Prologo
…
El pequeño niño corría lo más rápido que podía por las oscuras calles de Royal Woods. Tenía que correr aun más rápido para escapar de los hombres y mujeres con mascaras de muñecas que lo perseguían. Había sido un idiota al pensar que quedarse en un solo lugar podría ocultarlo. Esas personas casi parecían oler el miedo. Ningún lugar era seguro esa noche.
La Noche de la Purga había iniciado hace sólo diez minutos y Lincoln Loud ya se daba por muerto.
-Hola. –Lincoln habló a la nada mientras corría. –No los vi. Es un poco difícil cuando se corre por su vida. Supongo que se estarán preguntando por que estoy en las calles cuando debería estar oculto en casa con todos los sistemas de seguridad de Lisa activos. –Se rió un poco, pero era más una risa forzada y llena de tristeza. –Es curioso como pueden acabar las cosas. Lo crean o no, todo fue por un estúpido concurso de video.
…
Hace doce horas.
Ya había pasado un mes desde el concurso de video y las hermanas de Lincoln aun no lo perdonaban. Actuaban de manera fría hacia él, lo ignoraban en las comidas, o simplemente lo quitaban del medio con gestos molestos.
-¡Vamos, ya me disculpe miles de veces! Incluso hice un video de disculpas donde me humillaba a mi mismo. Tres veces.
-¡Ya cállate perdedor! –Lynn lo hizo aun lado con su hombro mientras lo ignoraba.
Lincoln se acarició el hombro. Lynn tenía que aprender a controlar su fuerza. O quizás no tuviera que molestarse en hacerlo cuando se trataba de él.
-Lori, tú sabes que no quise-
Lori lo ignoró y continuó hablando con Bobby por teléfono. Así había sido desde ese día.
La indiferencia en una casa tan grande era lo peor para Lincoln. Siempre había pensado que el silencio y un tiempo de paz podrían ser lo mejor que le haya pasado. Pero ahora descubría que era lo contrario. Todas sus hermanas lo trataban en su mayor parte con indiferencia total, ni siquiera Luan se molestaba en hacer un mísero chiste para él.
Estaba solo.
-Por favor chicas. Lo lamento, en serio. –Lincoln lloró. –No me dejen sólo esta noche.
-No sobrevivirás esta noche.
Lincoln saltó en su lugar.
-¡Lucy casi me matas! Pero no importa. Realmente lo siento.
Lucy lo miró con una mirada que Lincoln no podía conocer, ya que siempre tenía el flequillo cubriendo sus ojos. Más de una vez se preguntó como podía ver a través de todo ese pelo. Pero no era momento para pensar en eso.
-Esta es la noche donde la maldad se cubrirá con la carne de los vivos. La noche donde la maldad será purgada. La noche donde la venganza podrá cobrar el precio justo por los pecados y la humillación sufrida. –Habló de tal forma que Lincoln no pudo evitar retroceder. –Esta noche morirás.
Entonces se fue como si nada.
Lincoln se quedó paralizado en su lugar mientras trataba de procesar lo que su pequeña hermana de ocho años acababa de decir. ¿Por qué Lucy tenía que ser tan extraña y lúgubre?
Lincoln tragó saliva mientras terminaba de entender las palabras de Lucy.
Esa noche…
La Noche de la Purga.
Era la noche más temida para los habitantes de Royal Woods. Desde que la Noche de la Purga fue aprobada por los gobiernos hace once años había sido, en consideración de toda la casa, menos Lucy por razones obvias, la peor noche de todas. No ayudó mucho a Lincoln que fuera casi al mismo tiempo que su nacimiento. Era como un recordatorio de lo peor de la humanidad.
Antes de que Lisa instalara todo un sistema de fortaleza en la casa lo único que habían tenido para resguardarse eran rejas electrificadas que levantaban cada año para protegerse, y eso no los salvaba de los intentos de bombas molotov o de las granadas, por alguna extraña razón siempre había alguien disparando hacia la casa. Y se volvía peor cada año.
Lincoln realmente odiaba esa noche.
Clydee y su familia ya habían salido de Royal Woods para refugiarse en un refugio junto con sus familiares, por lo que estarían a salvo.
Pero Lincoln…
-Ella no se referiría a…
No, era sólo un estúpido video. No es como si mereciera morir por eso, ¿Cierto?
…
No. Lucy no se refería a eso. Pero esa era la noche que Lincoln más temía, y desencadenar el pánico de su hermano mayor era un castigo demasiado suave en comparación con la humillación que ella había pasado. No perdía nada aterrorizándolo un poco.
En cuanto a la Noche de la Purga. Lucy la consideraba la noche perfecta para que la humanidad muestre su verdadero rostro. Aquella sombra que se oculta en lo profundo del alma y solo espera poder salir. Ella misma saldría para poder ver la oscuridad que oculta el alma humana, pero sus padres y hermanas aparentemente la consideraban muy joven aun para eso. Y aun así se atrevieron a decirle que era una locura mientras trataban de convencerla de que la purga estaba mal.
La purga no era mala. Era algo incomprendido por su familia, pero no para ella.
…
Lincoln estaba acostado boca arriba en su cama mientras trataba de olvidar las palabras de Lucy. Entendía que sus hermanas estuvieran molestas, pero purgarlo… eso era demasiado. Sólo fue un estúpido video.
Miró el reloj, eral las 14:00. Todavía faltaban diez horas para que iniciara la purga. Lincoln realmente tenía miedo de esa noche. Cada año lo pasaban en la sala, todos ellos dormían abrazados mientras esperaban a que terminara. Cuando Lisa terminó de fortificar la casa, todos se sintieron más a salvo, pero eso no impidió que ese ritual de cada año dejara de repetirse.
-Me preguntó si este año será lo mismo.
Sus padres no estarían este año, pero estarían a salvo, o eso esperaban todos. Sólo serían los once esa fatídica noche.
