Capítulo 1: Del odio al amor NO hay un paso
Edificio Principal / Constructora Suzushiro.
La inauguración de un enorme complejo de apartamentos privados en el centro de Tokio, cercanos a la universidad, era el motivo de una enorme celebración para el Alcalde, senadores, políticos, inversionistas y compradores adinerados. Haruka Suzushiro estaba al frente de la reunión junto con su esposa, Yukino Kikukawa, la hija de un senador muy conocido e invitado especial de la reunión.
Mientras todos los invitados pasaban y se acomodaban, al frente de la celebración un indigente cubierto por una gabardina cochina y un gorro sucio, ambos de color marrón, se sentaba en una banca pública con los brazos cruzados en su regazo.
-Verificación del objetivo, aun no entro ¿Me copias, Mamá Pato?
-¿Por qué jodidos yo soy la Mamá Pato?
-Nos quedamos sin apodos- Contestó mientras ocultaba mejor el teléfono tras el cuello de la gabardina –La veo, veo a Haruka Suzushiro…
-¿Puedes entrar?
-Jejeje… ¿Qué si puedo entrar?
Una sonrisa de cristal y un par de ojos verde esmeralda asomaron a través de la desgastada y cochina gabardina. Se puso en pie, agarró un periódico tubular bajo su brazo y cruzó la calle en dirección a la recepción, donde por supuesto fue detenida.
-Lo lamento, es una celebración privada, no puede pasar
-Oh, pero traigo invitación
-¿La tiene?- El hombre la miró sorprendido tratando de distinguir sus facciones
La mujer enseñó el periódico, a través del rollo un efímero gas color marrón saltó a la cara del hombre, quien desmayado cayó sobre la chica, la cual lo recostó tras un matero enorme donde no fue visto por nadie. Al mismo tiempo que lo dejó se sacó la gabardina y el gorro develando la identidad de una preciosa joven de proporcionadas curvas, cabello negro azul y piel blanca como la nieve. Vestía un elegante vestido azul con un fajón blanco en la cintura.
-Entré… ¿Me copias, Mamá Pato?
-Tenemos que cambiar de código de identificación, Natsuki
-Lo olvidaba ¿Quién me nombró cachorro azul en primer lugar?
-¿Ya tienes vista a Haruka Suzushiro?
-Lejos- Contestó ocultando el teléfono bajo el fajón -¿Necesitas más proximidad?
-Más cerca, ve y salúdala
-Entendido- Natsuki puso un audífono discreto de audio en su oreja izquierda
Caminó zigzagueando entre los invitados y pasó hasta alcanzar el círculo de charlas de la mencionada Haruka Suzushiro; una rubia alta, de pechos grandes y una presencia resonante; a su lado la pequeña y delicada Yukino sonreía y saludaba, sin mencionar que corregía sus errores en el uso gramatical conversacional de su burdo japonés.
Natsuki se ubicó cerca de la mesa de aperitivos y se dispuso a escuchar la conversación.
-Pues no, no me quejo, después de este contrato no debería ser difícil salir al mercado europeo y darles una buena presión
-Impresión, Haruka-chan- Le dijo Yukino sonriéndole
-Arigato, linda- Haruka le sonrió estrechando su brazo –Pero bueno, no todo tiene que ver conmigo ¿Kanzaki tu adónde vas después de ganar la demanda federal por el caso de la familia de senadores de las noticias?
-Vamos, vamos Haruka-san- Contestó con voz amable un alto y apuesto joven de cabello negro –Ha sido un desenlace desafortunado para un escándalo político, pero de otro modo mi carrera como abogado despegó exitosamente, así que gracias por preguntar
-Jajaja para qué están los amigos ¿No?
-Pero bueno, es la primera vez en 3 años que nos reunimos ¿Qué tal nos cuentas sobre ti, Shizuru-san?
-Ara, Reito-san, creí que esta reunión era para Haruka-san- Le respondió una melodiosa voz femenina
Natsuki se aproximó más a la escena al percibir ese melodioso acento de Kioto resonar en la conversación.
-Pero bueno ¿Vas a decirnos o no?- Insistió Haruka
-Bueno, me he colocado en un empleo temporal como maestra sustituta en la Universidad; Ciencias políticas y contabilidad, pero me parece que no planeo quedarme y vivir de eso siempre, así que viajaré muy pronto a Escocia a negociar con unos contribuyentes al negocio familiar
-Impresionante, como se esperaba de ti- El joven de cabello negro soltó dos aplausos amistosos
Natsuki se alejó de la escena a un lugar más privado cerca del baño de damas; allí sacó una cartera que llevaba consigo, y dentro de ella había cosméticos, base fácil y un brillo. Natsuki miró los objetos completamente extrañada y sin saber cómo utilizarlos.
