Capitulo 1: El Troll Más Grande de la Historia

Angra Mainyu hizo un puchero… o una mueca en su metafísica cara.

El Santo Grial contaminado por la conciencia de Angra Mainyu, el Servant Avenger de la 3ra Guerra del Grial y el Espíritu Heroico que tomo el nombre del Dios Zoroástrico estaba molesto.

Molesto y frustrado.

¿Por qué estaba molesto?

Una palabra: Gilgamesh.

Dicho de forma simple, Angra odiaba al "Rey de los Héroes"

Arrogante hasta la desesperación.

Orgulloso como una diva.

Terco como una mula.

Inconsciente como un genocida.

Egoísta como el solo podía ser.

Bipolar como una Tsundere.

Y mucho más era lo que definía a ese cabron. Ohh, pero no. Lo que literalmente le hinchaba las metafísicas pelotas al Servant Avenger es que el cabrón literalmente gano la guerra del grial.

Derroto a varios de los casi 100 Assassin Hassan-i-Sabbah

Mato a Iskander el conquistador como Rider.

Lucho contra Lancelot du Lac como Berserker y si no fuera el creído idiota que era, habría ganado, bueno, técnicamente gano esa pelea pero no mato al sirviente de la locura.

No, la encargada de eso había sido una especie de forma de vida del Rey Arturo (que en si no era un verdadero Espíritu Heroico) que era una chica… esa parte lo seguía confundiendo un poco.

Y ella por si misma venció a Gilles de Rais como Caster, derroto a Diarmuid Ua Duibhne de una manera brutal con ayuda de su Master, y derroto a su antiguo camarada enloquecido.

Entre ellos 2, habían ganado la mitad y mitad de la guerra, por ende, se tenían que enfrentar.

La cosa hubiera ido de mal a peor si no hubiera sido por la acción del Master de Saber usando su ultimo Hechizo de Comando:

Ordenarle que destruyera el Santo Grial.

Normalmente, alguien se preocuparía por eso ya que era el lugar donde el residía, lamentablemente, o afortunadamente para el, a pesar de poseer uno de los Noble Fantasma más poderoso de todos, el "Rey de los Caballeros" no tenía suficiente poder para destruirlo por completo.

En su lugar, había derramado su barro negro sobre Fuyuki

Angra Mainyu había pensado en un plan simple:

Paso 1. Encerrar a cualquiera de los Servant y sus Master dentro de su barro.

Paso 2. Convencerlos de que la humanidad no tenía salvación en el caso de los Servants, en el caso de los Master los iba a dejar en una ilusión, y luego corromperlos.

Paso 3. Si el paso 2 fallaba, darle un cuerpo físico a alguno de los Servants para usarlo como núcleo en la siguiente guerra.

Paso 4. Celebrar mientras destruía todo.

Sin embargo, todo se fue a la mierda debido a que Kiritsugu no cayo en su engaño, Kirei tampoco, Saber volvió al Trono de los Héroes y Gilgamesh…

En otros universos, Gilgamesh habría ganado un cuerpo hecho de carne después de ser tragado por el barro negro de Angra Mainyu, haría un contrato con Kirei Kotomine y 10 años después sería absorbido por el Grial para usarlo como núcleo.

¿En este universo?

El muy huevón escapo en su recién reconstruido Vimana dejando morir a su Master, y aunque Kirei Kotomine vivió, no tendría a un poderoso aliado como en otros mundos.

Sinceramente, Avenger hubiera rezado a Gaia para que la tierra se abriese y matase de una vez al hijo de puta dorado ¡El muy cabrón ya le estaba colmando la paciencia!

Porque sinceramente, el no se merecía tanto reconocimiento.

Para aquel aldeano que fue torturado de las peores maneras y despreciado como nadie más, aquel que acepto su carga y maldición aunque no fuera su responsabilidad, aquel aldeano que nunca probo el anhelo de la muerte pero que se convirtió en un héroe al aceptar volverse Todos los Males del Mundo, el que un bastardo tan arrogante fuera considerado su "Rey" le daba la mayor repulsión.

Si no fuera porque no controlaba en su totalidad al Grial, habría rechazado el que ese Espíritu Heroico fuera invocado.