-¿Por qué tengo tanto miedo? –Sus hermanas nunca le harían daño. Lincoln se había equivocado, pero había trabajado muy duro por reparar el daño, aun a costa suya.
No podía estar acostado más tiempo. Se levantó de la cama. Tenía que intentar hacer las paces con sus hermanas antes de esta noche.
…
-Chicas, realmente lo siento. Por favor, no estén enfadadas conmigo ésta noche. –Lincoln trató de hablarles a Luan y Luna, las dos estaban comiendo cereal en la cocina.
Luna hizo una mueca de asco mientras se levantaba. –Ya no tengo hambre. Iré a componer una nueva canción. Creo que se titulara: "Réquiem de una traidor".
Lincoln retrocedió un paso ante eso.
-Espero terminarla antes de esta noche.
Entonces se fue de la cocina sin molestarse en limpiar su tazón.
-Luan, por favor. Esto es demasiado. –Lincoln le rogó. –Sabes lo mucho que odio esta noche, por favor al menos no me odien hoy.
Luan suspiró. No dijo nada. Ni siquiera un mísero chiste mientras dejaba su tazón aun lado y seguía a Luna. Se mordió un poco los labios mientras estaba de espaldas a Lincoln, pero no dijo nada y se fue.
Lincoln limpió los tazones y se fue de la cocina. Esto no era justo. Era la peor noche y sus hermanas actuaban como si realmente esperaran que muriera. Lincoln no quería morir esta noche. Negó fuertemente con la cabeza.
-Ellas no lo harían.
Estaban enfadadas, pero ignorarlo no era lo mismo que querer matarlo.
¿Por qué estaba dudando tanto?
-Odio la Noche de la Purga.
…
En el pasillo, oculta en el rincón Luan lo escuchó y su expresión se puso muy triste. Ella realmente no estaba enojada con Lincoln, pero todas estuvieron de acuerdo en que era necesario darle una lección para que no volviera a repetirse lo mismo. Pero incluso ella tenía que admitir que todo esto era demasiado exagerado.
Ya pasó un mes, ¿No podrían simplemente olvidarlo y seguir con sus vidas? No. Al menos la mayoría de ellas no podía. ¿Por qué tenían que ser tan rencorosas? Lincoln era un niño de apenas once años. Es normal que los niños cometan erres, ella misma había cometido muchos cuando tenía esa edad. ¿Era por que Lincoln era mucho más maduro de lo que debería ser un niño que lo trataban de esa forma? Aun así, a Luan no le parecía justo.
Pero no es como si fuera a hacer algo. Como cualquier persona normal, no quería meterse en este tipo de problemas más de lo que ya estaba. Sólo podía esperar a que todo terminara tarde o temprano.
Pero a ella realmente le gustaría que eso pudiera ser esta noche.
-Yo también odio esta noche.
…
Lincoln salió al patio. Las vallas eléctricas se levantarían por si solas antes de media noche, entonces ya nada podría entrar. La casa se cubriría totalmente de por dentro y por fuera, ni siquiera el aire podría entrar hasta el amanecer del día siguiente. Según Lisa, la casa contaba con el oxigeno suficiente para sobrevivir durante seis horas sin aire que entrara del exterior, por lo que estarían bien.
Un balón de futbol se estrelló desde detrás de su cabeza y la cara de Lincoln cayó justo en el barro.
Se levantó y se limpió un poco con las manos.
-¡No te metas en medio de mi practica, idiota!
Lynn.
Sus insultos eran los que más le dolían a Lincoln. Él nunca lo admitiría, pero Lynn había sido siempre su hermana favorita. Le gustaba pensar que los dos tenían una conexión especial que no tenían ninguna de las demás. Pero ahora…
-¿No me escuchaste? ¡Muévete! –Le arrojó un segundo balón directo a la cara y Lincoln volvió a caer al barro. –No tengo tiempo para lidiar con un pequeño traidor como tú, ¡Ahora largo!
-Tengo tanto derecho como tú de estar en el jardín, Lynn. –Lincoln se levantó. Todo esto ya comenzaba a enfadarlo de verdad. –¿No podríamos olvidarlo de una vez? ¡Fue una estúpida idea! Todo lo que quería era ganar un trofeo.
Lynn sonrió, pero era una sonrisa que Lincoln jamás había visto en ella. Se veía tan… –Como si un perdedor fracasado como tú pudiera ganar un mísero trofeo. –Cruel.
Lincoln sintió como si le hubieran dado un golpe directo al corazón. Sentía como las lágrimas estaban apunto de escapar de sus ojos. ¿Lynn realmente le había dicho eso?
-¿Qué? ¿Vas a llorar? Pues vete a hacerlo a otro lado. ¡No quiero tener que soportar a un llorón mientras practico en el campo!
Lincoln corrió hacia la casa. Lo había hecho. Lynn realmente le había hablado de forma tan cruel. Ella nunca lo hacía, y Lincoln sintió que se habría puesto peor si se hubiera quedado. Si hubiera llorado.
-¿Por qué todo tiene que ser de esta forma?
…
Lynn se sintió fatal en el momento en que lo dijo, pero aun así la ira fue más fuerte. Por culpa de ese video había sido sacada del equipo de futbol para evitar cualquier tipo de repercusión en el equipo. Eso había llevado a sentir una gran ira hacia Lincoln. Las burlas de algunos de sus compañeros después de ese video realmente le habían afectado. Pasó de ser respetada a ser un chiste. De todas formas, las burlas pasaron casi una semana después, pero aun así el recuerdo era persistente.
-Esto es tú culpa Lincoln. –Dijo mientras comenzaba a botar el balón en sus rodillas. No iba a perdonarlo así de fácil. Que llorara lo que quisiera. Las lágrimas no traerían nada bueno. Lynn siempre las consideró una muestra de debilidad sumamente patética.
