Resident Evil es de CAPCOM, yo solo pongo el argumento.
Bienvenidos sean todos a la reedición de Umbrella's Revival, un fic que en en su momento hicimos varias personas y se volvió un problema argumental al tener tantos personajes, el abandono de mis colaboradores y yo sobreviviendo entre la adolescencia/adultez, los demonios personales y las nuevas entregas de fics.
Espero les guste esta nueva versión.
Gracias a mis compañeros escritores de Behind The Horror, a las Hermanas Malvadas, a Pily-chan y a mis fuentes de inspiración.
UMBRELLA'S REVIVAL
Por GeishaPax
Capítulo 1: No existen noches tranquilas…
DIARIO DE CLAIRE
12/01/2006
Muchas personas, pensaría que Raccoon City, lugar en dónde vivía mi hermano, era el sitio ideal para vacacionar o para darse un descanso bien merecido. Era un ciudad en pleno desarrollo, el bosque la rodeaba y las personas eran amables. Tenía un buen equipo de emergencias, tanto policías y bomberos. Muchas veces aparecía de sorpresa para visitar a mi hermano y el lugar se me hacía monótono. Bueno, eso antes de que Chris se desaparecerá por días, semanas, cayera en la desesperación y sin ropa de protección me saliera hecha un demonio hacia la ciudad, me topara con el mismo infierno y tuviera la oportunidad de conocer a Leon Scott Kennedy, Sherry Birkin; que fuese reclutada junto con Leon en una búsqueda de libros y llaves, que Umbrella me atrapara y en el camino conociera —y perdiera— a Steve Burnside.
La gran culpable: Umbrella. Creadora de virus peligrosos como el T, el G,y la última abominación que conocí, el virus Veronica.
Tenía recién los diecinueve años, y en menos de una noche tuve que aprender a usar armas. Tenía nociones del cuchillo gracias a Chris, pero no es lo mismo ya ponerlo en práctica y contra lo que alguna vez fue un humano o un animal.
Actualmente, ya he cumplido veintiseis años, logramos meter en juicio a los principales accionistas de Umbrella y la corporación se fue a la ruina. Empecé una relación con Leon y tuvo un fin nada grato por su indecisión, cansada de que me siga viendo cómo la alma en desgracia, empecé a trabajar en el equipo SWAT de Nueva York.
No logro dormir bien, y ahora, sucesos extraños empiezan a ocurrir cerca de Manhattan.
Se escuchó el radio, ya es la octava vez que Claire da vueltas en la cama sin lograr conciliar el sueño. Se maldijo internamente, tenía una misión importante en la mañana y a ese paso no lograría levantarse a tiempo, se acomodó la pijama y descalza avanzó hasta la cocina. Encendió el televisor esperando encontrarse con informerciales pero obtuvo una noticia de madrugada en CNN.
–Son las 12:00 AM y estas son las noticias de último momento; después del choque y explosión de un coche con un camión abastecedor de gas...
El teléfono empezó a sonar, pero Claire decidió ignorarlo, se le iría el sueño hablando con otra persona y realmente necesitaba dormir. Abrió un gabinete y sacó el frasco de píldoras para dormir que tenía en caso de alguna emergencia.
–Hola, soy Claire Redfield, no estoy por el momento, pero puedes dejar tu mensaje después del toque…
Se escuchó el tono y una voz ronca, bien conocida por ella, pensó en tomarse de una vez la maldita pastilla cuando su hermano soltó las palabras mágicas para llamar su atención. –Está bien, no le contestes a tu hermano favorito, solo tengo información importante sobre Albert Wesker...
–Escupe lo que sabes. – descolgó el aparato en un hábil movimiento.
–Me has espantado, por un momento pensé que estabas dormida, la gente normal se saluda con un "hola".
–Me iba a drogar, disculpa mi mal carácter, tengo insomnio…
–No te preocupes, no eres la única con problemas para dormir... ¿cómo has estado?
