Padre nuestro...líbrame de la tentación
Ella se arrodillará frente a su cama y sujetará el objeto con fuerza entre las manos. Como todas las noches, rezará. Aunque no está segura que eso pueda ayudarle, aunque no sabe si alguien la escucha, aun si ni siquiera sabe si puede salvarse. Es una costumbre.
Y, como siempre, casi puede sentir la risita oscura emerger desde algún punto de la habitación, o desde todos lados a la vez. Él siempre está allí, al asecho sobre ella, observando, escuchando.
Las cuentas correrán una tras otra entre sus dedos finos, como un mantra valiosísimo. Sus labios delgados se moverán en silencio, arrullando frases preñadas en su cabeza. Una cuenta más, y ella quiere tener fe. Otra cuenta, y ella quiere creer. Una más, y ella desea ser fuerte. Y llega a la cuenta final, perlada y suave…y ella se detendrá como todas las noches en ese pedacito de coral. Rogará, apretando los párpados, salvarse de la tentación.
Porque esta existe allí, materializada a su lado. Porque la tentación viste de negro, lleva abrigo rojo y botas de montar y mide unos estúpidos 198 centímetros. Y tiene el cabello sedoso y negro como la noche. Y perfectos colmillos blancos.
Porque la tentación tiene nombre y forma, muchas formas a decir verdad, cada una más insoportable que la otra.
Porque vive con ella bajo el mismo techo, la ha visto crecer, la conoce mejor que nadie.
Porque ella misma se ha hecho demasiado cercana a él. Demasiado. Peligroso.
~~No nos dejes caer en la tentación. No me dejes caer en la tentación. Líbrame del mal~~
Su mente disparará eufórica la frasecita a fin de incrustarla allí, como un símbolo de seguridad; pero su piel se crispa al sentirlo cepillar el aliento frío cerca de su oído desnudo.
"¿A qué tienes miedo, Ama? No se puede luchar contra lo inevitable".
Y el bastardo tiene el descaro de pasar un dedo enguantado por el borde de su oreja.
"No se puede luchar contra lo que deseas".
No. No. Ella no puede caer en la tentación, ella no va a caer en la tentación. Nunca.
Se lo promete a si misma tratando de brindarse seguridad. Funciona, al menos…
~~...y líbranos del mal. Amén.~~
Los ojos azules se ajustan con los rojizos; divertidos estos, serios aquellos. Ella medio gruñe una orden, y él hace un arco elegante con esa figura desgarbada que tiene, antes de confundirse con la habitación.
"Tu Dios no va a protegerte de tus propios deseos, Ama. Es el destino".
Y ella reza para que el maldito esté equivocado.
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Nota Autora: Yo y mis infaltables notas(? Já. Primero, quisiera dedicarle este intento de drabble a SaTaNaLy ¡Te lo debía desde hace meses, nena! (insertar corazón) sé que hubieras preferido un shot mas extenso, pero mis neuronas andan de vacaciones lejísimos del mundo de los fic's últimamente jaja y estoy con un estrés de aquellos.
En fin, no creo que me vean en un largo tiempo por acá. Muchas cosas por hacer, demasiadas. Pero si quieren charlar, me pueden encontrar en face o en una paginilla que hice para subir mis gustos bizarros :3 (se llama "Lady Teggy" jajaja)
Otra cosa, es sábado es mi cumpleaños :3 (sí, sí. El 8, igual que Vlad tepes, supuestamente e,e) así que estaré esperando sus regalos(? jaja okey, no. Solo quería decir eso :)
Oh joder, casi lo olvido. Respecto a la historia y al montón de errores que tiene. Olviden el hecho de que Integra es ortodoxa y esté usando un rosario católico, ups. También, solo está basada en la imagen; me encantó desde que la vi, por lo cual estoy segura que muy IC no están (pero que va, ni que fuera a morir por eso) :D
Saludos!
