Lo personajes no me pertenecen, solo los pido prestados sin fines de lucro. Creaciones originales de Stan Lee y Jack kirby. Los derechos de los personajes pertenecen a Marvel o Disney ya no sé jajaja.

Hola, es mi primer intervención en este fandom y con sinceridad fue por petición de una lectora y de mi beta –en ese tiempo. Kaory me dio la imagen –que más adelante verán– y Pitiizz aportó la idea, por lo tanto yo solo la desarrollé, por eso no la considero mía. Sin más preámbulos, espero que les guste un poco.


Ven…

Por Tlacuilo1/Pitiizz

Ven…

Prueba el vino…

Corre hacia los ciegos…

Ellos te guiaran desde la luz…

Escribiendo ceros hasta el final de los tiempos…

Ven…

Navega por las nubes…

Corre de la oscuridad…

Ella se alimenta de las carreras fracasadas…

Encuéntrame donde el acantilado saluda al mar…

Fragmento de la canción Élan de Nightwish.


Capítulo I

Vivía su adolescencia rodeado de libros, juegos de ajedrez y eventos sociales, que lo molestaban en algunas ocasiones, más cuando alguna tonta sin cerebro se le insinuaba con sus pequeños pechos abrazándole con sus esencias dulces y empalagosas que le provocaban dolores de cabeza, ahí si deseaba desaparecer.

Erik se había escapado de aquella reunión huyendo de la señorita Frost, sobrina de algún socio de la empresa. Afuera del salón había un callejón oscuro, perfecto para fumar a escondidas de su madre, encendió el tabaco dándole una larga inhalación. En ese momento escuchó un ruido que venía del fondo del callejón… Se decidió investigar guiado por… no supo si fue curiosidad o rebeldía… o ambas.

–¿Quien anda allí?

Habló con la voz más varonil que en su pubertad podría tener; al no escuchar respuesta creyó que habría sido algún perro vagabundo y continuó con su cigarrillo, al instante aquel ruido se volvió a escuchar viniendo de atrás de un contenedor de basura.

–¡¿Quién está allí?! ¡Salga o llamare a la policía! –volvió a llamar.

Los contenedores de basura cayeron estruendosamente y esta se regó por el lugar. Erik solo alcanzó a vislumbrar a una sombra que corrió al otro lado el callejón. Tenía miedo, pero no en comparación a la curiosidad y avanzó lentamente hacia donde había visto la sombra…

El castaño se asomó…

–Hola…

Vio un movimiento no tan inusual y casi se ríe a carcajadas al notar que eran las orejas de un gato, que asustado se había escondido entre cartones sucios.

–Estúpido animal…

Masculló y estaba por regresar a la fiesta… Mas algo ocurrió, el temblor de la criatura hizo que los cartones resbalaran revelando que no era propiamente un gato. Erik miró asombrado la pequeña figura temblorosa y llorosa.

–¡¿Eres…?!

El pequeño ser se removió aterrorizado, pues estaba acostumbrado a ser maltratado y alejado peor que a un animal.

–¡¿Eres un hibrido?!

La palabra cayó como golpe sobre el pequeño que gimió entre lloros y maullidos. Erik notó el estado del pequeño niño/gato y se sintió conmovido, sabía perfectamente los prejuicios que existían en la sociedad contra los de esa especie, más él no estaba de acuerdo, después de todo esas pobres criaturas no tenían al culpa que sus ancestros hubiesen sido usados como hámster de laboratorio y terminar así, y que su raza estuviera casi extinta… No, no era culpa suya.

–Hey… no tengas miedo –susurró el chico con voz serena tratando de darle seguridad al pequeño para poder tocarlo…

El rostro regordete y lleno de surcos de lágrimas aun cayendo, giró hacia él y Erik solo pudo abrir la boca –poco elegantemente– al ver esos ojos azules, diáfanos y puros con un dejó de esperanza en ellos, dirigida hacia él.

El mundo perdió importancia ante ese azul hipnotizaste y Erik por simple y natural impulso, tocó por fin al pequeño y sin quedarse en solo ese acto… lo jaló y lo cargó, anhelando sentir el calor de ese cuerpecito pegado al suyo. Era una necesidad apremiante de protección hacia ese ser… y el joven rara vez actuaba por impulso, pero en esa ocasión sabía que no había otra forma de hacer las cosas. Con el pequeño hibrido en brazos salió serenamente del callejón y sin pensar en nada más que el bienestar de este, fue rodeando la propiedad hasta llegar al estacionamiento donde los choferes esperaba a sus señores. Erik se detuvo y pensó en como pasaría por el lugar sin que su preciada carga se viera, no que le importará, más el pequeño estaba lo suficientemente asustado como para ponerlo en más estrés.

