Capítulo uno.

Cacería

El supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar. Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren. ... Preferiría la paz más injusta a la más justa de las guerras.


En un bosque húmedo y oscuro, inquietantemente silencioso y digno de una novela de Stephen King, una sombra buscaba su boleto a vivir una o dos semanas más. Algo que la alimentará lo suficiente como para seguir viviendo sin propósito alguno.

Llevaba años viviendo así, su vida carecía del más mínimo sentido desde el día en que perdió a los pocos amigos que le quedaban pero por alguna razón ella seguía insistiendo en seguir adelante. Su vida era horrible, apenas y comía lo necesario y cuando no pudo encontrar comida por los medios legales se dedicó a escapar día a día de los límites de su distrito.

Con un pequeño arco de madera, tallado por sí misma, Hermione se movía entre las ramas y hojas tratando de que su presa, un pequeño ciervo, no se le fuera de las manos.

Como siempre respiró hondo y comenzó a tensar la flecha (que esperaba ella) diera en el blanco.

Aunque estaba a una considerable distancia del animal, ella veía su respiración, sentía su tranquilidad y eso de algún modo la irritaba. Ella no podía disfrutar de esa clase de paz desde hace mucho tiempo y siempre se sorprendía al darse cuenta de que veía a un simple animal con una envidia creciente. Le encantaría ser un pequeño ciervo, un búho o incluso un pajarillo, ya que comparando sus problemas con los de un pequeño colibrí bueno… ellos vivían en un paraíso.

Movió la cabeza secamente para deshacerse de esos pensamientos ridículos, esbozo una mueca de hastió y cuando estaba a segundos de dejar ir la flecha, ansiosa de dar directamente en la cabecita del indefenso animal, unas enormes manos la tomaron de la cintura y la atrajeron hasta un chico de amables ojos verdes que la miraban burlonamente.

-Vaya cazadora -comenzó Theodore Nott alegremente -aunque una muy mala y… Algo estúpido

Hermione se quedó estática al sentir el contacto del chico, en cuanto al ciervo, este aprovecho el momento para huir despavoridamente por el bosque.

-¡Joder! , ¡Theo!- espeto Hermione soltándose del agarre y al ver que el ciervo se iba rápidamente reclamo- ¡Has ahuyentado mi cena!

-Como si hubiera sido sólo para ti-comenzó el rodando los ojos-Hermione te conozco tan bien que lo único que hubieras tomado de ese ciervo hubieran sido trozos minúsculos, lo demás simplemente se donde habría ido aparar.

-Que seas egoísta no es mi problema-replicó Hermione con el ceño fruncido- esos niños no tienen nada, salvo las sobras de los agentes de la paz.

-Bueno... algo es algo pequeña Mione, además ¿qué pensabas?, ¿qué entrarías a la ciudad con un ciervo obviamente cazado de la zona prohibida sin llamar la atención?-dijo Theo con expresión irónica-los agentes de la paz te hubieran hecho trocitos antes de que intentaras sacarle la flecha al animal.

-Lo iba a vender-contestó Hermione poniéndose dé puntas para quedar a la altura de Theo -a agentes de la paz, Rockford siempre me compra ardillas y...

-Pero no ciervos-agregó Theo interrumpiéndola con una mueca burlona-ahora si me permites agregar…. Hermione Granger, tu cabello se está volviendo castaño de nuevo.

La chica (en ese momento una rubia de ojos azules y tez exageradamente blanca) observó cómo evidentemente su largo cabello de tornaba castaño y comenzaba a tomar un descontrolado tamaño al volverse rizado y abundante como siempre.

-No importa- contestó Hermione-tengo poción multijugos por aquí- explico removiendo su moral.

-Mmmm-dijo Theo juguetonamente -¿te refieres a esta? ¿La que dejaste caer hace una media hora al entrar al bosque?

-Demonios-contesto Hermione-devuélvemela

-Eh...-contestó Theo vacilante

-¡Theo!-replico Hermione

-Bien, bien-dijo el encogiéndose de hombros y entregándole el frasco

Hermione tomó la poción inmediatamente y sus ojos (que comenzaban aponerse de nuevo de un color miel) volvieron al azul anterior al igual que si cabello, volviéndose rubio de nuevo. Theo la observaba con aire resignado y al notar esto Hermione pregunto:

-¿Qué?-Pregunto Hermione al notar que la miraba

-Nada…-comenzó el mientras se acercaba a Hermione - es sólo que hace tiempo que no te veía siendo tu...ya sabes, el cabello y eso-contesto el en tanto tomaba su mejilla y la acariciaba

Hermione se quedó estática ante el roce del que fuera su único amigo desde hace años. Ella lo miro fijamente observando esa mirada noble y amable que siempre la sacaba de algún aprieto (como cazar en la zona prohibida o robar a agentes de la paz), pero esos eran pequeñeces comparado con la primera ocasión en la que Theodore Nott rescató a Hermione Granger.

