¡Hey!
Aquí vengo con otra historia, más, ¡un AlicexOz!
Sinopsis: Alice odia más que nada que el Cabeza de Algas le quite a Oz. ¡Por dios! ¿Quién es él para arrebatarle a su sirviente? ¡Ella es su dueña, se supone que ella es la única que puede someter a Oz! Ella no se va a quedar de brazos cruzados, ¡esto es la guerra!
Notas: Obviamente como ya habréis deducido, es un claro AlicexOz xD Aunque tengo planeado no salirme ni un poquito de la línea de los personajes :3 Aquí los sentimientos de Gil por Oz son exactamente los mismos que en los Omakes y en la serie, pero no habrá Yaoi, lo único que haré es intentar recrear al personaje con sus mismos sentimientos -w-. Por cierto, a veces puedo poner diferentes POV's. Bueno, ya os dejo xDD
¡Ah no! Otra cosa que se me olvidaba decir. Hay otro fic que se llama "Love is War" también, este fic no es una copia de él, ni mucho menos, sólo es coincidencia que tengan el mismo título. Además, tienen distintas parejas, soo, para evitar malentendidos -w-
Acepto tomates, quejas, tortas, tortazos, flores, declaraciones de amor, o incluso si lo preferís, un Elliot o un Allen hinchables 8D
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, lo hacen a Jun, pero algún día lo harán 8D (?) Sólo la historia es mía.
Capítulo 1: ¡Esto es la guerra! ||
{¿Oh? ¿Acaso tienes menos cerebro de Alga del que aparentabas tener?}
'Ya no aguanto más. ¡Por dios! ¿Pero qué diablos estaban haciendo?' Seguí dando vueltas con los brazos cruzados como si hubiera perdido totalmente el sentido de la orientación. No me gustaba estar de pie, y más aún, haciendo el idiota como lo estaba haciendo; pero seguramente si me sentase, estaría con múltiples tics a cada rato y no serviría de nada el estar sentada por simple gusto. Fruncí el ceño. Esto empezaba a sacarme de mis casillas. 'No pensar en ellos, no pensar en ellos, MIERDA, NO PENSAR...' Me detuve de repente, y con ello, mis pensamientos. Mi estómago rugía, llevaba vació tan solo unas horas, y eso en mí, eran décadas. 'Comer...carne...sí, eso me ayudará a no pensar en ellos. Pero...no, espera. ¿¡Y si cuando vuelvo los pierdo de vista de nuevo!' Maldición, esto era muy difícil. '¿Carne? ¿Sirviente? ¿Carne o sirviente?' ¿Pero qué...? ¿¡Por qué razón, para empezar, me molestaba lo que hiciera o dejase de hacer ése! Mi estómago rugió de nuevo, enfadado. Tragué saliva para intentar calmar algo a mi estómago, o aunque sea para engañarlo. No funcionó...
Estaba llegando a mi límite. ¿Qué podían estar haciendo tanto tiempo Oz (MI sirviente) y ese estúpido Cabeza de Algas? Oz era mi esclavo, mi subordinado, ¡mi perro! ¿Por qué me dejaba sola entonces? ¿¡Acaso no sabe lo mucho que odio estar sola! 'Se acabó, voy a entrar por las buenas o por las malas'
Corrí por la sala en la que llevaba dando vueltas como una niña perdida para abalanzarme sobre la puerta, aquella puerta, maldita y asquerosa puerta que no me dejaba ver lo que estaban haciendo aquellos dos. Justo entonces noté como la puerta se abría sola, y una voz demasiado familiar como para no reconocerla dirigía su tono hacia mí.
— ¿Alice...? —la voz de Oz no mostraba sorpresa, sino más bien preocupación, por lo que predecía que le pasaría a continuación.
...Justo cuando iba a derribar la puerta, ésta se abrió haciendo que cayera justo encima de Oz, aplastándole. Lo primero que oí fue algo similar al berrinche de un niño cuando le molestaban mientras dormía, o tal vez un pollo o un gallo...o una molesta Alga.