–Trabajo como loca para que unos idiotas se hagan pasar por terroristas, hagan un supuesto ataque la ciudad, disfrazándose de monstruos y generando la duda sobre si es cierto o no el bioterrorismo, hasta se mofaron del secuestro de la hija del presidente Graham. – suspiró – fuera de eso, estoy muy bien.
–Me alegra saber que te va relativamente mejor que a mi.
–Bueno, al menos con tus llamadas de madrugada tengo noticias de que sigues vivo.
–Claire, iré al grano...–hizo una pausa breve para darle la noticia –parece ser que Leon tuvo un encuentro con Wesker, Jack Krauser y Ada Wong hace un tiempo.
–¿Y? – preguntó con el clásico monosílabo Redfield de enojo.
–Claire, no empieces, esa mujer no hizo nada...
–Chris, soy una profesional, no me molesta lo que haya sucedido en su misión, me molesta él... – hizo una pausa para disimular la molestia nada profesional hacia su ex novio y siguió –¿qué sucedió con Wesker?
—Quiere terminar el trabajo de Umbrella apoyado por otra compañía... esto suena mal hermana; parece ser que "los idiotas disfrazados" en realidad, son monstruos, en instalaciones secretas de Manhattan; iremos todos…
—Yo me encargo — interrumpió Claire.— mi equipo y yo podemos a investigar a primera hora, no es lejos y seguro nos llamaran.
—Hermanita, mis muchachos y yo estamos a dos horas de Manhattan así que no seas orgullosa, no puedes ir sola, no llevas ni una semana trabajando en el SWAT, aún no te acoplas a tu escuadrón.
—Christopher, sólo tengo que recordarte que sigues haciéndome menos... vengan si quieren, me adelantaré a averiguar. Nos vemos mañana, si me encuentras antes de cerrar el caso.
Colgó, su hermano tenía la cualidad de transformarla en una niña indefensa en menos de cinco segundos, odiaba el temor de Chris de perderla y le enojaba la sobreprotección. Tenía que superar en algún momento lo sucedido en Rockford.
El teléfono volvió a sonar.
Harta tomó de nueva cuenta la bocina.
—¿Ahora que? — contestó de muy mal humor.
—¿Redfield? Habla el general Toledo.
—Señor disculpe.
—Deja eso para después, tenemos problemas en la Torre Akropolis y sus alrededores, el Comité de Seguridad Nacional mandó a un equipo a evacuar el edificio y de ser necesario, la ciudad, pero nunca volvieron.
—Disculpe señor, me llegó información sobre ataques con armas biológicas, ¿tan grave es?
—Si te apresuras, comprenderás la gravedad del asunto. Tienes buen informante.
—Iré de inmediato.
—Redfield, reúne a tus mejores hombres, necesito a un equipo competente listo en menos de una hora.
¿Problemas en la Torre Akropolis? Esto le daba una terrible sensación de dejá vu. Algo tenía que agradecer a Chris, el no tomarse la píldora para dormir.
28/09/2006 12:40 AM Centro de Operaciones del SWAT
—¿Acaso hoy no es el aniversario del incidente de Raccoon City? — preguntó Joey Romero, el francotirador del equipo.
Era un hombre 2 años más joven que Claire, de piel muy blanca, cabello negro y unos ojos de un azul profundo, era guapo, no muy musculoso; pero era demasiado "cerdo" con las mujeres... lástima de hombre.
—Lamentablemente es otro año más — respondió Claire dejando su mochila y quitándose la chaqueta de cuero.
—La verdad yo no supe nada de ese incidente en su momento, hasta que empezaron a suceder cosas en el extranjero, yo estaba de servicio en Rusia en esa época. — dijo Margaret Sullivan.
Apenas había pasado las pruebas en SWAT la menor de los Redfield, cuando llegó una agente especial proveniente de Francia, una mujer cuatro años mayor que Claire, demasiado extrovertida, bastante alta y rubia; enseguida entabló amistad con la motociclista.
