Agarro la carpeta que me acaban de lanzar el general, el no dice nada solo se queda parado cruzado de brazos mientras me miraba con una cara fría. Empiezo a leer todo el informe. Al terminar de leer solo lo arrojo a la mesa
-¿algo más que deba saber?- le dijo con la expresión más fría que puedo. El general solo dio un largo suspiro y su rostro se suavizo
-nada, solo se sabe que abandono su residencia y por lo que hemos podido encontrar huyo a América- mi superior solo cerró los ojos y los abrió unos momentos después- ahora que lo pienso si hay algo que olvide decírtelo- el se acerca a una estantería y saca otra carpeta y la abre para darle un leída rápida- el ha dejado a su hija abandonada, ella podría ser de gran importancia en este caso, no quiero que se desate la tercera guerra mundial por culpa de esa bastardo- el me entrega la otra carpeta- ya la hemos reclutado, en estos momentos está en el cuartel general- el pasa por mi lado y abre la puerta- sáquele toda la información que puedes, puedes usar todo los métodos que quieras- doy una sonrisa- …pero no exageres, te conozco, no olvides que es nuestra única fuente de información… y también es una mujer- al terminar de decir eso, sale por la puerta dejándome solo en la oficina
Me siento en una silla y apoyo la carpeta en la mesa de roble para empezar a leer.
Así que este bastardo tiene una hija. Esto es interesante. Yui Komori, descendiente de japoneses, nació en Francia, en 1997, 17 años de edad, mi misma edad, hija ilegitima… esto se pone interesante. Vivió toda su vida en Francia, menos los últimos dos años que vivió junto con su padre en España antes que él la abandonara. Doy una sonrisa al ver su foto, es hermosa, ojos de color rosa, pelo rubio largo, cuerpo y aparecía delicada. De seguro mi nuevo juguete. Me rio un poco antes de pararme y arreglarme un poco.
Abro la puerta y al salir la mayoría de los soldados me saludaran
-descansen- le dijo con voz firme, ellos se pusieron en posición de firme y empezó a caminar por el pasillo- mañana por la mañana quiero que traigan a la chica- les dijo sin dejar de caminar, todos respondieron con "sí, señor", doy un gran sonrisa y trato de no reírme, ya quiero que Teddy se entere.
Voy a romperla hasta que me cuente todo y al hacerlo la voy a desechar
