Era otra noche mas de ese otoño que parecia no querer acabar. Como otras noches, Marion se habia despertado a mitad de la noche. No era algo que la extrañara, ya que siempre en esta epoca le ocurria lo mismo, provocando que la mas pequeña de las hanagumis se viera obligada a levantarse de la cama con todo el frio y dejando dormir al resto de su equipo, se iba a pasear sola, siempre con su marioneta, para hacer posesión en caso de que algo fallara y alguien o algo la atacara.
Como se habia colocado su vestido negro y sus zapatos rapidamente para no despertar a nadie, se habia olvidado de colocarse sus colitas negras, provocando que su pelo rubio cayera en su cuerpo, enmarcandole su cara. Comenzó a enrollarlo entre sus dedos, mientras caminaba por el bosque al lado del campamento donde se alojaban esa noche. Constantemente se daba vuelta, preocupada de siempre ver el campamento y no alejarse tanto
-Es tarde, Mari... se puede saber por que estas despierta?
Una suave voz al frente interrumpió toda clase de pensamientos. La chica se dio vuelta para ver al shaman de fuego mirandola fijamente desde una fogata, mientras le sonreía. Hao Asakura. Marion no pudo evitar darse cuenta que cuando ella iba caminando no vio nunca esa fogata, provocando que la chica se extrañara.
-Mari no podía dormir, Hao-sama
-Y por que? – le dijo él mientras le sonreía- se puede saber el motivo? O pecaré de curioso? -Hao le dedico una sonrisa, mientras ella negaba algo nerviosa con su cabeza.
-No, Hao-sama, no es eso…es solo que…bueno… en esta misma epoca los padres de Mari murieron…y en estas noches… es como si sus espiritus regresaran… para penar a Mari
Hao la miro atentamente, mientras le hacia un hueco a su lado.
—Quieres sentarte?
El resto de la noche, Mari la paso con Hao. Hablaron de la vida, de que era la muerte para cada uno de ellos, de sus padres mientras Hao le contó cuanto extrañaba a su madre, de los humanos, del torneo, del equipo etc…todo fue tranquilo y pasivo, y en todo momento estuvieron abrazados, lo cual provocó que ella estuviera sonrojada toda la noche. Hao la rodio con un brazo, apoyandola en su pecho. Casi al final de la noche, cuando el cielo ya estaba mas claro y los ojos de Marion comenzaban a pesar por el sueño, Hao le corrió suavemente un mechon de pelo y le susurro al oido
-Me gusta como se te ve el pelo asi…destaca aun mas tus ojos
Antes de que Marion pudiera replicar, Hao la callo con un suave beso en sus labios, mientras la apretaba contra su cuerpo, provocando que ella quedara totalmente laxa en sus brazos, suspirando apenas él rompió el beso.
-Descansa, Marion…yo te despierto cuando vuelva al campamento- otra vez le susurró, mientras la chica sonrojada, se apoyaba en su pecho y dejaba descansar a sus ojos, en el cuerpo de su señor.
Un HaoxMari siempre es bueno para ser feliz.
Recuerden, el HaoxMari hace bien : D
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saludos!
Naty!