Aun así, no se sentía bien verlas en Lincoln. Pero en cuanto comenzaba a sentir lastima por él, recordaba le video que le costó el equipo de futbol y el respeto que se merecía.
Pateó el balón fuertemente hacia la casa.
Era culpa de Lincoln. Si quería su perdón tendría que ganárselo, y no pensaba ponérselo fácil.
…
Lincoln vagó un poco por la casa. Se topó con Lisa, pero apenas lo vio se concentró en sus notas y pasó sin saludarlo. Lincoln recordó la promesa de venganza y tuvo algo de miedo. Nunca había que hacer enfadar a un genio, eso no lo podía dudar nadie.
Era mejor espera un poco antes de intentar hablar a solas con Lisa.
Lola y Lana estaban peleando en el sofá por el control remoto. Lincoln sonrió un poco, quizás si las ayudaba entonces podrían escuchar su agradecimiento como antes.
Lola lo vio venir.
-Olvídalo, quédate con el control. Yo me voy a mi cuarto. –Comenzó a caminar con la cabeza en alto mientras lo ignoraba.
Lana lo vio también. A Diferencia de Lola ella no parecía saber como responder.
-Ah… emm. ¿Espera por mí? –Soltó el control y se fue junto a Lola.
Podía entenderlo de Lola, pero Lana. Con Lana siempre le había sido más fácil razonar. Ahora parecía que la única cosa en la que realmente estaban de acuerdo era en evitarlo. Nunca creyó que echaría de menos las peleas de esas dos.
Miró el control remoto del televisor. No tenía muchas ganas de mirar televisión, por lo que simplemente lo dejó a ahí y se fue.
-Po-po.
-Lily. –Lincoln sonrió. Al menos ella no…
-No po-po. –Lo miró igual que las otras y se fue gateando.
-¿Qué? ¿Por qué? ¿No po-po? –Lincoln la miró caminar hacia Lisa. Ella se ajusto las gafas y acarició a Lily como si fuera un cachorrito.
-Buen trabajo.
¿Le había enseñado a Lily a evitarlo? ¿Esa era su venganza? Eso era lo peor que podría pasarle a Lincoln. Al menos Lily era demasiado joven para estar enfadada con él, ¿Pero y si crece creyendo que está bien ignorarlo y tratarlo mal? Eso era horrible.
-Lisa, ¿Por qué?
Lisa no le respondió. Tomó con cuidado a Lily en sus brazos y se fue.
…
Lisa puso a Lily en su cuna después de cambiarla y volvió a concentrarse en su trabajo. Por alguna razón eso no se había sentido tan bien como calculó que se sentiría.
…
Lincoln regresó a su habitación. Este día se estaba haciendo cada vez mucho peor. ¿Cómo podría empeorar más?
-Leni. –Lincoln medio sonrió. Al menos Leni parecía menos enfada que las otras, con ella había hablado un par de veces. Al menos mientras no recuerde que está enfadada con él.
Leni lo miró y sonrió, pero entonces miró algo escrito en su mano. Entonces frunció el seño y lo ignoró totalmente.
-¿Leni? ¿Qué pasa? –Lincoln le preguntó.
-Se supone que estoy enfada contigo y no tengo que hablarte nunca jamás. Así que simplemente lo estoy haciendo hasta que llegue el nunca jamás, ¿Cuánto tiempo es eso en realidad? Tengo que preguntárselo a Lori.
-Lo escribieron en la palma de tú mano, ¿Verdad? –Lincoln suspiró.
-Sí. Aunque me hubiera gustado que no fuera con marcador permanente. Espero que no se note. ¿Quizás si me pongo unos guantes…? ¿Pero que guantes serán? Necesito unos que combinen con mi ropa y mis gafas. ¡Necesito salir a la tienda ahora mismo!
Lincoln continuó caminando hacia su cuarto con la mirada baja.
-Leni, hoy es noche de purga. La mayoría de las tiendas están cerdadas. No creo que encuentres nada hoy.
Leni se estremeció al escuchar eso. Ella estaba aterrada de esa noche. –Gracias Linki, a espera. Se supone que tengo que odiarte. Gracias por nada Linki.
Odiarlo. ¿Eso era lo que estaba escrito en su mano? Lincoln no se lo preguntó, simplemente se encerró en su cuarto mientras esperaba a que llegara la hora. Miró su reloj junto a la cama: 15: 23. Faltaba sólo ocho horas treinta y siete minutos para la purga. Cada minuto que pasaba Lincoln se sentía peor.
Cuando era niño se había subido a su pequeña ventana sobre la cama y había visto las personas que pasaban y disparaban contra su casa. Una de ellas lo había visto y había pasado un cuchillo por su cuello para indicarle que pensaba degollarlo. Entonces otra detrás le había disparado en la cabeza. Después de eso Lincoln había corrido de regreso con sus hermanas y les había contado lo que le pasó. Todas lo habían abrazado y pedido que se olvidara de lo que vio.
Y Lincoln lo había hecho hasta ahora.
Por increíble que parezca, se sentía muy cansado. Quizás pudiera dormir, y cuando despertara ya todo habría terminado.
…
Lincoln se despertó para encontrarse atado y amordazado en una habitación oscura. El lugar estaba repleto de relojes, todos ellos con un minuto antes de media noche. Se removió sin parar mientras trataba de entender que estaba pasado, pero era inútil, las cuerdas estaban demasiado apretadas para lograr escapar. Las manecillas del reloj dieron las doce al mismo tiempo y todas comenzaron a sonar con una canción del gobierno.
Damos el aviso que dese ahora 12:00 hs hasta las 06:00 hs dara inició la purga número doce. Que tengan una buena purga, estamos seguros de que la casa Loud la tendrá.
¿La casa Loud? Esa era su casa. ¿Por qué había-
-¡Estas cómodo perdedor!
Lincoln pestañó una vez y se vio rodeado de todas sus hermanas. No tenía idea de donde habían salido, pero todas ellas estaban rodeándolo en un círculo mientras sostenían cuchillos. Incluso Lily tenía una pequeña navaja abierta mientras estaba en los brazos de Lori.
