Capítulo 1

Todo inicio cuando su madre fue capturada por los dragones y se dio por muerta. Recuerda claramente los muchos viajes que hiso su padre para intentar encontrarla y traerla a la casa... Aunque ya no este con vida. Después de muchos meses fue muy duro tanto para él como para su padre aceptar lo inevitable... Valka murió devorada por dragones o al menos eso es lo que pensó su padre al darse por rendido, pero pequeño Hipo aún tenía las esperanzas que su madre volviera a un día volviera

Eso también cambió la relación que hubo entre padre e hijo. Estoico veía con decepción a su pequeño hijo al ver que cada día era más débil y mal problemático para él como para su pueblo. Esto provocó que se separa cada vez más y más de su hijo, haciendo que Bocon vele por su bienestar ya que él aún no se recuperaba de todo por la pérdida de su esposa, pero como era el jefe no tuvo mucho tiempo para recomponerse, tuvo que dejar sus sentimientos de un lado para centrarse su papel como jefe. Bueno esta no era toda la escusa por no pasar más tiempo con su hijo, sino también que Hipo lo hacía recordar mucho a su difunta esposa, algo que le provocaba más y más dolor en el corazón de Estoico.

También provoco un gran cambio para el pequeño Hipo. Él quería pasar más tiempo con su padre ya que no estaba su madre a su lado pero al ver que este no lo quiere, eso lo hirió mucho más a su corazón.
Antes pasaba tiempo con sus primo y amigos, con por ejemplo, Patán, era su primo, Brutacio y Patapez dos buenos amigos. Siempre jugaba con ellos y se divertía de las tontería que hacían todos juntos pero al pasar los año él seguía siendo pequeño y débil, en cambio los demás comenzaron a crecer y verse más fuertes (bueno para él les parecía más gordos) a excepción de Brutacio que era algo flaco pero si fuerte. Pero al ser débil provocó que se separaran y que comenzara a recibir burlas de sus antiguos amigos. Igual sucedió con Astrid, quien con ella era grandes amigos de pequeño, recuerda claramente cuando siempre jugaban a las escondidas y atrapadas, él siempre se dejaba ganar ya que le gustaba mucho al ver a su amiga muy feliz al hacerla sentir superior, así como recordaba que compartía sus juguetes y sueños, ya que tenía mucha confianza con ella y ella también con él. Pero cuando en padre de Astrid sufrió un accidente en un ataque de dragón, que provoco estar en coma por muchos días haciendo que Astrid sintiera mucha tristeza e Hipo, como buen amigo le consolaba y le decía todo el tiempo que "muy pronto va a despertar, ya verás". Astrid agradeció de tener un gran amigo como él en esos tiempos tan difíciles en su vida. Pero cuando el padre de Astrid despertó, lamentablemente él perdió la movilidad de sus piernas, esto destrozo mucho a su Espasa y a sus tres hijos. Aunque Astrid le gusto saber que su padre aun seguiría viviendo, también sintió una gran ira contra los dragones que hicieron esto a un ser tan querido para ella. Fue así que decidió dejar a lado todo lo que llevaba ser niña para convertirse en la más grande guerrera que pudo haber en Berk, aunque eso también conllevaba a dejar a lado a Hipo, su mejor amigo.

Hipo le destrozo saber que ya no tenía nadie, ni a su padre, ni a su primo, ni amigos... Pero lo que más le dolió, fue que no tendría ni siquiera a Astrid. Aunque a ella sí pudo comprenderla para que pudiera vengara a su padre, ya que Hipo aún era débil y solo sería un estorbo en su camino. Fue así que el pequeño Hipo se quedó solo a un muy temprana edad, por suerte su padre le dejo con Bocon, quien después de algunos años se convirtió en un segundo padre para él.

Ya habían pasado años desde esos sucesos y ahora cada niño se convirtió ya en jóvenes adultos de 18 años. Hipo había creído mucho y se pudo notar que era el más alto de todos los demás jóvenes de su edad pero todos veían que aún era muy flaco, eso concluye que aún era débil, aun una vergüenza. Aunque nadie sabe que el trabajo en la Forja que tuvo desde niño, hiso que tuviera algunos músculos pero los ocultaba con la ropa larga que hacia aparentar que no tenía. Llevaba puesto un polo verde largo, algo grueso, encima su chompa sin mangas polar de oso marrón, pantalones marones y botas negras. Aunque su rostro cambió un poco, le creció una fuerte barbilla y sus cachetes se estiraron provocando lo joven que se ha vuelto pero aun así tenia rasgos de niño, un poco nomas ya que el peinado aún era igual de la que tenia de niño. Al quien sí se pudo notar el cambió y a distancia era a Astrid, se podría notar lo hermosa y guerrera que se puso con los años, aunque no era tan alta, tenía mucha fuerza y coraje de además una figura muy femenina y algo sensual pero este lo cubría con sus armaduras, llevaba a un puesto un polo azul sin mangas aunque más grande, un leggins negros y su falda de picos que le llegaba a su rodilla, botas marrones claras, guantes también polar y sus hombreras de metal. Lo que si cambió fue en su peina, ya que se hiso una trenza que le callera por atrás, haciéndolo ver su rostro. Sus ojos azules se volvieron más intensos haciendo que su mirada sea más fuerte, sus rasgos de niña se fueron para dejar claro su rasgos de mujer joven... En pocas palabras era hermosa