-Tenemos que irnos Mione-dijo Theo sacándola de su meditación

La observo unos segundos más antes de sonreír y acercarse más hasta rozar su nariz contra la suya. Hermione sentía el calor de Theo y su respiración (que al contrario de la de ella) era tranquila y serena, como si disfrutará y saboreara el momento

-Si... los niños me esperan-dijo Hermione en un susurro.

Theo cerró los ojos en un acto de resignación y dijo:

-¿No pueden saltarse la comida de hoy?

-Considerando que no hemos comido en una semana, no lo creo-contesto Hermione con una sonrisa

-Bueno, creo es mi culpa-dijo Theo sin apartarse de ella-mis misiones han sido cada vez más largas y Draco no me dejó ir hasta pasados los recuentos.

-Vaya idiota…-replicó Hermione-¿sigue siendo igual que en el colegio?

-Más o menos-contestó Theo con una sonrisa burlona-algo más formal, pero básicamente igual. Pero eso no importa-continuó el apartándose lentamente de ella, te traje un regalo.

-Vaya... ¿y qué será?-pregunto Hermione burlonamente

-Ven y lo descubrirás-contesto Theo ofreciéndole su mano.

Hermione sin vacilar la tomo y comenzaron a andar tomados de la mano como recientemente comenzaban a hacerlo. Al contrario de su sigilo anterior Hermione caminaba con soltura y sonreía (algo que casi nunca hacía cuando Theo no estaba), para Hermione, Theodore Nott se había convertido en una de las pocas personas que realmente apreciaba y una de las pocas que seguía con ella.

Continuaban caminando por el bosque hasta toparse con lo que parecía una pequeña casa.

-¿Me conseguiste una casa?-pregunto Hermione incrédula

-No-respondió Theo-es aquí donde guardo mis cosas, tu regalo está a dentro.

Hermione continuó caminando hasta que llegaron a la pequeña puerta. Theo la abrió lentamente y entraron a lo que parecía una pequeña sala de estar que estaba directamente conectada a una cocina. Todo parecía tan muggle y Hermione no podía evitar sentir nostalgia.

-Vamos a ver...cierra los ojos-dijo en tanto corría a las habitaciones-no hagas trampa.

-¡Soy una Gryffindor!-contestó Hermione automáticamente cerrando los ojos.

-¡Y yo un Slytherin, eso me hace no creerle a nadie!-grito Theo desde el otro extremo de la pequeña casa.

Theo regreso rápidamente cargando cuidadosamente una gran caja verde con un listón plateado adornándola.

-Bien, abre los ojos-dijo triunfantemente colocando la caja en sus manos.

-¿Qué es?-pregunto Hermione mirándola extrañada.

-Sólo ábrela, te gustará-contestó Theo animándola.

Hermione fue a la barra de la cocina y comentó a jalar un extremo del listón, luego con cuidado removió la tapa de la caja. Dentro de esta descansaba un pequeño gatito negro que ignoraba que una chica lo miraba maravillada.

-Un gato... –dijo Hermione en un susurro

-Sé que perdiste a la bola de pelos naranja en la guerra, o por lo menos eso supuse. En la última misión pasamos la noche en un pueblo casi fantasma y durante la cena escuché un maullido y lo encontré... Eran 5 gatos, pero este dormía sobre encima de todos, es un líder nato. Su madre estaba muerta y lo tomé-exclamo Theo mirando al pequeño

-¿Y los demás?-pregunto a Hermione apartando la mirada del pequeño que dormía.

-Tranquila -respondió Theo rodando los ojos-también los tomé, sólo que al regresar al Capitolio los regale. Sabes cómo son, adoran más a los animales que a las personas, no les irá mal.

-¡Oh Theo gracias!-exclamó Hermione abrazándolo efusivamente.

