Qué tal a toda la gente de Fanfiction!

No voy a mentir, llevo un buen rato intentando escribir este fanfic una y otra vez, intentando seguir el canon de la serie, pero siempre hay detalles que nunca me gustan y termino por borrarlo y empezar todo de nuevo. Esta vez he decidido seguir mi propio canon fuera del de la serie de una vez. Así no voy a arrepentirme después si hay alguna inconsistencia con la serie o si anuncian una segunda temporada.

Pues bien, espero que puedan disfrutarlo.

Disclaimer: Little Witch Academia no es de mi autoría, ni los personajes que aparecen en ella. Son propiedad de TRIGGER Studios. Historia creada sin fines lucrativos.


Little Witch Academia: Las Reliquias de Luna Nova

I: La bienvenida.

Mayo, 17.

7:21 AM.

La mañana se prestaba para ser un excelente día. Un sol radiante apenas saliendo por el horizonte, el olor del rocío que aún desprendían ciertas plantas y el césped alrededor, algunas aves cantando mientras alzaban su vuelo; y a la vista, la gran Academia de magia y hechicería Luna Nova.

Se veía tan cerca y a la vez tan lejos de su punto de vista, en una pequeña colina, perfecta para ver la escuela y deleitarse con la vista de la naturaleza alrededor.

Sacó un teléfono celular muy antiguo de su bolsa, de esos que tenían una pantalla y doce teclas. Era la única forma de contactarse con "él". Sin embargo, no se quejaba de ello; al menos tenía un celular y podría sacarle provecho.

Apretó dos veces una tecla; sólo había un número registrado. Pulsó la tecla de llamada y procedió a colocar la bocina en su oreja.

Luego de varios sonidos, alguien respondió.

"Leslie? ¿Eres tú? ¿En dónde te encuentras?" dijo la voz al otro lado del teléfono.

"Estoy muy cerca de Luna Nova" dijo la persona antes mencionada. Su voz se escuchaba bastante decidida y entusiasta. "Estoy listo. Pero…" incluyó, "¿…era necesario venir a inscribirme aquí? Es decir, sólo vienen chicas a este lugar; tiene que haber otra forma de que y-"

"No hay otra forma." Respondió la otra voz, interrumpiendo de golpe a quien llamaba. "Tu padre hizo lo posible para que estudiaras en un lugar donde reforzaras tu magia. No desperdicies tu oportunidad. Además, recuerda que tienes un deber qué cumplir."

Dio un largo suspiro. "Lo séeee, lo sé…" A los pocos segundos tomó de vuelta su compostura decidida. "Descuida! ¡No te defraudaré! ¡Ni a ti ni a mi papá!"

"Recuerda mencionarle a la directora lo que te dije, ¿de acuerdo?" le indicó. "Ella se hará cargo del resto y te dará los detalles"

"Lo haré" respondió, colgando la llamada.

Mayo, 17

7:45 AM

Las clases en la academia Luna Nova habían comenzado hace una semana. En este tiempo, las entusiastas por aprender las artes de la hechicería y encantamientos ya estaban listas en sus salones, con todo lo necesario para comenzar a tomar notas, realizar experimentos, y quién sabe qué tantas cosas más.

…a excepción de un trío de amigas.

Akko iba a toda prisa a la clase de la maestra Ursula junto con sus amigas Lotte y Sucy, esta última sin seguirle muy animada el paso a las otras dos.

"¿Cómo fue posible que nos quedamos dormidas de nuevo?" decía la castaña con algo de fatiga, ya que llevaban caminando a toda prisa entre los pasillos, por donde estaba prohibido correr.

"Intenté despertarlas más temprano" respondió Lotte "pero tienen el sueño algo pesado!"

"Nos meteremos en problemas de nuevo. No me sorprende en realidad" exclamó Sucy, pareciéndo restarle importancia al hecho de que faltaban 5 minutos para la primera clase.

"Sucy! Date prisa!" le gritaba Akko mientras seguía su camino a toda marcha. La mencionada sólo se dispuso a caminar a su paso lento.

"No creo que debas preocuparte por ello. Después de todo eres la alumna favorita de la maestra." bromeó la chica de piel pálida.