Sin embargo, no podía hacer eso, solo podía permitir que Anti-Héroes o seres malignos fueran invocados cundo normalmente no debería ser así, además de que también podía…

OH, jojojo~ Jejejeje. ¡Jajajaja! ¡Eso es!

La pequeña, pero malévola risa de Avenger resonó por todo el Santo Grial.

Algo que podía hacer era unir el alma de un Servant con un "recipiente"

El termino correcto sería volver a ese recipiente un "Demi-Servant", no podía enfrentarse a Gilgamesh, al menos no aun, no hasta que naciera como el verdadero Mal de Todo el Mundo, nada le gustaría más que patear el culo dorado de ese pretencioso, pero no podía, le faltaba poder.

Pero lo que si podía hacer era darle una lección de humildad.

Y por lección de humildad se refería a encerrarlo en algún "mestizo" como les decía el y ver como este usaba sus habilidades sin su consentimiento.

Pero… ¿a quien usar? El incendio producido por su barro en una ciudad cercana había matado a casi todo mundo… entonces solo debería usar a quien quedara…

Bingo.

...

Ciudad Shinto

Gilgamesh, Rey de los Héroes, caminaba entre los escombros que dejaron las llamas producidas por aquel barro negro.

Miraba con algo de desprecio todo el lugar. El mundo, SU mundo había sido tan dañado por esos mestizos. Los dioses habían perdido su derecho sobre el mundo, jugaron un juego de poder con el y perdieron, el mundo mismo y todos sus tesoros eran de el.

Y ver lo que le habían hecho a su "jardín" traía desprecio al corazón del Archer dorado.

Su Acción Independiente era del grado más alto que hubiera, no se tenía que preocupar sobre el tiempo que tenía en ese mundo.

—¿Hnn?— hizo al sentir un pequeño movimiento debajo de sus pies.

Miro un pequeño ojo de un color dorado entre la tierra negra y quemada.

Su boca se abrió y se abrió levemente, algo sorprendido al notar que era un pequeño niño el que se retorcía tratando de salir de la tierra que aplastaba su pequeño cuerpo.

Era patético, buscando vivir desesperadamente en vez de aceptar la muerte como un guerrero digno.

Sin embargo, su agonía y dolor le traían recuerdos al Archer dorado… recuerdos particularmente dolorosos.

Enkidu…

Sacudió la cabeza, no podía comparar a su mejor y único amigo con un mocoso abandonado en el suelo.

Se dio la vuelta, dispuesto a irse de allí y, de necesitar Prana, usar como combustible a algún mestizo que encontrase en algún lado.

Sin embargo, sintió un ligero, casi nulo, tirón en su tobillo. Se giro, medio indignado al ser tocado, y vio como la muñeca del mocoso sobresalía de la tierra quemada, agarrando con debilidad su pie.

—Por… fa… vor… a… yu… da— dijo de manera entrecortada, su voz apenas audible por la tierra que cubría su boca.

—¡Suéltame ahora, mestizo…!

Y entonces paso.

Un pequeño hoyo negro se formo entre la mano del Ojidorado y el Ojirojo.

En menos de unos segundos el hoy negro creció mientras unas llamas negras y azules salían a cubrir a Gilgamesh.

—¿¡Pero qué…!?— grito el rubio mientras las llamas se tornaban totalmente negras y los cubrían a ambos—. ¿¡Qué es esto!?— demando saber antes de que una esfera negra los atrapase ambos.

El aire alrededor comenzó a arremolinarse mientras la esfera negra crecía de a poco hasta que la esfera se expandió un poco más antes de encogerse y desaparecer.

Al final, solo quedo un pequeño niño pelirrojo con su mano alzada pero con los ojos abiertos de par en par, estos habían pasado del tono dorado que tenían a unos ojos rojos como el fuego con una pupila en vertical, como la de una serpiente.

El pequeño pelirrojo parpadeo una vez mientras sus ojos volvían a la normalidad, antes de comenzar a cerrarlos lentamente.

Y luego, cayo inconsciente.

¿Alguna vez seré así de feliz al salvar a alguien?

