Lo personajes de Inuyasha no me pertenecen.

La historia es mía :D.

Esta historia esta basada en una experiencia propia, si, yo era la pobre Kagome T.T (malditas amigas .)

Un grupo de amigas se encontraban bebiendo en una mesa apartada de un boliche. Riéndose entre ellas, cada tanto mirando disimuladamente a los sujetos que se encontraban bailando, como si estuvieran buscando una presa.

Dentro de aquel grupo se encontraban dos muchachas muy parecidas, casi idénticas. Una poseía el pelo negro como la noche, extremadamente lacio que le llegaba hasta la cintura. Sus ojos azules y fríos, su tez extremadamente blanca, su figura perfecta, la cual se denotaba mas con el vestido negro al cuerpo que llevaba.

La otra muchacha poseía el pelo negro con reflejos azules, lacio, salvo en las puntas, donde se formaban unos pequeños rulos . Sus ojos celestes, que expresaban ternura e inocencia, su tez también era blanca, pero no tanto como la otra, su figura igual de perfecta, la cual se apreciaba mejor gracias al top negro que dejaba al descubierto su abdomen y el pantalón ajustado a sus piernas.

-Kikyo, Kagome, deben admitir que ustedes jamás participaron en una apuesta que vaya contra sus ideales- pronuncio una de las chicas divertida mirando a las jóvenes que se parecían.

Las aludidas intercambiaron miradas, la de ojos azules miro con indiferencia a Sango, mientras que la de ojos celeste, frunció el seño enojada.

-disculpa por tener cordura- respondió con tranquilidad Kikyo.

-¡no es verdad Sango! Yo he hecho varias locuras…-pronuncio Kagome ofendida.

-vamos Kag, el decirle a tu madre que te ibas a dormir y pasar la noche despierta no es una travesura- pronuncio riendo la pelirroja.

-¡Ayame! –grito enojada, mientras que sus mejillas se teñían de un color rojo. Kikyo, que se encontraba a su lado no pudo evitar soltar una leve risa- ¡Kikyo! Eres mi hermana, ¡se supone que debes defenderme!

-discúlpame Kag, pero las chicas tiene razón, tu jamás has roto las reglas – dio un pequeño sorbo a su vaso, para luego seguir hablando- es cierto que tampoco lo he hecho, pero lo mío es por motivos diferente, simplemente no me interesa hacer locuras, en cambio a vos te da miedo….

Kagome se sentía traicionada por su hermana y burlada por sus amigas. Si, era verdad, ella era una chica buena y eso no tenia nada de malo, ¿no?.

-hagamos algo, hoy las hermanas Higurashi harán algo que no les gusta – expreso Ayame con una sonrisa llena de maldad.

Kagome al ver aquella mirada que tanto conocía en su amiga lo único que pudo sentir es temor por su vida, mientras que Kikyo simplemente se dedico a ignorarla.

-no cuenten conmigo, no le veo el sentido- se limito a responder Kikyo.

-ni conmigo-apoyo Kagome.

-¡vamos chicas! O me van a decir que las hermanas Higurashi le tienen miedo a un simple reto- hablo Sango- de Kagome me lo esperaba, pero de ti Kikyo, ¿también tienes miedo? –la mirada café se enfrento con la azul de la aludida, en una lucha de poder.

-acepto- respondió ofendida. Nadie llamaba cobarde a Kikyo Higurashi- y mi hermana también acepta- mejor dicho, nadie llamaba cobarde a las hermanas Higurashi.

Kagome al oír la respuesta de su hermana no pudo evitar ponerse nerviosa. ¿Qué había hecho Kikyo?¡Se había vuelto loca! Había puesto sus vidas en las manos de sus desquiciadas amigas.

Sango y Ayame se alejaron de ellas, para poder hablar sobre que le harían hacer a las pobres hermanas, momento que aprovecho Kagome para reclamarle a su hermana.

-¿Estas loca Kikyo? Yo no pienso participar…

-vamos Kag, no será nada complicado, conociéndolas solo nos harán besar con algún desconocido.