— ¿¡Qué diablos estás haciendo con Oz, maldito conejo? —me incorporé, la cabeza me daba vueltas. Cuando reaccioné me di cuenta de que había caído encima de Oz, haciendo que este amortiguara algún golpe que pudiera haberme causado el caer. 'Uhm, así me gusta, un subordinado debe darlo todo por su señor' Me sentía bien estando encima de Oz, me sentía superior, vamos, lo que era. Aunque noté una extraña sensación. No completamente sentía como un subordinado a Oz en aquella situación. Un picor...¿en el pecho? No, no...¿en la barriga? ¿Qué era esto? De repente me puse muy nerviosa. ¿¡Qué...! ¿¡Por qué pasaba esto! Sentía que un calor inundaba mis mejillas y que mis manos aferraban fuertemente la camiseta de Oz en busca de respuestas a preguntas que ni le estaba haciendo. La ruidosa voz de antes me volvió a interrumpir.
— ¡Oye! ¿¡Acaso estás sorda! ¡He dicho que sueltes a Oz! —Gil estaba furioso y refunfuñaba entre dientes.
— ¡Te he oído perfectamente, maldita y repugnante Cabeza de Algas! ¿¡Qué estabais haciendo ahí adentro! ¡Vamos, habla, Alga! —aunque él, por supuesto, no sería más que YO. Sobretodo si se trataba de Oz. Él era mío. Mío y de nadie más.
— ¿Qué te importa eso? ¿Acaso quieres controlar a Oz? ¡Y bájate de él de una vez, le vas a ahogar! —dijo muy seguro de sí mismo el felpudo.
— ¡Por supuesto que sí! —ante mi respuesta su rostro se quedó algo anonadado.— Él es mi sirviente, debe serme fiel y no ir escapándose por ahí con Algas. ¿Ahogado? ¿Por qué? ¿¡Qué estás insinuando, Alga!
— Alice... —una voz débil sonaba de debajo mía. Era Oz— ...me estás ahogando.
— ¿¡QUÉ! —al momento me levanté para hacerles frente.— ¿Estás...insinuando...que yo...¡soy pesada!
— No...Alice...verás, Gil y yo nos encontramos afuera en...en...¡el jardín! Y nos pusimos a recordar viejos tiempos de cuando éramos pequeños, ¡ya sabes! Eso es todo lo que hemos estado haciendo, así que Alice, tranquilízate... —Oz me miraba con cara de cordero degollado. ¿Cómo no hacerle caso? Espera, ¿QUÉ? ¿Qué digo? ¡Él es el que debería caer rendido ante mis palabras!
— ¿De...verdad? —musité apenas con voz insegura.
— De verdad. —Oz me brindó una sonrisa tan dulce que por un momento esa dulzura pareció taponar mi nariz e impedirme respirar bien.
— B-bueno, entonces si lo dice mi sirviente leal entonces puedo aceptarlo.— bajé el rostro, estaba avergonzada y no quería que alguien más baja categoría que yo me viera llorar.— Pero... —volví a subir la cabeza, esta vez para alzar el dedo señalando hacia aquella Alga.— ¡A ti no te puedo soportar! ¿Acaso eres un imán de Oz? —Gil pareció...¿sonrojarse?
— ¡C-cállate, estúpido conejo!
— No pienso aceptar nada de lo que digas o hagas. —le saqué la lengua y me fui corriendo de la sala. Antes de alejarme completamente pude oír a Oz decir algo.
—"Alice...ella es tan..." —a partir de ahí, no pude oír más. ¿Qué era? ¿Era tan... qué? Ya volvía a pensar en cosas raras... Seguí caminando sin saber a dónde me dirigía.
/
Llevaba ya unas horas caminando cuando me di cuenta que ya no estaba en la Casa, estaba en las afueras, cerca del bosque. De repente oí una voz. Una molesta voz.
— ¿Qué estás haciendo? Allí está el bosque, sabes que si vas allí, te perderás. —para nada mostraba preocupación por mí, sólo sabía que si me perdía, Oz vendría a buscarme, como fiel sirviente. Y eso sí que ya le molestaba.
— ¿Oh? ¿Acaso tienes menos cerebro de Alga del que aparentas tener? Eso a lo he podido ver por mí misma.—ignoré sus advertencias y me encaminé hacia el bosque.
— Arg. Qué molesta. —Gil se fue regresó de vuelta, aún molesto con mi actitud
Pero yo tenía cosas mucho más importantes en qué pensar que en ese Cabeza de Alga. ¿Por qué me comportaba así con Oz? ¿Acaso estaba enferma o algo...? Seguí caminando, internándome más y más en lo más frondoso del bosque...
¿Y bien? ¿Qué tal? ¡Dejadme un bonito review! :'D Como no lo dejéis no la continúo ¬¬
No, pero anda, no os cuesta nada reviewarme (?) ;.;
¡Hasta el próximo capítulo :D!
