Estaba asustado, su papi le dijo que tenía que ser fuerte, mami solo dijo que me divirtiera ¿Cómo iba a divertirse cuando los niños eran más grandes que él y lo ignoraban? Se suponía tenían la misma edad, todos tenían… -miro sus dedos y conto lentamente- 4 o 5 años, pero él era el más pequeño y nadie quería jugar con él.
Apretó contra su pecho a bocón su osito de peluche y se sentó en una esquina del salón, estaba triste y se sentía solo, miro una sombra detrás de él y temió que fueran los niños de antes que lo molestaron por traer un peluche como si fuera un bebé.
-hola soy Tooth ¿puedo jugar contigo? –pregunto la sombra y se giró para ver a un niño más alto que el de cabello corto negro y ojos verdes como los suyos.
-si… -respondió a penas y el niño se sentó a su lado y saco un muñeco de plástico bastante viejo y gastado.
-era de mi hermano y ahora que soy grande me lo regalo, se llama Furius –le sonrió –me gusta tu oso ¿Cómo se llama? –pregunto ladeando la cabeza.
-se llama bocón y lo hizo mi mami –lo estiro para que el niño lo viera.
-genial… -le brillaron los ojos y Hiccup sonrió por primera vez en el día.