Esa fue su pregunta al ver al hombre de cabello negro con lagrimas en los ojos y sonriendo al haberlo salvado.

No sentía… nada en particular, solo un vacío en su alma después de haberlo perdido todo.

No recordaba a sus padres. No recordaba a su nombre. No recordaba nada ni haber sentido algo alguna vez.

Aunque… ahora que se fijaba bien… si sentía una cosa; curiosidad.

Al ver a ese hombre llorar de pura felicidad al haberlo salvado, una leve curiosidad y añoranza afloraron con lentitud en su corazón en blanco.

¿Si salvaba a alguien se sentiría así de feliz?

Regocijo, felicidad, orgullo, tristeza y muchas más emociones se arremolinaban en su interior, no las sentía como suyas, pero quería sentirlas.

Quería… ser un héroe.

Quería… ser el más grande héroe que el mundo haya visto.

Y aun más, se sorprendió al notar que quería algo.

Sin embargo, antes de que pudiera seguir pensando un brillo dorado lo cegó nuevamente.

Un sensación de alivio surco todo su cuerpo, sintiendo el dolor físico desvanecerse lentamente mientras aquella sensación de calidez llenaba todo su cuerpo.

11 Meses Después

Emiya Kiritsugu termino de anotar el ultimo de los papeles en una larga pila.

Soltó un suspiro al ver a su hijo adoptivo desde una ventana en su oficina jugar en el patio con Taiga o como su hijo Shirou le decía "Fuji-nee"

Había comprado una gran mansión en Fuyuki hace unos meses a raíz de la guerra, ya que quería tener una vida tranquila y en paz junto con su hijo.

Y eso se había ido a la mierda hace poco.

Kiritsugu no era un hombre normal, era un magus y aun así no era un magus normal, era el Magus Killer y era casi considerado un hereje al no estudiar nada más que el legado de su familia. Sin embargo, conocía un par de hechizos útiles como Refuerzo, Análisis Estructural y Grabation Air. Siendo que el segundo era el más usado, ya que le permitía saber la historia de un objeto, de vez en cuando la usaba en sus victimad ya que algunos Magus tenían a llegar al punto de cambiar sus caras para no ser descubiertos.

Como sea, hace 4 meses uso Análisis Estructural en Shirou para verificar que Avalon siguiera funcionando.

La normalmente estoica cara de Kiritsugu cayo cuando toda la información fue grabada en su mente.

Su hijo adoptivo de alguna forma ahora tenía dentro suyo a aquel Archer dorado junto con Avalon.

Impresionante, sin duda, literalmente, casi le dio una embolia al enterarse.

¿El por qué?

Por qué su hijo posiblemente tenía el poder para ser el humano más fuerte de todos, sin contar a los Servants claro, aunque ahora que lo pensaba su Shirou era una especie de "medio Servant" pero lejos de ser solo eso, lo más importante es lo que su hijo gano con esa unión.

Y él se entero de quien era aquel Archer que peleo contra Saber y Berserker.

Gilgamesh, Rey de los Héroes, hijo de la Diosa Rimat nin sun y Lugalbanda.

¿Qué había ganado Shirou con su unión al rey?

Todo, absolutamente todo lo que tenía que ofrecer.

El alma de Gilgamesh era tan poderosa que en si misma había cambiado al cuerpo de Shirou para adaptarse a ella.

Le había proporcionado un cuerpo en los más altos estandartes humanos, Shirou apenas y había tenido que esforzarse para ejercitarse un poco, y cuando sudaba era porque se pasaba casi medio día entrenando.

Su cantidad de circuitos mágicos era numerosa, debido a que Gilgamesh nació en la Era de los Dioses tenía más de los que la gente en la actualidad, ser un Semidiós ayudaba con eso. Si no fuera porque jamás se intereso en la magia hubiera sido uno de los más grandes magos en la historia de la humanidad.

Es decir, hasta para Kiritsugu el tener 215 Circuitos Mágicos era exagerado.

Bueno, Gilgamesh realmente tenía 188 pero los circuitos de su hijo se habían sumado a los de el y habían hecho algo que debería ser imposible; cambiar el numero de circuitos en una persona.

