Nueva historia: Un universo alterno que se me vino a la mente tras ver una imagen en tumblr hace tantos meses atrás (aunque la imagen era protagonizada por un personaje distinto) y que he querido escribir como tal desde como un mes.
Prólogo
Su hermano y Matt estaban discutiendo, pero a diferencia de todas sus discusiones anteriores en esta ocasión los gritos eran más fuertes y la desesperación en la voz de Matt era palpable. Los cinco chicos restantes intervenían ocasionalmente para evitar que la pelea, nuevamente, se fuera a golpes lo cual al final no pudieron evitar. La intensidad con la que peleaban entre ambos le asustó, incluso más que cuando enfrentaron a todos aquellos digimon malvados. Realmente quería que se detuvieran por lo que sin pensarlo les gritó pero su voz se confundía entre tantos gritos dichos de forma simultánea.
– ¡Solo dices eso porque no se trata de tu hermana! ¡Al menos acepta que fue tu culpa lo que le sucedió!
El grito de Matt de alguna manera se hizo audible por encima de todos los demás antes de irse corriendo sin dirección definida. No podía estar segura, pero creía haber visto lágrimas en sus ojos antes de su partida y cuando estaba a punto de preguntarle a Tai vio en su rostro una expresión llena de dolor y culpabilidad. Un rápido vistazo a los presentes le mostró que en realidad todos compartían esa expresión siendo Mimí quien dejaba caer las lágrimas que nadie más parecía poder.
"¿Qué pasó antes de que me uniera a ellos?"
Pensó confundida y comenzando a preguntarse si era mejor que ignorara la verdad; aquella que parecía ser el motivo por el cual su hermano, desde aquella ultima discusión con Matt, hubiera dejado de sonreír.
Los años pasaron y una nueva amenaza llegó al Digimundo permitiéndole reunirse nuevamente con Gatomon y conocer nuevos niños elegidos. Le entristeció ver que ni siquiera el rencuentro con Agumon era capaz de traer la felicidad robada de Tai y no tuvo el valor de ver a Gabumon para informarle que Matt se negaba a regresar al Digimundo. Creyó que eso daría inició a otra discusión, que tanto el digimon como los anterior elegidos insistirían para que dijera algo, por lo que se sorprendió de la pesada serenidad con que su postura fue aceptada.
– Tiene un buen motivo. Yo tampoco estaba muy segura de querer entrar cuando vi la puerta abrirse al recordar lo sucedido... Es algo doloroso de recordar.
Fue la respuesta de Sora, la única entre humanos y digimon que respondió sus preguntas haciendo una referencia nuevamente al motivo de aquellas peleas sin llegar a profundizar más en el tema. Comenzaba a molestarle que la apartaran de esa manera, ella también estuvo junto a ellos durante aquellos días y sin embargo seguían sin incluirla. Decían que era mejor de esa manera, que la estaban protegiendo, pero lo único que conseguían eran lastimarla al recodarle en cada una de sus escasas respuestas que ella no era parte de su grupo sino una adición de último momento.
"Quisiera que alguien me dijera lo que sucedió. Quizás de esa manera pudiera hacer algo para que mi hermano vuelva a estar feliz. Sé que tiene que haber algo que pueda hacer"
Pensaba todos los días deseando que la respuesta llegara en una de sus múltiples visitas al Digimundo, lugar donde el misterio parecía haber dado inició y donde estaba convencida sería resuelto. Incluso había llegado al punto de pedirle a Ken, con quien se encontraban ocasionalmente tras su derrota como emperador de los digimon, si sabía algo al respecto sin obtener una respuesta satisfactoria.
– No deberías de obsesionarte tanto por eso – Dijo Gatomon mirándola con leve reproche cuando, nuevamente, le dijo que quería investigar el tema – Tenemos mucho trabajo que hacer con la reconstrucción de las aldeas destruidas y todavía no sabemos nada de esos digimon que están atacándonos o si es verdad que no son digimon reales.
Quería responderle porque era tan importante sin que las palabras, tantas veces dichas a los interesados en escucharla, pudieran salir de su garganta. No tenía sentido repetirlas nuevamente, eso no cambiaría su realidad porque lo único que lo lograría sería un milagro, que alguien que supiera sobre lo ocurrido le hablara. Un milagro que cada vez parecía más distante.
"Por favor..." Pensó mirando a su compañera reanudando la marcha por el bosque rumbo a al punto de rencuentro con los otros niños elegidos "solo pido un poco de luz ante lo sucedido"
