Saludos a todos
Recientemente se me ocurrió la idea de escribir una historia en un Universo Alternativo, donde Kagome es la protagonista. Ella trabaja como ingeniera de soporte técnico en un área donde solo hay hombres. Conozcan las situaciones graciosas que le sucederán. Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia XD
Pasen a leer y dejen sus comentarios por favor, ya que me hacen feliz :D
Gracias por leer.
Atención: InuYasha y todos sus personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Yo solo escribí la historia porque me encanta este anime.
Día 1: Nuevo proyecto, ahora trabajaras en el área de soporte técnico del Banco Shikon
Kagome ha sido asignada a un nuevo proyecto por parte de su empresa. Este es uno de los más grandes contratos que han tenido y por lo tanto solo mandan a los ingenieros más capaces. Sin embargo, el Banco Shikon tiene un área de soporte técnico bastante exigente y los usuarios a los que atiende son muy quisquillosos. En otras palabras, pocos ingenieros soportan la presión de ese lugar.
Kagome no estaba al tanto del nivel de exigencia del banco, sin embargo se había acostumbrado a trabajar bajo presión y a lidiar con prejuicios desde que estudio la carrera en la universidad.
–Bien, ya estoy aquí– dijo Kagome al llegar a la oficina matriz del Banco Shikon. –Veamos, tengo que preguntar por el área de soporte técnico y reportarme con mi nuevo coordinador… Naraku. –
El personal de seguridad tomo sus datos y le indico en que piso se encontraba el área de soporte. Ella busco el ascensor y se dirigió al nivel cuatro, mientras leía un documento acerca de su nuevo jefe.
Naraku es el único ingeniero que ha durado como coordinador del área por más de cuatro años. Ha lidiado con gerentes que no saben sujetar correctamente un mouse, ha soportado las exigencias de directores, que saben explicar una gráfica de ganancias, pero no saben la diferencia entre un acceso directo y un archivo real. Por esto y otras cosas más, no es una perita en dulce. Él dirige a todos los ingenieros que llegan al proyecto, los evalúa, les pone pruebas, les asigna los reportes, los explota, los regaña, los trauma y los despide… si, es un verdadero demonio.
Kagome estaba un poco nerviosa, siempre le pasaba lo mismo en cada nuevo trabajo. Pero lo que más le preocupaba, era que estaría sola, no había más mujeres en el área. La última que trabajo en ese proyecto había renunciado hace dos años y desde entonces, hay una constante rotación de personal masculino. Se dice que todos huyen por culpa del coordinador.
…
–Bienvenida Kagome– dijo Naraku saludando a la joven, mientras le indicaba que tomara asiento frente a su escritorio.
El área de soporte técnico se ubica en un solo departamento sin divisiones, con varias mesas de trabajo, varios multicontactos, varios puertos de red y muchos cables tirados por aquí y por allá. El acceso es a través de una sola puerta, vigilada todo el tiempo por el coordinador.
–Gracias– respondió la joven, mientras Naraku comenzaba a escribir en su laptop.
–Bien, vamos al grano. He leído tu expediente y sé que te mandaron de la empresa para cubrir la vacante urgente que tenemos aquí. Pero te lo advierto de una vez, soy muy exigente, tengo muy poca paciencia, no soporto a los ingenieros que no saben usar teclas rápidas y comandos. También me molesta que anden perdiendo el tiempo en los pasillos, siempre hay trabajo que hacer. Por otro lado te recuerdo, que no por ser mujer, estas exenta de cargar computadoras, elaborar cables de red y venir a la guardia el fin de semana– dijo Naraku con gesto serio.
–Entendido, veo que son varias cosas las que debo hacer. Pero al menos, me darán un recorrido y me presentaran a los demás ¿o no?– contesto Kagome aguantando la respiración. El jefe la asusto demasiado pronto.
–De momento no hay nadie por aquí, excepto por Miroku, todos los demás están atendiendo reportes. Ya los iras conociendo en un rato mas. Miroku, ven aquí– llamo Naraku, al único ingeniero que se encontraba desarmando una PC.
– ¿Que sucede Naraku?, ya te dije que aun no termino con las computadoras que me encargaste– dijo el joven, que se acerco con calma y le dedico una sonrisa a Kagome. Este ingeniero tenía casi el mismo tiempo que Naraku en el proyecto, es muy inteligente, sabe hacer su labor diaria y le gusta ayudar a los demás. Era de los pocos que se habían adaptado al pesado ritmo de trabajo del coordinador.
–Miroku, deja de quejarte, esos equipos son juego de niños y los quiero para esta tarde, sin peros. Te presento a Kagome, se integra al equipo a partir de hoy. Llévala a que conozca las oficinas, preséntala con los demás, si los encuentras. Explícale las reglas y procura no asustarla antes de tiempo– comento Naraku, mientras le sonreía con cierta burla a Kagome.