La razón de porque Gilgamesh tenía tantos circuitos era una combinación de factores, su madre era una diosa y su padre un semidiós, además de que con el tiempo el numero de circuitos de los humanos había decaído desde la Era de los Dioses hacían que para cualquiera de la época actual 215 fuera mucho.

Y… eso no era lo mejor.

Shirou tenía acceso a la tesorería del Rey de los Héroes. La Puerta de Babilonia llena con casi todos los Noble Fantasma y objetos de toda la humanidad y varias mitologías.

Y no el lo sabía.

Tenía la tesorería más grande de todas y no lo sabía.

La situación era peor que ello.

Saber que su hijo adoptivo tenía no solo el alma de uno de los más poderosos Servants, si no también a Avalon, y lo que casi le da un infarto.

Una realidad mármol.

Una realidad mármol en su interior le parecía gracioso y sorpresivo, sobretodo por como funcionaba.

Cada arma que Shirou allá visto alguna vez en su vida era guardada dentro de esa realidad mármol para usarla como quisiese.

Y las armas incluían Noble Fantasma que su hijo podía usar como quisiese.

Lo cual era increíblemente útil juntando su uso con la bóveda.

Por un lado, había algunos Noble Fantasma y armas que el Rey de los Héroes no poseía.

Armas como la armadura de Lancelot, el Berserker de la 4ta Guerra, que mejoraba toda arma que usase y ocultaba su identidad. Armas que nunca tuvieron alguna gloria como Kansho y Byakuya. O armas que no fueron usadas en los mitos como la armadura y lanza de Karna.

Entre otros.

Figurativamente hablando. Shirou era capaz de replicar cualquier arma que existiese.

Si la Torre del Reloj se enteraba de eso, casarían a su hijo como un animal. Era algo que toda la torre del reloj destruiría lo que fuera para conseguirlo, no, la codicia era tal que literalmente se armaría una guerra civil en la asociación de magos, básicamente tenían a alguien que podía invocar catalizadores para cualquier Servant, o con una infinidad de objetos mágicos de gran valor, incluso la más normal arma en la armería estaba tan llena de Mana que podía ser considerada un Misterio Divino.

Si se juntaba con el hecho de que poseía una realidad mármol y Avalon en su interior, su hijo sería cazado como un animal.

No podía permitir eso.

Shirou era ahora su hijo adoptivo y la representación de que aun con todo el horror y destrucción que ha causado él a través de su vida como el Magus Killer al menos en su vida verdaderamente ha salvado a alguien por una vez.

De una manera u otra Shirou estaba destinado a ser parte del mundo de los Magus, no había de otra y el tendrá que pelear, sobrevivir y matar. Además sería un gran activo para Shirou por si deseaba sobrevivir, y por gran activo era grande… infinito mejor dicho.

El Magus Killer pensó cuidadosamente lo que debería de hacer, él quería tener un poco de descanso ante su prematura muerte pero parecía ser que el mundo, o quizás Alaya, o la raíz, o en el peor de los casos Zelretch, le dio una tarea más: la preparación de no solo su hijo sino de su heredero.

Tendría que preparar a Shirou de toda la manera y era obvio que tenía que equiparlo con todo lo que pueda tanto en lo mágico como en lo mundano así que enseñarle armamento era lo lógico aunque un pensamiento le entro

¿y si el le daba su cresta de la familia Emiya a Shirou?

No sabía que era posible pero tenía que averiguar con más calma y preguntarle a algunos de su contacto para darle más apoyo de esto debido que él sabía que no era muy útil instruyendo a otros.

Eso sí, él tenía que preguntarle a Shirou con rapidez su consentimiento ya que no tenía mucho tiempo de vida y quería ver antes de su final que Shirou tiene el poder para defenderse, quizás sea mejor que él y su hijo vivan en otro lado, no podía confiar en los Tohsaka y Matou en Fuyuki.

El gimió levemente, tanto para planificar y poco tiempo para actuar pero él sabía bien que tenía que hacer primero, activar los circuitos mágicos de su hijo, integrarle su cresta mágica (aunque como él no lo sabía pero como nuevamente ha dicho , él tiene contacto que le debían unas) que es suya por derecho propio y enseñarle una filosofía que seguir, su hijo era muy poco emotivo y temía que el trauma del incendio le haya marcado tanto que no sepa cómo vivir, debía de ver eso, debía de enseñarle las ganas de vivir a su hijo porque sin ella el no sobreviviría, él tenía que; le había fallado a su antigua amiga de la infancia a su madre adoptiva, a su esposa, a su amante y a su hija.