Había pasado ya un mes desde que Akko liberó el sello del Gran Triskellion con ayuda de sus amigas y su maestra; desde que le fue encomenada la tarea de devolver a la vida las 7 palabras. Utilizando el poder de la Vara Brillante, fue capaz de salvar al mundo y devolver la magia a todos aquellos que creían en ella. Claro que no pudo hacerlo sola, sus amigas estuvieron ahí todo el tiempo para ella, incluso en situaciones muy complicadas. A pesar de todos los hechos ocurridos, Akko no deseaba ser tratada como alguien especial. Quería seguir esforzándose y estudiando en la academia como las demás, hasta llegar a ser una gran bruja como su mentora, Ursula Callistis.

Sin embargo, no significó que sus malos hábitos se fueran: levantarse tarde, dormir en clase, robar comida a escondidas, meterse en problemas en general, etcétera. Así era ella, Atsuko "Akko" Kagari, la brujita que salvó el mundo de la magia. Y, de cierta forma, así la querían todos.

"¡Oh, vamos! No es momento para decir eso" dijo Akko, dando media vuelta y parándose en seco para ver a sus amigas. "Además, le pedí a la maestra Ursula que me tratara como cualquier otra estudiante de por aquí."

"¿Aún con tu falta de atención y talento?" respondió Sucy, con una mueca de burla y alterando claramente el humor de la chica.

"Sucy!"

"Oigan!" gritó Lotte desde algunos metros adelante "Dense prisa!" Ambas chicas asintieron y se dispusieron a seguir su camino.

Sin embargo, antes de continuar, una extraña visión tomó la atención de Akko. Al voltear su cabeza a la derecha, a las afueras de la escuela y por los jardines, vio una silueta de una persona con extrañas ropas. ¿Una estudiante? No, no tenía el uniforme de la escuela. Sólo pudo ver que llevaba una rara mochila consigo y un papel con el sello de la escuela, además de una cabellera corta bastante inusual de color blanco. Fueron unos segundos antes de que la extraña silueta desapareciera detrás de un pilar de piedra. ¿Quién era? ¿De dónde o qué hacía en la escuela sin permiso o sin compañía? O tal vez sólo fue su imaginación…

"Akko! ¡Date prisa!" gritaba Lotte desde el final del pasillo, lo cual sacó a la castaña de sus pensamientos. Más tarde investigaría eso. Por ahora, sólo quedaba ir a toda prisa hasta su clase.

Mayo, 17

8:03 AM

La mayoría de las maestras de Luna Nova se encontraban en la dirección, a sabiendas de que debían empezar sus clases desde hace varios minutos.
Todas fueron citadas por la directora Miranda Holbrooke, una mujer lóngeva de estatura baja, vestimentas rojas y adornadas con otros detalles.

Curiosa, la directora revisó el documento que se le había entregado.

"Ya veo" dijo mirando con certeza el documento. "Así que vienes de parte del señor Skyfair. Bien, veamos…"
Revisó nuevamente la hoja que tenía en sus manos para asegurarse de no perder detalles en lo absoluto; una carta de recomendación hecha completamente a mano, sin embargo, la escritura era impecable y reconocía la letra con algo de nostalgia.

Finalmente, apartó su vista de ella y declaró. "Muy bien, ya que Naga confía en ti, y él es quien financiará tus estudios y a la escuela, supongo que no habrá problemas en que te quedes" le dijo alegre la directora. "Maestra Ursula" llamó Holbrooke.

La maestra ya mencionada dio un paso al frente. Una mujer que usaba anteojos, de roja cabellera que terminaba por un lado, echa una coleta, y de estatura bastante alta también. "Sí, yo seré su acompañante. Déjemelo a mí" dijo la maestra, entendiendo exactamente las intenciones de la directora.

"Directora! ¡Esto no puede ser posible!" alzó la voz la maestra Anne Finnelan, una mujer con un semblante estricto, cabello marrón y una naríz un poco grande para su cara. "Está rompiendo completamente con una tradición en la academia al dejar entrar a esta persona. No puedo aceptar algo así"

"Sin embargo, no se le debe negar a nadie el derecho a estudiar las artes de la magia en esta institución si así lo desea" respondió la directora, aún con una actitud relajada. "Ya habíamos cometido ese error en el pasado, ¿lo recuerda?" Finnelan sólo procedió a guardar silencio. No era propio de la directora Holbrooke defender esta clase de acontecimientos, así que la tomó desprevenida. "Además, ya la mayoría de las maestras estamos a favor que se quede a estudiar"

Luego de decir esto, guardó la carta de recomendación en un cajón de su escritorio y se acercó a quien era dueño de esa carta. "Felicidades! Te doy la bienvenida a Luna Nova." Dicho esto, las demás también se retiraron a sus clases y dejaron la oficina.

