¡Saludos!

Bueno, no quiero spoilear a nadie, así que si no has visto los últimos capítulos de SU, "Lars of the stars" y "Jungle moon", bueno, te recomiendo que no leas este fanfic.

Creo que el título del mismo hace muy fácil de deducir sobre que tratará, así que no los entretendré más y espero que lo disfruten.

Steven Universe, al igual que todos los personajes que conforman la serie, no me pertenecen sino a Rebecca Sugar y Cartoon Network.


Lazuli de las estrellas

-Y listo, con eso debería quedar- dijo Lars mientras se levantaba del piso.

Estaba en el pequeño taller improvisado del "Incinerador solar" reparando su nave-prototipo, que quedó en mal estado después de que escaparan de Esmeralda y tuvieran que rescatar a Stevonnie. Algunas piezas se perdieron en la jungla, pero él encontró los repuestos suficientes dentro de la nave. Ahora, sujetando una herramienta, parecida a una llave de la Tierra, la empezó a inspeccionar cuidadosamente.

Puso su mano sobre la cabina cuando el chillido de alarma del "Incinerador solar" lo hizo olvidar por completo su proyecto actual y encaminarse a la cubierta de la nave, tomando su capa de la mesa de herramientas antes de salir del taller.

Cuando llegó ahí notó que las gemas estaban alteradas. Rodonita estaba enfrente de los sensores de movimiento de la nave, mirando la pantalla, mientras que las gemelas de Rutilo estaban revisando el armamento de la nave. Padparacha, por su parte, estaba a un lado de la silla del capitán, como si estuviera esperándolo, y Fluorita no estaba ahí.

- ¡Nos encontraron! - exclamaba Rodonita abrazándose.

-Eso es imposible- contestó una de las gemelas.

-Esta zona no tiene colonias de las Diamantes- terminó la otra.

-El capitán está entrando- dijo Padparadcha mientras Lars pasaba a su lado.

- ¡Capitán! Qué bueno que llegó- dijo Rodonita levantándose de su asiento. -Tenemos un grave problema…-

-No es tan grave- dijo una de las gemelas, que ahora estaban paradas junto a Rodonita.

-Ni siquiera sabemos si es un problema- concluyó la otra.

-Esperen, esperen. ¿Qué está pasando? - preguntó Lars mientras se sentaba en su silla.

Rodonita y las gemelas se miraron rápidamente antes de responder, pareciera que estaban decidiendo quién debía decírselo.

-Los sensores indican que hay "algo" moviéndose cerca de nuestra posición- dijo Rodonita, señalando la pantalla en frente que antes estaba revisando.

- ¿Algo? Entonces no es una nave- comentó Lars al dirigirse en esa dirección.

-No es tan lento como un meteoro o un cometa- dijo una de las gemelas detrás de Lars.

-Pero tampoco es tan rápido como una nave- continuó la otra-, es algo que se mueve en línea recta, cambiando de dirección si hay algún objeto en su camino.

- ¿Los sensores han detectado algo más? ¿Ha intentado contactar con nosotros? – preguntó Lars al observar el pequeño punto de la pantalla moviéndose lentamente en línea recta y luego moverse un poco a la derecha.

-No capitán- respondió Rodonita-, pareciera que no nos ha visto-.

-O nos está ignorando- continuó Lars.

- ¿Cuáles son sus órdenes, capitán? – preguntaron las gemelas al unísono.

Lars se quedó en silencio por un momento. No podía arriesgarse a enfrentar algo que no sabía exactamente qué era o si era una amenaza para ellos. Lo único en lo que podía pensar era en que ese "algo" fuera lo que fuese, parecía que estaba dirigiéndose a lo más alejado del sistema, como si estuviera evitando toparse con la Tierra o con las colonias de las gemas.

-Iré a investigar que es esa cosa- decidió Lars mientras se volteaba a ver a su tripulación, o por lo menos a la que se encontraba en la cubierta. -Rodonita, quedarás a cargo en mi ausencia. Si ves algo sospechoso o que yo no regreso en una hora, disparen- concluyó él, dirigiéndose al taller.

-Pero capitán, no podría…- comentó Rodonita antes de ser interrumpida por Lars.

-Es una orden. Cuento con ustedes- terminó él, y antes de que se cerraran las puertas hizo su ya conocido gesto entre ellas de "Bingo Bongo".

La cubierta quedó en silencio mientras las gemelas se quedaron viendo a Rodonita. Era la primera vez que estaba a cargo, y a ella no le gustaba la idea de tener que ser la capitana ahora, era demasiada responsabilidad para ella, o para cualquiera de las otras gemas. Padparacha rompió el silencio al comentar:

- ¡Oh! El capitán saldrá de cubierta y dejará a Rodonita a cargo- comentó Padparacha sorprendida.

Lars no estaba seguro de que fuera una buena idea, pero no quería arriesgarse en revelar la nave y a su tripulación a alguien que no conocía, claro, suponiendo que exista un alguien a donde se dirige. El motor encendió a la perfección y todos los sistemas estaban operando con normalidad. "¡Vaya! No sabía que era tan buen mecánico" pensó él mientras revisaba los instrumentos de la nave, y que no olvidaba su desestabilizador de gemas, cortesía de Esmeralda.

-Abran la puerta- ordenó Lars a las gemelas, quienes inmediatamente lo hicieron.

-Tenga cuidado, capitán- dijo Rodonita en su comunicador para que él la pudiera escuchar.

-Regresaré antes de que se den cuenta- comentó con una ligera risa burlona.

Había salido del "Incinerador solar" exitosamente en su nave-prototipo y ahora se dirigía al encuentro de ese "algo". Esperaba que realmente fuera un "algo" y no un "alguien", de lo contrario tendría que pensar rápido y decidir si se encontraba con un amigo o un enemigo. No les tenía miedo a las gemas del Planeta Madre, pero prefería evitar cualquier conflicto con ellas de ser posible, después de todo, no estaba Steven para curarlo como la última vez.

Este pensamiento le hizo sentir un escalofrío. Desde que Steven regresó a la Tierra por medio de su cabeza, trataba de no hacerse demasiadas preguntas sobre qué era él ahora. Le gustaba pensar que se había convertido en alguien mejor, que tal vez seguía sintiendo miedo, pero tenía una buena razón para ser valiente ahora.

Suena un bip-bip-bip en su pantalla. Se acerca al "algo". Al mismo tiempo, tiene una comunicación entrante de las "Descoloridas".

-Capitán- exclama Rodonita-, los sensores indican que debería estar cerca de esa cosa. ¿Lo puede ver? ¿Qué es? – pregunta, con más angustia que curiosidad.

- ¿Es una nave del Planeta Madre? – pregunta una de las gemelas.

- ¿O es un meteoro? – preguntó la otra.

Lars se queda callado, sus ojos se abrieron hasta parecer platos y casi olvida respirar. No puede creer lo que está viendo justo ahora frente a sus ojos. "Creo que he enloquecido" piensa, "porque, esto no es posible, ¿o sí?". Delante de su nave se encontraba una gran burbuja de agua que rodeaba parcialmente a lo que parecía un granero de la Tierra, pero con muchas modificaciones, como la mitad de una camioneta en la pared de la entrada, o la mitad de otro granero en otra de las paredes. Y al lado del granero logró ver algo azul que se movía. Tenía alas hechas de ¿agua?, y estaba de espaldas a él, así que no lo había visto todavía. Entonces vio que en medio de su espalda algo brillaba con forma de una gota de agua.

-No es una nave del Planeta Madre, es una gema- es lo único que pudo decir Lars antes de sentir la mirada de la gema sobre de él.