N/A: Hola.
Sí, de nuevo estoy publicando. La inspiración y las ganas de escribir coincidieron y no podía dejar pasar la oportunidad. Este drabble es mi forma de cumplir un propósito 2018 de FF: ampliar mis ships.
Para MrsDarfoy y MeriAnne Black, soy desvergonzada porque me presento ante dos gigantes con algo simple como un drabble, pero aquí está.
Disclaimer: Todos los personajes de H. P. pertenecen a la reina Rowling. El drama es mío.
AUSENCIA
Lo observó ser golpeado por un hechizo y atravesar aquel velo sin poder moverse para salvarlo. Una situación inesperada que le arrebataba el último atisbo de felicidad, de la promesa de algún futuro: juntos.
Fue en ese momento que sintió como dentro de su pecho algo se quebraba. Por un segundo pasó por su mente la idea de correr tras él, de sostenerlo y nunca soltarlo. Fue un segundo, tan sólo uno.
Hasta que un grito desgarrador, cargado de dolor, lo arrastró de golpe hacia la realidad; Harry gritaba a pocos pasos de distancia, con dolor, con furia por la ironía de la situación. Reaccionó antes de que aquel muchacho tan semejante a su padre siguiera sus pasos. Lo sostuvo entre sus brazos soportando golpes, gritos y tragándose el dolor que lo atravesaba. Debía ser fuerte, debía soportarlo, tenía que hacerlo.
Aunque se sintiera vacío, aunque nada tuviera sentido.
Una lágrima fugaz cayó por su mejilla y apretó los ojos con fuerza. Harry aprovechó ese instante de debilidad para soltarse y lo vio correr detrás de alguien que reía histéricamente, alguien que gritaba su nombre.
Su nombre.
Un zumbido se instaló en sus oídos y perdió el resto de los sentidos. Olvidó dónde estaba, qué sucedía. Aquello era un sueño, ¿cierto? Uno de esos terribles sueños, esos que todos llaman pesadillas, pero que para él eran comunes durante todos los años lejos de Sirius.
Sirius.
Se había ido.
Sirius.
Lo había dejado atrás de nuevo.
Sirius
Siempre rebelde, siempre imprudente.
Sirius
¿Y ahora, qué sería de él?
No quedaba nada.
Estaba solo
Como siempre, sin Sirius.
Cayó de rodillas, derrotado, hundido en el dolor de su pérdida.
Alguien lo sacudía y gritaba algo que no lograba entender. Alguien lo sostuvo y lo alejó de aquella escena. No supo quién fue, no supo cómo había sobrevivido.
Solo sabía que el dolor de esa ausencia jamás se iría.
Con cariño y admiración.
Las fallas son gratis.
Un beso.
