Invader Zim no me pertenece, y este es un Universo Alterno.

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Wonderland on New Jersey

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Antes de New Jersey

File 1

-Parte 1-

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-Otro día en el paraíso- Bill mira con mala cara la escena del crimen. Eran un par de cuerpos completamente mutilados. Los forenses hacían lo posible por recoger los trozos de carne humana esparcidos en ese callejón.

-Maldición ¿Quién demonios es este tipo? Ya van cuatro carnicerías como esta en la semana- Bill revisa con insistencia los bolsillos de su gabardina hasta que al fin da con lo que estaba buscando, un paquete completamente aplastado. Busca en su interior el último cigarrillo que le quedaba y rápidamente comienza a encenderlo.

Una mano salida de la nada se lo saca de la boca –Ya deja eso, te va a matar- un hombre de cabello rubio lo mira con calma mientras lanza el cigarrillo al piso y lo aplasta.

-Ese era el último de hoy-

-Ya sabes lo que dicen, o lo dejas o no lo dejas- el hombre mira con interés la escena del crimen, los trazos irregulares del asfalto con yeso brillante y la gran cantidad de cámaras que capturaban fotografías de la evidencia.

-No estamos en nuestra jurisdicción, así que no llames mucho la atención, Eddie- Bill advierte al rubio para que no este metiéndose con los forenses

-Mi segundo nombre es discreto, solo voy a curiosear como cualquier paisano- Eddie se aleja un poco de Bill para acercarse a una de las forenses, observa como toma la mano que estaba tirada en el piso y frunce el ceño al ver el corte. Era limpio pero no parecía haber sido hecho por un cuchillo afilado. Solo algo más fino… un escarpelo ¿Tal vez?

-El mismo modo operanti, a este tipo le gusta mucho su rutina- Mira a Bill a lo lejos respondiendo a las preguntas de algunas personas, tranquilizando a las ancianas y consolando a las pobres mujeres aterradas.

Era verdad, este era otro día en el paraíso, en donde estaba seguro que nadie estaría a salvo hasta que esto termine.

La pregunta ahora era ¿Quién lo había comenzado y por qué?

……………….

Ese lugar estaba demasiado oscuro, por eso se había tropezado con una de las mesas que había por allí. Zim estaba un poco molesto por buscar a Dib en ese lugar tan oscuro y lleno de cosas que pueden derramarse. Siempre que iba allí, tenía la sensación de que nunca iba a llegar al otro extremo de ese cuarto oscuro.

Pero esa sensación parecía desaparecer cuando veía la penumbra rojiza extenderse en el suelo. A partir de allí todo era sencillo, solo tenía que seguir esos tenues rayos de luz rojizos.

-No me digas que aún sigues trabajando en eso-

El joven que estaba revelando unas fotos, se asusta y lanza el tarro de fijador al piso.

-¡Zim! ¡No me asustes así! ¡¿Cuándo vas a aprender a tocar?!-

Dib trata de reponerse ante la mirada divertida de su amigo. Zim se veía como un sujeto ordinario, con ese cabello color negro desordenado y su playera color magenta que le llegaba hasta las rodillas. La única excepción en esa apariencia normal, eran esos lentes de contacto color violeta que insistía en usar. Lo que Dib ignoraba en ese momento, era la piel verde, los enormes ojos color carmín y las largas antenas que estaban debajo de ese disfraz. Pero lo que él no sepa, no lo dañara.

-Ya no grites tanto- Zim hace un ademán para calmar al humano, y este le sonríe un poco apenado. Dib ya no solía usar su gabardina negra, ahora siempre llevaba puesto un sweater color azul y casi siempre usaba esos feos pantalones que parecían ser dos veces su talla. Pero a Zim le gustaban esos horribles pantalones, eran un poco cómicos y a veces dejaban ver su ropa interior.

Tratando de ignorar hacia donde iban esos pensamientos, comienza a curiosear el trabajo de Dib. Zim se detiene a mirar una de las fotos que el humano acababa de revelar, la toma entre sus dedos con cuidado. Le llamo demasiado la atención. No le gustaba para nada que esa foto estuviera allí, y no pudo evitar fruncir el ceño.

