Disclaimer: SAO es mío de mí… dijo Reki Kawahara.

Línea temporal: capítulo 11 del anime, más o menos.

Nota: Kirito tiene 16 años, ¿verdad? D:


VESTIDO BLANCO

Capítulo Único

Asuna era, por ponerlo en una palabra, especial. Era fuerte, era valiente, era decidida, pero también era dulce, femenina y delicada. Hermosa por sobre todas las cosas, en cuerpo y mente. Kirito no era el único que lo notaba, muchos otros también lo hacían, sin embargo, él tenía la suerte de que ella lo miraba solamente a él, de que fuera suya y que él fuera de ella.

Estaban casados ahora, tenían la alianza matrimonial en el dedo y mano correspondiente. Vivían juntos y cada día les parecía mucho más brillante y bonito que el anterior, aún si estuvieran dentro de ese juego que les impedía escapar a la realidad. Se amaban profunda e incondicionalmente, no podían vivir sin el otro. El solo pensarlo era aberrante, cruel y doloroso. Eso no podría pasar.

Kirito pensó lo gracioso que era todo. Estaban luchando por salir de Sword Art Online, el juego que les estaba robando la vida, y allí fue donde se conocieron y encontraron la felicidad, por ello, Kirito ni Asuna podían odiar completamente el juego, sería como ir en contra de su propia relación y matrimonio.

Cuando se casaron, Asuna no llevó un vestido blanco ni Kirito un esmoquin. No hubo un ministro que oficiara alguna ceremonia ni invitados que les lanzaran arroz para desearles felicidad y abundancia en su nueva vida juntos. En lugar de todo eso, solamente hubo una solicitud de matrimonio que fue aceptada y una mezcla de sus ítems, era lo más legal que existía como matrimonio en ese mundo virtual.

Tenían dieciséis años y ya estaban casados. Kirito pensó que, si estuvieran en el mundo real, jamás hubieran podido establecer una relación tan profunda como la que tenían. Solventaban sus propios gastos, tenían su propia casa y vivían ya juntos. Todos los demás los veían como una verdadera pareja y los respetaban y entendían, no como en la realidad, que hubieran sido vistos como unos tontos que se lanzaban de cabeza a lo desconocido. En ese punto, Kirito estaba agradecido con el juego, porque gracias a sus peculiares características él podía despertar todas las mañanas con Asuna, desayunar con ella y pasear por el bosque con libertad durante las tardes. Sonreír por ella y ser feliz con ella.

Y, sin embargo, aún con toda esa felicidad, Kirito quería regresar al mundo real para ver a Asuna caminando hacia él con un vestido blanco y ser felices por siempre, como en los cuentos de hadas.


Sí, trauma total con Disney y los cuentos de hadas (me voy a ver la Bella Duermiente ahora :D).

Ya. mi primer drabble de la pareja más kawaii que he conocido últimamente está listo. Luego vengo a ofrecerles más :D aunque no quieran.

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¡Besos embarrados de Nutella para todos y espero que les haya gustado!

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Di NO al PLAGIO.