Kagome se puso pálida. Ella jamás se había besado con un extraño, a lo largo de sus veinte años solo había tenido dos novios, los cuales fueron los únicos que pudieron tocar sus labios. Y ahora le venia su hermana con que se calmara.

-Kikyo...yo…tu…¡estas loca!- exclamo frustrada.

Kikyo sonrió con ternura, mientras que despeinaba un poco a su hermana. A veces olvidaba lo exagerada que podía llegar a ser.

-ya sabemos que harán- exclamaron Sango y Ayame al mismo tiempo.

Las hermanas se dedicaron a mirarlas, esperando el veredicto.

-ustedes deberán besarse con alguien esta noche- empezó a decir Ayame- pero antes de decir con quien les aclaramos las reglas, si ustedes pierden deberán limpiar nuestro apartamentos por un mes, lo mismo pasara si nosotras perdemos.

Kikyo sonrió, sus amigas eran tan predecibles.

Sango se dedicaba a mirar a los alrededores, buscando los afortunados que recibirían un beso de las hermanas Higurashi, hasta que un grupo de muchachos hicieron su aparición por la entrada. Una sonrisa de victoria se formo en su rostro, esta apuesta la ganarían ellas.

-y no a cualquiera, sino que a los hermanos Taisho…-pronuncio feliz Sango.

El rostro de ambas hermanas de deformo, mostrando sorpresa. Kikyo no daba fe a lo que había oído, mientras que Kagome estaba apunto de desmayarse.

-decidan quien ira con quien- agrego Ayame.

-yo elijo a Sesshomaru – respondió Kikyo, aprovechando el estado de shock de su hermana. Si ella iba a besar a un Taisho, por lo menos seria al que ella consideraba apto.

-pero yo odio a Inuyasha, es un maldito patán sin modales-exclamo enojada Kagome una vez que salió de su shock.

¿Ella debía besar a Inuyasha? Por lo que recordaba, jamás se habían llevado bien, él cada vez que podía la molestaba, era un maldito patán, egocéntrico que se creía que todas las chicas enloquecían por él. Era cierto que Inuyasha era un joven muy apuesto, cuerpo de atleta, pelo negro, con un corte rebelde y unos ojos dorados capaces de hipnotizar a cualquiera. Si era hermoso, pero lo que tenia de hermoso lo tenia de incompetente y eso era algo que ella no soportaba.

Miro a su hermana dolida. Claro, Kikyo había elegido al elegante, caballero, apuesto y sobre todo frio de Sesshomaru. El hermano mayo de Inuyasha era hermoso también, cuerpo perfecto, el pelo blanco y corto, sus ojos de color oro, con una mirada mas fría que la de su hermana.

-discúlpame Kagome, pero sabes que Inuyasha no merece probar mis labios-Kikyo poso su mirada en Sesshomaru, por lo menos Sesshomaru era mas interesante, por lo que sabia era un sujeto serio, que se relacionaba lo justo y necesario, no le interesaba que lo vieran con arrastradas, era todo un reto.

Kagome temblaba. ¿Con que cara haría eso?. ¿Cuántas veces ella misma le había dicho a Taisho que antes de besarlo preferiría tirarse de un puente? ¡Él se burlaría de ella toda la vida!. Miro con odio a sus amigas, ¿qué clase de amigas le harían eso?.

-suerte amiga-sonrió con inocencia Sango.

-es hora de afrontar tus miedos Kagome- agrego divertida Ayame.

-vamos hermana, es solo un beso, no es como si te fueras a casar- Kagome miro a su hermana como si tuviera dos cabeza. ¿Cómo le podía decir eso tan tranquila? Cierto, su hermana se besaría con Sesshomaru, el cual no era un maldito patán como Inuyasha.

Trago duro, era hora de la verdad….

¡Hola! Bueno, hace poco volví a fanfiction y publique "Ya no" para las que lo leyeron, puede que tenga una continuación contada por parte de Inuyasha, pero dentro de un tiempito, la facultad y el trabajo no me dan un respiro T.T.

Cualquier cosa que piensen me dejan un reviews así me ayudan a mejorar! :D

Sin mas me despido…Kat…