-¿Cuándo la sacaste?- La voz de Zim sonó un poco severa, pero Dib no parecía notarlo, estaba muy ocupado tratando de limpiar el desastre que había hecho.

-Hace como 24 horas atrás… no puedo creer que Sarah haya muerto- Dib mira el negativo de la foto de Sarah y luego se lo da a Zim -¿Crees que debería destruirlo?-

-No, es una buena foto, Dib- Zim observa el negativo con duda, no quería que esa foto existiera pero ya estaba hecha. Por suerte, parecía que Dib no tenía deseos de conservarla –La guardare por si cambias de opinión-

-¿Por qué crees que la hayan matado?- Esa pregunta no venía al caso. Pero Dib siempre había sido curioso, y todo tiene siempre una razón ¿Cuál era la razón para matar a Sarah?

En lo que concierne a Zim, todo esto era demasiado confuso, pero sabía que tanto él como Dib estaban en medio de todo ese asunto. Aún así, haría todo lo que estuviera a su alcance para no permitir que el humano sea afectado por esto.

-No te preocupes por eso, la policía se encargara de encontrar al culpable- El alienígena que fingía ser humano, intentó sonar tan mundano como fuera posible, pero Dib seguía un poco escéptico ante esto, su curiosidad innata le obligaba atar cabos sueltos.

-La letra "M" ha desaparecido…- Dib comenzó a murmurar, pero dejo morir la oración en sus labios cuando escucho a Zim gruñir por lo bajo.

-Eso no es oficial, no lo hemos visto hace unas semanas pero debe estar bien- El chico mira a Dib con seriedad, dando a entender que no quería seguir hablando del tema. Dib se concentro guardar sus pertenencias en un bolso bastante amplio, que solía cargar desde hacia un par de meses a todos lados, tratando de olvidar ese tema.

–Dib, debo preguntarte algo-

-¿Hum? Ok, Dispara-

-¿Tienes ganas de seguir viviendo en este basurero?-

-¿Eh? Yo… no lo se-

-Larguemos nos de este sitio, cualquier ciudad estaría bien para terminar la preparatoria-

-¿Sigues con eso?-

-Odio este lugar y a toda su gente- Zim mira molesto una de las fotos que estaban allí, la que mostraba su antigua escuela primaria –Este odioso sitio solo implora ser destruido-

-No me gusta cuando hablas de esa forma- Dib termina de cerrar su bolso y asegurar sus correas -¿Qué película escogiste para hoy?-

-"Guía del viajero intergaláctico"-

-¿Eh? Sabes que yo no miro películas de extraterrestres, Zim-

-Vamos, esto es lo que necesitas, humor sin sentido y chistes malos, solo ignora a los extraterrestre- Zim levanta sus hombros un poco molesto.

-Solo por esta vez… espera un poco- Dib saca su cámara reflex y apunta con esta a Zim –Muy bien, dame tu mejor sonrisa-

Zim iba a protestar, hasta que se dio cuenta de cómo estaba sonriendo el humano. Ignorando todo lo malo que sucedía en esta ciudad, sin pesadillas ni obsesiones, solo su Dib.

Le sonrió de buena gana, porque detrás de ese disfraz también estaba sonriendo. El flash lo cegó por un momento, pero Dib se acerca a mostrarle la pantalla

-Ya está, tan fotogénico como siempre-

-Si lo sé, soy asombroso- Zim tironea de su brazo para salir de allí –Vamos, hay mucho por hacer-

No era que el Dib de hace unos años atrás no le cayera del todo bien a Zim, es más, esa forma de ser tan obsesiva y esa locura casi distintiva en él, era lo que le había llamado la atención desde el principio. Pero le gustaba como marchaban las cosas con este otro Dib, y quería asegurarse de que siguieran así. Por ese motivo estaba tan interesado en marcharse de esa ciudad con él.

