Perlas
Viñeta 1: Amor enfermo
(La Casa de los Espíritus- Isabel Allende)
Cuando Amanda pasaba por su lado vestida con un delantal azul y zapatillas de goma, Jaime creía sentir en sus oídos el tintineo de sus collares y pulseras de gitana.
Sabía que no era más que intento inconsciente de volver a verla como cuando eran jóvenes, y todavía no tenían el alma y el destino marcados a fuego. A los veinte años, un abanico de posibilidades deslumbrantes se les hubiera abierto a los dos, aunque ella ya tuviera el alma muy vieja, mutilada por sus ideas existencialistas y marcada por esa promesa que aún no sabía que tendría que cumplir al pie de la letra, y él ya hubiera sucumbido a ese racional fanatismo idealista, a ese profundo sentido del deber y la honestidad, y a esa sentimental entrega a cualquier otro ser vivo que serían su ruina. Por ese entonces, ya ambos sentían la intuición de su destino, pero no los había separado eso, sino el amor que ambos sentían por Nicolás, que fue más fuerte que el que se habían tenido entre ellos.
Veinte años después, y cuando los dos tenían un pie al otro lado del abismo, la vida había tenido el descaro de volver a encontrarlos.
Para Amanda, Jaime era el centro de la manía, un pilar al que aferrarse para evitar ahogarse en el mar de la adicción.
Para Jaime, Amanda era el pasado, un dolor infinito, una amante tumultuosa a la que no se creía capaz de complacer.
El amor que hubiera sido perfecto en su pasado, en su presente solo podía ser enfermo.
Amanda volvió a pasar por al lado de Jaime y le apretó levemente una muñeca. Él sonrió. Lo hacia sentirse acompañado, y le hubiera gustado amarla.
Pero miró a su alrededor y recordó que los médicos estaban en huelga, el país en crisis y el hospital en quiebra. Él vivía para sus enfermos, les dedicaba dieciocho horas diarias y, cuando dormía, tenía pesadillas con todos los que no podría salvar, con todo lo que no podría hacer ni aunque se multiplicara por mil. No tenía fuerzas, tiempo ni interés para nada más.
Aunque aún se hubiera podido hacer algo por él, salvar vidas era más importante que salvar el amor agonizante.
------------------------------------------------------------------------
Los amo a los dos por separado (Jaime es mi personaje favorito), y más aún juntos. Pero me da pena que el destino haya decidido juntarlos… demasiado tarde.
¿Comentarios?
Lean, escriban, sueñen, amen, sonrían
Estrella
