Primer fic de Akatsuki no Yona obviamente los personajes no son míos el manga es creado por Mizuho Kusanagi, solo intento escribir algo relacionado a el manga, vi el anime y leo el manga puede tener spoilers hasta el cap 94 del manga ojala que disfruten es la primera vez que pienso en publicar díganme si les gusto y quizás escriba mas-
*asdas*(pensamiento)
-asdas. (hablan)
Yona estaba con lagrimas en los ojos muy feliz en los brazos de la bestia del trueno que se encontraba perplejo viendo a la princesa de esa manera.
*Como es que de que solo con verlo sonreír se puso así, su corazón le dio un vuelco pensando en la cara de terror de Hak cuando vio a Soo-Won él quería eliminarlo a toda costa, estaba totalmente fuera de sí e invadido por la furia al verlo y para colmo cerca de ella.
No pensé en poder ver ese lindo gesto de nuevo en su cara luego de lo que sucedió y de estar tan lastimado por salvarla de nuevo, ¿cuándo ella iba a poder protegerlo a él?*
De repente algo la estaba arrastrando desde atrás, separándola de Hak. Él de nuevo con ese rostro deformado por el enojo y con su mano en su arma. Aun lastimado tenía un porte y una mirada que podía matar a su contrincante del susto, sabía que debía de ser grave para que se ponga así. Giro su cabeza y se encontró con el nuevo rey, su primo, estaba con una mano en su espada desenfundada y la otra sobre la faja de su vestido.
Mientras tironeaba de ella la miraba a los ojos listo para matar, era una mirada llena de odio y de oscuridad. En todo ese tiempo pasado con él nunca había visto ese lado. Ella estaba indefensa sin poder hacer nada vio el curso del arma y se dio cuenta que iba a por su compañero, abrió los ojos grandes sobresaltada pero todo lo que vio fue oscuridad.
Estaba en su tienda de acampar con Yoon y Zeno que estaban dormidos plácidamente, se trataba de un sueño. Intento dormir pero no podía, calmarse era imposible estaba cubierta de sudor frio y de horribles imágenes que rondaban en su cabeza, estaba totalmente despierta.
Decidió agarrar su arco y practicar un poco aunque un poco más lejos que siempre porque si alguno se enterara que estaba por practicar aun con su herida en la espalda no la iban a dejar en paz.
Ao como siempre con su poder de darse cuenta que lo necesitan salto de Shin-Ah y fue correteando hacia donde se encontraba la chica de cabellos de fuego, y con un –pkyu- se subió por el costado de su arco, se apoyó en su hombro y mientras jugaba con su aro masticándolo un poco.
Pasando por al lado de Hak, Yona se lo quedo mirando, este tenía en su rostro un semblante sereno pero los pensamientos felices fueron interrumpidos por su sueño, que tenían parte de verdad. Hacia dos días que habían partido de Shisen y que fueron heridos por las circunstancias del nadai.
Pero ese día también era en el que ella lo había abrazado, redoraba su calor y su mirada de compasión. Solo con él rompía esa barrera que se ponía para evitar derrumbarse ante la gene. Al darse cuenta que en algún momento se había agachado y lo estaba mirando de muy cerca se sonrojo recordando la noche que durmieron juntos mientras viajaban a la provincia de Sen del imperio Kai y salió corriendo a un lugar lejano para entrenar.
Hak estaba despierto. Había escuchado a Yona levantarse y cuando vio que se acercaba cerro sus ojos, con todos sus músculos tensos intento permanecer quieto mientas la princesa lo miraba, tan cerca que pensó en por lo menos cinco maneras de molestarla, o abrazarla, o de… de… ¡dios! No podía pensar en eso, él era su guarda espaldas, no era alguien a su nivel, era un idiota. Vio a la princesa correr con el arco en mano y Ao agarrándose de sus mechones rojos, *intentando ser sigilosa no sé cómo no despertó a todos, es tan despistada*. Se levantó y comenzó a seguirla casi de forma automática pero evitando ser visto.
