¡hOla de nuevo! Ya sé, acabo de terminar mi historia ¡BODA! Y ya les ando fregando con esta nueva. ¡Es que estoy muy emocionada escribe y escribe cosas! xD
Esta idea se me ocurrió porque, entre mis historias favoritas, hay una que se llama "The Disasters of Childrening" significa "Los desastres de la crianza" (que personalmente les recomiendo) que cuenta la vida de Estoico y de Hipo antes de la película. Me quedé pensando en muchas cosas al leerla y así nació este fic. Viene siendo la vida de Estoico, la historia de él, sus amigos, su amor... todo.
¿Por qué tiene el apodo "el vasto"? ¿Por qué es así como padre y persona? ¿Qué cosas ha vivido para hacerse tan duro? Trataré de responder éstas y más preguntas en el fic.
"A September Night" significa en español "Una Noche de Septiembre"
Disclaimer: No me pertenece nada, porque si así fuera, habría secuela, serie televisiva, cómic y muchas más cosas de HTTYD. Así pues, me resigno escribiendo estas historias.
A SEPTEMBER NIGHT
Capitulo 1.
Día en el Ruedo.
.
El pueblo de Berk era una tribu vikinga grande y próspera ubicada al norte de las tierras nórdicas. Entre los pasillos, las casas, la fragua, los salones y demás construcciones, sobresalía una especie de domo profundo y amplio. Era el Ruedo, corazón de la tribu y donde entrenaban los vikingos más jóvenes.
Berk era un pueblo peculiar. Los dragones abundaban y aparecían en inesperadas horas dispuestos a robar la comida que necesitaran. Era un honor y privilegio formar parte de la élite, los Cazadores de Dragones. Éstos eran vikingo fuertes y entrenados para atacar, defenderse y liberar al pueblo de la amenaza que eran esas lagartijas escupe-fuegos.
Todos los habitantes de Berk sabían lo básico de pelear y podían durar frente a un dragón el tiempo suficiente para vivir. No obstante, los Cazadores eran aquellos que sobresalían enormemente y tenían un estatus mayor a los demás. En el ruedo los jóvenes aprendices eran enseñados por maestros o vikingos veteranos.
El Nadder, con sus escamas de un curioso color violeta, estaba enfurecido. Había sido recientemente capturado en una redada el día anterior y lanzaba fuego a diestra y siniestra en su jaula, sin que eso le ayudara a salir. Shotleg*, el viejo vikingo que estaba a cargo del ruedo, le sonrió a sus alumnos enfrente de él y colocó una mano sobre la palanca.
"¡Vamos!" gritó.
Los cinco jóvenes empuñaron sus diferentes armas y levantaron los cascos. La puerta se abrió por el impulso del molesto y joven dragón que comenzó a volar. La red de cadenas metálicas que cubrían el ruedo detuvieron su intento de fuga y el Nadder, aún en el aire, bajó su mirada. Rugió con gran fuerza creando una ventisca de aire con sus alas y bajó como bólido hacia los jóvenes.
Uno era moreno y llevaba una espada no muy grande en la mano, acompañada de un escudo gris. Saltó de un lado al otro distrayéndolo y se dispuso a esconderse en el punto ciego del Nadder. No tuvo suerte, pues el dragón lanzó una bola de fuego que fue detenida gracias al escudo, mandándolo hacia la pared y propinándole un buen golpe.
"¡Spitelout*, más atento!" le reprendió Shotleg al moreno, quien intentaba acomodarse su casco y ponerse de pie.
"Sí señor" respondió.
Una muchacha de cabello rubio trenzado detuvo el ataque del Nadder con su escudo y después se le aproximo rápidamente con un salto, pero el martillo salió disparado, rebotando en los cuernos del dragón. Encogiéndose, se escabulló por debajo de sus piernas y se ocultó tras una pared.
"Más atención, Helga*"
Helga se recargó en la pared, escudo en mano, tratando de recuperar la respiración. Sintió unos pasos a su lado y se tensó, pero se calmó cuando notó que era Spitelout.