Todas ellas se tomaron de la mano.
-Damos gracias en esta noche…
-¡No! ¡No! ¡No!
-A los padres fundadores…
Esa era una pesadilla, tenía que serlo. Nadie estaba a favor de la purga, a excepción de Lucy, pero ella era muy joven y lúgubre para entender lo que realmente significaba la purga.
-Damos gracias por la oportunidad de expiar a la bestia en nuestro interior…
Lincoln se revolvió en el lugar mientras lloraba tratando de escapar. ¿Por qué estaba pasando esto? ¡Fue sólo un video! ¡Sólo un estúpido video!
Todas se miraron a los ojos mientras sonreían y levantaron el cuchillo.
Entonces los dejaron bajar.
…
-¡AH!
Lincoln cayó de la cama. Su corazón latía tan rápido y fuerte que podía escucharlo perfectamente.
Todo fue una pesadilla. Una maldita pesadilla. Sus miedos habían salido de la única forma que podrían hacerlo. Lisa le había hablado de eso, de como las pesadillas son realmente nuestros peores miedos tomando forma, luego se había vuelto demasiado complicado para entender nada.
Sintió algo húmedo caer desde sus ojos.
-¿Estoy llorando? –Se limpió los ojos con el dorso de la mano. Había estado llorando.
Se sentó contra la cama mientras presionaba las rodillas.
El reloj daba las 19:00.
Cinco horas para la purga.
…
-¿Lincoln?
Lincoln levantó la cabeza, había vuelto a caer en un estado de ensoñación mientras esperaba totalmente sólo.
-¿Lori?
-Voy a pasar.
Lori entró en su habitación. Por alguna razón, lo primero que pensó Lincoln es que necesitaría aprender a poner el seguro. Sería incomodo si sus hermanas se acostumbraban tanto a entrar y salir como si fuera su propia habitación. El pensamiento lo hizo sentir incomodo, debería estar feliz de que Lori le hablara, pero después de ese sueño se sentía preocupado.
-Lori… ¿Hay algún problema?
Lori lo vio por un segundo antes de suspirar.
-Levantarte y sígueme.
-¿Qué…?
-Sólo hazlo. –Entonces salió de la habitación.
Lincoln la miró irse confundido. ¿Qué había hecho ahora? Todo lo que había hecho era dormir sólo en su cuarto. Esperar a que todo terminara.
19: 46.
…
Lincoln salió de su cuarto.
-Esta noche será el fin de tus días. –Lucy susurró mientras lo veía detrás de la puerta de su habitación, entonces se volvió a encerrar.
Lincoln bajo las escaleras, pudo ver como algunas de sus hermanas lo miraban y lo ignoraban. Lynn lo miró desde el sofá de la sala con una sonrisa igual de cruel que afuera. El pecho de Lincoln volvió a doler al verla. Realmente quería a Lynn, cada purga ella lo abrazaba debajo de las mantas para que no tuviera miedo. Un abrazo que el le había devuelto cada vez que se estremecía al escuchar disparos. Los dos se apoyaban mutuamente en esas noches. Pero ahora…
Lincoln recordó la pesadilla.
-Sólo una pesadilla.
-Disfruta la noche, perdedor.
Lincoln la miró con un profundo miedo. Lynn se dio la vuelta y regresó a ver su programa de deportes.
¿Lo había dicho realmente?
Vio al resto de sus hermanas mientras seguía a Lori. Luna le dio una mirada de reojo antes de volver a afinar las cuerdas de su guitarra. En cuanto a Luan, a ella no pudo verla. Ella no parecía estar cerca. Le vendría bien un mal chiste ahora.
Lori salió de la casa.
-¿Lori?
-Vamos Lincoln.
Lincoln se quedó tildado en el portal. No podía moverse. Ya casi eran las 20:00 hs. Faltaba tan poco para la purga. No quería salir de la seguridad de su hogar, ni siquiera para salir al patio. Se sentía demasiado inseguro.
Alguien lo pateó desde la espalda y Lincoln cayó hasta las escaleras de la entrada, donde rodó hacia el piso.
Lynn cerró la puerta mientras Lincoln se levantaba.
-¡Maldición Lynn! ¡Esto ya es demasiado! –Lincoln gritó desde la puerta.
Lori parecía estar subiendo la bicicleta de Lynn a la parte trasera el auto familiar.
-Lori, ¿Qué esta pasando? –Lincoln le exigió mientras caminaba hacia ella. –Esto ya es demasiado. Sabes lo mucho que odio esta noche del año, al menos dime que está pasando. Por favor, Lori. ¡Ya no lo aguanto!
Lori cerró la parte de atrás del auto con la bicicleta y lo miró.
-Te daremos tú merecido. Eso es todo. –Dijo de forma fría.
Lincoln recordó las palabras de Lucy y retrocedió un paso.
-A-¿A que te refieres, Lori? Ustedes no…
Lori frunció el seño. –¡Por supuesto que no! ¿En que estás pensando Lincoln Loud!
Lincoln suspiró de alivio. Él aceptaría hasta una paliza por parte de Lynn si con eso podían dejar todo atrás y volver a ser una familia.
-Pero si no regresas antes de media noche no somos responsables de lo que pase después.
-¿Qué? –La preocupación regresó a él.
-Nos humillaste. Mucho más de lo que crees. Ese video fue visto por mucha gente antes de que lo borraras. Demasiadas. –Subió al auto. –Sabemos lo mucho que odias esta noche, así que tienes hasta media noche para regresar a casa. Sólo.
-¡¿Qué?! ¡No pueden hacer eso!
-Ya lo hicimos. –Lori le dijo desde la parte del conductor. –Ahora sube al auto.
-¡No!
