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Disclaimer: La saga de crepúsculo, la serie TVD y Los originales no son míos. Solo la loca historia me pertenece.
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"Hay momentos que definen la vida de una persona.
Momentos en los que todo lo que son y todo lo que pudieran ser, cuelga de una sola decisión"
–Jonathan Maberry.
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No sé bien cuándo empezó todo realmente, pero mientras caminaba hacia mi primera clase sentí mi corazón hacerse añicos una vez más. Soñé infinidad de veces con el momento en que el regresara por mí, siempre supe que lo haría, siempre le esperaría mi corazón, planee hacerle esperar y suplicar mi perdón aun en la neblina donde se encontraba mi mente, no planeaba perdonarlo tan rápido, pero tampoco dejaría que se alejara de mí.
– ¡Bella! – Su voz me llamaba por tercera vez.
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Sigue adelante Bella…
Esto es lo correcto.
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Me odie a mí mismo mientras escuchaba su tono suplicante gritar mi nombre una vez más, mis manos se crisparon en mi libros, los abrace contra mi mientras aceleraba el paso, no podía mirarlo o la que suplicaría seria yo.
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Nuestro tiempo juntos llego a su fin en ese bosque Bella, recuérdalo.
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Suspire mientras contenía las lágrimas, mi mirada estaba fija en la entrada de la escuela, me había vuelto una experta a la hora de ocultar y controlar mis sentimientos.
– Déjame sola, Edward – Susurre solo para él, sin detener mi camino, note como mi voz tembló al pronunciar su nombre por primera vez desde que me dejo – Se acabó…
Si, era la verdad, ya no habría de nuevo un "nosotros" ya no un "Bella y Edward" Me alejaría lo suficiente de todos ellos para que no vuelvan a relacionarme con los Cullen de nuevo. No si puedo evitarlo.
Se acabó, él lo termino hace poco más de 7 meses, pero entonces él no sabía que estaba haciendo lo correcto, porque solo 5 meses más tarde mi vida cambio por completo alejándome definitivamente del camino que me llevaría con la Familia Cullen e incrustándome de golpe con una nueva Familia. Suspire al recordarlos a todos ellos, eran muy volátiles y peligrosos pero todos tenían algo en común, de una forma u otra encontrarían la forma de protegerme.
Y yo solo estaba asustada de lo que eso significaba.
Aun no estaba lista para avanzar y abandonar a los seres que había amado más que a nada, no quería alejarme de Alice y Emmet… no de Jasper y Rosalie, no de mis hermanos, no de las personas que me acogieron como su hija, Carlisle y Esme… incluso, no de Edward.
Pero tenía que hacerse, tenía que dejarlos aunque no estuviera preparada, ¿no es lo que habían hecho ellos? Abandonarme sin mirar atrás.
Sentí nauseas, los pensamientos negativos corrían veloces por mi mente, los estaba abandonando del mismo modo que ellos a mí, la diferencia es que yo lo haría de forma gradual, ellos aun podrán verme solo unos meses más antes de… antes de tener que irme.
No podría ocultar lo que sucedía por más tiempo, después de todo, yo había tomado la decisión que me llevaría a este momento.
Subí los escalones de la entrada alejando de mi mente todo pensamiento, no podía dejarles ver cuánto me dolía alejarlos de mí.
– ¡Te amo Bella! – Grito Edward en todo el estacionamiento, aun sobre todo el ruido que los demás producían en el estacionamiento.
Me detuve de golpe al escucharlo, justo después de un abrumador silencio, todos estaban atentos a mi respuesta, todos querían ver lo que sucedería.
Mi corazón quería girarse a mirarlo, quería decirle todo lo que estaba silenciando con fuerza dentro de mí, pero en cambio apreté aún más mi libro contra mi pecho y seguí caminando hacia mi clase, dejándolo en el estacionamiento mientras todos miraban al pendiente de nosotros.
De pronto, la cadena de oro alrededor de mi cuello tuvo un mayor peso, oculta debajo de mi ropa, al final de esta colgaba entre mis pechos un anillo…
Mi anillo de compromiso…
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Yo también te amo, Edward… pero se acabó, entiéndelo.
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VECZOZ MASEN
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