"¿El martillo de tu padre sobrevivió?" preguntó, algo burlón.
"Eso creo."
Los dos se asomaron y vieron que su regordete compañero trataba de distraer al dragón, usando un hacha para crear ruido en el escudo. De no haber sido porque se tropezó con el martillo—que permanecía tumbado en el suelo—hubiera dado un excelente golpe final al Nadder. Esquivó fácil el ataque dragón, dando una vuelta hacia atrás, pero la distancia le impedía atacar de frente.
"Puedes mejorar, Bocón" le dijo Shotleg, con las manos cruzadas en su espalda y viendo a los muchachos analizadoramente "Pero fue bueno"
Bocón dio otro salto buscando acercarse lo suficiente para agarrar su hacha y de paso el martillo. Lo consiguió, y en esos movimientos, una mujer de cabello castaño recogido en dos trenzas le cubrió con su propio escudo un ataque.
"¡Ten cuidado!" le dijo, más preocupada que molesta.
"Gracias Val*" respondió Bocón "Toma"
Agarró el martillo que Bocón le tendió y usándolo dio un paso adelante. Si el Nadder estaba enfadado, recibir ese fatal golpe en su cabeza lo puso colérico. Val cayó grácil sobre sus piernas, pero apenas y alcanzó a colocar el escudo enfrente de sí cuando el Nadder le atacó. El fuego le hizo retroceder y casi le quema parte de su falda.
"Nada mal Val" felicitó el maestro.
Val se apoyó con una mano en el suelo para no caerse, el Nadder estaba enfrente de ella y amenazaba con su mirada. Comenzó a correr hacia ella. Spitelout y Helga trataron de avanzar para ayudarla, cuando el Nadder recibió un golpe fuerte, certero y práctico en el cuello. El filo del hacha derramó sangre sobre el suelo y el mareado dragón no pudo mantenerse en pie.
No obstante, el Nadder no se daba por vencido. Aún tumbado y adolorido buscó con la mirada, encontrándose con un vikingo grande, fuerte y pelirrojo. Éste se le acercó, agarrando el hacha del suelo y le dio el golpe final.
Shotleg aplaudió.
"¡Muy bien, Estoico!" se mostraba feliz "Impecable como siempre"
Estoico asintió, acercándose hacia Val que seguía inclinada en el suelo. Le ofreció la mano para ayudarle a levantarse, ella la rechazó.
"Gracias" respondió hosca.
"No hay de qué" replicó.
El maestro intervino:
"Valhallarama, a la próxima cuida más el equilibrio ¿Entendido?"
"Claro Shotleg"
"Y todos ustedes, no estuvieron nada mal, pero deben practicar más. Mañana los veré a la misma hora, les sugiero que estudien sobre los Gronkle y los Cremallerus"
Val dio la vuelta y se acercó hacia su amiga Helga, tendiéndole el martillo.
"Gracias por prestármelo"
"No hay de qué" respondió la rubia.
Sipitelout le dirigió una mirada penetrante a Helga, esbozando una ligera sonrisa. Ella se sonrojó un poco y escondió la cara con su cabello.
"¡Hermano!" Spitelout volteó, momento que Helga aprovechó para salir del ruedo arrastrando a Val del brazo "Ven aquí"
Spitelout caminó con un gesto algo hastiado, hacia donde estaba su hermano mayor. Estoico. Éste le tendió la espada que se le había caído.
"Cuida más tus armas" le dijo "Vamos ¿No quieres aunque sea una cola del Nadder?"
"Desde luego"
"¿Yo no alcanzo?" preguntó Bocón.
"¡Vamos todos!"
Shotleg se apoyó en la pared mientras veía a los tres jóvenes usar sus armas para ir partiendo el cuerpo del dragón. La cabeza era derecho de Estoico, por haberlo matado. Spitelout se quedó con las aletas de la cola y Bocón con dos de sus piernas. Abundaban las escamas y empezaron a lanzárselas como si fueran rocas, empezando un nuevo juego.