Yona había llegado a una zona cerca de un pequeño estanque, luego de elegir un árbol grande que usaría de blanco y de darse cuenta que nadie estaba cerca comenzó a disparar una tras otra las flechas intentando con cada disparo certero cansarse y calmar un poco a su corazón de esas imágenes de su sueño. No quería estar indefensa, no quería de nuevo depender tanto de sus amigos, quería protegerlos a todos y en especial a Hak. Cada disparo era un tirón en la herida de su espalda que le recordaba que aunque pudo defender a su amiga Lili, no había sido lo suficientemente fuerte, porque por mucho que se esforzó habían lastimado a Tetora y a ella misma preocupando a todo su grupo.
Para la flecha 150 que tiraba comenzó a sentir no solo su cuerpo cansado y transpirado sino que le dolía mucho su espalda, miro a todos lados para asegurar el área y comenzó a desvestirse lentamente porque le tiraba su vendaje. Quería meterse en la laguna y deseaba limpiarse, poder relajar sus músculos y por fin poder eliminar todos los horrores que quedaban en su mente.
La bestia del trueno estaba observándola desde una distancia segura, a unos árboles de distancia mirando hacia el lago que reflejaba una gran y brillante luna llena. Era una noche abierta sin nubes las estrellas parecían brillar más fuerte solo para ella, era verdaderamente hermosa la luz que se reflejaba en Yona.
De repente ella puso una cara de dolor y Hak casi salta hacia donde estaba preocupado. Pero vio que soltó el cajal y el arco dando una especie de giro que le resultó muy lindo, pero en vez de volver como el esperaba, de repente empezó a soltarse el lazo de la cintura, luego se sacó las zapatillas negras, siguió por ese característico saco rojo quedando en solo su vestido rosa pálido el cual estaba por retirar sobre su cabeza, solo le quedaban las vendas que cubrían sus zonas intimas que comenzó a desenrollar de su cuerpo.
Hak estaba maravillado por Yona y su figura era un pervertido y lo sabia Jae-Ha lo molestaría de por vida si lo viera en esa situación, pero sus pensamientos se interrumpieron al notar algunas pequeñas marcas en el cuerpo de la pelirroja.
Una punzada de dolor le oprimió el pecho y se entristeció. Las reconocía muy bien, él las tenía en todo su cuerpo luego de años de luchas por la tribu el viento y por la princesa. Ella las tenía en sus delicados brazos esas líneas blancas que le recordaban como había fallado en protegerla.
En su espalda se apreciaba una línea roja e hinchada de su última pelea con Hiyou el traficante de Nadai, aunque ya se estaba cicatrizando sabía que quedaría una marca permanente de esa batalla. Al igual que sus manos que nunca volverían a ser lo que eran, luego de practicar tanto con el arco y la espada estas se llenaron de callos y de pequeñas cicatrices. *Como es que permití que Yona este así de maltratada, ¿qué pensaría el rey IL?, no cumplí con mi deber de protegerla, no pude evitar que utilice las armas y por esto resulto herida.* Había jurado servirle a ella y ya no al ex rey, por eso aun en contra de su voluntad le enseño a usar las armas que tanto odiaba el padre de esta.
Yona estaba a punto de salir del agua cuando vio que una víbora que reptaba por la hierba, rodeaba la laguna acercándose demasiado a su ropa y a su ubicación. Emitió un grito ahogado pero antes de poder agarrar un palo o intentar acercarse a sus flechas para matar a su peligrosa compañía, la lanza de Hak atravesó a la serpiente.
–Hak? … ¿Dónde estás?
*Oh no! me ha descubierto, que tonto, ¿por qué use mi lanza?, ¿por qué no le tire una piedra o algo diferente?*
(Bueno hasta acá me da el cerebro por hoy espero que lo disfruten y si les gusto lo continuo sino seguiré escribiendo en mis cuadernos sin publicar jajaja)
(Gente reedite el cap. poniéndole algunos puntos y comas y alguna que otra cosa porque estaba bastante mal)
