Prólogo
Los Akatsuki caminaban despacio, uno iba delante, tendria unos 15 aЯos, era algo bajito, con la mirada seria y el Sharingan en sus ojos, llenos de odio contenido. El otro tendria... 20, era más alto, y tenia las cejas algo pobladas, mirada seria pero afable, no parecia mal chico. Pararon frente a la puerta de Suna, y el del Sharingan miró fijamente a uno de los guardas, sonrió y susurró algo. El guardia cayó atravesado por un Sembon parecido a los de Haku, la puerta de Suna se abrió, y la del infierno tambien.