"¿Les ha ido bien?" preguntó una potente y ruda voz detrás.
Shotleg asintió.
"Sí señor" respondió "Estoico mató a su segundo Nadder."
"Ese muchacho será un excelente cazador de dragones" exclamó orgulloso el hombre, con sus blancos bigotes rodeando la sonrisa en su boca "Y, espero, un buen Jefe"
"Lo será Egarto*, lo será."
Egarto Haddock era el Jefe de la Tribu de Berk. Un hombre alto, de anchos hombros y mirada siempre seria, con penetrantes ojos negros. El cabello que alguna vez fue negro ahora estaba de un color grisáceo, dejo de blanco en la barba, mientras sus tiesos músculos comenzaban a perder fuerza. Envejecía más día con día, y sabía en el fondo que le quedaba poco tiempo en este mundo. Pero estaba convencido de que dejaría Berk, su amado hogar, en buenas manos.
Era el padre de Estoico y de Spitelout. Ambos muchachos fuertes, aguerridos, de carácter. Aunque, claro está, el mayor Estoico tenía una tenacidad y porte imponente que le daba liderazgo, más allá del que un muchacho de diecisiete usualmente tiene. Spitelout, un año menor, compartía muchas cualidades con su hermano, pero secretamente era feliz sin la gran responsabilidad de ser el heredero.
Spitelout era más parecido a su madre, al menos en el carácter. La esposa de Egarto y madre de sus dos hijos era una mujer alta y robusta de nombre Ferya, que gustosa dejó las armas y su vida de guerrera para consagrarse a su familia. Sus ojos azules, cabello castaño claro y modos tranquilos siempre calmaban a sus dos hijos, pero sobre todo a Spitelout.
Aunque, físicamente hablando, Estoico tenía un parecido enorme con su madre, el carácter que heredó era el mismo que Egarto. Cosa que le formó una tensa relación padre-hijo. Pues, los dos necios hasta los huesos, siempre querían tener la razón.
"¡Estoico!" gritó Shotleg. El susodicho volteó y trotó hacia donde estaban su maestro y su padre.
"¿Sí?"
"Vete a preparar, en unas horas más será tu gran momento y debes estar descansado"
"Como diga"
Hizo un saludo a su padre y salió del Ruedo.
0o0o0o0
"Vamos Val" dijo Helga, caminando hacia las gradas del Ruedo "No puedes estar enojada con Estoico toda la vida ¡Es nuestro futuro líder!"
"¿Y eso qué?" le respondió, cruzando de brazos "No por eso debe agradarme ¿verdad? Egarto me cae en la punta del hígado y no por ello lo desobedezco"
"Amiga, no debes ser orgullosa"
"¿Yo? ¿Qué te hace pensar que lo soy?"
"Tú y yo sabemos que estas enojada con Estoico porque te ganó en el entrenamiento"
Valhallarama no hizo ningún gesto de afirmación, pero tampoco de negación.
Helga bufó y decidió rendirse. Ella era terca, pero sabía aceptar cuando no tenía la razón. Ella era rubia y siempre se recogía el cabello en una trenza que caía por su espalda hasta la cintura. Sus ojos azules eran oscuros, y contrastaban con la blusa azul marino y la falda café que siempre llevaba. No era la mejor de las guerreras, pero tampoco era tan mala. En el fondo, Helga sentía más atracción hacia la sanación y ahora que el entrenamiento había terminado pensaba hacerse curandera.
Era la mejor amiga de Val desde que ambas eran niñas. Y se compartían todo tipo de secretos. Juntas entraron a la escuela y se ayudaron mutuamente para aprender las runas, los cánticos religiosos y los nueve mundos. Entraron al lado de la otra al Ruedo con sus respectivas armas y entrenaron por las tardes en el bosque. Ahora, de pie, veían el Ruedo vacío y esperaban ansiosas el enfrentamiento.