…………….

Entonces: Sarah

Hace 72 horas atrás

Mi vida siempre resulto ser normal. Fácil y normal.

Sarah termina de lavar sus manos y luego cierra el grifo. Se mira al espejo y aprecia el pequeño barro que al fin se estaba curando. Sonríe un poco entusiasmada, luego se seca las manos.

Es porque no tenía que preocuparme por nada fuera de lo normal. Todo estaba bajo control en mi vida. Pero eso cambio cuando Dib dejo de ser un loco desquiciado, y comenzó a actuar como un chico normal.

Al entrar a la sala, ve a sus padres divertirse con un programa de televisión. Se mordió el labio, tentada en decirles algo. Pero las palabras jamás salieron de su boca.

-¿Sarah? ¿Vas a estudiar?-

-No papá, me voy a la cama- Sarah hace un gesto de impaciencia –Creo que me duele la cabeza-

-¿Quieres algún analgésico? Eso tal vez te ayude a dormir mejor-

-No te preocupes mamá, solo es un dolor de cabeza- La chica mira hacia las escaleras que daba a la planta alta, donde estaba su habitación –Me acostaré temprano, estudiare en la mañana-

Mis padres siempre me han cuidado. Siempre han intentado protegerme de todo lo malo. Pero yo no creo que me hayan preparado para nada de lo que he vivido hasta hoy.

En su habitación Sarah prende el pequeño televisor y ve las noticias. Frunce el ceño al ver un reportero despreocupado hablar de la horrible carnicería que ocurrió días atrás, como si no importara que un psicópata estuviera suelto, destruyendo vidas y descuartizando personas. Indignada apaga el televisor y se sienta delante de un enorme libro de biología.

Debo irme de este basurero. Este horrible lugar me terminara volviendo loca, como al estúpido de Dib.

Abre el libro y revisa sus las notas en su cuaderno. Estaba tratando de aprender lo más que podía para estar lista para los exámenes universitarios. Tal vez siquiera espere a eso, trataría de encontrar un trabajo de asistente de veterinaria o por lo menos pasearía perros. Estaba decidida, iba a ser una veterinaria aunque le cueste la vida.

Costarme la vida. Eso es lo de menos. No creo llegar cuerda para la universidad si sigo en este sitio.

Sarah se reclina en su silla y mira el techo. Estaba recordando como eran las cosas cuando Dib era el ñoño de lo paranormal y peleaba con Zim. Esos momentos sin duda fueron los más tranquilos en toda su infancia.

El mundo se volvió loco cuando Dib decidió ser una persona normal.

……………..

Ahora: Zim

10 horas después de la muerte de Sarah

Acostumbrarse a vivir como un humano resulto ser más fácil con la ayuda de Dib. Estaba seguro que si no fuera por ese humano, él estaría en graves problemas. Tenía mucha suerte de tenerlo de su parte, aunque extrañaba los gritos como "¡Por Júpiter!" o "No te saldrás con la tuya, Zim".

Aún así no lo cambiaría por nada, le gustaba estar en la sala o en cualquier lugar con él, escuchándolo criticar una película o comentarle que le esta gustando participar en el equipo de atletismo. Tal vez no era el mismo Dib de antes, pero sin la paranoia y sus obsesiones, se volvió una persona agradable.

En ese entonces, había enloquecido cuando Dib dejo de perseguirlo, dejo de interrumpir sus planes, y dejo de buscar fenómenos paranormales. Esos fueron los peores días de su vida, porque que nadie le prestaba atención, solo Dib se molestaba en buscar una forma de desenmascararlo. Y cuando dejo de buscarlo, solo lo ignoraba. Ahora eran muy buenos amigos, pero llevo bastante tiempo llegar a esto.

Siempre se preguntaba a donde habían ido tantos años de búsqueda de información y encuentros cercanos de todos los tipos que hubiera por haber.

¿Acaso se olvido de todo eso? Pero no de mí, ni de la escuela ni de su nombre. Todo estaba en su lugar, excepto todo lo que conoció hasta la edad de 12 años acerca de lo paranormal.