En cuanto a los demás, Patapez se volvió más grande aun, y su ropa no cambió mucho. Consistía en un gran polo sin mangas, pantalones y botas todo de color marrón. El quien si cambió, pero para mal fue Patán, no era tan alto, es mas era el más enano de todos los jóvenes pero si tenía músculos aunque parecía que era más grasa, sin embargo se volvió más fuerte o eso es lo que él creé. Tenía un polo negro son magas para dejar ver sus brazos de gorilas, pantalones y botas marón y su casco. En cuanto a los gemelos, Brutacio y Brutilda. Se volvieron altos, no tanto como Hipo, más bien un poco menos que Astrid. Llevaban la misma ropa, (cosa rara ya que uno es mujer y el otro hombre pero estaban locos, que se puede hacer, claro que Brutacio era más oscuro y el de Brutilda mas claro), consistía de polos y chompas si mangas color mostaza, pantalones marrón y botas negras de además sus cascos muy golpeados.

Es así como comienza esta historia. En donde aun había la guerra contra dragones y que aun Hipo era la vergüenza de Berk. En este instante él estaba siendo regañado por su padre delante de todo Berk ya que salió de su trabajo en la Forja para atrapar un dragón, diciendo que había derribado a un Furia Nocturna pero lo que nadie sabe es que es cierto. Sin embargo esto provoco que una pesadilla monstruosa le persiguiera y destruya una torre de fuego, que este cayó sobre los dragones atrapados provocando que se liberen y se lleven más de la mitad de la comida que tenían almacenado para el invierno.

Podía sentir la mirada de su padre sobre su cuello, y escuchar los susurros de la tribu como los guerreros comenzaron a reunirse a su alrededor. "Hipo el inútil lo ha hecho de nuevo", podría escucharlo claramente.

- Bueno... Pero llegué a derivar a un Furia Nocturna.- pudo decir el nervioso Hipo antes de que su padre lo agarra del cuello para llevárselo.

-¡No es como los últimos tiempos, papá!, ¡Me refiero a que realmente he logrado golpearlo! Ustedes estaban ocupados y yo he tenido la oportunidad de que el disparo...

Pero Estoico no tenía paciencia para esto y comenzó a gritar hasta que Hipo se callara por intimidación. Había otra cosa que había cambiado después de la muerte de Valka. Hipo y Estoico no parecían ser capaces de comunicarse bien ya.

Hipo podía oír los susurros de ira de la multitud, las risitas de burla de los adolescentes, podía ver las miradas frustrados y enojo que son casi de todos. Podría sentir la decepción que irradia de su padre, eso era lo peor. Estoico dejo a cargo de Bocon, quien tenía una mirada seria pero también algo burlona por el chico.

-Este nunca va a aprender.- pensó el maestro de Hipo mientras le da un golpe en la espalda para que lo siguiera.

Después de que Hipo siempre arruine las cosas, es enviado a su casa para no hacer más dañó. Por el camino ambos pasan alado de los jóvenes vikingos.

-Nunca he visto a nadie que estropeara tan gravemente.- dijo alegremente y burlón Patán mientras que los gemelos, quienes estaban detrás de él, se ríen por el comentario.- los ayudaste.

-Gracias, Gracias. Yo estaba tratando, así que...- dijo sarcásticamente Hipo pero se detuvo cuando vio a Astrid, quien está detrás del resto de la banda y sintió la vergüenza arrastrándose hasta su cuello.

Hipo siempre sintió admiración por ella desde que eran niños pero cuando ella se volvió ya un joven muy hermosa sintió algo más pero se negaba admitirlo ya que sabía que nunca seria correspondido.

Sin embargo lo que ella sentía por él, era un misterio. Él pensaba que podría ser odio, resentimiento, resignación, desprecio... O tal vez todos aquellos por completo. El hecho es que ella nunca se burló de él como los otros hacían. Simplemente significaba que Hipo estaba debajo de su atención. O sea que no le importa lo que pase con él.

-hay Hipo, ¿por qué no puedes hacer algo tan simple como obedecer?.- pregunto Bocon cuando ya estaban cerca de la casa del jefe.

-Bocon, tú más que nadie sabe cómo soy... Yo simplemente intento hacer que algo me salga bien.- dijo deprimido Hipo, ya parado afuera de su casa.

-sí, se cómo eres... Por eso te digo... Deja ya de actuar como alguien que tú nunca vas a poder ser.- es cruel, pero es la realidad, Bocon tiene razón, Hipo nunca va a poder ser un verdadero vikingo.

-Solo intento ser uno de ustedes.- comento Hipo antes de entrar a la casa.

Bocon se quedó viendo un rato la puerta mientras analiza lo que acaba de decirle su aprendiz. Suspira cansado antes de darse la vuelta para hacer sus deberes.

Yo derive a un dragón, yo derive a un furia nocturna. Esas palabras rodaban por su cabeza del castaño por lo que ha vivido y ha visto.

Si lo encuentro y traigo la evidencia ante mi padre podré ser aceptado por todos y ya no estaré solo.- dijo Hipo para sí mismo.

Y con una mirada decidida. El castaño sale por la puerta trasera de su casa, asegurándose que nadie le viera mientras se adentra en el bosque en busca del Furia Nocturna.