Voy a reinventarme. Lo voy a hacer en serio. A dejar a un lado todos los errores que he cometido y a encarar las consecuencias aunque me duela y me duela mucho. Sacaré las facturas y haré cuentas. Contestaré las llamadas aunque esté asustada y bastante. Me mudaré si es necesario porque no puedo pagar nada. Soy un desastre.
Tengo bien clavada tu mirada cuando te lo dije. Tu furia, tu impotencia, tu dolor. Te traicione. Estamos destinados a estar juntos desde que éramos niños y cuando finalmente lo logramos te hago esto. Me merezco tu desprecio. Tú también me has hecho mucho daño pero está claro que la que más se ha equivocado he sido yo.
Yo estaba destinada para el éxito y un día me perdí en el camino. Creí que todo sería mucho más fácil. No lo fue. No pude soportar la presión. Y mantuve la careta hasta que ya no pude y me derrumbe. Quisiera decir que es excusa suficiente pero sé muy bien que no lo es.
Recuerdo que de adolescentes me cambiaste por otra aunque yo sufrí y sufrí por ti; tú no. Aguantaste un año y la buscaste a ella, más joven y más guapa pero no funciono. Y acabaste regresando a mi porque simplemente estaba destinado a ser, porque simple y sencillamente tenemos una química que ninguno de los dos encontrará nunca en nadie más. Pero que te cansaras de buscarme cuando había sido tu error y eligieras remplazarme me dolió, demasiado, tanto que juré vengarme de ti pero necesito que entiendas que esa nunca fue realmente mi intención.
Te recuerdo con el uniforme escolar empujando a aquel chico que me había ofendido sin importarte que había sido mi culpa. Lo recuerdo tan nítido a pesar de que han pasado años; la sangre en la comisura de tu boca, tu puño cerrado, tu mano ensangrentada. Por eso esta vez cuando te he vuelto a ver hacerlo me he sentido mucho más turbada; porque ya no somos todos niños, no se trata de un beso robado, un mal de palabras y nuestra relación tiene más intensidad en absolutamente todos los aspectos.
Estoy tomando mi maleta. No hay manera de que me perdones y lo entiendo. Yo no sé si te perdonaría. Estamos destinados a estar juntos desde que éramos niños pero al mismo tiempo estamos condenados a ser un par de idiotas, cuando no tú lo seré yo así que esto jamás funciona. Voy a irme con el corazón hecho pedazos, con el alma rota, sin autoestima, sin dignidad, sin nada pero voy a superarlo. Volveré a crecer y habré de reinventarme, lo voy a hacer en serio.
Nos volveremos a ver dentro de otros diez años. Te amo y siempre te amaré. Quizás la tercera sea la vencida. Quizás la tercera nunca exista.
