Riku-kun: Hola a todos, quiero deciros q este es el primer fanfic que escribo y espero q os guste (perdonadme si encontráis muchas faltas). Bueno, ya se q no hay demasiados fanfics de Soul Calibur (hay poquísimos), pero bueno, yo creo q este fic va a ir para largo, así q me gustaría q lo leyeséis.
Los personajes de Soul Calibur II no me pertenecen a mi, son propiedad de (no se de quién, pero míos seguro q no, ¡lástima!). Por otra parte, los personajes q salen en el fic, q no aparecen en el videojuego tampoco me pertenecen a mi, son mis amigos.
Una recomendación, leeros los fics q ha hecho Txell-chan en la sección de Yugi-oh, están muy bien, de verdad. Ah, y q no se os olvide dejar reviews.
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EL REGRESO DE LA ESPADA MALDITAPrólogo: El brillo de otro mundo.
Japón-2004
Un grupo de amigos se acaba de despedir y cada uno vuelve a sus respectivas casas.
Al llegar a su casa, Riku, uno de ellos, se dejó caer en el sofá y encendió la tele. No había nadie en casa como era habitual, es decir, no había nadie que pudiese molestarle y decirle lo que tenía que hacer. De repente, una noticia le llamó la atención, parecía ser que un importante diseñador y fabricante de videojuegos había desaparecido y no se sabía nada de él. Se había pensado en un hipotético secuestro, pero nadie había llamado pidiendo un rescate, y además resultaba una estupidez, porque había mucha gente con más dinero que él, por lo que al final se descartó la idea. Luego mostraron una foto del hombre en cuestión, por las rasgos de su cara, Riku calculó que debía tener unos 35 años (lo pongo en números, pq nunca me acuedo de como se escribe con letras ¬¬)como mucho, y que era una lástima que hubiese desaparecido sin más.
Preguntándose que le habría pasado, apagó la tele, y fue a su cuarto. Se sentó en la silla del escritorio, y observó fijamente la fotografía que tenía al lado. En ella aparecía todo su grupo de amigos, el "Team Revolution", tal y como ellos mismos se llamaban.
En la foto salía él , al lado de una chica que llevaba el pelo a la altura del cuello, esa era Angera-san. Al otro lado de Riku estaba Txell-chan, una chica que tenía el pelo cubierto de mechas rubias y pelirojas y que había venido de Francia cuando solo tenía tres años por cuestiones del trabajo de sus padres. Agachado y debajo de ellos estaba Aru-kun, un chico que tenía el pelo tan negro como el azabache, y a su lado estaba Arisu-chan, una chica de pelo largo y castaño que lucía una hermosa sonrisa. Por último, a la derecha de estos, estaba Zai-chan, una chica bastante alta con un pelo oscuro que casi le llegaba a la cintura, y al lado de ella, estaba Yan-kun, un chico, que al igual que Txell, había venido del extrangero cuando era pequeño, solo que él, había venido de Corea en lugar de Francia.
Finalmente, Riku dejó de mirar la foto, y decidió ponerse a jugar al Soul Calibur II, un juego de lucha, con muchos personajes disponibles que conseguían hacer que las horas pasasen mucho más rápido. Riku se puso a mirar la increible introducción del juego, cuando de repente, se fue la luz.
Riku se extrañó, ya que eso casi nunca ocurría en su casa. A oscuras, y tanteando la pared, se dirigió hacia el recibidor, donde estaban los fusibles para ver si éstos se habían apagado, pero cuando estaba en mitad del pasillo, delante de la puerta de la habitación de su hermana, una luz tenue y rojiza que provenía de dentro de ésta, le llamó la atención. Poco a poco, entró en la habitación y buscó el lugar del cual provenía esa luz. Rápidamente advirtió que la luz emanaba de un extraño trozo de metal que estaba en el suelo. Se acercó y lo cogió con sumo cuidado. Sentía una irresistible atracción hacia ese brillo rojizo. De pronto, la puerta se cerró provocando un gran ruido. Del susto, Riku se cortó en uno de los dedos con uno de los extremos afilados del trozo de metal, y del corte le empezó a salir sangre. Cuando una gota de la sangre cayó encima del curioso metal, éste comenzó a brillar aún más intensamente y le empezaron a aparecer unas extrañas inscripciones. Riku no sabía que pensar y empezó a ponerse nervioso, puesto que lo que le estaba sucediendo no era lo que se diría exactamente "normal", y por si fuera poco, estaba empezando a pensar, que ese fragmento de metal se parecía mucho a uno de los fragmentos de Soul Edge, la espada maligna, que aparecía en el videojuego de Soul Calibur, y que era la razón por la cual los personajes luchaban entre ellos, ya fuera para poseer la espada, o bien para destruirla.
La luz se fue haciendo más intensa, hasta que finalmente cegó a Riku dejándole inconsciente.
La gente que pasaba en ese momento por la calle miró extrañada el piso de Riku, ya que una potente luz roja lo iluminaba completamente, pero la luz enseguida cesó, y la gente siguió su camino pensando que estarían haciendo una fiesta.
En ese mismo instante, seis luces igual de intensas que la primera, se sucedieron en distintas zonas de la ciudad de Tokyo.
Tres horas más tarde, la puerta de la casa de Riku se abrió, y entró en ella su hermana, Eva. Después de dejar su abrigo en el perchero, fue hasta la habitación de su hermano, pero no encontró a nadie allí. Finalmente, cuando acabó de buscar por toda la casa llegó a una conclusión, estaba sola, y su hermano, el cual se suponía que debía estar en casa a esas horas, había desaparecido misteriosamente
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Bueno q os ha parecido? Puede q me haya quedado bastante corto, no se. Bueno, a partir de aquí, la historia se irá poniendo más interesante, espero q os guste. No os olvidéis de dejar reviews, sean buenos o malos (sin pasarse, jeje). Espero q lo continuéis leyendo en el capítulo 2. Sayonara!
