Nueva historia, corta y que tenía clavada desde hace mucho tiempo, pero que mejor traigo que me distrae de escribir mi otros dos fics, supongo que los iré alternando (Aun que ya soy bastante torpe con mis publicaciones pero bueno, que más da) No le tomen importancia solo disfrútenlo, eso si, sino te gusta el OoC o buscas tramas con más evolución es mejor que tomes tus precauciones aun que... Mejor no preguntes, solo gózalo.
Prologo.
"El internado Otonokizaka, un lugar que es considerado por muchas personas como una institución de elite, pues siempre se ubica año con año y generación a generación entre las diez mejores escuelas de todo el país, ocupando el puesto numero nueve, y aun que debería ser una razón de orgullo aunado a una envidia de sus rivales de la zona, la realidad era otra, a pesar de la fachada de escuela número uno de Akihabara, dentro de sus pasillos existía un secreto a voces que era lo que verdaderamente le daba fama a la escuela y eso era…"
En un lugar de la escuela, en la parque que se supone que es el cuarto de calderas, se podía escuchar el bullicio de varias de voces que eran acompañadas por la suave melodía de los golpes secos sobre la humanidad de una pobre víctima.
Un chico de cabello negro y ojos rojos estaba en el suelo, con un ojo cerrado, sangre saliendo de su boca y marcas de golpes por todo su cuerpo, su uniforme era un desastre cubierto de sudor, lagrimas, sangre y tierra. Con toda la voluntad y fuerza que le quedaba intentaba ponerse de pie.
—¡Ya quédate abajo! —Decía la multitud con una enorme sonrisa en los labios.
—¡Nico-kun! —Gritaba una chica de enorme delantera, cabello purpura, ojos esmeralda. Sudaba fríamente.
—V-vamos Umi—Nico se ponía de pie, mientras se limpiaba la sangre de la boca con el antebrazo, sus piernas temblaban y apenas se podía mantener de pie, pues sus piernas temblaban como gelatina—Aun es el primer asalto.
Su rival un pulcro chico de cabellera azul y ojos azules, que apenas y lucia cansado, lo miraba con aburrimiento, se sobo la nuca para luego levantar su guardia.
—¡Así me gusta! —Haciendo un esfuerzo sobre humano, Nico avanzó hasta donde Umi, solo para ser recibido por un golpe en el plexo solar, que lo dejo inmóvil y antes de que sus piernas resintieran el efecto, el de cabello azul lo terminó con una patada alta a la cabeza para al fin dejar fuera de combate a su rival.
—¡Nico-kun! —La chica de antes, acompañada de otras, entraba apresurada y tomaba entre sus manos a el chico.
La multitud explotó, todos parecían monos disfrutando de un circo, cosa que no parecía ser del agrado de todos. En especial del vencedor de dicha pelea. Odiaba eso con todo su corazón, pero no había otro medio para llegar a ser el más fuerte
—¿No crees que te pasaste un poco? —Dijo un chico de cabello gris mientras el de cabello azul caminaba a la salida
—Solo le di lo que buscaba…
—Que considerado, el príncipe de hielo complaciendo a sus súbditos…
—Cállate y larguémonos de aquí… Hoy va a llover…
—Como ordene su majestad…