No podía fallarle a Shirou.

No podía.

Después de activar los Circuitos Mágicos de su hijo tenía que ver una manera de como enseñarle a usar la bóveda de Gilgamesh y las habilidades de su realidad mármol junto con las de su cresta mágica.

No podía evitar sentir algo de lastima por quien fuera el enemigo de su hijo.

(En diferentes partes del mundo, Kotomine Kirei, Zouken y Shinji Matou, la hija de Kiritsugu y algunos Espíritus Heroicos en el Trono de los Héroes estornudaron)

—Viejo, ¡ya vine!— Kiritsugu alzo la mirada notando a su hijo entrar solo a la sala y por el estado de su ropa supuso que Taiga se entusiasmó con su hijo y terminaron jugando más de la cuenta.

Kiritsugu tomo los papeles que él estuvo leyendo que era una forma de introducir la cresta Emiya en su hijo y que el copio en esos papeles usando un hechizo básico, en los movió e igual le hizo una seña a su hijo que se acercó curioso para después sentarse a su lado.

Kiritsugu con calma poso su mano en el hombro de Shirou mientras que con la otra mano atrajo la cresta mágica bien protegida en su protección de vidrio, Shirou la observo un poco curioso pero parpadeo un poco al sentir la magia venir de aquella cresta—… Papa…. ¿qué es eso?

—Esto Shirou, es el legado de mi familia… y ahora es tuya.

—¿Mía?

—Así es, eres mi hijo y, por ende, ahora te pertenece. Pero no es solo eso para lo que te llame— le informo Kiritsugu agarrando uno de los papeles en su escritorio y dejando la cresta en un lado del escritorio.

Shirou miro curioso como su padre le mostraba un dibujo de algo impresionante.

Era un hombre con una extraña armadura dorada con detalles azules parado en la cima de un poste y detrás suyo estaban unos portales parecidos a ondas de agua.

—¿Te resulta familiar, hijo?— le pregunto Kiritsugu a su hijo.

—Bueno…

Un hombre de cabello verde respiraba agitado, antes de caer al suelo totalmente cansado, enfrente suyo estaba un hombre de cabello dorado y ojos rojos que sonreía a pesar de tener los dientes rotos y sangrantes.

Una risa ahogada salió de su boca, un arma cilíndrica con marcas rojas y el pomo dorado cayo al suelo junto con su dueño que, a pesar de dolerle todo el cuerpo reía contento.

Había encontrado a un digno rival.

A un digno amigo.

Shirou sacudió la cabeza levemente, sacando ese recuerdo fuera de su mente.

—No, nunca lo he visto— su padre lo miro detenidamente unos momentos, buscando algún signo de mentira en sus palabras. Sin embargo, decía la verdad.

—Bien… siéntate hijo, tenemos mucho que hablar.

3 Meses Después

Shirou actualmente tenía ochos años, un año completo desde que Kiritsugu había salvado su vida en el incendio de Fuyuki, desde que su padre le mostro la cresta de su familia mágica había comenzando con su entrenamiento en las artes mágicas pero como Kiritsugu era más un hombre que usa la magia como un arma más que llamarse un magus a sí mismo el aunque sabía un poco de como activar los circuitos mágicos no sabía cómo se hace o lo que se necesita para activar los circuitos de Shirou y es que para molestia de los dos Emiya aun con tanto conocimiento en la cresta Emiya no había nada sobre activar circuitos mágicos.

Se podía decir que es de idiotas que un magus no sepa activar circuitos mágicos pero Kiritsugu era Kiritsugu así que no tenía excusa para ello aunque Kiritsugu se burlaba un poco de la familia Emiya en guardar la información de su cresta aunque teorizo que era porque Shirou está vivo que tal información para empezar puede ser estudiada.