Lincoln trató de correr hacia la casa. La puerta estaba cerrada. La golpeó y tocó el timbre con fuerza. –¡Déjenme entrar! ¡Por favor! ¡Lo siento! ¡En serio lo siento! ¡Por favor Lynn! ¡No es para tanto!
La puerta se abrió fuertemente después de eso.
-¡¿Qué no es para tanto?! –Lynn salió con fuego ardiendo en sus ojos. –¡Me sacaron del equipo de futbol! ¡Perdí el respeto que me merecía por parte de mis compañeros! ¡Todavía hay personas que se burlan de mí mientras hago deportes! ¡Tienes idea de como me afectó eso! –Le dio una patada y lo empujó nuevamente por las escaleras. –¿Y dieses que no es para tanto? Tienes suerte de que te preste mi bicicleta. Si dependiera de mí te obligaría a quedarte toda la noche ahí afuera. –Lo tomó de la camisa y lo arrastro sin mucho esfuerzo hacía el auto. –Como no te vallas ahora mismo, yo misma me encargaré de purgarte esta noche Lincoln Loud. –Y lo tiró en el asiento trasero del auto familiar.
-¡Lynn!
Lori parecía triste por la escena, pero trató de sobrellevarlo lo mejor que pudo mientras encendía el auto familiar.
…
Lincoln se revolvió en el asiento trasero. Cada vez que miraba por la ventana veía como las cosas se ponían cada vez peor. El número de personas comenzaba a disminuir en algunos lugares, mientras que aumentaba en otros. Antes de darse cuenta estaba entrando por el camino hacia los bosques de Royal Woods.
-Lori, por favor. No puedes hablar en serio. Esto es una locura. No pueden hacerme esto.
Incluso Lori entendía lo mucho que a Lincoln le aterraba la purga, y es por eso que era el castigo perfecto para él. Una vez que terminara todo, cuando Lincoln regresara a casa, podría decir que estaban a mano y todo volvería a la normalidad.
El auto se detuvo por el camino del bosque.
-Lori, por favor.
Lori se bajo del auto y camino hacia la parte trasera. No le había hablado en todo el camino, simplemente había seguido conduciendo sin mirarlo. Ni siquiera había hablado por su teléfono con Bobby. Eso había puesto más nervioso a Lincoln. Toda la situación lo hacia.
Lori bajo la bicicleta y la colocó junto al auto con cuidado.
-Te tomará dos horas regresar si te apresuras. –Lori le habló por primera vez en todo el viaje.
Lincoln estaba llorando en este punto.
-Lori, tengo miedo. Ya ni siquiera quiero ganar un trofeo nunca más. –Dijo mientras sollozaba. –Y sabes que no soy tan fuerte como Lynn, jamás podré llegar a casa antes de que la purga inicie.
-Eso tendrías que haberlo pensado antes de avergonzarnos así, Lincoln. –Lori lo tomó del brazo y lo sacó del auto de mala gana.
Lincoln cayó sobre el suelo del bosque con sus brazos temblando. ¿Eso era a lo que se refería Lucy? ¿Ellos realmente lo dejarían para morir así?
Lori se metió al auto y lo encendió.
-Lori, realmente lo siento. No me dejes aquí.
-Sí te apresuras llegaras antes de que comience la purga.
Entonces aceleró. Trató de no mirar atrás, si lo hacía estaba segura de que se detendría y lo llevaría de vuelta. Y esto se trataba de darle una lección a Lincoln. No podría aprenderla de esta forma.
-Aun así esto me parece realmente demasiado… –Murmuró. Pero este castigo fue el que recibió la mayoría de votos en la corte familiar. A excepción de Luan, Leni, y ella misma. Todos estuvieron de acuerdo con que este sería un buen castigo por su humillación. Siete contra tres.
Eso no lo hizo más fácil.
…
Lincoln se quedó temblando en el piso mientras escuchaba como el auto familiar se alejaba rápidamente por el camino de tierra.
Esto era otra pesadilla. Tenía que serlo. Era lo único que podía pensar.
La Noche de la Purga era su mayor temor. Lo había sido desde que tuvo edad para razonar. Había escuchado al gobierno decir como era la única forma de purgar a la bestia interna, mientras que otros decían que era sólo una forma de llenar sus bolsillos. A Lincoln no le importaba de eso, todo lo que quería era regresar a casa antes de que la purga iniciara.
Se levantó rápidamente y corrió hacia la bicicleta. Fue tan rápido que chocó contra ella y terminó tirándola al piso. Lincoln acabó cayendo junto a ella mientras se golpeaba al pecho con uno de los pedales. La caída no fue tan dolorosa como parecía, pero aun así le quitó todo el aire de los pulmones.
Decidió tomarse un minuto para recuperar aire y levantó la bicicleta con más calma. Tenía que respirar hondo y calmarse. No conocía esta parte de Royal Woods, pero sabía que camino había tomado Lori. Era sencillo, sólo tenía que seguir el mismo camino hasta llegar a una zona conocida, desde ahí podría regresar a casa antes de que iniciara la purga.
Tenía que lograrlo.
Se subió a la bicicleta y trató de recordar lo que Lynn le había dicho hace tiempo de como tomar más aceleración: pedalear con fuerza y no detenerse ante nada. Sencillo.
Lincoln comenzó a pedalear fuera del bosque, cuando ganó más impulso se paró en la bicicleta y comenzó a pedalear con más fuerza, demasiada para alguien que nunca había hecho más ejercicio que ayudar a su hermana mayor como saco de boxeo. No tomó en cuenta una pequeña acumulación de tierra y la bicicleta terminó en el aire. Lincoln se movió aun lado en pánico y terminó cayendo a tierra nuevamente.
-¡Maldición! –Maldijo mientras se levantaba. Su brazo se había raspado mucho por la caída y realmente le dolía. –¿Por qué tengo que pasar por esto?
Se levantó mientras se dirigía a la bicicleta nuevamente.
-No. –Sus ojos se abrieron enormemente cuando la vio. –No. No. No.