-… Mamá Pato ¿Qué coño es esta cosa con forma de tampón aplanado?
-¡Una polvera, baka! Debes empolvarte la nariz con eso
-¡Sabes que soy alérgica!
-¡Solo disimula!
Natsuki miró el objeto desde todos los ángulos y suspiró; realmente no sabía cómo debía usarlo… Pero el momento de descubrirlo bajo presión llegaría.
-Jejeje volveré muy pronto, iré a empolvarme la nariz
Natsuki miró en todas direcciones, desorientada, alterada, con la polvera en la mano y sujetando la cartera entre sus rodillas como toda una chiquilla jugando a maquillarse por vez primera. Entró al baño a toda velocidad dejando atrás la polvera sobre el mesón del lavabo.
Permaneció en silencio. Se asomó por un lado de la puerta y le echó un ojo a la mujer que entraba; según la voz con la que alegremente tarareaba una canción, era la joven con quien hablaba Haruka Suzushiro antes. Alta, con una figura celestial, cabello castaño largo hasta el final de la espalda, ojos escarlatas reflejados en el espejo en el que ansiosamente miraba la caída del vestido sobre su prominente pecho amplio. Una sonrisa angelical cubría sus labios.
-Me parece que olvidaste tu maquillaje antes de esconderte a verme
"¿Cómo me descubrió?"
Natsuki salió del cubículo, roja pero con la espalda recta, seriamente se aclaró la garganta y pasó junto a ella, recibió la polvera y volvió a verse en el espejo.
-Ese color… creo que no es el tuyo, si puedo decir
-Pues este elegí… -Contestó Natsuki secamente
-Vale, vale- Sonrió la castaña -¿Por qué tratas de acaparar la atención del evento, espía?
-¡¿Nani?!
-Estado de alerta, estado de alerta ¡Evacúen el domo!
Natsuki alzó la cabeza. Todas las personas salían a gran velocidad del domo de presentación. Mientras Natsuki intentaba hacer paso a su vista, la joven castaña permaneció de pie sonriendo y de brazos cruzados.
-Saber cómo colarse en una fiesta es un talento, pero hacer tu trabajo sin que otro agente te descubra, eso es ser espía…
-¡Y tú qué sabes de eso!- Encolerizó Natsuki
La peli azul sacó un arma oculta tras su pierna izquierda bajo su vestido, se apresuró a salir solo para encontrarse con un grupo privado de militares evacuando la sala, divisó uno hasta el fondo del domo sacándole una pieza rectangular a Haruka de su vestido y retirándose a toda velocidad.
Mientras Natsuki miraba la escena, la joven pasó al lado suyo, sonriendo. Fue recibida con un saludo militar por aquellos que evacuaban a los civiles y aquella pieza rectangular le fue entregada.
-Mi nombre es Shizuru Fujino Viola; recuérdalo Silver Wolf
-¡Un momento! ¿Cómo sabes…?...
Shizuru puso la pieza pequeña en su vestido y fue escoltada fuera del domo por los militares. Cuando todo el lugar estuvo vacío una hora más tarde, una camioneta azul de entrevistas de un periódico local aparcó frente al edificio. Una joven pelirroja con un vestido de oficina y lentes sobre su nariz bajó del auto. Natsuki estaba sentada en el andén, aun con su vestido y el arma en sus manos.
-¿Todo bien, cachorra?
-… Me humilló… Me pisoteó, se burló y me humilló… ¡Me humilló en mi trabajo! ¡CON MI CLIENTE!
-¿N-Natsuki?
-Esa perra… ¡Esa perra!- Natsuki apretó la empuñadura de su arma –Shizuru Fujino Viola… ¡Me las va a pagar!
-Natsuki basta; no nos podemos meter con las agencias de investigación privadas tan grandes como Hydra Kiyohime, es imposible competir con ellos
-¡No es eso, Mai! Esas arpías me importan muy poco… Pero esa… ¡Maldita!... ella… ella si me las debe…
-Vamos… Apenas estamos empezando en el negocio, sabíamos que sería difícil
-¡Espero que nos volvamos a ver!- Natsuki la miró seriamente -¡Cuando la vea, estaré lista!... Voy a darle una lección a esa engreída peli café
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Kagutsuchi C.O
Un edificio privado pequeño de 3 pisos destinado a la consigna de información y recibo sin ánimo de lucro de inversionistas interesados en una nueva promesa entre las agencias privadas de investigación. En el tercer piso funcionaba un gimnasio donde los pocos reclutas en la lista practicaban defensa personal y fortalecían sus técnicas de combate cuerpo a cuerpo. Natsuki estaba frente a una enorme bolsa de arena terminando de atar sus manos con cinta deportiva. En ese momento Mai entró con una carpeta amarilla bajo el brazo.