—¿Y ya supiste algo del famoso Leon? — preguntó Joey.
—Hace "AÑOS" que no tengo el disgusto de saber de él, llevo 4 años en Santa Paz.
—¡Pero qué carácter, mujer! – exclamó Richard Willmore entrando a la oficina designada a su equipo mientras recordaba que había visto al agente el año pasado, durante el incidente de Harvardville pero decidió no recordárselo.
Richard era muy parecido a su hermano, alto, cabello castaño oscuro, ojos grises; y para colmo, provenía de la Fuerza Aérea, un piloto. Podría decirse que era el hombre perfecto, en toda la extensión de la palabra.
—Le mencionaron a su "Tormento". — dijo Margaret.
—¡Margaret! — Claire empezaba a perder la paciencia, la palabra era un chiste local entre ellos para mencionar a sus respectivos dolores de cabeza.
—Muy bien, gente. Vamos a empezar, luego torturaremos a Redfield – dijo Richard.
Joey se acercó a la mesa de su compañera, a pesar de que su compañera se enojaba con facilidad, empezó a preocuparse por ella. Claire había demostrado ser una incorporación valiosa al equipo, una joven inteligente y planificadora, tiradora de primera. Muy buena recomendación de Burton. La obsesión por resolver crímenes era comprensible, sobre todo después de ser blanco de Umbrella y de los zombis. Ninguno de ellos quería que se produjera otro desastre semejante.
—Hace unas horas, se supo por informes de varias agencias que había una amenaza de atentado terrorista contra la Torre Akropolis y edificios aledaños al lugar, el consejero de seguridad nacional mandó a un primer equipo experimentado a investigar, pero... mejor miren las fotografías —
Margaret observó con detenimiento las fotos y en seguida su rostro cambió a terror. Richard le había pasado las fotos primero. —Las fotografías muestran a un hombre, que fue lanzado por una ventana, pero al comprobar su estado, descubrieron que fue atacado por una especie de animal.
—Pero Richard, según el reporte del forense, las marcas de dientes en... el cráneo, son similares a los de un tiburón, eso es ilógico — interrumpió Margaret mientras pasaba las fotos a Claire.
La imagen que recibió enseguida Claire fue horrible; la camisa de la víctima se había salido lo suficiente de los pantalones como para que se pudiera ver que su columna vertebral y parte de su caja torácica estaban expuestos, se veían los jirones de tejidos.
—Ese hombre, era de los primeros en explorar el edificio, perdieron contacto con el equipo desde hace seis horas, eso no es todo, ya encontraron otros diecinueve así — respondió Richard
—¿Enviaron a veinte personas de la central y todos murieron así? — preguntó Joey aún impresionado.
—Ya hay civiles muertos, ya es necesaria la evacuación, el encargado de la misión es Capitán Edward Toledo, su equipo que es el de "limpieza" va primero y nosotros los cubrimos, así que en marcha equipo, no tenemos todo el día — Richard cerró el fólder y se dirigió por la puerta contigua que daba a la armería.
Claire era lo suficientemente orgullosa para admitir que esto no estaba bien. Una voz dentro de ella le decía que debían pedir ayuda a gritos al ejército y a la nueva B.S.A.A.
Oficinas centrales de PARASOL PHARMACEUTICAL, división "KAOS"; Brasil.
Albert Wesker iba caminado por un largo pasillo, esperaba la llamada de ese tal HUNK, pero no tenía tiempo. Un informante infiltrado en el gobierno estadounidense tenía información sobre Alexia Ashford y no podía perderse esta oportunidad. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de una mujer.
—Wesker, al parecer ese tal Ghalahan esta esperándolo desde hace 10 minutos en la sala de juntas.
Michael Ghalahan, un muchacho de veinte años, alto y de buen parecer, se encuentra haciendo su servicio social en ciencias políticas en la Casa Blanca.
De pronto en la oficina en donde se encontraba, entró su amigo, el senador Parker.