Val era la más bonita y ruda de las jóvenes vikingas. Tenia el cabello de un color castaño con destellos rojizos, recogido en dos trenzas que enmarcaban un rostro de facciones muy exquisitas. Los ojos, de un verde intenso, parecían simular el follaje del bosque y realzaba más por la falda metálica y las prendas verdes que usualmente llevaba, de un tono esmeralda. Desde niña había entrenado y usado el martillo y hacha, soñando con ser la gran afortunada que matara a su primer Pesadilla Monstruosa frente a todo el pueblo.
Sueño que se vio frustrado cuando, en su mismo grupo de reclutamiento, se enlistó Estoico. Heredero de Berk.
Estoico, desde muy niño, había sido entrenado junto con Spitelout por su padre. Eso, sumado a los ejercicios que voluntariamente hacía y las lecciones de Shotleg le hicieron un impresionante combatiente. Val, a pesar de no tener tanta experiencia como él, era excelente. Y los dos tuvieron que pasar por una prueba en la que Estoico, por un descuido, le ganó. Y se consagró como el mejor de la clase.
Valhallarama seguía molesta y lo estaría por mucho tiempo más. Estoico era un presuntuoso de primera y si estaba ahí, era porque Helga la había casi arrastrado al Ruedo. No con la intención de ver a Estoico pelear, no. Si no con la ilusión de toparse con Spitelout.
"Si que eres patética" le dijo con tono de broma "Solo acércatele y ya ¿Es difícil?"
"Te quiero ver así cuando te llegue el enamoramiento" replicó Helga, asomándose para ver al hermano de Estoico cerca de Egarto.
"Como sea"
Egarto entonces dio la señal. Estoico entró al Ruedo, cargando un hacha y un escudo. La puerta abierta de par en par dejó salir a un Pesadilla Monstruosa, con su cuerpo entero ardiendo en llamas. Él no se movió ni un centímetro y espero a que la bestia se detuviera enfrente de él.
Y empezó.
Estoico lanzó un grito de guerra. El Pesadilla Monstruosa disparó unas llamas incandescentes que fueron repelidas por el escudo, mientras Estoico daba un salto hacia otro lado. En lo que el dragón volteaba, el puño cerrado del joven vikingo embestía la cabeza del dragón. Enfurecido, la bestia se incendió a sí mismo otra vez y trató de alcanzarlo.
Estoico usó un gran trozo de madera en donde se escondió unos segundos, saliendo de un salto hacia la cabeza del dragón. Apena éste creaba una llama, Estoico había encajado el hacha en la espalda. El rugido de la bestia resonó e hizo estremecer a los menores, mientras los mayores miraban complacidos la facilidad con la que Estoico dominaba la situación.
Tambaleándose, el dragón intentó crear más fuego pero pudo más el hacha del joven guerrero. La sangra que se derramó sobre el suelo fue mucha, y el piso tembló un poco cuando el enorme cuerpo cayó sin vida.
Estoico elevó su ensangrentada hacha y gritó con júbilo.
Sus amigos y compañeros se lanzaron sobre él y lo vitorearon. Los aplausos no se hicieron esperar. Hasta su padre, Egarto, se mostró radiante de orgullo y alegría.
Estoico no sabía que toda esa euforia desaparecería en la noche.
Shotleg significa, de manera literal "pierna corta" (se me ocurrió por Patapez, su nombre en inglés es Fishleg xD)
Spitelout es el padre de Patán; no me acuerdo de dónde lo leí (un fic) donde Estoico y Spitelout son hermanos en los libros, de ahí que Patán e Hipo sean primos. Aparece en la película, casi siempre cerca de Estoico, no dice nada pero se ve igual a Patán.
Egarto, Shotleg y Helga son inventados. A lo largo de la serie habrá más personajes de mi invención. Valhallarama (Val) sí existe en los libros y si es la madre de Hipo.
¿Que opinan? ¿Les gustó? ¿Quieren más?
¡Reviews!