Si bien Kiritsugu no podía enseñarle magia o practicar lo que ya sabe con Shirou al menos se han centrado en hacer lo que si pueden y eso era estudiar la información de la cresta accesible pero la mayor parte Kiritsugu le enseño lo que sabía Shirou: armas de fuegos, tácticas personales y conocimiento para luchar contra magus.

Le enseño mucho más pero se centró en lo que le ayudo a ser conocido como el magus Killer.

Kiritsugu intento lo mejor que pudo para ser suave con Shirou pero Kiritsugu nunca tuvo la experiencia para hacerlo, pero lo intento.

Él fue duro, pragmático y sin endulzar la verdad del futuro de Shirou con sus talento únicos como su acceso a la bóveda infinita y la base de su realidad mármol, Kiritsugu cuando no estaban estudiando directamente con las artes mágicas le contaba historias de sus cacerías como un FreeLancer, él le quería recalcarle en no cometer los errores que cometían los arrogantes magus que el terminaba enfrentando , la mentalidad que se necesita para enfrentarles (rápido, preciso y mortal; los magus generalmente se ponían a hablar orgullosamente sobre su magia) y el dato más importante, la vida familiar y los hechos más importante de la vida de Kiritsugu.

En otra vida Kiritsugu hubiera mantenido callado esas partes de su vida de Shirou y eso era porque no lo veía importante porque Shirou nunca tendría peligros como un magus y llevando su apellido debido a su pobre habilidad mágica y su falta de talento pero en esta ocasión las cosas son diferentes, Shirou tendrá que aprender a sobrevivir de una manera u otra y llevando su apellido le convertirá en objetivo de muchos.

Él no era ingenuo y ciego para pensar que con solo tener una vida apartada y no llamativa Shirou estaría fuera de peligro, no, si las cosas se van al sur de una manera u otra al menos Kiritsugu moriría con la certeza que por si sucede lo peor el preparo correctamente a Shirou.

No importaba si se tiene la fuerza más grande si no se tiene la mentalidad para saber actuar entonces nada de eso importaba y Kiritsugu deseaba meterle a la cabeza a Shirou el sentido de la supervivencia y la ideología que en algunos casos se tiene que hacer lo terrible para lo que es correcto, como cuando mato a su padre Noritaka para evitar una futura infección de apóstoles muertos como sucedió en aquella isla en su infancia, o tener la mentalidad para actuar con rapidez y con decisión similar cuando ocurrió el incidente que culminó con la muerte de su madre adoptiva Natalia aunque no deseaba que Shirou siguiera ese maldito camino en donde sacrificaba a quienes quisieran pero al final hay momentos en que no había otra opción.

No se pueden salvar a todos.

Y era un shock para Shirou oír eso de un hombre que derramo lagrimas de alegría al salvar a una sola persona.

Curiosamente esa frase golpeo a Shirou ya que el afirmaba que deseaba ser como su padre en salvar a cuantos pudiera y en medio de una conversación detallada Kiritsugu descubrió que su hijo tenía ese deseo debido al síndrome de la culpa del sobreviviente.

Un trastorno en donde una persona siente remordimiento al sobrevivir mientras otros no, solo personas muy empáticas pueden desarrollar tal síndrome pero Kiritsugu podría ver que eso sería un problema para Shirou en el futuro.

Su hijo viviría en una misión imposible y cuando descubriera esa verdad viviría amargo y lleno de lamentaciones.

Como él.

No se puede salvar a todos e incluso si se pudiera en esta vida después de la muerte siempre ocurrirá algo que no se puede evitar.

Kiritsugu tardo horas en meterle a la cabeza a Shirou de esa lección que Kiritsugu duramente tuvo que aprender a las malas pero el chico le resultaba difícil comprender lo anormal que es un obsesión de salvar a todos y aunque como Shirou diría en toda su vida

¿Qué hay de malo en salvar a alguien?

Pero algunas veces luchar en misiones imposibles no valían la pena. Aparte de todo ello Shirou había comenzado a practicar con las armas de fuego que Kiritsugu tenía a la mano aunque no le ha dejado disparar una considerando que era muy joven para ello.