—Buenas noches Sr. Parker, hace mucho que no platico con usted — dijo Michael mientras le tendía la mano.
—¡Hola muchacho hace tiempo que no te veía! —respondió el Senador muy sonriente —¿Cómo has estado, cómo te va? – estrechó su mano con fuerza
—Estoy muy contento porque me he comprometido con Ashley Graham.
—¡Vaya, felicidades hijo!, eso es lo mejor que pudiste hacer con esa muchacha, para que olvide lo que le sucedió en España.
—¿España, qué sucedió en España?
—¿No lo sabes? Es que hace no mucho, fue secuestrada por un grupo de "extremistas", ya sabes, están de moda los atentados y esas porquerías. No le digas que sabes, es por su bienestar...
—Envíe esto a mi oficina, no puedo perder más tiempo con usted, señorita Wong.
Le entregó unos documentos que traía en su portafolio, se arregló el traje y salió apresuradamente. Ada Wong suspiró para si misma, si en unos días no conseguía que le asignaran una misión, renunciaba y mandaba todo al carajo. Pero algo llamó su atención. Al parecer su iluso jefe había tirado un sobre tamaño carta.
"Bueno, la curiosidad no me ha matado aún", pensó antes de abrirlo y leer el contenido.
Reporte de progreso, operación: UMBRELLA'S REVIVAL
Albert Wesker: dir. General
La operación está casi completada, los "nuevos" ganados están completamente armados y listos para invadir la torre Akropolis en Manhattan, nunca me gustó ese nido de ratas. Solo falta que el irlandés ese me de la señal para empezar a movilizar a los ganados y empezar con mi pequeña fiesta.
La nueva empresa se levantará bajo mi control para la creación de milagros genéticos, súper soldados capaces, de fuerza superior a 5 hombres, una raza humana perfecta y sobre todo yo... convertido en un semi Dios, capaz de todo y muchísimo más, capaz de crear y otorgar vida y de arrebatarla a mi antojo, de dominar el mundo con puño de hierro y moldearlo a mi gusto y, con todo a mi favor ahora, seré capaz de llevarlo a cabo.
Después de que ese agente Kennedy de la CIA acabó con Lord Saddler y su banda de monstruos, la muestra de "las plagas" me fue entregada y con ella ya todas las muestras de todas las variaciones del T-virus y G-virus son mías y hasta ese entonces pude empezar bien mis teorías de mejoramiento de ADN; no sin antes deshacerme de lo que quedaba de Umbrella para hacer "limpieza" y lograr un reinicio.
Ada solo se llevó una mano a la boca. Ya se decidiría que hacer, pero por el momento, exigiría la misión de asesinatos en la Torre Akropolis.
Barry Burton se sentía un poco intranquilo al llegar a su oficina de la B.S.A.A. La llamada con Jill no lo había dejado tranquilo, Wesker vivo, parecía mentira, ella no jugaría con algo así.
—¡Hey Barry! — saludó Chris mientras entraba a su oficina — ¿Qué sabes sobre los incidentes en Manhattan? No me agrada para nada lo que está sucediendo.
—Algo está pasando en Manhattan, todos están viendo en el lobby las noticias—exclamó Jill mientras entraba y se acercaba al televisor para encenderlo.
—Sucesos importantes en Manhattan: Las evacuaciones acaban de ser finalizadas con terribles resultados, varios muertos y muchos heridos. La Torre Akrópolis ha sido declarada por el ejército "Altamente Peligrosa"; SWAT ha tenido muchas pérdidas y no se conoce el motivo; los últimos miembros desaparecidos que se sabe han entrado son Joey Romero, Margaret Sullivan, Claire Redfield y Richard Willmore, un equipo rescatista que...
—Claire, ¡maldita sea! — Chris dio un golpe a la pared que por las vibraciones casi rompe los cristales. —Dame el estatus de la misión, comunicame con quién sea el encargado de semejante misión suicida.