Mayo, 17

8:20 AM

Las tres habían llegado justo a tiempo; quizás demasiado, ya que la maestra aún no llegaba. Esto se le hacía bastante inusual a Akko; pero su mente ahora estaba más centrada en otra cosa que en la hora de comenzar la clase.

Jamás solía pensar en esta clase de detalles; siempre estaba armando un escándalo, o durmiendo en clase si esta se tornaba aburrida. Pero desde que vio a esa extraña persona, su mente no podía dejar de procesar quién o qué era. Y ahora la maestra Ursula estaba llegando tarde a clases. Tres o cuatro minutos era lo "normal" para alguien como ella, ya que tampoco era la madre de la puntualidad; pero habían pasado más de veinte…"¿Realmente tiene algo qué ver con esa persona que vi hoy…?" se preguntaba a sí misma.

"Akko, ¿qué ocurre?" preguntó Lotte, un tanto preocupada al ver a su amiga tan pensativa. No era costumbre de ella mostrarse tan pensativa.

Las palabras de la oji-azúl de lentes alcanzaron a captar la atención de Akko. "Hm? Oh, no es nada, es sólo que me parece inusual que no haya comenzado la clase"

Sucy se para de su asiento. Empieza a examinar la cabeza de la castaña con mucho ojo. "Hmm…será posible que la poción de cambio de memoria haya funcionado?" se preguntaba.

"¿¡Qué!?" gritó Akko alertando a algunas compañeras a su alrededor. "Otra vez me usaste de conejillo de indias!?" exclamó claramente enojada.

"Qué mal, parece que fue un fracaso…realmente creí que había podido alterar tus memorias o pude haberte enloquecido. Para la otra no usaré excremento de rata-canguro en mis pociones, no sirve de nada…"

"Eso es horrible!" dijo de nuevo la chica de ojos rojos.

"Oigan, cálmense. No es para tanto" dijo Lotte intentando calmar la situación.

No terminaron de habar, puesto que la maestra Ursula ya había entrado en el salón de clases, pidiendo silencio. Esto hizo sentir aliviada a Akko, pero aún era sospechoso que haya llegado tan tarde y con una actitud bastante calmada.

"Muy bien, clase. Tomen asiento, por favor" dijo la maestra en voz alta, con su característica sonrisa. Todas las alumnas hicieron caso a sus órdenes. "Sé que estamos empezando el segundo año, pero hoy tenemos una nueva incursión a la escuela"
Inmediatamente los murmullos no se hicieron esperar en el salón de clases. ¿Otra alumna venía a la escuela? ¿Con qué equipo la dejarían? ¿Será otra chica no-usuaria de magia o una prodigio?
"Por favor, tengan calma" dijo Ursula, intentando apaciguar el repentino ruido que se creó alrededor del salón de clases. "Primero dejen que se presente con ustedes. Aunque…traten de no hacerlo sentir incómodo"

"Espera…"incómodo?"

Esas palabras resonaron fuerte en los oídos de Akko. ¿De qué se trataba?

"Ya puedes entrar!" gritó levemente hacia la puerta del salón.

Una figura extraña entró al salón a la orden. No se trataba de una estudiante de Luna Nova; no se trataba de una chica.

Era…un muchacho.

Un chico de estatura promedio, de poco más de 1.80 m., con un cabello blanco algo rebelde; facciones muy suaves en su rostro, del cuál resaltaban unos extraños ojos verdi-azules, que no parecían naturales a simple vista. Una figura erguida y firme, así como otros rasgos que le hacían ver como un verdadero chico.

Un mar de reacciones inundó la clase completamente. Algunas veían con asombro a quien acababa de pararse frente al pizarrón; otras veían con algo de miedo a esa figura varonil; otras pocas ya veían con algo de interés al chico.
Pero de todas ellas, Akko es quien más intrigaba estaba. "Es él…" dijo para sí misma.

"Muy bien, entonces es hora de que le digas tu nombre a la clase". La maestra Ursula entonces se retiró un poco del recién llegado.

Este hizo una reverencia hacia sus compañeras y comenzó a hablar.

"Mi nombre es Leslie Skyfair. Será un gusto poder estudiar aquí". Se irguió de nuevo y procedió con una sonrisa en el rostro. "Espero podamos llevarnos muy bien!"