Bulma es fujoshi.

Bulma narra.

Me encontraba en mi laboratorio, la convención científica sería dentro de poco y no había tiempo que perder. El tema de éste año sería la psicología y temas relacionados a la mente humano, el problema es que, no había pensado en absolutamente nada para presentar.

Pensé y pensé.

—¿Ya se ha logrado el trasplante de cabezas?—me cuestioné. Si ya era así, podría investigar sus efectos y presentarlos, si no era así, yo misma me encargaría del trasplante.

¡Manos a la obra! Me levanté y me dirigí hacia mi computadora, me senté en la silla del escritorio y me puse a teclear.

Ya

Apenas escribí esas dos letras, en las sugerencias salió una palabra que no sabía que me cambiaría la vida: yaoi.

En ese momento no le tomé importancia y seguí con mi búsqueda.

—Tal parece que alguien ya lo hará en la convención—susurré con decepción—tal vez si me distraigo un poco pueda pensar en algo.

Recordé esa palabra tan rara, yaoi. ¿Qué era? Si era tan buscada sería por algo.

Tecleé esa palabra y rápidamente el buscador arrojó miles de resultados.

—Es un género donde se representa la relación amorosa entre dos hombres—leí en voz baja—¿quién vería algo así?—pregunté al aire—bueno, tal vez si investigo un poco más pueda sacar alguna idea.

Tres horas después, ya había leído la mitad de un manga y me había informado más, por alguna razón que no llego a entender, me gustó, no... ¡Me encantó!

—Vaya, ¡qué genial es esto! pero, ¿qué podría presentar en relación al yaoi?—hablé caminando de lado a lado por el laboratorio.

—Mamá—dijo Trunks entrando—el señor Gokú y mi papá ya llegaron de entrenar con Whis.

Bingo.