La chica trago saliva, mientras pensaba que su nuevo jefe seria un verdadero dolor de cabeza y solamente habían pasado cinco minutos de haberlo conocido.
–Sí, sí, ya voy. Hola Kagome, me llamo Miroku, sígueme por favor– habló tranquilamente el joven mientras salía del lugar. Kagome se levanto, hizo una ligera reverencia y salió corriendo tras él.
–Deja de temblar chica, Naraku puede oler el miedo– dijo Miroku al voltear a ver a la joven.
–Es que me leyó toda la cartilla, practicante me corrió antes de empezar a trabajar– contesto Kagome con risa nerviosa.
–Sí, pero no tengas miedo. Te ayudaremos en lo que podamos, los demás son buena onda y estarán contentos de trabajar con una chica tan linda como tu– le comento con algo de coquetería.
–Oh, gracias. Menos mal que tú no discriminas a las mujeres– respondió ella con más calma.
– ¿Yo?, para nada. No tengo problemas porque una joven trabaje aquí, al contrario deberían contratar más. Los usuarios no son groseros con ustedes, en cambio con nosotros…– dijo Miroku mientras apretaba el botón del elevador.
–Entiendo, los usuarios del banco Shikon son bastante especiales. Puedes decirme ¿Cuantos ingenieros son en total?– pregunto Kagome.
–Somos cuatro y contigo cinco. El anterior ingeniero, huyo a la hora de la comida… después de que le explicaron como era el ambiente aquí– contesto Miroku con una sonrisa, tratando de no asustar a la chica.
– ¿Hablas en serio?, vaya creo que debo prepararme psicológicamente jeje– se rio Kagome tratando de disimular su nerviosismo. –Con razón había escuchado que este proyecto tenía muy mala fama en la empresa– pensó.
Bajaron al segundo piso y se dirigieron a un pequeño cubículo donde había tres chicos y una señora, todos usando diademas telefónicas y hablando sin parar. Está es el área de monitoreo para el cierre de reportes. Todos los ingenieros en la oficina matriz y en las sucursales del banco Shikon, deben llamar aquí para cerrar las incidencias que atienden.
–Buenas tardes mis estimados– saludo Miroku a todos. –Les presento a Kagome, ella se integra con nosotros como ingeniera de soporte y próximamente les estará solicitando apoyo para cerrar reportes. –
– ¡Bienvenida!– contestaron al unisonó y después siguieron atendiendo sus llamadas, excepto la señora.
–Vaya Miroku, ya te dejo libre Naraku para que vayas al baño– hablo la mujer con un tono de mucha confianza y al mismo tiempo de broma.
–Ya casi señora Kaede, ya casi. Pero antes de ir al baño, déjame presentarte. Kagome, ella es la señora Kaede, encargada del área de monitoreo. A ella debes llamarle cada vez que cierres un reporte atendido. –
–Mucho gusto señora Kaede– respondió la joven con una sonrisa.
–Igualmente y dime, que hace una niña como tú en estos lugares, por lo regular no mandan mujeres para el área de soporte y menos con Naraku al mando– comento la mujer.
–Pues… creo que ya no tenían opción, al parecer aquí asustan demasiado a los ingenieros– dijo Kagome.
–Sí, tienes razón. Espero que tú les demuestres la valía que tiene una mujer en estos menesteres– contesto Kaede con una amplia sonrisa. En ese momento comenzó a parpadear la luz de una nueva llamada en su teléfono, era Naraku. –Mejor váyanse, porque el jefe anda un poco sensible– dijo antes de tomar el auricular.
Miroku le guiño un ojo a la señora Kaede y le hizo una señal de silencio a Kagome para escuchar la llamada. La encargada puso el altavoz.
– ¡Kaede!, ¿Donde rayos esta Koga, porque no ha cerrado el reporte de contabilidad?– grito Naraku por la bocina.
–No lo sé Naraku, ya sabes que ese muchacho es muy despistado y no ha venido conmigo para el cierre– respondió con serenidad la anciana.
–Si lo ves, dile que venga inmediatamente– volvió a gritar y después se escucho como colgaba el auricular con fuerza.
–Sí, jefe, como diga jefe, no se enoje jefe– dijo la anciana después de cerrar la línea. Ella y Miroku se echaron a reír mientras Kagome trataba de entender la complicidad de ambos.
–Vámonos Kagome, después conocerás a Koga y veras porque Naraku se pone tan loco– dijo el joven, mientras se despedía de Kaede y los demás.
