Hola a todos, soy nuevo en esto, pero hace un tiempo me andaba dando vueltas una idea en la cabeza y quería subirla para que alguien la viera. Cualquier crítica u opinión es bien aceptada. Sin más, espero que sea de su agrado.

Prologo

Sangre, obscuridad cadáveres. Desde que tenía uso de razón eso es lo único que lo rodeaba. Ni siquiera sabía dónde estaba o para que vino al mundo, lo único que sabía era que si no obedecía lo que los tipos con máscaras le indicaban acabaría como el resto de sus compañeros. Él era Naruto Senju y tenía 8 años de edad, eso lo sabía porque los hombres de máscaras le enseñaron lo básico de la lectura, y se apellidaba Senju porque el hombre que veía diariamente tenía el mismo apellido, y era el "responsable" de él.

¿Qué hacía en ese lugar? Sufrir, ese sujeto que odiaba desde lo más profundo hacia experimentos de todo tipo con su cuerpo hasta que veía que sus signos vitales bajaban. No era más que una rata que usaban para vayan a saber que fines.

¿Por qué no simplemente se suicidaba? Un sueño, eso era todo. Ni el mismo sabia porque. Siempre que la idea de acabar con su vida aparecía en su cabeza, simplemente caía dormido, y allí la veía una niña de cabello rubio y amarrado en dos coletas junto a un hombre que parecía ser su padre, y una mujer de pelo rojo que parecía ser su madre. Era lo que los hombres de máscaras decían que era una familia, no entendía porque quería estar allí, esa gente estaba a veces comiendo, a veces paseando, eso era lo que llamaban una vida común.

Pero los sujetos de las máscaras solo decían que eso es un privilegio que solo las personas de afuera gozaban, que él nunca alcanzaría eso. Para esos sujetos su existencia era la de una mera herramienta, solo un medio para llegar a un fin.

Él era el único que sobrevivía. Siempre venían otros chicos de su edad, notaba algo diferente en su mirada. Nunca podía hablarles, simplemente se encogían, y no decían ni una sola palabra, los de las máscaras decían que estaban asustados, ya que fueron arrancados de sus familias, y llevados hasta allí. Habían muchas cosas del mundo exterior que quería saber, pero no podía sacar información ya que a la semana terminaban muertos y tenía que soportar el olor que emitían sus cadáveres.

Ver las vísceras de otros de su edad era algo común, todavía no lo entendía pero cada vez que traían a un muerto, este temblaba de forma rara su cuerpo, hasta que sacaba boconadas de sangre, y una vez finalizado el proceso, no volvía a moverse, en ese momento se daba cuenta de que se morían, ya que nunca se volvían a mover. Los sujetos de las máscaras simplemente no se dignaban a llevarse el cuerpo, una vez cada 6 meses o algo así se llevaban los restos, que a esas alturas ya no tenían aspecto humano a quien sabe dónde. Lo único que sacaba de conclusión es que podría terminar así, con el tiempo aprendió que hablar con los muertos es inútil.

Pero un día de estos el encontraría una oportunidad de dejar ese lugar. Y cuando la encontrara haría pagar a ese hombre Kazuma Senju y los tipos de las máscaras. Esa emoción, el odio era otra de las pocas razones que lo mantenía atado a este horrible mundo, un día saldría y ese día pagarían todo lo que lo hicieron sufrir.

Por otro lado en lo que parecía ser una casa familiar, estaba una familia, una niña que respondía al nombre de Hikari Uzumaki estaba comiendo, o más bien devorando un plato gigante de ramen…

Veo que ha salido igual a la madre-comentaba un hombre mayor de pelo blanco

Sí, me temo que quedaremos en banca rota si seguimos comprando ramen Jiraya-sensei-respondio otro adulto de cabello rubio

Minato, tu no comprendes lo que es el gusto culinario, solo los Uzumaki, podemos distinguir el grandioso sabor del reman, del resto de las comidas-comento una mujer de cabello rojo, mientras fantaseaba pensando en el sabor de esa comida.

Kushina, estoy harto de comer ramen en la cena y en el almuerzo, además creo que por eso has estado quejándote sobre el peso-respondió un poco indignado el Namikase

¿Acaso me estás diciendo gorda?-respondió con otra pregunta la pelirroja levantando un cucharon provocando escalofríos en el hombre

Madre-comento la menor cuando acabo el plato interrumpiendo la paliza que iba a recibir el hombre-¿Por qué este día siempre ponen un plato extra en la mesa?

Esta pregunta solo provoco un silencio incomodo que fue cortado por el maestro de su padre.

Eventualmente lo sabrás-respondió-y espero que algún día lo podamos resolverlo todos juntos

Esto solo provoco que más preguntas fueran a su cabeza, pero las calló, y pidió otro plato. En el calendario se podía observar que la fecha indicaba 10 de Octubre.

Por cierto-volvió a hablar el hombre mayor al alumno, mientras se dirigían a la puerta de salida de la casa-¿han descubierto algo?

Nada, lo único que observa en sus sueños, es siempre lo mismo un niño rodeado de obscuridad, rodeado de cadáveres-respondía bastante abatido el alumno-ni siquiera me imagino que es lo que están haciendo con él, ni donde se encuentra, lo único que me alivia es saber que sigue vivo, pero a veces la situación, siento que me supera.

Eres el Hokage de esta aldea, debes permanecer fuerte-respondió el maestro-te juro que algún día encontrare su paradero, así sea la última cosa que haga

Lo sé-respondió Minato, mientras recuerdos de aquella fatídica noche volvían…