La cadena se había roto.
…
Lincoln trató de arreglarla en pánico, incluso trató de atarla con un nudo. Pero era inútil, la cadena de la bicicleta estaba rota. No lo llevaría a ningún lado.
-Esto no puede estarme pasando. Por favor, no.
Pateó la bicicleta aun lado, pero el golpe le dolió más a él. No era bueno lastimarse un pie cuando tendría que caminar hasta casa. Pero antes de eso cayó de rodillas y comenzó a llorar.
-Por favor, que todo esto sea sólo una pesadilla.
…
En la casa Loud.
Lori regresó de su incomoda tarea. Había acelerado más allá del limite permitido cuando no había habido policías cerca, por lo que le tomó sólo una hora regresar a casa. Todo había sido demasiado para ella. Lincoln debía estar a más o menos otra hora de regresar. Sólo esperaba que no se topara con nada malo mientras lo hacía. Ella misma había visto algunas personas viéndola de manera desagradable mientras regresaba.
Pero quizás esto realmente le sirviera como lección a no meterse en su vida personal.
Se tomó un minuto antes de entrar y revisó la hora.
Ya eran pasadas las diez, por lo que Lincoln debería llegar por las once. Esa era la idea, dejar a su hermanito menor al límite de una muerte segura a manos de un montón de psicópatas que creían que esta noche era una noche de sueños donde podrían hacer lo que quisieran. Esa idea la llevó a golpear el volante del auto tres veces antes de apoyarse en él. ¿Quizás no era demasiado tarde para regresar a buscarlo? Ahora realmente podía ver que no era más que un estúpido video de un niño de once años. Luan se lo había dicho muchas veces.
Respiró hondo. Entonces apagó el motor y salió del auto. Ella ya no quería salir más por ese día. Lincoln estaría bien. Él siempre estaba bien. Era el hombre con un plan. Podría arreglárselas. Estaba segura de ello. O eso quería creer.
…
Con Lincoln.
-Estoy muerto. Estoy muerto. ¡Estoy muerto!
Lincoln gritó mientras corría por el camino del bosque tratando de llegar a las calles. Pero cada vez se sentía más perdido. ¿Lori había seguido en línea recta o había doblado en alguna intercepción? Quizás debería quedarse oculto en el bosque hasta que la purga terminara, pero le daba demasiado miedo.
-Por favor, que no esté perdido. Que este sea el camino correcto.
Siguió corriendo hasta que le faltó el aliento. Cuando miró hacia atrás se dio cuenta de que aun podía ver la bicicleta a lo lejos.
-¿Tan mala es mi… condición física? –Quizás no debió darlo todo desde el principio. Lynn le había dicho que tenía que reservar fuerzas para cuando fuera necesario.
Lynn.
No pudo evitar pensar en ella y en como regresar a casa desde aquí sería un juego de niños para su hermana mayor. ¿Por qué ella también tenía que odiarlo?
Comenzó a caminar mientras trataba de recobrar fuerzas para seguir corriendo. No sabía que hora era o cuanto faltaba para que diera inicio la purga de este año, pero el sol ya se estaba ocultando, y Lincoln Loud tenía miedo.
…
En la casa Loud.
Luan estaba tirada sobre el sofá mientras miraba el reloj que aparecía en la pantalla del televisor. Todas en la casa estaban pendientes de él mientras esperaban. Ya eran las once, dentro de una hora el sistema de seguridad de Lisa se activaría y la casa estaría cerrada durante las seis horas que durara la purga. Seis horas en que el crimen sería perfectamente legal para que el mundo dejara salir lo todo lo que tenía en su interior.
Ella por lo general estaría diciendo un montón de sus chistes para tratar de levantar el ánimo, pero no podía.
Todos en el sofá estaban algo nervioso. Lynn se movía de forma errática mientras miraba la ventana de reojo y se concentraba en el reloj. Todos parecían querer decir la misma cosa, pero nadie podía. Ni siquiera ella lo mencionaba. Sólo esperaba.
Al igual que todos sólo esperaba que cierto chico, no, que cierto niño con camisa anaranjada entrara por la puerta. Quizás entonces podrían dejar todo atrás y ser una familia otra vez.
Todo esto era estúpido. ¿Por qué no había hecho nada para evitarlo? Desde un principio ella tenía parte de la culpa por no enseñarle adecuadamente a Lincoln la regla no dicha de las películas caseras. Aun así lo había dejado sólo con todo el abuso y la ley del hielo.
23: 17 hs.
El reloj seguía la marcha.
Lincoln tenía la bicicleta de Lynn, por lo que debería estar llegando en ese momento. Quizás estuviera cruzando la esquina como loco en ese mismo segundo. Sólo esperaba que no hubiera tenido un accidente. Eso la puso realmente pálida, ¿Y si había tenido un accidente? ¿O si había caído en una trampa de ese tipo de personas que las ponen para atrapar personas antes de la hora de la purga?
Sólo podía espera que eso no fuera cierto.
23:18 hs.
Cada minuto se le hacia eterno. Pero cuando Lincoln regresara le daría un fuerte abrazo, se disculparía con él y al infierno sus otras hermanas. Lo llenaría de chistes hasta que todo quedara en el pasado. Sólo tenía que seguir esperando. ¿Quizás podría inventar una seguidilla de chistes que decir cuando lo hiciera?
23: 19 hs.
-¿Dónde estás Lincoln?
…
Con Lincoln.
-¿Dónde estoy?
Lincoln miró hacia los lados mientras trataba de encontrar algo conocido. Había regresado a la civilización, pero no sabía a que parte de la civilización. Todo era tan confuso y extraño. Casi no había nadie por las calles, a excepción con más caras sobre su cabeza. Todas ellas lo miraban fijamente mientras pasaba. Lincoln las había ignorado y había seguido su camino. Mientras no fuera hora de la purga no podrían hacerle nada. ¿Pero cuando lo fuera? Ya había oscurecido mucho, ¿Cómo podía saber que no había comenzado la purga?
