Título: "Increíble."
Personaje principal: Natsu Dragneel.
Género: Amistad.
Advertencias: Etto... Creo que "OoC"(¿?).
Disclaimer: Los personajes de Fairy Tail no me pertenecen, son propiedad de Hiro Mashima-sama.
Aviso: Este fic participa en el reto "Tu Mago favorito" del foro "El Gran Reino de Fiore".
Nota de Autora: ¡Buenos días, minna-san! Bien, estoy realmente emocionada por participar en este reto. Espero que les guste este one-shot que hecho con todo mi amor.
*-*Increíble*-*
No había mago de Fairy Tail que no le conociera, al igual que no había persona en Magnolia que no hubiera perdido objetos importantes por culpa de él. Sí, realmente se podía prometer que no había nadie que no conociera al gran Salamander, Natsu Dragneel; y Wendy podía decir con seguridad que todos sabían lo increíble que es Natsu.
La primera vez que lo vio pensó que era un idiota sin remedio. Con esa actitud despreocupada, y ese "temor" a los transportes. Realmente tenía que ser un completo inepto. Pero al final, no cupo en sí gracias a la sorpresa que se llevó al ver esas llamas en su "inútil" compañero.
Y desde entonces ese peli-rosa conseguía sorprenderla cada día más.
Los dos eran Dragon Slayers, aunque realmente se había quedado fascinada ante las habilidades del otro. Igneel le había enseñado muy, pero muy bien. La fuerza de esas llamas del dragón de fuego parecían no tener límites, y seguramente Natsu tampoco los tenía.
Gracias a eso, todos podían jurar y perjurar que Wendy idolatraba al Asesino de Dragones. Aunque Wendy tenía otros motivos, que sabía guardar muy bien, para estar orgullosa del hijo de Igneel.
/-/
Los dulces y brillantes ojos de Wendy centellearon con asombro ante la imagen que tenía delante. Un asombroso pastel de chocolate descansaba pulcramente sobre la superficie blanca de la mesa del comedor, acompañada de un cuenco de golosinas y una botella de refresco; y a un lado estaba su adoración de cabello rosa.
—Natsu-kun, ¿qué es todo esto? — aquella pregunta se escurrió de entre sus labios sin que ella pudiera evitarlo
—Esto es un agradecimiento. — le dijo como respuesta
—¿Agradecimiento? — la ceja alzada en la chica indicaba perfectamente su confusión — ¿Por qué?
El hijo de Igneel no pudo reprimir una leve risa.
—¿Necesito un motivo aparte de ser mi amiga?
Sí, ese era uno de los motivos especiales por los que Wendy admiraba a Natsu. Su gran corazón. Así como nadie dudaba de su poder, nadie podía dudar de su fidelidad. "Ni el conjuro más poderoso podía hacer que Natsu traicionara a su gremio", había pensado Wendy más de una vez.
—Eres increíble, Natsu-kun. — dijo la pequeña, abrazándole con fuerza
—¿Podrías decirle eso al "calzoncillos helados"? — le preguntó divertido
Las tonterías de ese mago siempre acababan sacándole más de una risa a quien las escuchara; y aunque Gray se burlara de él, este también era consciente de lo increíble que era Natsu, por lo que Wendy no tenía que decírselo. Ya lo sabía.
—Claro. — aún así no podía decirle que no al chico
—¡GENIAL! — ligeras y suaves llamas se escaparon de la boca del Dragon Slayer junto con ese grito
Su energía, su fuerza, su fidelidad...
—Vamos Wendy, hay que llevar el pastel al gremio para que todos lo coman.
Su amistad.
Sobre todo admiraba su amistad.
¡Al diablo con la magia! Daría todo su poder mágico por tener un solo día con su amigo Natsu. Realmente era increíble la influencia que tenía el hijo de Igneel en ella, y sobre todo el mundo. Era casi tan increíble como... como...
Casi tan increíble como Natsu.
Nota de Autora: -.- No creo que haya sido lo mejor que haya escrito, pero bueno. Algo es algo(¿?). ¿Les gustó? ¿Merece un premio? ¡Ustedes deciden! Nos vemos, minna-san.~