Leon Scott Kennedy, se encontraba en el campo David, acompañando a la familia Graham, aún era un agente de la Casa Blanca y Graham estaba en su última etapa de presidente reelecto.
Se sentó junto a la alberca y le llegaron recuerdos de hace cuatro años, cuando se encontraba en la playa al lado de Claire.
Ashley miró desde una silla, como los guardias iban a hablar con su padre y se lo llevaban al interior de forma apresurada.
—¿Qué sucede Leon? — interrogó la rubia mientras le señalaba una silla para que la acompañara.
—Nada, tan solo recordando. —respondió Leon dando un gran suspiro de melancolía.
—¿Aún piensas en Claire?
—A ti no te puedo mentir, porque insistía hasta los gritos ¿verdad? — el tono de retintín del agente logró una risa de la chica.
—La sigues amando.
—Sí, creo que sí.
—Te comprendo, a mi también me gustaría estar con Michael…
—Agente Kennedy, tenemos noticias urgentes por parte del presidente. — dijo un hombre del servicio secreto — sobre una tal Claire Redfield.
—¿Qué le pasó? —preguntó muy preocupado, sentía un enorme vacío apoderarse de su cuerpo y una angustia creciente—Dime, por favor, ¿le sucedió algo malo?
—No lo sé Sr. Kennedy, por favor cálmese y acompáñeme.
David Trapp y John Andrews se encontraban comiendo hamburguesas en el auto del primero, se habían escapado a comer algo, desde el día anterior que no probaban bocado. Lo único que les remordía la conciencia es que no habían llevado a Rebecca Chambers; porque los había echado de su laboratorio.
—Nos va a matar... — dijo David.
—Lo sé... — contestó John.
—Va a estar furiosa... — dijo David.
—Lo sé... – contestó John antes de darle una gran mordida a su hamburguesa.
—¿Y no te importa? — preguntó David.
—Le traje esto.— dijo mientras mostraba una bolsa de Carl's Junior.
—Bueno, con eso se le pasará el coraje.— dijo David.
Pero la felicidad no les duró mucho, ya que el localizador de ambos empezó a sonar.
—Voy a perder esta chatarra un día de estos... — dijo John — ¿Pero que demonios?
—¿Qué sucede?
—La central, nos están reuniendo a todos en N.Y.
—Pasemos por Rebecca, seguramente no ha mirado su teléfono.
Billy Cohen se encontraba de camino a Manhattan para llevar una carga en su camión. Después de escapar junto con Rebecca de las instalaciones de entrenamiento de Umbrella, no le quedó otra que convertirse en transportista y cambiar de nombre. Aunque para él mismo seguía siendo William Cohen, solo cambio de nombre para que no lo volvieran a capturar y esta vez —y si tenía muy mala suerte— lo ejecutarían sin juicio alguno.
El viaje había sido muy calmado y bastante aburrido, si no hubiera sido por el constante ajetreo del intercomunicador de la base ese viaje hubiera sido de pesadilla, pero llegaría pronto a N.Y. y terminaría después de diez horas de viaje y dos intentos de robo a su carga. Ya estaba cerca de la ciudad cuando vio que casi no había tráfico y que en el carril contrario al que él avanzaba, había mucha gente parecían huir de la ciudad.
—Bueno, eso a mi no incumbe.
Durante el viaje recordó cosas que sabía olvidadas... como esa horrenda y polvorienta mansión en Raccoon City, esos monstruos infernales y por sobre todo a esa chica Rebecca la cual le había salvado de su ejecución.
—Rebecca... hace tanto que no la veía, tan inteligente...— dijo para sí cuando entraba a la ciudad y el barullo citadino le hizo salir de su ensimismamiento.
Pero cuando escuchó atentamente, no era el normal barullo citadino, era más bien como si hubiera caído una bomba o algo porque la gente corría alarmada. Billy quería saber el por qué, así que bajó y tomó su escopeta de abajo del asiento del conductor y empezó a caminar.
Continuará...