-Veo que empezarás tu rutina recién
-Hola Mai- Contestó secamente sin dejar de poner la cinta en su mano izquierda
-Sigues de mal humor ¿eh?- Preguntó con una media sonrisa apoyándose en la jaula de prueba
-No estoy feliz de la dicha si eso quieres saber
Natsuki agarró su cabello en una cola alta y la ató con una liga.
-Sabes, Hydra Kiyohime nos contactó esta mañana
-¡Qué gusto!- Nótese el tono sarcástico
-Quieren… asociarse…
Natsuki comenzó a darle de puñetazos fuertes a la bolsa, espacios de apenas fracciones de segundos separaban series d golpes, una y otra vez. Mai suspiró. Decidió darle tiempo de sacar un poco la presión acumulada en su cuerpo mal humorado y se sentó en un banco a unos metros de la bolsa de arena.
-Fue la joven que mencionaste la mencionada en la carta
-Mmm… - Moduló sin dejar de golpear
-En realidad, es por parte de su padre; me parece que necesita un servicio privado que ya esté en el negocio, quiere un guardaespaldas experimentado para la chica que mencionaste
Los siguientes 4 golpes fueron imprimidos con toda la fuerza posible. Las cadenas que sujetaban el saco despidieron un ligero zumbido debido a la fuerza aplicada en los golpes. Mai sonrió a sí misma y volvió a ver a Natsuki.
-Eres tú, Natsuki; ya te eligieron. Sakomizu-san envió la respuesta esta mañana
-No lo haré- Contestó arrojando dos golpes más
-Jajaja es que es una orden directa, Natsuki… TIENES que ir
-¡No la tolera, Mai! En serio ¡La mataré!
-Natsuki, todos debemos hacer algo alguna vez que no queremos, esta es tu oportunidad de hacerlo
-¡Voy a dispararle si me asignan un arma, lo prometo!
-Sales mañana- Mai dejó la carpeta sobre la silla en que estaba sentada –Ahí te dejan la dirección del apartamento de la chica, las llaves de tu motocicleta y el registro de tus armas autorizadas
Sin esperar respuesta, Mai se marchó. Natsuki suspiró profunda y ruidosamente. Mandó un golpe certero e impulsado desde atrás, la bolsa de arena resonó y rebotó de una brusca manera en su lugar.
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Residencia Fujino Viola
Shizuru estaba detrás de un escritorio, oyendo la charla amena e informativa de su padre. Su expresión era de las pocas veces que no mostraba la disimulada sonrisa fingida. El desagrado de la noticia no le permitía sacarla a florecer. El hecho de ser vigilada en casa ya era una cosa, pero durante los trámites de viaje a Escocia ya era otra cosa. Terminada la charla sus maletas fueron puestas en la limusina, ella viviría en un apartamento independiente en una uno de los apartamentos proporcionados por la constructora Suzushiro junto con su nuevo guardaespaldas, del que se le informó podría saber ese mismo día en la tarde.
Mientras el servicio de mudanzas se encargaba de subir las cosas al elevador, Shizuru se dispuso a esperar recostada junto al capó de la limusina.
Una figura con un caminar estilizado y relajado vino en dirección a ella. Con un traje de dos piezas consistiendo de un pantalón negro, una chaqueta de mismo color, una camisa blanca sin ceñirse al pantalón y una corbata azul. Traía una maleta sobre los hombros, el cabello salvajemente suelto al aire y un par de lentes oscuros.
Shizuru suspiró.
-Por favor dime que te regalaron un departamento por consolación por tu pésimo desempeño de hace 3 días
-Se me ordenó venir a cuidarle la espalda a una arpía, cumplí con venir- Contestó Natsuki poniéndose delante de ella
-Ara, así que tú eres mi servicio secreto… Espero que seas mejor como guardaespaldas que como agente encubierta
-¿Y tú no tenías base de maquillaje violeta?
Natsuki agarró su bolso de mala gana y lo arrojó contra la carretilla del elevador que llevaba las cosas de Shizuru. Un objeto tronó como cristal.
-Ahí iban mis accesorios privados
-Mala suerte- Natsuki se recostó contra la parte trasera de la limusina
Shizuru suspiró harta. No llevaban ni 10 minutos de estar juntas y ya la tensión entre ellas era tangible de una manera así de incómoda. Al finalizar la tarde Shizuru estaba instalada en su cuarto. Natsuki seguía sentada en la sala de estar esperando al servicio de mudanza para irse y poder acomodarse en su habitación. El único problema es que Shizuru la había ignorado toda la tarde y aun no le decía cuál sería su cuarto.