-Zim, esta película es un asco- Los dos estaban en la sala de Zim, sentados en los extremos opuestos del sofá. Habían estirado un poco las piernas sobre este y de vez en cuando se pateaban los talones para llamar la atención del otro.

-Te reíste cuando a ese pobre diablo lo torturaron con poesía- Zim patea el talón de Dib haciendo que este lo mire con molestia.

-Si, pero ¿para que los extraterrestres? Ya es demasiado inverosímil- el chico vuelve a la pantalla y frunce el ceño. Desvía la vista con molestia.

-La próxima la escoges tú- Le dirige una mirada tranquila, de esas que dicen "Deja de quejarte o te echo de casa", Dib solo le sonrió, y levanto los hombros restándole importancia. Después de eso, decidió cambiar el tema.

-¿A dónde quieres ir?- Dib había subido sus delgadas piernas y las había sujetado con sus manos, lo miraba con seriedad desde el otro lado del sillón, como si estuviera a punto de tomar una decisión.

-A donde sea- Zim había decidido observar los gestos del humano, era tan fácil de leer cuando uno se tomaba la molestia de mirarlo a los ojos. Nadie podía decir si realmente podría mentir bien en algún momento. Dib era demasiado expresivo y ansioso.

-Quiero ir a Nueva Jersey ¿Y tú?-

-¿Eh?- Zim se quedo sorprendido, Dib lo miraba interesado desde el otro extremo del sofá, esperando su respuesta. El irken trataba de recordar cuando fue la ultima vez que alguien le pregunto a donde quería ir. Había tantos lugares en el universo que siempre había querido visitar, que si le comentaba a Dib acerca de esto, iba a patearlo fuera del sofá. Dejo de gustarle la astronomía cuando decidió no buscar más fenómenos paranormales. No hablar de planetas o estrellas con Dib, era una de sus reglas tacitas.

-Nueva Jersey suena bien- Zim se subió los hombros –Me da igual, mientras no sea este sitio-

-Pensé que querías irte alguna ciudad en particular- Dib le da una mirada de decepción a Zim, el irken noto que había una especie de temor en sus ojos. "¿Acaso cree que le estoy tomando el pelo?"

-No me mires así- El irken frunce el ceño molesto y le da una ligera patada a su pierna –Cualquier lugar hubiera estado bien, mientras estés conmigo-

Ahora la patada fue de Dib, ya no lo miraba más, ahora la película le empezaba a resultar interesante. Estaba todo colorado, hasta las orejas. Era normal que le suceda esto, Zim sabía como avergonzarlo de sobremanera.

-Entonces será Nueva Jersey- y la discusión finalizo.

"Ese es mi humano" Pensaba satisfecho Zim.

…………….

Entonces: Sarah

Hace 70 horas atrás

Hace tres meses atrás pensaba que iba a morir desangrada.

Sarah estaba en el baño de nuevo lavando sus manos con insistencia, mira la bolsa de desperdicios del otro lado de ese lugar. Desde ahí podía oler la sangre, así que debía deshacerse de ella.

Porque hace tres meses que estoy menstruando. Es un goteo incesante de sangre que no puede ser detenido por nada.

Sarah toma el cubo de basura y retira la bolsa. Debía deshacerse de la evidencia.

¿Qué le esta pasando a mi cuerpo? Esto no es normal, pero todos los doctores que me vieron me dijeron que pronto se detendrá. Nunca lo hizo. No quiere detenerse.

Baja al sótano para dirigirse al pequeño incinerador que había reparado hace un mes atrás. Cuando el último doctor le dijo que pasaría solo, Sarah supo que la medicina moderna no iba ayudarla, así que decidió ocultarles la cruda verdad a sus padres.

Nunca iba a curarse. Nunca iba a parar. Ese proceso biológico anormal seguiría hasta dejarla seca.

Quémate maldita hemorragia. ¡Y no vuelvas más!

