-John, ¡Dámelo!-
-No,no pienso hacerlo-
El Doctor Watson observó como su compañero, el único detective asesor del mundo revolvía todos los papeles posibles. El último caso había sido hacía una semana, y no habían podido encontrar nada más que calmase la ansiedad de su compañero, Sherlock Holmes. Necesitaba su dosis de nicotina y John,como de costumbre, lo había escondido debido al trato que hicieron hace tiempo.
-¡John! Sabes que lo necesito-
El doctor iba a contestar cuando Sherlock le hizo una señal para que no hablase. Unos pasos resonaban en el parqué del recibidor.
'Zapatos de piel. Número 42. Hombre. Colonia barata y rastro de olor a crema de afeitar. Olor a café alrededor de su chaqueta, colgada en su brazo' Sherlock hizo el rápido análisis y murmuró:
-Lestrade-
Cómo había dicho el detective, el inspector Lestrade entró en el piso que el doctor y Sherlock compartían. Los miró a ambos y movió la cabeza a modo de saludo.
-Sherlock...-
-Caso complicado por lo que veo inspector- Éste se limitó a suspirar. Sabía que Sherlock lo había adivinado dios sabía como.
-Sí, necesitamos...-
-Dame 15 minutos-
Sherlock desapareció para meterse en su habitación y volvió a los 15 minutos justo, tal y como había dicho. Watson estaba levantándose mientras Sherlock se ponía su conocido abrigo y su bufanda. Éste salió como una exhalación por la puerta seguido del doctor Watson y el inspector Lestrade. Subieron al coche y se dirigieron a las diligencias de Scotland Yard.
-¿Y bien?-La curiosidad de Sherlock salió a flote.
-No sé si has oído los asesinatos alrededor del teatro...-
-Sí, ahí es donde están representando El Fantasma de la Ópera ¿No?-
-Exacto. Unos cadáveres aparecieron apuñalados alrededor del teatro. Casi todos eran actores o personajes que trabajaban de manera cercana con los protagonistas-Lestrade sacó una foto de un hombre de unos 30 años de ojos castaños, atractivo y pelo oscuro-Jason Marck. Interpreta al Fantasma. Hemos llamado a la protagonista que interpreta a Christine Daaë. Quizá sepa algo o haya visto algo sospechoso en los ensayos-
-¿Tienes foto?-
La voz fría de Sherlock resonó en el coche policial pero éste frenó y los ocupantes bajaron y se dirigieron al despacho de Lestrade. Allí se encontraban Anderson y Donovan, que apenas miraron a Sherlock. Después del error que sufrieron con Moriarty no se atrevían a mirar a Sherlock a pesar de su adversión por el detective.
-Bien, Lestrade, debería...-Un agente interrumpió la posible perorata de Sherlock,lo que alivió a todos, incluido a Watson, que a veces era insoportable.
-Inspectores, la señorita Laforet está aquí-
Sherlock frunció el ceño y miró a Lestrade quien le murmuró: 'La protagonista' El agente desapareció y el detective se acercó al tablón donde se encontraban todos los detalles del caso. Lestrade sabía como trabajaba Sherlock y apuntó todo lo que veía en las escenas del crimen.
Unos tacones resonaron en el pasillo aunque amortiguados debido a la alfombra. Minutos después una chica apareció por la puerta y observó a todas aquellas personas que la miraban en ese momento. Sus rizos de color rojo intenso enmarcaban su cara haciendosela enigmática y sus ojos castaños brillaban. Lestrade fue el primero que la saludó.
-Señorita Christine LaForet, gracias por venir. Sé que puede ser difícil para usted-
-No es nada inspector-
Aquella dulce voz hizo girarse a Sherlock que observó a la chica por primera vez. Sus labios se entreabieron lentamente. Aquella chica de pelo rojo era extraña. La ropa que llevaba no era adecuada a su cara y su posible forma de ser.
-Francesa. Seguramente nacida en París o alguna ciudad de esa zona. Aproximadamente 20 años. Por lo que...-
-Sherlock-
-...veo tiene usted un perro. Sus manos son cuidadas pero las palmas tienen algunos callos, por lo que ha hecho trabajos pesados alguna vez. Ese rojo es demasiado intenso para ser natural.-
Christine se limitó a observar a Sherlock Holmes con una sonrisa en su cara y se giró hacia Lestrade.
-¿Es él?-Al ver la cara de resignación del inspector, Christine supo que era él, el detective tan famoso en Londres. Christine se limitó a aplaudirle y su sonrisa se ensanchó más.
-Buen trabajo monsieur Holmes, pero...-
-¿Pero?-Sherlock puso énfasis en la frase y arqueó una ceja mostrando su descontento.
-Sí, ni soy pelirroja y tengo un perro, pero no, los callos no son de trabajos pesados...-Christine se dirigió a la puerta en compañía de Lestrade que la había abierto y esperaba para poder hablar con ella tranquilamente. Puso una mano en la puerta y sonrió a Sherlock-Buen análisis señor Holmes,pero no soy francesa. Buenas tardes a todos-
Aquello le era familiar al detective.
Era la segunda vez que una mujer era superior a él.