-Oye, princesa violeta ¿Ya me puedes decir donde fregados voy a dormir?
-Si quieres privacidad, ve al baño; aun no defino la orientación más apropiada para mi cuarto
-Ajá… -Natsuki sonrió exasperadamente –Entonces, hasta que te dé la gana
-Básicamente…
Natsuki se sobó las sienes. Suficiente.
Comenzó a quitarse los zapatos, los calcetines, desempacó un par de cervezas de su bolso, se desajustó los pantalones y la corbata, arrojó su chaqueta lejos de donde estaba y se recostó en el sofá a beber su cerveza.
Shizuru atravesó el vestíbulo con un cuadro roto en las manos sin mirar adonde ella estaba.
-Espero estés feliz, esta marquesina china valió unos cuantos miles de…. Yenes… Ahh… -Shizuru suspiró y volteó la vista –No sé qué acostumbres tú, pero desvestirse y echarse como un perro en la sala con tu desorden, no es de lo más cortés
-Me vale un carajo, termina de ordenarte y me quito de tu sala
-¿Todo tiene que ser así contigo? A las malas…
-Si quieres- Natsuki dio un sorbo a su cerveza
-Ahh… No voy a aguantar esto mucho tiempo… -Shizuru regresó en sus pasos a su cuarto
-Puedes despedirme cuando quieres, princesa… Ah cierto… ¡Tu papi no te deja!
-¡Ya está bueno de esto!- Shizuru salió del cuarto dirigida a Natsuki
-¡A ver qué tal!- Natsuki se puso de pie y la enfrentó
-¿Te divierte esto?
-¡Vivir con una niña rica caprichosa no es mi prospecto de fin de semana perfecto!
-¡Repite eso!- Encolerizó Shizuru
-Niña rica CA-PRI-CHO-SA!~
¡Suficiente, ahora mismo…!...
-Basta, basta, basta, las dos
Un par de manos se pusieron en medio de las dos separando la distancia. Una joven castaña, de piel mestiza, ojos marrones y una mirada preocupada estaba en medio de las dos.
-Por Dios, me dijeron que no se iban a llevar bien ¿Pero así, Onee-chan?
-No es mi culpa, he perdido la cordura- Contestó Shizuru
-¿Y apenas lo notas?- Le dijo Natsuki cruzándose de brazos
Shizuru la miró con las cejas fruncidas. Una expresión enojada invadió su perfecto rostro antes sereno. Natsuki sonrió conforme al verse molestándola de esta manera.
-¡Basta!- Volvió a intervenir la chica
Shizuru suspiró, recobró la compostura y volvió a su expresión calmada de siempre. Natsuki resopló mientras se terminaba de sacar la corbata.
-Ahora… vine cuando mi padre me dijo del nuevo servicio de guardaespaldas para ti, pensé que ibas a estar llevándote bien con ella, pero no esto
-No es el caso Alice, puedes retirarte
-Ni de chiste- La joven dejó en la mesa de centro su bolso y miró a su alrededor –Como sea, necesitas ayuda con la mudanza ¿no?
-Jajaja bueno, eso sí- Shizuru volvió a sonreír
Natsuki suspiró más relajada mientras las dos hermanas se retiraban a hablar más privado. Se tiró al sofá nuevamente, encendió la TV recién acomodada en el suelo y se dispuso a relajarse.
-Sobrellevar la situación es lo que debes hacer- Comentó Alice –Sé que no te agrada… pero Onee-chan, debes tratarla un poco mejor ¿Vale? Eres muy rígida
-No he llegado donde estoy siendo amable, Al- Contestó Shizuru colgando los últimos sacos en el armario
-Jajaja al menos finge sentirte a gusto, en eso eres buena
Shizuru sonrió y la miró.
-Lo haré por mi pequeña hermana Alice, si me lo pides
-Tú sabes que quiero que estés bien- Alice le dio un abrazo sobre los hombros –Además… Es tu tipo de chica ¿verdad?
-Increíblemente, tienes razón- Asintió Shizuru guardando la maleta bajo la cama
-Dale una oportunidad, sé que estarán bien en unos días
-Ahh… Lo intentaré… Ya es bastante estresante tratar de complacer a Oto-san y lidiar con una mala relación
-Esa es mi Onee-chan
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Buenas, mis estimados lectores
La temática de este fic es algo diferente como han podido ver, pero hay mucha tela por cortar de esta temática, valga la redundancia.
Este fic será corto, solo 12 capítulos, así que esperen actualizaciones un poco más seguidas.
¡Denme sus opiniones! ¿Qué tal Natsuki y Shizuru odiándose de ese modo recién conocidas?
Esto puede ir a dar a cualquier situación, definitivamente.
Si les gustó déjenme sus opiniones ¡Ciao!