(…)

Su celular está sonando. El identificador de llamadas dice "Zita".

-Zita ¿Qué sucede?- Era pasada las once, y Zita no había regresado a casa. Podía escuchar del otro lado esos jadeos lujuriosos y un pegajoso sonido.

Zita también ha cambiado ¿Yo también me volveré así?

-"Sarah… aaw… necesito… aaw… que me busques, estoy en… "-

Sarah suspiro y luego busco un papel para escribir la dirección.

-Espérame en la puerta, ni creas que entrare a ese sitio- y corto la comunicación.

Si tan solo Dib hubiera resuelto ese caso paranormal, nosotros no estaríamos así. Maldito estúpido, fallaste. FALLASTE.

(…)

Sarah sale de su casa y sube al taxi que había llamado. Le indica al chofer la dirección a la que debían ir.

-¿No eres muy joven para frecuentar esos lugares?-

-Solo voy a buscar a una amiga-

Si, Zita y yo somos amigas. Siempre seremos amigas, a pesar de todo.

Al llegar al destino, Sarah le indica al taxista que la espere, y el hombre asiente. Ella se baja y ve salir a Zita un poco desarreglada de ese motel, se la veía satisfecha como si hubiera estado comiendo un delicioso banquete.

No voy a preguntarle que hacía aquí, no lo haré, solo la llevare a casa.

-Hola, Sarah, no es una bonita noche-

-Si, es una linda noche, vamos a casa Zita, mañana hay escuela-

-¿No quieres saber lo que estaba haciendo?-

Sarah se quedo mirando a su amiga, que tenía una extraña sonrisa ladeada. Lentamente negó y luego le enseño el taxi.

-Para tener 15 años te comportas como una frígida-

-Solo dudo que alguien quiera tener relaciones conmigo- Sarah no le iba a decir a Zita que estaba sangrando de la vagina desde hace tres meses, así que solo mintió –Ya sabes, soy una tabla-

-Esta bien, no te lo contare- Zita entra al taxi y espera a que Sarah entre –No soy tan mala para mostrarte el pan que no te podrás comer-

-Gracias Zita, eres una buena amiga-

-Eso ya lo se-

Zita y yo somos amigas. Punto final.

Entonces: Gaz

Hace 61 horas atrás

-¿Me dejaste cereal?- La voz de Gaz sonaba un poco incrédula, pero eso no era solo lo que quería transmitir. Era una especie de resentimiento para esa cosa que hacía unos tres años estaba fingiendo ser su hermano.

-Claro que sí, no tenía mucha hambre- Dib se ríe un poco –Además Zim siempre me prepara el almuerzo-

-Si sigues comiendo lo que prepara, se te taparan las arterias- Gaz sabía a ciencia cierta que Zim solo hacia frituras. Mierda, Zim freiría cualquier cosa y lo llamaría "comida".

-Nah! De algo hay que morir- Dib se detiene al sentir a Gaz tironear de su bolso de gimnasia.

-Hoy no tienes practica de atletismo, Dib- La chica gótica miro con seriedad a su hermano -¿Para que llevas el bolso?-

-Quiero sacar unas fotos a nuestra antigua escuela- Dib señala el bolso –Llevo el trípode para fijar la cámara ¿Quieres venir a ver?-

-No voy a perder tiempo contigo, tengo cosas más importantes que hacer- Gaz vuelve a su cereal, y toma su cuchara. Dib se acerca detrás de ella y le deja a su lado un paquete, envuelto en un colorido papel de regalos –No salgas de casa sin esto, en especial hoy-

Gaz escuchó la voz de Dib un poco rasposa, pero no se dio vuelta para verlo salir. Después que sintió la puerta cerrarse, toma el paquete y lo abre con cuidado.

-Una brújula, que anticuado- Gaz se la guarda en el bolsillo y tira el paquete en la basura. Luego termina su desayuno.

(…)

Dib se comporta como un adolescente casi normal, está rogándole a papá para que le compre un auto, practica un deporte, hasta tiene un pasatiempo y un intento de novio.