—¡Shirou! Ya he regresado— dl joven pelirrojo movió la mirada de la imagen holográfica que contaba notas de algunos de los miembros del clan Emiya procedente de la cresta mágica, el observo a su padre moverse con cuidado a la sala trayendo un maletín negro en una mano y un libro azul en la otra que Shirou supuso era lo que su padre inicialmente fue a buscar en el extranjero.

Eso y quizás poder ir a ver a su hermana adoptiva; Kiritsugu no perdió detalle en contar sobre la cuarta guerra del grial y la causa del incendio de hacia un años atrás, él quería que Shirou entendiera que jamás tirara a sus seres queridos por decisiones estúpidas que al final perjudicaría a otros aún más.

¿Salvar gente o sus seres queridos era lo que es preciado para él?

No sabía que responder ante esa pregunta.

—Papa ¿cómo te ha ido?— pregunto Shirou con una sonrisa suave pero notando lo rojo que estaban los ojos de su padre aunque la calma en su rostro la respuesta fue simple: fracaso en llegar a su hermana Ilyasviel pero logro conseguir lo que le faltaba para activar sus circuitos mágicos.

Era una obtención y fracaso agridulce por igual, saber sobre su media hermana , su (se podía decir) madre adoptiva fallecida fue un golpe para Shirou que le tenía confundido porque no sabía qué hacer con saber la existencia de Ilyasviel y el hecho que ella ahora estaba restringida por los Einzbern haciéndole quien sabe que Kiritsugu fríamente comento que a lo mucho Ilyasviel se convertiría en el grial menor de la próxima guerra del grial y aunque había las bombas que detonaría en los puntos focales de mana en Fuyuki desbaratando la guerra del grial aún no se le quitaba el mal sabor de boca ante el destino de su hermana.

Shirou sabía que debía salvarla, era su deber como su hermano mayor (aunque adoptivo) pero era débil, incluso aun con tener una realidad mármol, un noble fantasma en su ser y aquella bóveda era débil. El no creía que el solo podría enfrentarse contra los Einzbern.

Si solo supiera.

—El campo limitado de la mansión Einzbern era muy fuerte y… con mi estado actual no puedo entrar en él. Por otro lado… mis contactos de los ejecutadores y Enforcer me ayudaron y logre que me dieran estos libros y materiales para activar los circuitos mágicos y como saber el origen de un magus pero lo haremos con más calma ¿te parece hijo?— pregunto Kiritsugu con una sonrisa cansada mientras Shirou asintió levemente.

El ex-magus Killer tenía que sorprenderse por la inteligencia y madurez de su hijo además de su gran avance en aprenderse mucha información de parte su cresta mágica, eso no era algo normal incluso para los estándares magus pero Shirou no era normal.

Tenía una realidad mármol; eso no era normal.

Tenía acceso a casi todo en este mundo; eso tampoco era normal.

Shirou tomo algunos de los papeles que había puesto en la mesa lo cuales tenían escritos resumidos de algunas de las investigaciones de su ancestros y los acomodo mientras su padre tomaba asiento dando un suspiro de alivio demostrando lo cansando que estaba. La maldición de Angra Mainyu comenzaba a ser sentible.

—Genial viejo, esto será asombroso… eh, pero ¿Qué pasa con lo de la bóveda?— pregunto con curiosidad Shirou recordando bien el Noble Fantasma.

Él sabía bien lo importante que era la Puerta de Babilonia, tener lo que sea dentro de una bóveda infinita era algo que incluso alguien que no era un Magus habría matado por tener.

—Hay un modo pero tenemos que ser paciente, Shirou. En fin, descansare un poco y veré como es tu velocidad en limpiar las armas ¿te parece?

—Sip— asintió el pequeño contento.

1 semana después

—215 Circuitos Mágicos de Rango A. Es algo realmente notable, hijo.

—¿Y cuanto es la cantidad normal papa?

—Mmm, lo normal son 20 circuitos mágicos.

Los ojos de Shirou se abrieron con sorpresa—¿Entonces tengo más de 10 veces lo que la gente normal?— cuestiono sorprendido el chico pelirrojo.

—Exactamente, eres un chico muy especial, Shirou— le dijo su padre con una sonrisa levemente cansada.

—¿Y cuándo puedo aprender magia?— cuestiono emocionado.

