¡MERU MERU ME!
Ya ven mi nombre en el autor de esta historia así que supongo que no hace falta presentarme. Quiero comenzar con un NaLu para todos aquellos fans de esta "OTP". Soy estudiante y no tendré tiempo siempre ya que ahora estoy en época de preinscripciones y tras esto, vienen los exámenes finales. Intentaré subir uno capítulo por semana, a no ser que me dé por ahí y suba dos. Tengo inspiraciones muy aleatorias pero todas muy concisas, puedes saltarte esta parte si quieres pero si lo has leído eres un pro. Hazte caso. Venga va, comenzamos.
Ninguno de los personajes de Fairy Tail me pertenece, son propiedad de Mashima. Ale queda dicho.
Era una noche fría en el bosque "Monolocrux" también llamado bosque rojo en el cual se encontraba un joven ya cambiado aunque igual de inmaduro Natsu. Le atemorizaba la idea de dejar a su más fiel compañero y mejor amigo Happy, ya que en una de sus recientes pesadillas estuvo por hacerle daño pero pudo despertar a tiempo. Happy se hallaba dormido aunque Natsu supo que podría haber acabado con su vida. Happy, sin embargo, se hallaba buscando al Dragon Slayer de fuego, ya que había pasado una semana desde que despertó sin el mismo a su lado.
-"Natsu… ¿dónde estás…?" –Pensó el gato azul- "Estoy preocupado…"
Decidió sacar sus alas y sobrevolar la zona para realizar una búsqueda más rápida pero al hacerlo, sus ojos se abrieron de una manera jamás vista anteriormente, tras varios años separados del grupo, ahí estaba, apenas había cambiado, pero no podía evitar reconocer ese pelo y esa manera de vestir tan hortera desde su punto de vista. Bajó a una velocidad sorprendente cortando el viento a su paso en una caída en picado lanzándose a hacia sus pechos.
-¡Lucy! –Gritó, provocando una mirada por parte de la rubia y al descender cayó sobre sus pechos abrazando su cuello- Eres tú, esa manera de vestir que no te sienta nada bien y te hace parecer fea, sí, ¡eres tú!
-Ha-Happy –Al escuchar su voz se había sobresaltado y más aún al sentirle caer en tal zona pero lo dejó pasar- Te he ech… -Se vió interrumpida por el efecto retardado ante las palabras del gato alado- ¿¡Qué problema hay con mi ropa!?
Se soltó de su cuello y fue al suelo con suavidad provocando un ligero sonido al caer al suelo
-Es la verdad- Dijo con una sonrisa pícara –Ha pasado mucho tiempo pero sigues igual-.
-Bueno, ¿tú crees? –Dijo la rubia sonriendo con sinceridad, realmente le echaba de menos y tras pensar en ello una duda pasó por su mente- Oye… Happy… ¿dónde está Natsu?
-Yo… yo… -Comenzó a titubear mientras unas lágrimas comenzaron a caer de sus ojos poco a poco- L-le he p-per-perdido –Puso las patas superiores en sus ojos dejando brotar sus lágrimas-
Lucy no pudo evitar agacharse y abrazarle para hacerle ver que ella está ahí.
-Vayamos a buscarle, ¿quieres? –Dijo con una sonrisa en un abrazo cálido sintiendo su pecho mojado por las lágrimas del gato azul- Hay un bosque por aquí cerca… vayamos a ver
Se hallaba el pelirrosa sentado en una rama de un árbol bastante alto, quería cerrar los ojos, pero no podía ya que al hacerlo sus pesadillas brotaban como ilusiones llevadas a la vida real, aquellos gritos de personas desconocidas llenaban su mente de culpabilidad aun sabiendo que él no había hecho absolutamente nada malo, descontando claro, los destrozos por peleas en Magnolia y demás. Pero caso aparte, sus deseos de que desaparecieran aquellas ansias de borrar su existencia eran tales que llegó a brotar alguna lágrima de sus ojos ante tal idea. Pasó el tiempo y sus ojeras eran perceptibles, sus pensamientos pesados y su cuerpo una carga, mas todo eso desapareció cuando escuchó una voz familiar, y decidió bajar la mirada para ver de dónde venía esa voz y ahí estaba, era ella, la maga celestial, su compañera, su mejor amiga, la persona con la cual había vivido tanto que los recuerdos llenaban su cabeza al verla en ese momento. Habían pasado tantos años que no pudo evitar bajar y ver a Happy a su lado, a lo que bajó la mirada inundado por un sentimiento de remordimiento por lo sucedido hace una semana.
-Happy… yo… -Susurró Natsu- Lo siento… no debí dejarte solo…-
-No pasa nada Natsu, pero no lo vuelvas a hacer, que me he asustado al ver a Lucy, al estar solo pensé que me haría algo malo. –Llevó sus patitas a la boca suprimiendo una risa ya que se le había pasado el estar sin su compañero porque ahora están reunidos de nuevo-.
Lucy abrazó a Natsu sin previo aviso, derramando lágrimas como si no hubiese un mañana. Veía a Natsu distinto, cambiado, su pelo era más largo y aunque igual de revuelto se veía más maduro, su bufanda se veía algo sucia y tenía ligeros rasguños por la ropa.
-Te he echado de menos –Aferró más su agarre mientras hundía la cabeza en su pecho y dejaba brotar sus lágrimas-
Happy decidió mantenerse al margen y vio como Natsu devolvía el abrazo rodeando la cintura de la rubia con sus brazos acariciando su espalda.
-Tranquila Lucy… ya estamos los tres otra vez –Dijo con una sonrisa particular en su rostro, le parecía agradable esa sensación ya que desde que se separó de Happy no había vuelto a sonreír-
El silencio se hizo omnipotente y en aquel bosque en el que las hojas eran como el color de la sangre pero que a la luz de la luna, tomaban un tono anaranjado que se veía precioso, se tumbaron con un acto del gato alado que les indicó que se tumbaran y así lo hicieron. Natsu se tumbó tras soltar a Lucy y ella le repitió. Al pelirrosa no le pareció suficiente y la abrazó una vez tumbado cayendo en un sueño profundo y Lucy, cayó en los brazos de Morfeo abrazándole.
Bueeeeeeno, esto ha sido ha sido el capítulo de hoy y de esta semana, dejemos en otro lado el tema de que es domingo, tengo que hacer un trabajo el cual no he empezado por esto, así que deseadme mucha suerte que aún tengo el día entero para hacerlo, vivan los domingos (putos lunes). En fin, espero que os haya gustado y demás, dejad reviews si os ha gustado y demás y si tienen alguna sugerencia también no olvidéis ponerla, un placer haber empezado con esta historia, habrán peleas y más de algún apuro por parte de ambos. No haré más spoilers, la historia es original y meru meru me. Hasta la próxima.
