*con un gorrito de cumpleaños y un pastel*

¡Hola a todos! Este pequeño fic es un regalo para mí nee-chan, powerdark. ¡Felices dieciséis, hermanita! Espero te guste la historia, ¡pero recuerda!, esto no se queda solo aquí, aún hay más.


5 minutos

By: Jek-Scarlet

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Ese sonido, tan parecido a un mensaje satánico (y amenazante). El horrible pitido de un aparato construido por alguna mente retorcida.

¡Maldito sonido del demonio, calla de una vez!

Un manotazo y se obtiene una victoria efímera. Pero el sabor a victoria dura poco, pues la habitación se vuelve a escuchar el infernal sonido que llega a los odios nuevamente, como si fuesen garras tratando de rasgar una pizarra.

Ese estrepitoso sonido que nadie quiere escuchar. Peor que un grito desgarrador en medio de la noche, o el llanto insistente de un bebe.

¡Por todos los cielos!, ¡Ya no lo soporto! —se escuchan pasos apresurados, y en cuestión de segundos, el aparato se encuentra volando fuera de la habitación, a través de la ventana.

El ultimo sonido que se escucha proveniente del aparato, es el que emite al chocar contra el frío pavimento y convertirse en solo pedazos inservibles. Un sonido tan gratificante; el de la victoria.

— Así está mejor—voltea a ver el cuerpo que aún sigue entre las sabanas—. ¡Kaoru! Levántate en este momento si no quieres que saque tu trasero de esa cama, a patadas.

Es que Dai no podía estar más molesto. El maldito despertador de Kaoru había estado sonando más de cinco infernales minutos, y ella aún seguir durmiendo sin —aparentemente— haber tenido problemas con el sonido que a él le había hecho más que taladrar los tímpanos y despertarlo de su agradable sueño.

— Cinco minutos más —pidió la joven.

Lo siguiente que se ve es a Dai lanzándole un balde de agua helada a su hermana. Él era un hermano responsable, no podía dejar que su hermanita faltase a clase o llegase tarde. Sí claro.