—Descansa un poco Shirou y comenzaremos con lo que se para que puedas aprenderlo rápidamente, he dejado esta semana para que tus nuevos circuitos mágicos no sufran algún daño prematuro, no seas apresurado— reprendió Kiritsugu observando a Shirou agarrarse el estómago con molestia y asco, para activar sus circuitos mágicos empleó un químico hecho de otros materiales que hizo que se activaran los circuitos de Shirou y lo dejara por unos días con dolores y nauseas, Kiritsugu puede simpatizar con su hijo, aquel brebaje sabia como el diablo pero uno se lo tenía que tomar para aprender Magecraft aunque a Kiritsugu se le escapaba porque no aprendió la lista de los ingredientes para crear aquella poción.

Shirou por otro lado entendió a su padre sobre no excederse al usar sus circuitos recién activados, por un lado podría sufrir un daño o algo así.

—Okey, papa, iré a leer un poco.

—Es lo mejor, aunque ahora que lo mencionas ¿Cómo te ha ido con tu tarea de matemática?

—¡Muy bien, papa! Voy a terminar unas multiplicaciones que Fuji-nee me hizo como tarea— confeso con una sonrisa leve Shirou a su padre que asintió sin más complacido sabiendo que Shirou no mentiría.

Para tener más importancia a su educación y entrenamiento mágico Kiritsugu decidió que Shirou estudiara en casa , él pensó inicialmente cuando descubrió el estado de Shirou que él y su hijo tendrían que vivir en otro lugar pero en su viaje a Londres y Alemania descubrió que los Einzbern, los Archibald y algunos que otros enemigos del pasados están buscándole clamando venganza, que no le hayan encontrado en Fuyuki es debido a una vez más a la arrogancia ciega de los magus ya que creían que los Tohsaka como segundos propietarios no permitiría que alguien como Kiritsugu estuviera viviendo con pase libre en la ciudad pero es que ellos no sabían que la única Tohsaka con uso de razón y portando el nombre era una niña de la misma edad que su hijo Shirou que era cuidada por Kotomine Kirei y aunque el hombre ya ha demostrado lo terrible y peligroso que era hay cosas que Kotomine no sabe sobre los magus, como tal la importancia de magus en zona de otros magus sin permiso.

Por lo tanto Kiritsugu decidió que Fuyuki era el único lugar en el que se pueden quedar.

La educación de Shirou había bien a partir de ahora ya que tenía a Taiga ayudándole aprender a Shirou algunas cosas que Kiritsugu no sabía y es que la chica entusiasta ha aclamado que deseaba ser maestra y enseñándole a Shirou le veía como una buena práctica, Kiritsugu no objeto en recibir la ayuda de la joven Fujimura y eso porque logro conseguir muy buenos libros que Shirou leía como una esponja y aprendía.

Kiritsugu sabía bien que Shirou al final tendría que ir a la escuela pero eso sería mucho más allá después de su muerte y ya arreglo eso con el abuelo de Taiga.

Kiritsugu observo a su hijo sentarse en el pórtico del patio con varios libros a un lado suyo garabateando en una hoja supuso haciendo la tarea, la activación de los circuitos mágicos ya ha sido completado, lo siguiente era la integración del cresta, ver como diablos se usaba el Noble Fantasma de Gilgamesh y en unos meses la comprobación del origen y elemento de Shirou pero la incorporación de la cresta Emiya a su hijo adoptivo era un problema.

Su hijo tenía una realidad mármol, a Avalon, la tesorería de Gilgamesh y las habilidades que este tuvo en vida, era mucho poder, pero no sabía si introducir la cresta Emiya fuera algo bueno.

Mucho poder no era bueno siempre.

Si bien quería que su hijo tuviera los medios para protegerse, tampoco quería que se volviera un adicto al poder.

—¡Papa!— escucho a Shirou llamarle.

Se giro, y sus ojos se abrieron en sorpresa al ver como a unos metros de su hijo estaba un portal dorado.

Había el pequeñísimo detalle que de allí salía un pequeño torrente de oro, joyas y demás.

—¿Eso es normal?— pregunto Shirou

No, definitivamente, no lo era.