Rato después Miroku había terminado de mostrarle las áreas generales del banco. Le indico donde estaba el comedor, los baños, las salidas de emergencia, le advirtió de ciertos usuarios especiales, a los que hay que tratar con pinzas y también le platico cómo manejar la atención de los reportes, su tiempo de apertura y cierre, que podía hacer y que no debía hacer. Al final de toda su cátedra se quedo mirando a la joven para ver si había algún titubeo en ella.
–Ya veo, es bastante pesado el ambiente de aquí. En fin, espero poder soportar el ritmo de trabajo– dijo finalmente Kagome con una sonrisa.
–Bien por ti Kagome. Puedes ir a comer si gustas, después regresas al área de soporte para que me ayudes. Naraku no te va a asignar ningún reporte hoy, primero va a ponerte a prueba. Pero no te preocupes, quédate tranquila– comento Miroku mientras se dirigía al elevador.
Kagome suspiro y se encamino al comedor. Ya tenía hambre y al menos tendría un rato libre para tomar nota de lo que le había explicado su nuevo compañero.
–Entonces debo hacer esto cuando… y después debo de…– escribía la joven en su cuaderno, cuando de pronto una conversación cercana de dos mujeres, la distrajo.
– ¿Ya te arreglaron tu computadora?– pregunto una mujer de lentes.
–Sí, ya quedo lista… pero me gustaría que el ingeniero se hubiese tardado un poco mas– contesto la otra fémina con un profundo suspiro.
–Ya deja de suspirar, ya sabes que él coquetea con todo mundo– le respondió su compañera.
–Sí, ya lo sé… pero es tan guapo que soy capaz de volver a descomponer mi equipo para que venga de nuevo a repararlo– se expreso entre risas la segunda mujer.
Kagome las miraba con disimulo mientras tomaba nota mental de lo que decían. – ¿A quién se referirán?– pensó.
Rato después se encontraba con Miroku y las nuevas computadoras para el área de cobranza. Ella no era experta en el ensamblado de equipos. Pero al menos sabía lo necesario para ayudar. En ese momento, entro corriendo uno de los otros ingenieros.
– ¡Jefe, jefe… ¿Qué crees?!– dijo con algo de agitación. – ¡La contadora no me quiso firmar el reporte para cerrarlo!–
– ¿Por qué no quiso firmar, Koga?, ¿Ahora qué hiciste?– respondió Naraku con tono de fastidio.
–Pues… solo revise la falla de su correo y le dije que el problema era ella. Por no saber escribir bien la dirección, se le regresaba un mensaje de error. Pero… creo que se ofendió con mi explicación– dijo nerviosamente Koga.
– ¡Sí que eres idiota Koga!, ¿Cómo se te ocurre decirle que es su culpa?, bien sabes que a los usuarios hay que darles por su lado e inventarles una explicación para que no queden como tontos– hablo Naraku molesto, mientras le aventaba la hoja del reporte en la cara. – ¡Voy a cerrar el reporte yo mismo, pero ahora tendrás que venir a la guardia este fin de semana!–
–Pero, pero… ya tenía planes– se quejo Koga, mientras desarrugaba la hoja.
–Si te sigues quejando, tendrás la guardia por dos semanas mas– sonrió con maldad el coordinador.
–Ejem, yo… está bien…ya no digo nada– respondió Koga al tiempo que se retiraba del escritorio de Naraku.
El despistado ingeniero se acerco a Kagome y a Miroku mientras hacía gestos. –Hola Miroku, hola nueva, quien quiera que seas– dijo mientras se sentaba con desgano en una silla cercana.
Koga lleva más de un año en el proyecto, es algo despistado y tiene poco tacto con los usuarios, por esto mismo a veces se mete en problemas. Naraku siempre lo castiga con la guardia de fin de semana, no lo despide del proyecto porque sabe cómo resolver las fallas rápidamente.
–Koga, ella es Kagome y trabajara con nosotros. Kagome, te presento a Koga– hablo Miroku mientras terminaba de cerrar un gabinete.
–Mucho gusto Koga– contesto la joven.
–Bienvenida, chica. Eres la primera mujer en mucho tiempo, espero que no te haya intimidado el jefe– contesto Koga mientras señalaba con disimulo hacia el coordinador.
–Pues… un poco. Pero veo que a ti ya te castigo– dijo Kagome.
–Bah, es culpa de los usuarios, algunos son muy sensibles. Ya sabes, esos tipos que aun quieren seguir usando la máquina de escribir y se asustan de las nuevas tecnologías– comento Koga con algo de burla. –Estoy a tus ordenes, si puedo, te ayudo, sino puedo, buscamos a quién nos ayude – finalizo sonriendo.
Kagome asintió mientras continuaba con sus actividades. Ya había conocido a dos de los ingenieros, al parecer no tendría ningún problema con ellos. Pero aun faltaba el resto del equipo.
Continuara...