No. Cuando la purga iniciara sería anunciado por los micrófonos instalados en todos los postes de Royal Woods.
-Tengo frío. –Se abrazó a si miso mientras continuaba caminando. Al menos debió llevar un suéter o algo para calentarse. –Por favor, que esto sea sólo un mal-
-¡WAAAHH!
-¡AAHHH!
Lincoln cayó al piso mientras temblaba. Un grupo de chicos con la cara maquillada de blanco y negro pasó junto a él mientras reían, todos ellos estaban armados con bates y martillos mientras escuchaban música a todo volumen. Lincoln había estado demasiado distraído como para escuchar nada de eso.
Se paró rápidamente y descubrió que aun podía correr mientras trataba de dejar a esas personas atrás. Todas ellas se reían y se burlaban mientras lo animaban a volver con mamá más rápido antes de que llegaran las doce. Lincoln los ignoró. Ignoró todo y a todos. Simplemente continuó corriendo mientras trataba de evitar a todas las personas que pudo.
Se metió en un callejón y tropezó con una cuerda. Antes de levantarse sintió como algo grande y afilado pasaba justo sobre su pierna.
-¡Niño estúpido! ¡¿Sabes cuanto me tardé en preparar esa trampa?!
Lincoln ignoró el grito de furia mientras miraba la enorme cuchilla que se movía como péndulo ir de un lado a otro. Se arrastró y siguió corriendo. Tenía que salir de ese callejón y llegar a un lugar seguro, cualquier lugar donde no hubiera locos preparándose para matarse los unos a los otros.
Atención a todos los ciudadanos del Estado.
El corazón de Lincoln podía pararse en ese mismo momento en que escuchó la voz casi robótica de una mujer por los parlantes instalados en los postes de luz de las calles.
Faltan treinta minutos para en inicio de la purga. Por favor, prepárense para liberar a la bestia en su interior. Demos gracias a los padres fundadores y por la purga de este año.
-Treinta minutos. Ja ja. –Algunas lágrimas de pánico comenzaron a escapar nuevamente de sus ojos mientras se reía. –Aun puedo hacerlo… se que puedo.
Salió disparado hacia la salida de ese callejón. Los callejones no eran seguros, ninguno de ellos. La purga precia estar dirigida principalmente a los hombres de la calle. Era mejor alejarse de los callejones y subterráneos, todos esos lugares eran peligrosos en esa noche, lo había leído en alguna parte, pero no recordaba donde.
Corrió hasta que el aliento volvió a faltarle y llegó a un parque abierto. Pero no era el parque que el conocía, era uno totalmente distinto. Nunca había estado ahí y no conocía nada de ese lugar. ¿Por qué debería? Tenía once años de edad, no conocía mucho a parte del centro comercial y las canchas de futbol donde solía ir con Lynn.
El parque no estaba vacío. Había muchas personas que se paseaban con armas y machetes en las manos mientras hablaban. Lincoln continuó su camino, mientras no fueran las doce estaría a salvo, pero cuando el reloj diera la hora… entonces sería el final de todo.
…
En la casa Loud.
En este punto todos se revolvían de forma nerviosa. Lynn en particular no dejaba de temblar en intervalos de tiempo mientras miraba el reloj del televisor. Lori miraba fuera de la puerta con preocupación mientras autos blindados se movían de un lado a otro gritando y preparándose para lo que sería otra noche de purga.
Los gemelos se habían encerrado en su habitación sin decir nada y no habían regresado.
Aun faltaban diez minutos para la purga.
Pero Luan ya pensaba que tendría que haber ido a buscar a Lincoln aun sin el permiso de Lori. No le importaba si tenía que hacerlo a pie. Cuando Lincoln no llegó para las once, tendrían que haber ido por él.
Luna se levantó de forma molesta y apagó la televisión.
-¡Oye! –Lynn se levantó del sofá. Casi parecía apunto de golpear a Luna. –Estábamos viendo eso.
-Es sólo un estúpido reloj, hermana. Hay uno en toda la casa, no nos perderemos de nada. –Luna gritó.
Lynn no pareció muy contenta con la respuesta mientras se acercaba a Luna. Luan estaba segura de que esto terminaría en una pelea si alguien no intervenía. Lori acababa de entrar, pero en lugar de hacer algo simplemente comenzó a ver por la ventana. Parecía no haber notado la pelea que estaba apunto de estallar en la sala.
-He-hey chicas. –Luan al menos tenía que intentar algo. –Conocen el chiste del reloj que no recibió cuerda-
-No tenemos tiempo para tus chistes, Luan. –Lynn le gritó a la cara.
Leni entró en la sala en ese momento. Bostezó sonoramente mientras estiraba sus brazos.
-Disculpen, me quedé dormida un minuto. ¿Lincoln ya regresó a casa?
Como si esa fuera una palabra tabú todos guardaron silencio. Ya nadie movía un musculo en ese momento, simplemente miraron a Leni quien retrocedió un poco ante todas las miradas.
-¿Dije algo malo? Sólo pregunté si Lincoln ya había regresado. No creo que esta noche sea la mejor para dar un paseo, con todas esas personas armadas haciendo cosas malas y eso.
Lisa tomó a Lily en sus brazos y subió por las escaleras hacia su cuarto sin decir nada. A Luan le hubiera gustado que se quedara, ella era lista, quizás podría decir o hacer algo para ayudarles en esa situación tan mala.
Lincoln aun no había llegado, y faltaba demasiado poco para la hora de la purga. No podría haberse quedado con Clyde, él y su familia ya no estaba en Royal Woods. Tampoco tenía otros amigos en la zona que lo refugiaran. Al menos no después de esos videos vergonzosos de él mismo que había subido como disculpas.
Eso significaba que seguía afuera.
