sonrió fingiendo inocencia.

─ No... realmente tengo antojo de algo mas dulce que el chocolate... ─ susurró liberando la ya despierta erección de Yuuri de los confines de sus pantalones

─ ¡Viktor! ─ murmuró asustado Yuuri tratando de cubrirse con la servilleta de tela proporcionada por el restaurante, giró la cabeza rápidamente mirando a su alrededor suspirado aliviado cuando confirmo que nadie les prestaba atención.

Viktor simplemente río divertido aun masturbando ágilmente la virilidad de su esposo bajo la mesa. Yuuri no podía creer lo que estaba pasando, Viktor lo tocaba sin pudor frente a todas esas personas quienes comían, bebían y charlaban ajenas a lo que estaba ocurriendo en la mesa del rincón, la idea de que alguna de esas personas girara en su dirección le aterraba, sin embrago, el pensar que podrían ser descubiertos comenzaba a elevar su libido de manera exorbitante. Tratando de apaciguar sus expresiones y sonidos de goce posó ambas manos sobre la mesa, clavando las uñas contra el mantel dejando que un par de puñados de la delicada tela se acumulara bajo sus palmas.

El ruso fingía que nada ocurría, tomó de nuevo la cuchara con la mano que tenía libre comiendo un poco de soufflé, pero antes de que pudiera probar más el cubierto resbaló de su agarre y cayó dando un golpe sordo en suelo y desapareciendo debajo del largo mantel que cubría la mesa.

─ Pero que torpe soy ─ comentó divertido y sin perder tiempo se agachó a recogerlo, sin embargo, el ruso no regreso al lado de su esposo si no que se metió debajo de la mesa y del mantel quedando arrodillado ante el japonés.

─ ¿Qué estás haciendo? ─ preguntó Yuuri en un susurró un poco asustado ante el atrevimiento de su esposo, Viktor lo ignoró olímpicamente y con suavidad jaló de la silla donde estaba sentado el hermoso japonés haciendo que quedara imposiblemente acorralado. Yuuri sintió como Viktor comenzaba a acariciar sus muslos y lentamente subía las caricias hasta su entrepierna tomando delicadamente entre sus manos su palpitante erección, acto seguido y sin decoro alguno lamió delicadamente de la base hasta la punta como si de un caramelo se tratara, haciendo que Yuuri dejara escapar un audible gimoteo.

─ Shhh solnyshko... no queremos que nos descubran, ¿cierto? ─ advirtió Viktor por debajo de la mesa, Yuuri trato te tranquilizarse en vano sintiendo como su cuerpo vibraba al tiempo que Viktor engullía su miembro, adentrándolo al delicioso paraíso tibio que era su boca.

Una vez más Yuuri giró la cabeza mirando a las mesas vecinas, nadie parecía haber notado que Viktor había desaparecido o que Yuuri estaba tan abochornado que unas cuantas gotas de sudor habían comenzado a rodar por su rostro.

Viktor devoraba el miembro de su esposo con deleite, succionando y lamiendo los lugares indicados que hacía que Yuuri se aferrara a la mesa y tratara de mantenerse callado con todas sus fuerzas mordiendo sus labios al punto de hacerlos sangrar. Yuuri no había notado cuanto tiempo había pasado demasiado absorto en las placenteras sensaciones que la lengua de Viktor le causaba, cuando el mesero llegó de nuevo ajeno a lo que ocurría.

─ ¿Todo bien señor? ─ Yuuri sintió como la sangre escapaba de su rostro ante la pregunta, carraspeó un poco tratando de aclarar la garganta y tratando de hacer caso omiso a las administraciones que Viktor le proporcionaba bajo la mesa.

─ De... maravilla... ─ contestó con dificultad, tragando en seco y fingiendo comer un poco más del soufflé que llevaba rato abandonado, el mesero lo miró extrañado por unos segundos y Yuuri quiso gruñir frustrado pues parecía no querer irse, Viktor por su parte había comenzado a jugar con los testículos del japonés al tiempo que succionaba la cabeza de su miembro justo como le encantaba, haciendo que Yuuri casi se desmayara ante la doble estimulación─ ¡¿podría por FAVOR traer LA cuenta?! ─ exigió al mesero que aún lo miraba, tratando de controlar su voz y rogando que el hombre se largara de una buena vez.

─ Enseguida ─ dijo caminando enérgicamente en dirección a la caja, Yuuri soltó un suspiró alivio al tiempo que Viktor lo tomaba por completo de una sola vez y tragaba alrededor de su miembro, Yuuri no pudo contenerse ante semejante sensación e ignorando a todas las personas a su alrededor dejó que el silencioso y extremadamente placentero orgasmo llegara derramando su semilla en la boca de su amado, quien trago gustoso como si se tratara de un postre exquisito.

Yuuri escondió la cara entre sus brazos sobre la mesa derrotado, disfrutando de los últimos estragos de placer que bailaban por su cuerpo mientras sentía como su amado esposo reacomodaba sus ropas como era debido debajo del mantel.

Viktor salió de su escondite discretamente con la cuchara en mano, sonriendo ampliamente como un niño que acababa de realizar una muy divertida travesura.

─Mmmm... delicioso ─ fue lo primero que dijo el ruso en cuanto se sentó de nuevo en su lugar, Yuuri se incorporó un poco para dedicarle una mirada llena de reproche, Viktor le sonrió mientras se relamía los enrojecidos labios y le dedicaba un coqueto guiño. Yuuri giro los ojos y salió de su escondite entre sus brazos para besar los traviesos labios de su esposo castamente. El mesero llegó de nuevo dejando la cuenta sobre la mesa y se retiró no sin antes dedicarles una mirada de sospecha.

Yuuri sintió que su rostro se ponía de mil colores, por su parte Viktor río despreocupado y sin siquiera ojear la cuenta dejo unos cuantos billetes de 100 dólares sobre la mesa y sin perder más tiempo, tomo la mano de Yuuri y lo urgió para salir del restaurante lo más rápido posible.

Cuando por fin salieron, el frio aire de la ciudad golpeo directo en sus rostros caminaron apresuradamente tratando de alejarse lo más rápido posible del restaurante, se miraron divertidos y soltaron una limpia carcajada al tiempo que llegaron a la esquina y se detuvieron esperando que el semáforo cambiara de color.

Las risas cesaron y Viktor le dio un ligero apretón a la mano de su esposo llamando su atención, ─ Feliz aniversario Solnyshko... ─ murmuró llevando la mano del japonés que tenía entrelazada con la suya hasta sus labios. Yuuri le sonrió no pudiendo creer lo afortunado que era.


* Solnyshko – apodo ruso diminutivo de sol, algo así como "solecito"