-Sabía que te gustaría -contestó el

El abrazo duro varios segundos y cuando Theodore decidió al fin dejar que está lo soltase sus miradas de encontraron como muchas veces lo hacían. Reflejando lo que ambos querían.

Theo tomó la mejilla de Hermione y se fue acercando lentamente a ella sintiendo su respiración agitada.

-Si quieres que me detenga...es el momento de decirlo...-susurro Theo

Hermione en respuesta se acercó más a él e hizo que sus labios acariciaran los suyos en una tierna negativa. Esto fue demasiado para Theo que inmediatamente plasmó sus labios contra los suyos.

No contaron los segundos, no contaron los minutos o las horas en las que se entregaban a lo que ambos deseaban desde hace algún tiempo. Theo estrujaba a Hermione fuertemente contra sí, ella simplemente cedió y continuaba sumergida en él, en sus brazos, en sus besos….pero su cuerpo deseaba más…mucho más.

Ella comenzó a responder al agarre casi posesivo de Theo tocando su pecho y subiendo sus pequeñas manos a su cuello colgándose de él, Theo simplemente sintió como un calor recorría todo su cuerpo y en un acto que sorprendió a Hermione, la estrello contra la pared sin soltarla comenzando a bajar sus manos hacia su trasero sin disminuir la cercanía que ambos tenían. Hermione comenzó a sentir como el miembro erecto de este acariciaba la parte baja de su cintura, logrando que se sonrojara casi al instante.

-Hermione…-susurro Theo-si no quieres...

-Detenernos para mí no es una opción-contesto ella mirándolo fijamente, mirando aquellos ojos verdes que siempre le daban una sensación de paz y de protección. Hermione había sufrido demasiado en los últimos años y ella simplemente sabía que su esperanza de vivir no era tan larga como ella hubiera deseado.

Con Ron, decidió esperar, con Theodore simplemente sabía que eso no era una opción, porque no sabía si en uno o dos días la encontrarían y la pondrían en una ejecución pública como hacían con los demás traidores y porque simplemente no quería parar, era suficiente para ella. Había soportado demasiado dolor, ahora quería simplemente ser lo que nunca fue, o por lo menos lo que debió evitar ser para protegerse.

Un humano.

-Te adoro tanto-dijo el seriamente-

Él no la dejo responder, callo la respuesta con un cálido beso que hizo que ambos se desconectaran del mundo. Hermione continuo desprendiendo botón a botón de la impecable camisa azul que ocultaba un torso bien definido, en él se presentaban rojas y orgullosas distintas marcas, unas simplemente parecen de cuchillos u otros objetos más al estilo muggle, los demás eran claramente de hechizos.

-Theo…-susurro ella acariciando una que estaba abajo del pezón izquierdo

-Fue un sectumsempra-contesto el como si nada-fue hace tiempo

Hermione siguió observando la marca tallándola con sus dedos, acariciándola y sin previo aviso comenzó a besar cada una de ellas hasta llegar al límite de los vaqueros de Theo. El simplemente estaba paralizado sintiendo el roce de sus labios contra su cuerpo y eso no hiso más que aumentar la erección que su pantalón escondía. Hermione se levantó y continúo jugando con sus labios de manera que lo volvía loco. No resistió más y la levanto del suelo cargándola como un saco de papas

-¡Theo! ¿Pero qué demonios?…-chillo Hermione

-Besaste casi toda mi anatomía Hermione, ¿acaso querías que nos hincáramos y comenzáramos a rezar?-dijo el irónicamente aun cargándola.

La llevo rápidamente a una pequeña habitación al otro lado de la casa, la coloco lentamente en la cama colocándose encima de ella.

-Vamos a ver ¿Qué aremos contigo Hermione Granger?-pregunto Theo con fingida curiosidad, se acercó a su cuello sin dejarla responder y comenzó a jugar con el mordisqueándolo y besándolo en una manera casi artística, tomo su varita del bolsillo trasero y susurro un hechizo que hizo que las muñecas de Hermione se pegaran a la cama.

-No te muevas, déjame hacerlo –dijo el al ver la mueca de curiosidad e incredulidad de Hermione-quiero hacerlo lento, no quiero lastimarte…..supongo que...

-Si… lo soy-respondió ella automáticamente

El asintió en respuesta, tomo la camisa de cuadros de Hermione y la imito quitando los botones uno por uno, para Hermione era como una placentera tortura.