Luan subió sus piernas al sofá y abrazó sus rodillas. Eso no podía ser así. Lincoln tenía que esta en un lugar seguro. Quizás había regresado por la puerta trasera y sólo quería asustarlas un poco. Pues lo consiguió, Luan estaba muerta de miedo. Y aunque nadie lo admitiera, ellas también. Quizás por fin habían recordado que Lincoln era un simple niño de once años y que lo dejaron sólo y lejos de casa horas antes de uno de los eventos más crueles y desagradables que el mundo haya conocido.
-¿Qué demonios pasó con nosotras? –Luan se levantó del sofá. –¡Es nuestro hermano! ¡¿Cómo pudimos dejarlo afuera así?!
Lynn retrocedió un poco.
-Tú sabes lo que nos hizo, él-
-¡Fue un video estúpido! –Luan gritó lo mismo que Lincoln había dicho tantas veces. –Un simple video hecho por un niño de once años que quería ganar un trofeo. Eso era todo.
Luna no dijo nada mientras retrocedía.
-Eso no cambia nada. –Lynn trató de argumentar. –Ese traidor se merece-
-¿Qué? ¿Morir en las calles? –Señaló hacia afuera. –La purga iniciará en cualquier momento, y por lo que sabemos Lincoln sigue ahí afuera. ¿Tanto lo odias que quieres realmente que muera Lynn?
-¡No lo odio! –Lynn le gritó a Luan mientras daba un paso al frente.
-Pues has estado actuando como si lo hicieras, Lynn. Tantos insultos y golpes por algo que pasó hace un mes. ¿No puedes simplemente olvidarlo? ¿No pueden todas simplemente olvidarlo? Lincoln ya pagó por eso hace tiempo. ¿Cuánto más tiene que sufrir para que estén satisfechas? –Luan ya estaba gritando en ese momento.
-Luan, es suficiente.
-¡No Lori! ¡No lo es! –La miró con su rabia dirigida hacia ella. –¿Y que hay de ti? Eres la mayor y por lo tanto la más madura. ¿Realmente dejaste a tú hermanito menor en el bosque totalmente sólo antes del inicio de la purga? ¿Qué clase de hermana mayor eres?
Lori sintió como si le hubieran dado un mazazo. Ella misma no había querido nada de esto. Sólo quería que la estúpida pelea terminara y volvieran a ser una familia, no había pensado que Lincoln realmente podría haber estado en cualquier tipo de peligro.
-¡Muy bien, suficiente! –Lynn se adelantó hacia ella y la tomó por el cuello de su camisa. –Nos has estado gritando un montón, pero no vi que hicieras absolutamente nada antes si tanto te molestaba lo que pasaba con Lincoln.
Luan se mordió el labio. –No lo hice. –Dijo con resignación. –Y me arrepiento de eso. Nunca creí que las cosas pudieran llegar realmente tan lejos. –Habló totalmente rendida. –Lynn, nuestro hermanito está ahí afuera, y la purga va a iniciar. –Algunas lágrimas escaparon de sus ojos. – ¿Ese estúpido equipo de futbol juvenil es más importante que tú hermano menor?
Lynn se quedó sin palabras ante eso.
La respuesta por supuesto tenía que ser no. Pero Lincoln la había humillado de tal forma que no estaba segura de si podría volver a entrar en el equipo otra vez. Le había costado muchos meses de duro entrenamiento y el respeto de muchos mientras de su equipo. Cada día que veía al equipo seguir avanzando sin ella era un recordatorio de lo que Lincoln había causado.
-Tiene lo que se merece. –Dijo por fin. Y antes de darse cuenta estaba en el piso con un terrible dolor en su mejilla.
Luna estaba masajeando su puño.
-¿Me golpeaste? –Lynn tuvo que preguntarlo, porque aun no estaba segura de si su hermana adicta a las bromas malas realmente lo había echo.
-Y lo volveré a hacer si dices algo como eso otra vez. –Luan le respondió.
-¡Luan Loud! –Lori caminó hacia ella.
-¡Cállate! –Lori se detuvo en el lugar más por la sorpresa de que su hermana menor se atreviera a hablarle de esa manera que por las palabras. –Escuchaste lo que dijo, ¿Realmente quieres qué-
Fue entonces que una bocina comenzó a sonar en toda Royal Woods. Pero no fue sólo en Royal Woods. En todas las ciudades y pueblos del estado se escuchó una bocina totalmente idéntica.
El sistema de seguridad se Lisa se activo y las vallas electrificadas se levantaron alrededor de la casa. Entonces las puertas y ventanas se cerraron automáticamente mientras placas de hierro reforzado cubrían cualquier forma de entrar y salir.
Benditos sean los padres fundadores del Estado. Damos anuncio de que la purga número once a dado inicio. Desde 12:00 hs hasta las 06:00 toda forma de crimen y delito son totalmente legales. Dejen salir a la bestia en este día dado por los padres fundadores y purifiquen sus almas.
Que tengan una buena purga.
Se hizo un mortal silencio en la casa Loud.
La purga había iniciado.
…
Actualidad.
-Y supongo que aquí estamos otra vez. –Lincoln se ocultó detrás de un callejón. Se sentó con cansancio mientras continuaba viendo al frente y hablando. –Intenté quedarme oculto detrás de un contenedor, pero entonces una niña con mascara de muñeca me había visto y le dijo quien parecía ser su madre. Hice lo que cualquier persona con buen juicio haría y corrí, y lo hice en el momento justo, porque un minuto después habían arrojado una bomba molotov al lugar donde estaba. Fue cuando comenzaron a perseguirme.
Lincoln se rió un poco mientras levantaba la cabeza hacia el cielo.
-Este lugar tampoco es seguro, por lo que tendré que continuar moviéndome.
Podía escuchar los gritos y los disparos acercándose cada vez más. Su peor miedo se había hecho realidad.
Estaba totalmente sólo en las calles de Royal Woods, y la purga había dado inicio.