Todo lo que hace ahora es espantosamente normal.

Gaz sale de su casa, y no sabe porque razón dirige su mirada al cielo. Vio una serie de rizos multicolores ondular en el cielo. Se quedo con la boca abierta tratando de darle un nombre a lo que estaba viendo.

-Eso es… ¿una aurora?- Gaz instintivamente mira la brújula que Dib le entrego –Mierda, es como si estuviera parada en un polo magnético- La brújula no dejaba de dar vueltas como loca. La chica gótica guarda el objeto en su bolsillo y suspira.

No es un buen día para salir de casa, pero tengo que ir a la escuela.

Entonces: Sarah

Hace 57 horas atrás

-¿La letra M no aparece aún?- Sarah dice esto sorprendida.

-Si, y creo que no volverá nunca más- Zita dice esto mientras muerde su emparedado. Hace una mueca de disgusto y lo guarda en su bolsa del almuerzo –Esto no me sabe bien-

Zita sabía lo mismo que yo, ese sujeto, del que todos hablan hoy en día, fue el culpable de esta desaparición. Debió ser el tipo de derroto a Dib y lo convirtió en un "normal".

Sarah muerde con cuidado su almuerzo, y luego dirige su vista hacia donde estaba Dib y Zim. Como siempre, Zim le había preparado el almuerzo y se había sentado a su lado para verlo comer. De vez en cuando se lo veía limpiarle el rostro con su pañuelo.

-Son como una vieja pareja de casados-

-Detesto que este tan tranquilo- Sin darse cuenta, Sarah había presionado su lata de refresco de tal forma que empezó a escurrir su contenido en sus manos.

¿Por qué Dib no esta investigando esto? ¿Qué demonios hace perdiendo el tiempo aquí con Zim? Debería estar haciendo lo que siempre hacía.

-Debería estar haciendo su trabajo-

-Pero no lo esta haciendo, y nunca lo hará- Zita abre su espejo para revisar que el maquillaje tape correctamente el golpe que tenia en su pómulo izquierdo –Es como si esa parte de su vida jamás hubiera existido-

-No es excusa-

-Sarah, tranquilízate- Zita cierra su espejo y sonríe con malicia –Obtuvimos lo que siempre quisimos, un Dib común y corriente- Luego hace mala cara al ver como Dib le sonríe a Zim –Aunque no esperaba que fuera gay, que desperdicio-

No me importa, me levantaré de la mesa y le pediré a gritos que haga su trabajo. Tiene que resolver esto, ya no lo soporto más. No quiero verlo sentado sin hacer nada mientras todos estamos…

-La campana ya sonó, Sarah- Zita tironea de su brazo –Vamos al siguiente periodo-

Sarah se quedo mirando a Zita como si estuviera diciendo algo fuera de lugar y luego asiente. Ya era hora de dejar de berrinchar.

(…)

-¿Qué esta pasando?-

-Hay una pelea en el pasillo-

-¿Una pelea?-

-Torque entro en pánico y tiene a Dib acorralado-

-Todos sabían que esto iba a suceder, ha desaparecido gente y han muerto muchos chicos de nuestra edad, por causas misteriosas-

-¿Zim sabe lo que esta pasando?-

-Estoy seguro que le quebrara todos los huesos a Torque si se entera, ya saben como es cuando se trata de Dib-

-Y una mierda, Torque esta frito, debería dejar a Dib en paz, él jamás volverá a ser un investigador de lo paranormal-

(…)

-Pero ¿Y si puede convencerlo?- Sarah dice esto con aire casual. Los demás se quedan pasmados ante la idea.

-Sabes que él jamás volverá a hacerlo, Sarah- Zita mueve el hombro de su amiga, para que entre en razón.

-Pero, Zita… ¿Acaso hay alguien más?- No recibió respuestas a esto.

...

Fin del primer capitulo


N/A: Sin mucho para agregar, esta historia es sobre un experimento. En todo sentido. Nos vemos en la proxima entrega.