NdA: Hacía un tiempo que no publicaba nada en mi idioma :P Acá les traigo un fic de Kuroshitsuji (para no perder la costumbre xD)... Es un drabble trágico que escribí como parte de un trabajo de Literatura... Espero les guste ^^ Por~fa! Lean y comenten :B
Disclaimer! Kuroshitsuji no me pertenece TT^TT sólo la trama de este drabble es mía... 3
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UNA ÚLTIMA VEZ.
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De repente, todo oscureció. Lo único que recuerdo es el dolor, un dolor más grande incluso que el que sentí aquella noche cuando mis padres murieron. Sabía que todo terminaría pronto, al menos, lo supe desde aquél día. Nunca me arrepentí de mis actos y, de esa forma, fui perdiendo el miedo a la muerte. Sin embargo, tenía miedo, miedo de no volver a verlo nunca más…
- Ciel…
Esa voz…
- Ciel…
No… Vete… Ya es suficientemente doloroso saber que te dejaré, no nos lo hagas más difícil… Sebastian…
- ¡Ciel!
Luché contra la oscuridad tratando de demorar mi destino unos segundos. Después de todo, si la muerte me llevaría de todas formas, ¿qué diferencia habría si fuera un minuto después?
Lentamente abrí los ojos. Allí estaba él. Su rostro, siempre imperturbable, estaba ahora destrozado por el horror. Su pelo, negro como la más densa noche, enmarcaba la viva imagen de la desesperación; y sus ojos… Esos rubíes que podría haber contemplado por toda la eternidad, que solían destilar amor y pasión cada vez que me miraban, estaban ahora empañados por las lágrimas y la tristeza…
- Sebastian…- Mi voz era un ronco susurro, apenas audible para cualquier humano. Para cualquiera menos él.
- ¡Ciel! – Sus manos buscaron mi cuerpo, obviamente dispuesto a llevarme hasta el infierno mismo si eso servía para salvarme.
- Sebastian… Prométeme…
- ¡Lo que sea! Pero no ahora, - dijo al borde de las lágrimas – ¡debemos buscar ayuda!
Como si realmente alguien pudiera ayudarme… Ya era tarde para eso. Era tarde para todo, menos para decirle…
- Sebastian, por favor…
Lo miré a los ojos, implorándole que me dejara decirle… Ambos sabíamos que no había tiempo.
- Sebastian… Prométeme que me recordarás…
- ¡Ciel, no digas eso! ¡No--
- No, escucha… - le detuve antes de que continuara. No tenía fuerzas, y si no continuaba no le podría decir nunca… - Recuerda que siempre te quise… más que a cualquier otra persona en este horrible mundo… Recuérdame… y sonríe… Porque prefiero que me olvides… si vas a recordarme… llorando…
- Ciel…
Ninguno de los dos pudo contener las lágrimas.
- Sebastian… - dije entre sollozos - Te amo… - Lo miré a los ojos, y le sonreí de la manera más dulce que jamás había hecho, tratando de poner en esa sonrisa todas las emociones que jamás podría volver a expresarle, demostrándole, que en verdad lo amaba, más allá de cualquier cosa.
- Yo también te amo, mi Ciel…
Lo último que recordé fueron sus labios sobre los míos, sus lágrimas mojando mis mejillas, y sus brazos abrazándome una última vez…