El adolecente se paró e intento bajar al niño, pero este se aferró tan fuerte a él que hasta sus garritas se le clavaron en la piel, mas Erik lo tranquilizó…

–No te voy a dejar solo… me quitaré la chaqueta para cubrirte.

El infante no muy convencido permitió que lo bajara, mas durante el tiempo que duró la operación en ningún momento soltó la pernera del pantalón del mayor. En cuanto la chaqueta estuvo en la mano de Erik, el castañito lo miró esperanzado.

–Bien, ven.

El niño estiró los bracitos y dejó que lo alzara de nuevo. Erik lo cubrió y de ese modo pasó por entre los hombres uniformados.

–Darwin Llama a mi madre, dile que regreso a casa que tú me llevaras y luego vendrás por ella.

–Si joven…

El chofer abrió la puerta y esperó a que su jefe subiera, por supuesto sin hacer preguntas. Ya en la limusina, Erik destapó al pequeño que sin soltarlo observó y olisqueó el lugar, con mucha curiosidad. Cuando este parecía estar más tranquilo, el mayor cuestiono:

–¿Tienes nombre?

El niño giró a verlo y sonrió mostrando sus colmillitos.

–'Ato

Erik negó al comprender que el pobre solo entendía como lo llamaba la gente, por lo que no tenía familia… y mucho menos un nombre. El mayor recargó la cabeza en el asiento y murmuró…

–Necesitas nombre de persona; no importa lo que digan muchos… eres una persona. Ya lo pensaré cuando estemos en casa.

En el trascurso del camino, el infante tomó la suficiente confianza como para alejarse del mayor e investigar el vehículo, más cuando este paró, corrió de nueve al regazo de este.

La puerta fue abierta y el joven heredero salió de esta llevando al hibrido, lo que fue una sorpresa para su chofer que se atrevió a decir…

–Señor, su madre no lo aceptara en la casa.

–Deja que yo me ocupe de mi madre Darwin, regresa por ella.

–Sí señor.

El hombre vio avanzar al dúo por el jardín hasta la mansión, y negó con un movimiento de cabeza.

–A ver que dice la señora.

Darwin subió al vehículo y salió de nuevo por las grandes puertas de metal.

000

Erik sudó un poco, pues el pequeño hibrido a pesar de que su condición parecía no estar en su mejor forma, si pesaba lo suficiente por lo que al atravesar la puerta y ser recibido por el mayordomo –quien también tenía enormes ojos abiertos de la impresión– ordenó.

–Que preparen algo de comida y la suban a mi habitación.

–¿Señor?

–¿No comprendiste una simple orden Azael?

–Lo siento señor, enseguida se hará señor… y señor… eso...

–No es una cosa Azael así que no lo llames así.

–Lo siento señor… el…

–Sí, el niño –enfatizó– se quedará.

El mayordomo y una que otra muchacha de servicio, vieron subir al heredero sin que este mirara atrás y que decir del minino que iba tranquilo en brazos de este, solo observando todo con muchísima curiosidad.

Erik llegó a su habitación y fue hasta donde la chimenea estaba encendida; ahí dejó al pequeño que al sentir lo mullida que era la alfombra en sus pies, los arrastró por esta, divertido.

Erik llamó a una de las mucamas y al llegar esta, ordenó:

–Prepara el baño.

–Sí señor.

El heredero fue hasta donde el infante aun jugaba, se hincó y lo llamó.

–Ven…

Este obedeció diligente. Erik lo miró, ahora sin con la iluminación suficiente podría observar los rasgos finos del hibrido…

–Mira que esos ojos debían ser joyas, claro que entre tanta mugre y con ese cabello revuelto, no fueron descubiertas. –La cabecita del minino se inclinó a un lado sin comprender lo que el mayor decía– Definitivamente hay que bañarte para ver cara de que nombre tienes.

Los colmillos del pequeño relucieron de nuevo en un intento de sonrisa.


Serán capítulos cortos... Mil gracias por recibirnos aquí.

Pues este fic se encontraba en mi baúl y me dije, debo publicarlo; me temo que perdí contacto con Pitiizz, pero en honor a ella lo subí; espero que me contacte antes de darle un final a esta historia y sino… ¡Va por ti chica!