Al terminar con los botones, retiro la camisa dejando ver unos pechos sustanciosos resguardados por un sostén blanco y sencillo.

Metió sus manos por debajo de su espalda soltándolo, lo tomo y de inmediato lo arrojó al suelo. Se concentró inmediatamente en el pezón derecho, se acercó a él acariciándolo con su lengua haciéndolo bailar en su boca, Hermione comenzó a gemir y Theo continuo haciéndolo para luego comenzar a succionarlo y pasarse al izquierdo bajando por el vientre llegando al límite de los vaqueros de Hermione. Sin mirarla tomo los botones de metal de este y sin consideración alguna prácticamente arranco la parte superior abriéndolo dejando ver unas bragas blancas e impecables.

Theo sonrió.

Desecho los jeans junto las bragas admirando la piel blanca y salpicada de pecas de Hermione. Luego simplemente se levantó y se quitó sus ya innecesarios vaqueros haciendo ver su erección más relevante dentro de sus apretados bóxers negros. Se acercó nuevamente a la cama hincándose enfrente de Hermione, levanto sus piernas abriéndolas, tomo su miembro y se hundió en ella.

Hermione gimió, de dolor, de placer, Theo la miraba evaluándola y tratando de contenerse y no lastimarla. Hermione mordía su labio tratando de no gritar.

Theo comenzó a mover más su cadera contra la suya agudizando el dolor, pero este iba de la mano con un placer incontenible para los dos

-Dios...-gimió Theo acelerando el ritmo-te quiero Hermione

Hermione simplemente mordía su labio, tratando de contenerse, sabía que si dejaba de hacerlo podía echarse a llorar, Theo al verla dijo:

-Maldición… ¿quieres que pare?-dijo este mirándola, se denotaba un atisbo de repentina preocupación en su mirada

Hermione negó fervientemente y el continuo moviéndose enterrando su cabeza en su cuello aspirando su olor.

Ambos estaban a punto de llegar al clímax, Theo aceleraba el ritmo y Hermione no podía contener sus gemidos, se miraban fijamente a los ojos compartiendo la tormenta que ambos experimentaban en su interior. En el último momento Theo rompió el silencio entre un grito de placer:

-¡Joder! –Viniéndose dentro de ella, Hermione lo hizo casi simultáneamente.

Ambos se quedaron estáticos quedando en la misma posición durante varios minutos, hasta que el retiro su miembro dentro de ella, tomo su varita del suelo y soltó las muñecas de Hermione.

Theo se acostó a sus espaldas y la rodio abrazando su cintura, hundiéndose en su cuello y después de un rato le cuestiono:

-¿Te dolió?-pregunto el

-Tenía que... ¿no es así? Es como funciona según me han dicho- respondió Hermione riéndose por lo bajo

-Mañana es la selección-soltó Theo automáticamente -quiero que te escondas Hermione

-Sabes que no lo hare Theo, los niños me necesitan-replico ella

-Y tú sabes que si te encuentran te…

-¿Me meterán en la cornucopia?-cuestiono ella-no es como si no pudiera morir mañana

-No les interesas-contesto el de inmediato-por lo menos no para meterte en la cornucopia, eres un símbolo de...

-¿De...?

-Para ellos eres un símbolo de lo que les pasa a los que osan a enfrentarlo y eso para él es indispensable -explico Theo- eres parte de la propaganda que el promueve en los periódicos, en los medios de comunicación en general.

-Entonces quiere que sea un alma en pena del pasado-replico ella tomando la mano que Theo había colocado alrededor de su cintura

-Más o menos... además sin ti el pueblo perdería lo único que hace que el siga en el poder-comento el

-¿Qué?-dijo Hermione

-La esperanza Hermione, sin esperanza todos enloquecerían en cuestión de días y se sublevarían. Con la esperanza se mantienen en calma, en espera de que las cosas cambien. Tú oficialmente estas muerta, pero no son tontos Hermione. Simplemente se prohíbe hablar de ti, pero tu supervivencia es uno de los rumores más extendidos-concluyo el- eres como una leyenda urbana

-¿De qué sirve que este viva?, han pasado años y nada cambia. Harry está muerto, Ron desaparecido y media resistencia en los campos de trabajo o esparcidos entre los distritos. No tenemos fuerzas para cambiar las cosas... estamos en un estado del que no podemos salir- espeto Hermione en medio de un suspiro

-Salimos antes Hermione-continuo Theo-solo debemos esperar